GALANGA, ‘planta exótica de raíz medicinal’, del b. lat. galanga, y éste del ár. ȟalánǤ íd.
Galanga figura en unas recetas en bajo latín, anteriores al S. XI y posteriores al VI (A. Thomas,
Bull.
Du C. V, 97ss., s. v.);
calanga en unas ordenanzas catalanas de 1271. Esta variante parece procedente del ár.
ȟalánǤ, documentado como nombre de árbol cuya madera desprende un olor fuerte y agradable (
Aut. dice que el olor de la galanga es «muy fuerte y subido»); así lo sugiere Steiger,
Contr., 229, fundándose en Dozy,
Suppl. I, 400
a: En cuanto a las formas en
-al, citadas arriba, así como port.
galingal, oc.
galengal,
garengal, cat. ant.
galangal (Costumbres de Tortosa, ed. Oliver, 389; ordenanzas de 1252),
galangau (Lleuda de Tortosa, de 1252:
RLR IV, 248), b. lat.
calangani (San Gall, fines del S. IX:
RF XXVI, 938), como ya indicaron Dozy (
Gloss., 271), Neuvonen (263) y otros, provienen del ár.
ȟalanǤân íd., por lo visto derivado del anterior.