GÚMENA, ‘maroma gruesa de uso náutico’, tomado del cat. gúmena, del mismo origen que oc. ant. gumena e it. gómena, gùmena; la etimología es incierta, pudiéndose asegurar solamente que es de procedencia europea; teniendo en cuenta que la forma más antigua es egùmena o agùmena, y que este cable se emplea entre otras cosas para remolcar embarcaciones, es posible que venga del gr. σειρĮ ƋƔουμένƓ ‘cuerda que conduce’, del participio de ƋƔεƗσȎαι ‘conducir’.
1.ª doc.: gúmina, 1444, Juan de Mena; gúmena, APal.
Han escrito hasta ahora acerca de este vocablo B. E. Vidos (Parole Marin., 438-445) y algo antes yo mismo en Homen. a Rubió i Lluch III (1936), 295-7 (= Est. Universit. Catalans XXII); con posterioridad agregaron datos el Diz. di Mar., Kahane (ARom. XXII, 523-4) y Terlingen (l. c.). En mi trabajo demostré ya en forma concluyente que gúmena no puede venir del árabe ni del turco, según había admitido Vidos (ARom. XIX, 325) ateniéndose a la opinión del mediocre diccionario de Lokotsch, y de otros eruditos de muy escasa preparación orientalista; por desgracia en su trabajo posterior se aferra Vidos a esta falsa etimología sin aducir argumentos positivos. Resumo mis razones: a) según ya reconoció el especialista Dozy (y aun Eguílaz), y ahora lo admite el propio Vidos, las formas gúmena (con g oclusiva), kúmena, Ǥumna, gámena, del árabe africano, el bereber y el turco, son de origen europeo, como prueba ya la forma de la consonante inicial; b) el árabe Ǥuml (o Ǥúmal) ‘cable’, palabra de raíz semítica, empleada en el árabe arcaico y literal, es totalmente ajena a los dialectos vulgares actuales, y no sólo lo era al hispano-árabe en su sentido de ‘cable’, sino que en el Andalús había tomado la ac. ‘tascos de lino’ (por lo demás, la forma que allí se empleaba era Ǥémel); c) una Ǥ árabe no puede dar g romance; d) la -l de aquel idioma tampoco explicaría la -n- de gúmena. Vidos se inclina ante las dos primeras razones y promete (p. 441) refutar la última, pero después se abstiene de hacerlo, sea por olvido o más bien por imposibilidad; en cuanto a la tercera, pretende anularla con el hecho conocido de que el Ǥ arábigo procede de una antigua g oclusiva; pero esta razón no es pertinente, pues lo que importa es que el romance representa el Ǥ arábigo por j (gi) en forma constante, y aquella pronunciación arcaica no ha dejado huellas en el influjo del árabe sobre el romance4. Como argumento positivo en favor de un origen arábigo sólo se alega la a- de la forma agúmena, que Vidos toma como resto del artículo árabe, pero esto es inadmisible, pues ante g (o Ǥ) la l del artículo árabe no puede desaparecer por asimilación, según es bien sabido; y el propio Vidos reconoce (ARom. XIX, 325) que el artículo árabe no suele aglutinarse a los arabismos italianos, a no ser los tomados del castellano5. La explicación real de la forma con a- la veremos luego, y el origen semítico de gúmena puede darse, pues, por descartado.
Por otra parte, en mi trabajo, aun reconociendo como ahora que la procedencia de gúmena está envuelta en la oscuridad, hacía observar que la forma más antigua del vocablo es agúmena, de manifiesta fisonomía griega. Estoy de acuerdo en que esta fisonomía no basta como prueba, y que la etimología que propuse es hipotética, pero es la única sostenible entre las que se han propuesto. Puesto que ƋƔουμένƓ es el participio conocido del verbo frecuentísimo ƋƔεƗσȎαι ‘conducir’, está fuera de dudas que σειρĮ ƋƔουμένƓ debió emplearse alguna vez en el sentido de ‘cuerda que conduce o remolca’; si este empleo fué corriente, y si σειρĮ ƋƔουμένƓ se abrevió y sustantivó en ƋƔουμένƓ6, es lo único que falta documentar, y el propio Vidos admite (p. 442) que esto pudo ocurrir y que él ha propuesto muchas etimologías con el mismo tipo de sustantivación, para otros nombres de cables, etimologías que merecen aprobación general. En favor de mi idea puedo ahora agregar que existe una variante egumena, con e- inicial, documentada en Italia, en los Estatutos Genoveses del S. XIV7; y esta forma es demasiado idéntica al supuesto étimo griego para que resulte verosímil mirarla como fruto de coincidencia casual.
En definitiva, mi contradictor se hace fuerte en que la gúmena no es un cable para remolcar; aunque así fuese, esto no mostraría en lo más mínimo la falsedad del étimo ƋƔουμένƓ, pues todos estaremos de acuerdo en que el vocablo pudo y debió cambiar de sentido en los mil años que separan el griego antiguo de las primeras apariciones del romance gúmena, y siendo un hecho incontrovertible que la gúmena es el más grueso de los cables náuticos («il cavo di maggior grandezza usato in marina», Diz. di Marina)8, claro está que una maroma tan gruesa era la más apropiada para el remolque de embarcaciones y pudo luego emplearse para otros usos que requirieran un cable reforzado; pero además la afirmación de Vidos de que no puedo dar pruebas antiguas de que las gúmenas se emplearan con tal destino, es ciertamente infundada: no sólo aduje ya el testimonio de Bartolomeo Crescenzio, uno de los escritores italianos más antiguos entre los que tratan exprofeso de materias náuticas, sino que lo mismo dice el otro compatriota suyo que puede aspirar a este título, Pantero Pantera (1614), según cita del propio Vidos9, y lo repite hoy otro excelente especialista, Imperato10; los testimonios podrían fácilmente multiplicarse: en el Tirant lo Blanc (h. 1460) (ed. Aguiló, I, 322-4) se pinta una escena bélica en que un brulote o embarcación incendiaria es atraída hacia una nave enemiga por medio de una gúmena, Crescenzio al describirnos la botadura de una galera nos explica que se hace arrastrándola desde el mar por medio de una gúmena atada a otra embarcación (Jal, p. 1113b), y ya Muntaner (h. 1330), en el relato de una batalla, nos presenta una serie de naves atadas mutuamente por medio de gúmenas (cap. 285, vid. Jal, p. 72b)11.
Nada de interés agrega al estudio de gúmena la nota de Bambeck, BhZRPh. CXV, 46-48, que quiere partir de un cable impregnado de goma (!). La documentación que aportan Tietze y los Kahane (The Lingua Franca in the Levant, pp. 252-3) se refiere sólo al turco y alguna otra lengua que ha recibido el vocablo en fecha reciente. Más interés tiene poner de relieve que el dato de agumena en 1265, que se había venido dando como italiano, en realidad es catalán, pues se trata del documento transcrito por Jal, s. v. pamphilius con lista de las jarcias de una nave fabricada por Bonaver de Portvendres.
DERIV.
Gumeneta.
1 El mismo fenómeno fonético se produce en catalán ante m, según indiqué en mi trabajo, con mucha frecuencia. Luego no hay por qué tomar la variante gómena, que aparece en algunos textos catalanes de los SS. XIII y XIV, como indicio de procedencia italiana, según hace Vidos.― ↩
2 No es un «derivado retrógrado», como dice extrañamente Vidos, pues es fenómeno mecánico y no morfológico.― ↩
3 Gall. pontevedrés guména ‘cable o maroma gruesa de navío’ (este fío es más gordo que una gumena), Sarm. CaG. 119r.― ↩
4 Steiger, Contr., 185, no atreviéndose a romper del todo con el trabajo anticuado de Baist, toma en consideración la posibilidad de que exista algún caso de g oclusiva romance equivalente a un Ǥim arábigo, pero escribe «los ejemplos son casi todos raros, dudosos en parte, y representan términos poco vulgares, en los que grafías eruditas o simplemente erróneas son muy de tener en cuenta». En realidad, varias de las etimologías que cita son erróneas (GALBANA, segrel, etc.), y las demás se explican, como él dice, por grafías eruditas e inexactas (GALINGAL); el caso de MEZQUITA es fundado, pero ahí tenemos k, y se trata de un viejo término tradicional y de carácter excepcional, anterior en algunos siglos a los demás arabismos. El caso de CALAFATE, en que se apoya Vidos es, por el contrario, de origen latino en árabe.― ↩
5 En cuanto a la variante augumena, ya ha visto ahora el Sr. Vidos que su Ȯ no puede venir de una l, y que se explica como alteración de agumena, por un fenómeno fonético.― ↩
6 En lugar de σειρĮ ƋƔουμένƓ puede partirse igualmente de σχοινίά ƋƔούμενα ‘cuerdas que conducen’.― ↩
7 «Intelligatur positum ad colam [‘acto de levar anclas’, comp. collare ‘zarpar’ en Du C.] quando amoverit egumenas a mole [‘muelle’] seu terra et recesserit e loco», cita de Du C. s. v. cola VII.― ↩
8 Esto daría apoyo a la otra posibilidad que sometí a los eruditos en mi artículo, a saber que se partiera de ƋƔούμενος en el sentido de ‘jefe’, de donde ‘cable principal o mayor’; lo cual es algo más difícil, puesto que ‘jefe’ no es exactamente lo mismo que ‘principal’, aunque esta idea pueda desarrollarse fácilmente desde la otra.― ↩
9 «Gomenetta... serve per le ancore minori... per rimorchiare ecc».― ↩
10 «Oggi le navi che sono dotate di gumene le usano per ormeggio poppiero e talvolta per rimorchio», en Diz. di Mar.― ↩
11 Actualmente en el Ebro las gúmenas son los cables, tendidos de una orilla a otra del río, que dirigen por medio de una polea la barca de paso, lo cual no dista mucho de un cable que remolca o conduce. Así lo he comprobado personalmente en Tortosa, Benifallet, Miravet, Flix, etc. ↩