GORMAR, ‘vomitar’, ‘devolver a la fuerza lo usurpado’, ant., del mismo origen incierto que el port. gosmar ‘escupir, gargajear’, antiguamente ‘vomitar’ y ‘echar postema (las aves)’, anteriormente boomsar ‘vomitar’, inseparables del cast. ant. güérmezes ‘postema en las aves de caza’, port. ant. gozmes íd.; este sustantivo parece descendiente del lat. vg. V֊MEXl>, -էCISl> (clásico V֊MէCA) ‘absceso purulento’, derivado de VOMERE ‘vomitar’; de VOMEX, a su vez, derivaría un verbo *VOMICIARE, que pasando por *gomzar y gozmar explicaría los citados verbos portugués y castellano.

1.ª doc.: h. 1375, López de Ayala, Crónica de Pedro el Cruel1.

Este pasaje está copiado, conservando el vocablo, en la Historia de Mariana (Aut.), que gustaba de tales arcaísmos. Cej. (Voc.) recoge, aunque definiéndolos mal, varios ejs. de los SS. XV y XVI que tienen evidentemente el mismo sentido: «luego lo querrán gorman en las Coplas de Mingo Revulgo, «y quien tal bocado traga / górmalo tarde o temprano» en el Canc. de Castillo (I, 101), «gormaréis lo que comistes» en Sánchez de Badajoz (Recopil. II, 27); ejs. de Torres Naharro y de Timoneda en Gillet, Propaladia III, 158. Aunque en tiempo de Mariana no se había olvidado esta ac. iba predominando ya la figurada ‘devolver a la fuerza lo usurpado’; en el Alfarache de Martí todavía predomina el matiz primitivo2, pero ya los editores del Canc. de Stúñiga (med. S. XV) definen «pagar, satisfacer por fuerza la deuda contraída, devolver con despecho lo que se ha usurpado», Oudin (1607) gormar la comida «payer l’escot plus cher qu’il ne faut, couster cher, mal profiter; et selon aucuns c’est rendre la gorge, vomir, regorger», Covarr. «gormar: bolver con despecho y disgusto lo que se ha comido y engullido... Yo os lo haré gormar, vale yo haré que os entre en mal provecho lo que avéis comido y aquello en que havéis tomado gusto», Aut. «volver uno por fuerza lo que retenía sin justo título»; en esta forma lo emplean Vélez de Guevara (Fcha.) y Cervantes: «tómame el paje, por Dios, que le han hecho gormar a la señora Cornelia; escondidita la tenía; a buen seguro que no quisiera él que hubieran venido los señores, para alargar el gaudeamus tres o cuatro días más» (La Señora Cornelia, ed. Hz. Ureña, p. 187); de todos modos, todavía Quevedo emplea gormador en el sentido de «el que vomita de puro lleno» (Aut.). Nunca parece haber sido este verbo de uso general, pues falta en los glosarios de h. 1400, APal., Nebr., etc., y hoy puede considerarse anticuado, aunque sobreviva en algunas partes: «goimar, devolver, arrojar» en el Cibao dominicano (Brito). Del estudio histórico de la palabra española, pues, se desprende claramente un significado fundamental y casi único: ‘vomitar’.

Si pasamos a tomar en consideración las formas portuguesas, el cuadro semántico se hace algo más complejo. Algunos diccionarios traen en este idioma gormar como variante (sin localización ni documentación) de gosmar. Esto es, en efecto, lo usual en el idioma vecino, y hoy significa sobre todo ‘gargajear’, ‘escupir’: «escarrar; proferir, tossindo ou escarrando», intr. «expelir escarros»; pero gosma f., además de «escarro», significa «doença da língua das aves, esp. das galináceas», «inflamaçƟo nas vias respiratoóias dos poldros» (Fígueiredo), según Moraes «humor glutinoso que os potros lançƟo das ventas, as gallinhas pelo bico», «nos falc?es, sƟo bostellas que lhes nascem na boca, cabeça, ouvidos e ourelhas», con cita del Arte da Caça de Fernandes Ferreira (h. 1612); Nunes de LeƟo (1606) trae gozma, y su derivado gozmento (aplicado al animal atacado de gozma), como voces típicamente portuguesas; y Moraes no reconoce a gosmar otras acs. que la de ‘echar postema’ y ‘vomitar’, documentando esta última en Ferreira de Vasconcellos (h. 1537)3. No se citan para el verbo formas más antiguas que ésta; para su vida en dialectos actuales, vid. C. Michaëlis, RL XI, 54-56. En cuanto al sustantivo, Fernandes Ferreira emplea siempre gosmas en plural, pero este autor no hace más que modernizar el tratado de Enfermidades das Aves Caçadoras de Mestre Giraldo, escrito en 1318, y en esta fecha tan anterior tenemos una forma más primitiva gozmes, también siempre en plural, repetido once veces, casi siempre como femenino (sólo una vez masculino). Ahora bien, el tratado de Mestre Giraldo fué también adaptado al castellano por López de Ayala, en su Libro de la Caza de las Aves (1386), y lo mismo el canciller que su antecesor castellano D. Juan Manuel (independiente de Mestre Giraldo) emplean muchas veces la forma güérmezes, masculina (cap. 15 de aquella obra; pp. 55 y 57 de la ed. de Juan Manuel por Baist). De güérmeces proviene gormercie o gomerzia que figura en un tratado latino de enfermedades de los azores, por Valerinus, conservado en un ms. escurialense del S. XIII o princ. S. XIV, y definido «aegritudo capitis glandulae, id est grana quae sub lingua sunt et a latere» (p. p. Bertil Maler, Filologiskt Arkiv IV, Estocolmo 1957, pp. 29-30, 106). Que se trata de pústulas purulentas, o simplemente pus, resulta bien claro de la definición de Fernandes Ferreira y de los pasajes medievales: «son en figura blancos et de granos tan grandes como mijo, et mayores... párales mientes en la boca, et en... el gallillo... et si vieres que lo tienen finchado, toma una lançeta bien aguda, et rónpele a lo luengo bien sin duelo, et si el falcon tiene dentro güérmezes, tíragelos et métele dentro del algodón enbuelto con miel» (L. de Ayala), «desque los güérmezes parescieren en la lengua... dévengelos sacar con una péñola tajada... et... dévenlo alimpiar la laga con un trapo de lino mojado en vinagre bien fuerte... contesçió que un su girifalte avia tantos güérmezes que por muchos quel sacaban sienpre tenía las llagas llenas...» (J. Manuel), etc. Adaptación del cast. güérmezes es la forma górmiz que aparece varias veces (con variante güérmez) en un ms. catalán de cetrería de la primera mitad del S. XVI (Alcover)4. Como en portugués gosmar es todavía ‘supurar’ y ‘expectorar mucosidades’, además de ‘vomitar’, no cabe duda de que güérmezes es inseparable del verbo castellano y portugués; obsérvese por lo demás que L. de Ayala, nuestra más antigua autoridad para gormar, lo emplea hablando de un ave.

Ahora bien, la estructura morfológica de güérmezes es muy peculiar y nos ha de resultar forzosamente orientadora: haremos bien en dar gran importancia a esta palabra. Sin embargo, los romanistas se han empeñado en desconocerla o en mirarla como una alteración secundaria. C. Michaëlis es quien más atención le dedicó, en su artículo de RL XIII, 322-8. Pero como en dos artículos anteriores había tratado de gormar y su familia (RL I, 299; RL XI, 54-56), tenía ya prejuicios formados, y se empeñó en derivar güérmezes de un étimo germánico que no explicaba su terminación, suponiendo que era un plural de signo repetido como pieses, cafeses, maravedises, a pesar de la fecha reciente de tales plurales y de la significativa -z- castellana.

La primera idea partió de Diez (Wb., 601), quien para explicar el fr. gourme ‘flemas de la mucosa nasal en los caballos’, port. gosma y gosmar y cast. gormar, suponía un escand. ant. gormr ‘fango’; si no me engaño no está documentado este vocablo, y Diez lo deduciría del noruego gurm, gyrma, ‘pósito’, ‘lodo’, ‘contenido del estómago’, sueco gorm ‘restos de fruta exprimida’, dialectalmente ‘lodo’ y ‘contenido del estómago’; este étimo no conviene semántica ni geográficamente, y deducir de él una palabra gótica o fráncica sería demasiado audaz (aunque esta raíz, según Falk-Torp, sea ampliación de la del alem. gären ‘fermentar’), pues el ingl. dial. gorm ‘ensuciar’ tiene todo el aspecto de un préstamo escandinavo, y el alem. dial. gärm ‘levadura’ (sólo citado por Falk-Torp, no por Kluge, s. v. gären) se aparta ya por el sentido y será derivado de gären con el sufijo nominal -(a)m5. Razón tuvo, pues, Baist (ZRPh. XXVIII, 111) en reprochar a M-L. el que adoptara la propuesta de Diez en la primera edición de su diccionario (3819a). Pero menos sentido crítico demostró todavía el maestro de Bonn al sustituirla en su tercera edición (9570) por la idea de Baist; éste se limita a comparar con el ags. worms (wurms, wyrms) ‘pus’, palabra muy viva, en efecto. Pero esto no bastaba para postular un fráncico WORM del mismo significado, según hace M-L., seguido ciegamente por Gamillscheg (EWFS, 480a; R. G. I, 234): se hubiera debido examinar por lo menos la formación de este ags. worms, neutro cuyo genitivo es wormses, es decir, la -s pertenece al radical; pero hay algo más grave: forma tan común como ésta, por lo menos, es worsm (wursm, etc.), que es la que aparece en uno de los más antiguos monumentos del idioma, las Glosas de Epinal (hay también verbo wyrsman ‘supurar’), y la única que sobrevive hoy en día, en el Yorkshire y otros dialectos del Norte, escrito worsum, wirsum (Wright). Está claro que una debe ser trasposición de la otra, y como no hay un sufijo nominal -s, y sí hay sufijo -m (el de blossom, bosom, fathom, bottom, alem. brosam, deisem, atem, etc.), la forma primitiva debe ser worsm, tanto más cuanto que así podemos relacionar con el radical germ. wers- que aparece (con asimilación) en el ags. wearr ‘tumor’, ‘verruga’, fris. ant. wersene ‘arruga’, a. alem. ant. werra, alem. werre ‘orzuelo’, lat. verruca, y con otros elementos sufijales tenemos el dan. vor ‘pus’, isl. var ‘légaña’, a. alem. ant. warah, ags. wearh ‘tumor’, etc. (Walde-Pokorny I, 267; Falk-Torp, s. v. vor; Holthausen, s. v.). Luego si worsm tuviera correspondencia en fráncico, cosa muy incierta en palabra tan local, sería algo como *WORSAM6>. Por lo demás, güérmeces tampoco podría venir del fráncico o del escandinavo, siendo palabra puramente hispánica, y en gótico no hay nada de esto.

La estructura del vocablo debiera bastar para desalentar toda búsqueda por el lado germánico y orientarnos hacia una lengua prerromana o hacia el latín. Ahora bien, ‘postema’, ‘pus’, ‘absceso apostemado’ se decía en latín V֊MէCA, palabra derivada de V֊MĔRE ‘vomitar’. VOMICA es frecuente en escritores clásicos (Cicerón, etc.), postclásicos, arcaicos y de todos los ambientes lingüísticos7. Forcellini define «tumor in aliqua parte corporis, abscessus maturus et pure manans... απóστƓμα, ƆμπύƓμα». A un esclavo que lleva una bolsa escondida le preguntan en el Persa de Plauto «quid hoc hic in collo tibi tumet?», y responde «vomica est: pressare parce»; el médico Celso escribe «vomica erumpit [se revienta]: quae quo cruentior eo melior est», etc. ¿Será casual el paralelismo vomica ‘pus’ ~ vomere ‘vomitar’ junto al port. gosma ~ gosmar, cast. güérmeces ~ gormar? No lo creo. Pues en lugar de vomica existió una forma vulgar V֊MEXl>, -էCIS, que se superpone notablemente a la terminación de güérmeces; verdad es que esta forma es rara y de sentido impreciso, pero pertenece a un tipo formativo corriente, que Prisciano con razón equipara a vertex junto a vertere y al vulgar latex ‘escondrijo’ junto a latere; y el duplicado vomex ~ vomĭca encuentra un lugar lógico junto a los duplicados vulgares pantex ~ pantica, rumex ~ rumica, pulex ~ pulica, senex ~ manus senica (oc. senego), junix ~ junica, vitex ~ vitica, ulex ~ ulica, etc.8 No es extraño que este VOMEX se conservara en la arcaizante y original variedad de latín vulgar que se hablaba en Iberia. Me parece, pues, muy razonable derivar de V֊MէCES el cast. güérmezes, y el port. ant. gozmes, con una vacilación en el género gramatical que nada sorprende en un sustantivo de la tercera declinación; la reducción portuguesa de *gozmez a gozmes (singular gosme) es tan natural como la de ourívez (<l=lat.>AURIFէCEM) a ourive (cast. oribe) o la de símplez (SIMPLէCEM) a simple; y de gosme salió luego gosma por influjo del género femenino, facilitado además por la vecindad del verbo gosmar.

Y el verbo gosmar ¿cómo se explica? Ya C. Michaëlis señaló la forma boomsar ‘vomitar’ (en traducción bíblica de los SS. XIV o XV, publicada entre los Inéditos de Alcobaça, III, 147) o bonssar (S. XIV, RPhCal. VI 83, § 1208; 96, § 2887) como antecedente de gosmar, y le señalaba un étimo *VOMITIARE; como de VOMICA salió *VOMICARE ‘vomitar’ (it. ant. y dial. vomicare, gasc. boumegà, arag. bomegar, etc., REW 9451), más bien creo yo que de VOMEX, -ICIS, se derivaría *VOMICIARE, el cual nos explica el arcaico boomsar9, y trasponiéndose la sibilante, gosmar10. Compárese el cast. ant. chisme o cisme < CզMէCEM (V. CHISME y CHINCHE), el port. lesma, gall. lesme < *LIMէCEM ‘limaza’, y con otra nasal gozne < gonce, brizna, < brinza, roznar < ronzar, etc. (AILC I, 178). En cuanto al paso de gosmar a gormar, es fenómeno conocidísimo: churma, cirne, fantarma, luberno, etc. A su vez,, gormar reaccionaría sobre V֊MէCES, que primero había dado *güémezes, convirtiéndolo en güérmezes; y en portugués, paralelamente, gosmar convirtió *gómez en gósmez11.

Se preguntará qué hacemos, con esto, de la numerosa familia romance fr. gourme, oc. ant. vorm (A. Thomas, Rom. XXXVIII, 583ss.), prov. gor, aran. morp, cat. vorm [S. XIV o XV, Farmacología de Klagenfurt, AORBB III, 254; pero morb, S. XIII, Cost. de Tortosa, p. 205], port. mormo [1316, Mtre. Giraldo, RL XIII, 327-8], cast. muermo [S. XIII]12, a. arag. muerbo (en Echo, RLiR XI, 99); aunque el fr. morve designa una enfermedad de los caballos diferente de la gourme, ambas consisten en catarros con secreción mucosa, y tanto morve y gourme como sus hermanos romances han de relacionarse forzosamente con güérmezes, gosmas y el verbo gormar, comp. el verbo fr. gourmer en la frase «il faut laisser la chair de tortue se gourmer et purger de ses humidités excrémentitielles» que A. Thomas cita de Ambroise Paré. Dicho ya que los étimos germánicos gormr y worsm carecen de valor, me guardaré de decir lo mismo en cuanto a la otra etimología propuesta (si no me equivoco, por Behrens, REW 9570), el lat. M֊RBUS ‘enfermedad’, que en el veterinario Vegecio (h. 400 d. C.) designa por antonomasia el ‘muermo’ (morbus veterinae, según Nebr.), que es la enfermedad más conocida entre las que atacan a las caballerías. De M֊RBUS proceden simplemente el a. arag. muerbo, aran. morp y, con dilación consonántica, cast. muermo, port. mormó, gall. mormo (Sarm. CaG. 183r). Otras formas romances han sufrido una contaminación o cruce parcial con VOMEX, cast. güérmezes, que era su sinónimo aproximado: de ahí las metátesis o las ligeras irregularidades fonéticas del fr. gourme, morve, oc. y cat. vorm, prov. gor. De ahí vienen también las formas vascas y occitanas citadas por Schuchardt, ZRPh. XI, 494-5, y además el port. vurmo ‘pus’ [urmo, 1318, Mtre. Giraldo, RL XIII, 431-2], minhoto burmeiro ‘tumor inflamatorio antes de hacerse purulento’ (Leite de V., Opúsc. II, 62), Beira isgrumir ‘extraer el pus de una úlcera’ (RL II, 249) y el gall. brume ‘pus’, ‘materia purulenta de las heridas o llagas’ (DAcGall.; Lugrís, Gram., 150), Narbona bourmel, Pézénas gourmel «morve, mucosité nasale» (Anglade, Litbl. XXI, 184), etc.

DERIV.

Gormador. Güérmeces (V. arriba). Para muermo, V. también arriba; muermoso; amormado [1613, Albeitería de F. Calvo, en DHist.; en las CEsc. de R. Lapa 384.7, amormado «doente de mormo» responde en el mejor ms. a amorviado del Canc. Vatic.].

1 «En las partidas de occidente... nascerá una ave negra, comedora e robadora, e tal que todos los panares del mundo querría acoger en sí, e todo el oro del mundo querrá poner en su estómago; e después gormarlo ha e tornará atrás, e non perescerá luego por esta dolencia», Rivad. LXVI, 586a; «el ome glotón, que pone en su estómago más vianda de aquella que la natura pide e puede sofrir, e por aquello tal acaéscele así que el estómago, non la pudiendo levar, gorma lo ordenado e lo desordenado», 587b.―

2 «Tienen otro engaño estas arpías, que, como más quieren al don que al que lo da, y más a los presentes que a los amadores, tráenlos suspensos mucho tiempo, hácenles gormar la comida antes que la prueben; después, por un rato de gusto con que los emboban, pagan el escote en moneda de mucho pesar», ed. Rivad. p. 405.―

3 Además de gosmar se halla en este autor grosmar, dos veces (C. Michaëlis), forma rara por lo demás, que deberá explicarse como un compromiso entre gosmar y un *gromar (< gormar), resultante de una de las habituales trasposiciones portuguesas.―

4 De López de Ayala pasó el. vocablo a Aut., y de éste a la Acad., que no lo da como anticuado. Sin embargo, no parece haber otras fuentes castellanas que estas dos. La Academia estuvo singularmente desafortunada con sus etimologías. Primero partía del ingl. warmth ‘calor’; ahora del «lat. formĭca [sic], hormiga; en fr. formi» (sic!). ¿Qué tiene que ver?―

5 Quizá no haría falta indicar que C. Michaëlis prueba también a explicar la -z- de güérmezes como disimilación de la -r flexiva del supuesto escand. ant. gormr. No sólo es increíble que esta desinencia de nominativo pasara al radical romance, sino que tal disimilación sería imposible entre vocales.―

6 Baist se dió cuenta de su error más tarde y lo reconoció en términos lacónicos en KJRPh. VIII, 213. Pero nadie advirtió esta rectificación.―

7 Cf. cat. oca esvomegada ‘desprendimiento’ (Boí, etc.): el sentido etimológico ‘reventada’ es verosímil.―

8 Prisciano IV, 39 (Keil II, 140), da como ejemplos de sustantivos en -ex, -icis (con vocal breve, «correpta»), derivados de verbos, latex de lateo, lates; vertex de verto, vertis; y vomex de vomo, vomis. No indica el significado ni se cita otro testimonio del vocablo, pero Putsche (Grammaticae Latinae auctores antiqui, Hanover, 1605) ya afirmó que vomex era lo mismo que vomica, y Forcellini-De Vit acepta esta opinión. Verdad es que Gaffiot sugiere identidad con vomax ‘el que vomita’, pero esto es increíble, pues los sustantivos en -ex no tienen el valor personal propio de los adjetivos en -ax, y Prisciano coloca vomex taxativamente entre los sustantivos.―

9 La duplicación de la o podría apuntar aquí a la ligera diptongación que experimentan, en mayor o menor grado, todas las vocales nasales en portugués (grafías como huuõ ‘uno’ son frecuentes). Por lo demás, comp. lo que digo de tales vocales dobles s. v. COMBLEZA.―

10 No hay que pensar en VOMITARE como étimo de gormar ~ gosmar, mediante una metátesis *VOTIMARE, como sugiere Gillet, l. c. Hacerlo en castellano ya sería forzado (aunque pueda haber casos de dm > zm), pero en portugués sería imposible explicar la s; comp. port. julgar = juzgar, -ádego = -azgo, rédeas = fr. rênes (<l=lat.>RETէNAS), lídimo LEGITIMUS, etc. Para la voz portuguesa; V. además Language XV, 50.―

11 Cabría una ligera variante. Pudo haber doble tratamiento de V֊MէCES: por una parte *güemzes > *güezmes > *güermes, por otra parte *güémezes sin síncopa, y por compromiso entre las dos últimas variantes, güérmezes. Comp. la forma lézmezes ‘limazas’ en Mestre Giraldo (RL XIII, 336), rigurosamente paralela: es combinación de lémezes con el sincopado lemzes > lezmes *LMէCES.―

12 En el Libro de los Cavallos (28.8) y en López de Ayala, según cita de C. Michaëlis, RL XIII, 431-2. Nebr.: «muermo de bestia: morbus veterinae», «mormoso: lleno de muermo». También en la Albeitería de Reina (Aut.); aplicado humorísticamente a un hombre por Quiñones de B.: «¿dónde me sacas, amor, / viendo que para mi muermo / es el frío una almarada / y un pistolete el sereno?» (NBAE XVIII, 542). Hoy en Asturias muermo es ‘mucosidad’: «esmormiáse: limpiarse las narices, limpiar el pecho echando fuera el muermo» (Rato); esmormar «assoar» como voz dialectal del Norte portugués en Bluteau (Leite de V., Opúsc. II, 107); gall. mormo ‘aristas’ en el Limia (VKR XI, s. v.). Con el ast. muermo ‘mucosidad’ se relacionan, por una parte, el gall. marmúlo en Juvia ‘aquel bocho [= muco, moho 83v] del mar sobre las piedras’, que le recuerda a Sarm. el arneirón (cf. s. v. PERLA) de la ría de Pontevedra (CaG. 220v); en Picato (Lugo) son ‘castañas cocidas con cáscara’ (Apéndice a Eladio Rdz.); por otra parte, conozco en la costa de Levante catalana brm como nombre de un animalito o sustancia flotante (la medusa?) que parece mucosa, pero que es muy urente o urticante. Para marmulo también es posible pensar en una formación indoeuropea prerromana *ME-MUS-RO- (o algo por el estilo) tal como la que ha dado el arm. mamur «fucus, alga» (y también ‘musgo’ y ‘moho’), IEW 742.28.