GRANO, del lat. GRANUM íd.

1.ª doc.: orígenes del idioma (Berceo, etc.).

Para acs. del vocablo, me remito a las fuentes generales. APal.: «farrago es alcacer verde que aun no tiene grano pesado» 154b, «ciccum es el grano del membrillo o el unbligo del atramús», 74b; Nebr.: «grano como de sal: mica, grumus», «grano de algun razimo», «granillo de uva: vinaceus, -um» (g7v°).

DERIV.

Granillo; granillero; granilloso. Grana [h. 1250, Setenario fº 5v°], del lat. GRANA, plural de GRANUM: significa en castellano ‘semilla de los vegetales’ [«grana de las iervas: semen», Nebr. g7r°], ‘cochinilla, quermes, grana de coscojo para teñir de bermejo’ [S. XIII, Aranceles Santanderinos, RFE IX, 270; J. Ruiz, 1499c; invent. arag., VRom. X, 163; «rubrum: enbermegezido, color de grana», APal., 423d, 422d; «grana, color: coccum», Nebr.]: esta 2.ª ac. deriva de la primera, y aunque puede haber calco del ár. Ʌabb ‘cochinilla’, colectivo de Ʌábba ‘baya, frutito’, según dice Steiger (Festschrift Jud, 689-90), es inseguro en qué sentido se produciría el calco, pues dada la suma antigüedad del cultivo del quermes en España, pudo también ser el árabe el que calcara al romance (en el árabe de España ya se documenta indirectamente en 989, vid. Steiger, l. c.); granilla. Gall. graizas ‘todo género de granos, legumbres (excluyendo en general el trigo)’ en Chantada (entre Lugo y Orense) (Sarm. CaG. 196v), ‘el conjunto de las leguminosas’ en Láncara, graínza en Lugo, grariza en Lemos (Apéndice a Eladio Rdz.). Granalla ‘porciones menudas a que se reducen los metales en la fundición’ [Terr.], probablemente del fr. grenaille íd. [1542: FEW IV, 235a; comp. cat. granalla íd.]. Granear [Terr.]; graneado; graneador. Granero [APal. 184b], del lat. GRANARIUM íd.; con el cat. graner ‘granero’ se formó en el lenguaje náutico la locución adverbial cast. y port. a granel [cast. 1691, Mz. de la Parra, en Aut.; port. h. 1550, J. de Barros, que escribió, según Moraes, «trazem o cravo a granel» ‘suelto en los pañoles, no enfardado ni ensacado’]: aplicado al principio al transporte marítimo de especias y granos a montón, en el cual castellanos y portugueses fueron precedidos por el tráfico mediterráneo de los catalanes en la Edad Media, la locución se ha extendido luego a la venta de mercancías sin empaquetar, y a cualquier cosa que se realiza sin orden ni medida; comp. cat. a orri ‘a granel’ < lat. HORRĔUM ‘granero’; engranerar. Granito [Terr.], del it. granito íd., participio de granire ‘granar’ (del italiano proceden también el fr. granit [S. XVII] y las formas de los demás idiomas europeos, que acudieron al italiano para el nombre de esta roca tan frecuente en los Alpes); granítico; otra adaptación de la voz italiana es gnía. granido ‘rico’, ‘paga de contado’. Granizo [Luc. de Alf. X, Almazán; J. Ruiz, 951c; 1475, G. de Segovia, 84; en todos ellos con -z- sonora; APal. 52d, 184d; Nebr., etc.], del castellano proceden el port. granizo, como se ve por la -n- y la -z- sonora, y maestr. Graníssol1; granizar [J. Ruiz, 134c, 964a2; Nebr.]; granizada. Granoso. Granoto. Granujo [Acad. ya 1843]; granuja ‘uva desgranada’ [Quevedo], ‘conjunto de personas sin importancia’ [Quiñones de B., † 1651]3, ‘pilluelo, vagabundo’, ‘bribón, pícaro’ [Acad. 1884, no 1843; ej. de Pardo Bazán, en Pagés]4; granujado ‘que tiene o forma granos sin regularidad’ [princ. S. XVI, J. del Encina, Cej., Voc.]; granujada; granujería; granujiento; granujoso; engranujar. Gránulo [Acad. 1884, no 1843], diminutivo culto; granular, granulado; granulación [Aut.]; granuloso. Granar [Berceo], derivado común a todos los romances de Francia y de la Península Ibérica, sin duda muy antiguo; granado ‘que tiene granos’ [1513, G. de Herrera], ‘grande, importante’ [Cid; Berceo, S. Or., 183; Mil., 318d; Alex., 2003; Alf. XI, 1388; Sem Tob, copla 8; Vida de S. Ildefonso, 987; Canc. de Baena; todavía aljófar granado en Nebr.]5; granada [h. 1400, Glos. del Escorial; APal.; Nebr., etc.] ‘fruto del granado’6, de ahí granado ‘árbol que lo produce’ [íd.]; granadal; granadera, granadero; granadilla, granadillo; granadina, granadino. Granate ‘piedra preciosa de color rojo vinoso’ [garnate, Alex. 1308; granat, invent. arag. de 1381 y 1478, BRAE VI, 742, y VRom. X, 163; granate, 1543, Ocampo], quizá tomado de oc. ant. granat [h. 1200, Peire Cardenal] o del cat. granat [med. S. XIII: Cerverí de Girona]7. Granatín. Granazón. Grañón [mozár. ġaraȳnûn «frumentum», S. XIII, R. Martí; marroq. garainón ‘manjar compuesto de trigo, arroz, garbanzos, lentejas, arrope’; cast. grañón ‘especie de sémola’, 1525, Rob. de Nola, 202; Aut.]8, de un hispano-lat. *GRANIO, -ONIS, derivado de GRANUM>. Grinalde ‘proyectil de guerra a modo de granada, que se usó antiguamente’ [Acad. ya 1843; falta Legüina], probablemente deformación del fr. grenade ‘granada’. Desgranar (ast. esgranar, V); desgranado, desgranador, desgranamiento, desgrane. Engranar [Acad. 1884, no 1843; lo castizo era endentar], del fr. engrener íd. [1660], debido a una confusión de engrener ‘poner trigo en la tolva’ con encrener ‘hacer una muesca’ [S. XI], derivado de crene ‘muesca’, que se cree de origen céltico [FEW II, 1341b; IV, 233a]; engranaje.

CPT.

Gorgorán [1599, G. de Alfarache] o gorguerán, ant. (Acad.), tomado del ingl. grogoram [S. XVI], y éste del fr. ant. grosgrain íd., propiamente ‘grano grueso’ [FEW IV, 240b]. Granívoro, tomado del lat. granĭvŏrus íd., compuesto con vorare ‘comer, devorar’.

1 Las denominaciones castizas en portugués son saraiva y el trasm. graello, RL V, 92, que con su caída de la -N- intervocálica comprueba estamos ante un derivado de GRANUM, y no del lat. GRANDO, -էNIS, ‘granizo’, según pretendió G. de Diego, Contr., n.° 288, contra la opinión de M-L., REW 3846, y Spitzer, BDC XI, 138, comp. el cat. Granívola ‘granizada’ (Spitzer, Lexik. a. d. Kat., 80; Ag.; y aquí, s. v. granévano). No hay que pensar, por lo tanto, en un *GRAND(I)NICEUM, que tampoco explicaría las formas portuguesas (habría dado *grandiço o *grandinço en portugués). La coincidencia con el engad. granezza, rum. grîneaţă ‘trigo’, rum. ant. grînaţă ‘galleta o harina de trigo’ (Jud, Rom. XLIX, 408), puede ser antigua o secundaria. En cuanto al grandonizar ‘granizar’ recogido por García Lomas, que tanto impresionó a G. de Diego, es sólo forma de Castro Urdiales, sacada de una novela local, donde se lee «como una fogata de vientu o una mano de agua y grandonizos»; luego se trata de una expresión ponderativa de los campesinos, alteración de granizo por influjo de grande, grandón; es como si se dijera: lo que ha caído hoy no era pequeño como granos, sino grandón, enorme. Claro está que el filólogo local recogió esta formación, más o menos ocasional, porque le recordaba el lat. grando; nótese que de GRANDէNEM nunca pudo salir un radical grandon-. En manera alguna me convencen los argumentos con que don José Luis Pensado [Acta Salmant., n.° 51, 47-50) apoya la etimología GRANDO, -էNIS, ‘granizo’; no es admisible (y menos en un nombre de cosa, no de persona) la conservación de un nominativo, en el gall. ant. grando ‘granizo’ (a. 1264, 1309), graande (1483) (seguramente lectura errónea por graando, en ese documento publicado por un arqueólogo). No me cabe duda que se trata del románico corriente GRANATUM con el tratamiento gallego típico de -ANA- (gando = ganado, lan = lana, port. vindo, gimbro, finda FINITA, etc.; cf. los ejemplos reunidos por Pensado, p. 57), como demuestra evidentemente la aa doble todavía conservada en la forma de 1483. Es extraño que Pensado dé por no conocido el tratamiento leonés nz > nd: lea un libro clásico como el de Espinosa, La Conservarían de s y z sonoras en Cáceres y Salamanca, y encontrará allí cuantos ejemplos desee, sobre todo en la zona de Plasencia, o lea a Gabriel y Galán (idir = dezir, etc.); aquí mismo, cf. otros, en particular el ast. sardu o zardu ‘zarzo’ (vid. ZARZA). En fin, claro está que grandonizo es producto del cruce de los dos sinónimos grando (< granado) × granizo, y recuérdese además el cast. ant. granado por ‘grande’, pues es muy común hablar de que caen grandes granos de granizo; aun la -e de la grafía antigua graande podría ser entonces genuina y debida al uso de grande en frases de éstas. Otras denominaciones del granizo derivadas de GRANUM: oc. granissa (FEW IV, 235a-b); sanabr. granuzu; Umbría granuschia y demás formas italianas citadas en el FEW IV 241, n. 44.―

2 De los dos pasajes de J. Ruiz, en el primero llevan granizar los mss, S y G, en el segundo granzar S y granizar G; en ambos pasajes se podría argumentar métrica y sintácticamente en favor de las dos formas; en el 951c hay granizo en los tres manuscritos. En ningún sitio están estas palabras en rima.―

3 «Carísimos mosqueteros, / granuja del auditorio, / defensa, ayuda, silencio, / y brindis a todo el mundo», NBAE XVIII, 501.―

4 Comp. maestr. granull «sostrall o remostró de grans solts al fons d’un banasto u altre recipient, en què hi havia raïms u altra fruita de grans», «grans menuts i nombrosos de certes plantes, com la edrera, el lledoner, etc.: los tords se tiren al granull», «granuja». La idea de G. de Diego, RFE XX, 358, de que granuja resulte de GARULLA, en una forma castellana *garuja, alterado por influjo de grano, es posible, pero como el sufijo -ujo no es raro, no puede considerarse necesaria, sobre todo siendo hipotética la forma *garuja.―

5 Claro está que la espontánea evolución semántica fué apoyada por la semejanza con gran ‘grande’. Después del S. XV queda especializado en la ac. ‘noble, ilustre, escogido’: «natural es de Sevilla, / de la gente más granada», 1595, Pérez de Hita, ed. Blanchard I, 312; Aut. da ejs. de h. 1640, en Ovalle y en Colmenares. El cat. granat conserva el sentido de ‘grande’, por lo menos dialectalmente: cargolins granats opuesto a menuts, oído en el Prat de Llobregat; adverbialmente granat ‘fuertemente, mucho’ en Llucmajor, Mallorca (BDLC XIV, 212). Gall. ant. graãdo (en el fragmento de la trad. de las Partidas publ. p. Mz. Salazar), de donde los verbos gràdar y (en)gràdecer y el sustantivo gradeza (Nunes, RL XIV, 70-71).―

6 Es posible que granado y granada resulten de una especie de enmienda de malgranado, malgranada [S. XIII: Berceo, Mil. 39a; Beitr. Förster, 127], procedentes de MALUM GRANATUM (malogranatum, S. Isidoro, Liber Different., n.° 337), propiamente ‘manzana de granos’ o ‘fruto de granos’; interpretado popularmente como mal granado ‘que ha granado defectuosamente’; el campesino rechazaría la primera parte de esta denominación, mal acogida en el mercado. De combinaciones varias de MALUM GRANATUM con MILLE GRANA ‘mil granos’ resultan las formas cat. magrana, mangrana; en el glosario de Palacio melgrano, en inventario arag. de 1365 melgrana (BRAE IV, 344), también en APal. 452, y hoy en Villavieja (Salamanca), milgrano en Berceo, Mil. 4b, mingrano en Álava, manglana en el glosario de Toledo, minglana y mingranera en las Vascongadas y en Aragón, milgrana (Sarm. CaG. 93r) y miligranda en Galicia. Trataré más detenidamente de estas formas en mi DECat. Por ahora, vid. FEW IV, 239b-240a; Castro, Glosarios Latino-Españoles; y Simonet, s. v. granátha.―

7 Ott cree que viene de grana ‘cochinilla’; Wartburg, FEW IV, 240a, replica que entonces no pudo nacer en francés, donde no existe este vocablo, sino en lengua de Oc, y prefiere partir del fr. grenade ‘granada, fruto’. Ahora bien, el caso es que, en francés, grenat como nombre de piedra preciosa no aparece hasta el S. XIV. Es verdad que el adjetivo grenat ‘rojo como una granada’ ya aparece en francés en la 2.ª mitad del XII. Wartburg cree que el nombre de la piedra procede del adjetivo de color, y por lo tanto deduce que el vocablo nació en francés; pero claro está que también podría ser lo contrario. En castellano no aparece granate como adjetivo hasta las ediciones de la Acad. en el S. XX. Si partimos del francés, resulta extraño que el extranjerismo grenade, tomado del Norte de Italia a fines del S. XII y poco conocido en el Norte de Francia, donde no crece el árbol, diera nacimiento a un adjetivo de color al mismo tiempo o antes que la aparición del primitivo. Deberá volver a estudiarse la cuestión detenidamente, con más materiales, y situándola dentro del conjunto de los nombres de piedras preciosas. Una probabilidad que deberá tenerse en cuenta entonces, en vista de la forma garnate del Alex. (garnato en Acad.), es que el vocablo se formara en mozárabe, donde también existía granata, garnata, en el sentido de ‘granada’ (Simonet), y donde el adjetivo ġarnā debía pronunciarse vulgarmente ġarnâti, con arreglo a la acentuación del árabe vulgar hispano, y según se hace hoy todavía en Marruecos (Lerchundi, Rudimentos, p. 425).―

8 También en el catalán de Jaume Roig (a. 1460), hablando de las contradicciones femeninas: «Si d’alegria / donen torrons, / speren capons; / si granyons, fava» (v. 5421). Oí granyó en el sentido de ‘conjunto de granos, erupción cutánea, sarpullido’ en Rasquera (Ribera de Ebro). En rigor, grañón podría ser también un duplicado fonético de granzón (V. GRANZAS).―

9 En Alex. P 2332a «como de mala cepa nacen malos grañones» (alterado en bramones en O) parece significar ‘granos de uva’.