GRANZAS, ‘residuos de paja y grano que quedan en los cereales cuando se avientan o criban’, del lat. tardío GRANDէA ‘harina gruesa’, abreviación de FARRA GRANDIA, plural de FAR ‘trigo’ y GRANDIS ‘grande, grueso’.

1.ª doc.: h. 1400, glos. del Escorial (granzas) y de Toledo (granças), traduciendo el lat. acus (‘cascabillo de trigo’).

Granzones aparece en las Coplas del Provincial (h. 1470)1, grança y grançón en la Gaya de Segovia (a. 1475: p. 89), «graneas de trigo: acus; grançones, aquello mesmo» en Nebr. (g7r°), y la misma grafía en J. de Valdés, Diál. de la L. Hay, pues, cierta vacilación en la calidad sonora o sorda de la interdental; comp. la oposición entre berça VIRDIA y almuerzo *ADMORDIUM, entre vergüença VERECUNDIA y gozo GAUDIUM. Hoy se pronuncia grándzja y grandzjónes con sorda en Extremadura (Espinosa, Arc. Dial., 34), grança en portugués (ya Moraes, sin autoridades). La forma con -- epentética leonesa se emplea también en Salamanca (Lamano) y la Sierra de Gata (VKR II, 56), y se extiende hasta el leonés oriental de toda la zona de Cespedosa (RFE XV, 139, 271): grancias «partes nudosas o mal trilladas que se balean o barren al aventar». El vocablo es vivo y popular dondequiera que se habla castellano; algunas ligeras variantes fonéticas y semánticas: a. arag. branzáus: (< -ados) o branzones ‘restos de paja en la criba’ (RLiR XI, 176), Chiloé granja ‘residuos del trigo después de cribado’ (Cavada), granzas ‘residuos que quedan en los cajones de hierba mate’ en la Arg. (BRAE IX, 544)2. De granzón viene el asturiano garandón (G. Oliveros) ‘granizo’, con sentido figurado y con el tratamiento nz > nd que es normal en muchas hablas leonesas (comp., p. ej., Alto Aller lenda, Rdz. Cast., 298, < *lenza < alezna); de ahí por cruce con granizo, -izar: santand. grandonizo, -onizar. Morfológica y fonéticamente sería incomprensible si partiéramos del lat. GRANDO, -էNIS, como quisiera GdDD 3126a, 3128 (los demás vocablos gallegos y cast. ahí citados tampoco tienen relación con GRANDO). Del cast. pasó granzas al cat. del Maestrazgo granses «sostrall de palla mal batuda i grossa, gra sense caure-li el capell, etc., que queda del blat, ordi o altres llavors batudes en l’era» (G. Girona), y de otras partes de Valencia3. Según indicó Jud4, con la adhesión de M. L. Wagner5, Spitzer6, M-L.7, y Rohlfs8, granza es palabra representada no sólo en castellano y portugués, sino además en sardo (grana ‘salvado de trigo o de cebada’ en el Campidano, isgranżare «separare la farina dalla crusca» e ingranżare «cernire, dar la prima mano alla farina» en el Logudoro, ingragnà en la Gallura), en el Sur de Italia (sic. y calabr. granza, Girgenti rántsa «cruschello», griego otrantino gránza ‘pan de cebada’), en Venecia (granziol «cruschello»), en el rumano de Macedònia (grândze), y quizá en Albania (grunde, krunde, comp. la variante calabresa cranzi «crusca»); procede de GRANDIA, documentado en dos glosas latinas (mss. SS. XII y XVI) con la traducción μεƔάλευρα (es decir, μεƔάλα ıλευρα) ‘harina gruesa’; se trata del plural neutro del adjetivo GRANDIS ‘grueso’9, según se comprueba por esta traducción griega y por otras denominaciones análogas, como sardo russarża ‘salvado’ GROSSARIA.

DERIV.

Granzón [h. 1470, V. arriba]. Granzoso. Comp. grañón en el artículo GRANO.

1 «Que don Sancho de Quiñones / a picado en su razimo, / y don Álvaro, su primo, / le rebusca los granzones», RH V, 264.―

2 Pero también viven granzas y granzones en este país con su sentido ordinario: Chaca, Historia de Tupungato, 291, 289.―

3 «Grança o granulla: puñado o montón de passas arrancadas cada una del rampojo», «grances: granzas, los residuos y desechos del trigo, cebada y demás semillas quando se acriban y limpian; los del trigo se dicen porgueres», «grançons: granzones, el desecho de la paja de los pesebres», Sanelo. Es inexacta la grafía granza de Griera (Tresor). En catalán este vocablo castellano se cruzó con el sinónimo céltico CRIENTIA (CGL IV, 559.55, perteneciente a la familia del irl. ant. criathar ‘criba’, IEW 946.11 ss.), estudiado por Jud, BDR III, 67-69; ZRPh. XXXVIII, 72; Rom. XLIX, 403; ARom. VI, 207; de donde procede el fr. dial. creince «mauvais grain, grossières et mauvaises criblures» (Suiza Francesa, Morvan, Centro, Champaña, Anjou, Poitou), fr. ant. escreances, piam. grinse «spiche o bacelli smallati, vagliatura del crivello». De este cruce resultó el cat. griances [S. XVI] empleado en mall. («grans mínvols o mal granats que passen per l’erer») y en la Plana de Castellón («busquetes i altres porgueres que queden dins el garbell»): «palla trida d’ordi i griances» en el castellonense J. Porcar (Bol. de la Soc. Castellon. de Cult. XIV, 497); Moll, AORBB II, 13, lo da como valenciano, pero G. Girona precisa que es de la Plana. No sería posible derivar de ahí el cast. granzas a causa de la a tónica, y aunque el cat. griances tendrá este origen céltico, según indicó Moll, su a será debida a un cruce con el tipo castellano procedente de GRANDIA.―

4 Rom. XLIII, 454; L, 607.―

5 Das Ländliche Leben Sardiniens, p. 48; Arch. Stor. Sardo 1915, 182.―

6 Lexik. a. d. Kat., p. 81.―

7 REW 3840b.―

8 ARom. IX, 167; comp. Romanica Helvetica IV, 68.―

9 Y no de un derivado de GRANDO ‘granizo’ como había sospechado Spitzer.