GOLDRE, ‘carcaj’, del mismo origen incierto que el port. coldre íd.; ninguna de las dos etimologías que se han propuesto es imposible, pero ambas presentan dificultades: el lat. CORYTUS íd. encuentra algunas dificultades fonéticas, mientras que derivar del cast. ant. goldrar ‘teñir el cuero’, lat. COLORARE, tiene el inconveniente de que no se ha demostrado que los goldres se hicieran de cuero teñido.

1.ª doc.: 1433, Marqués de Santillana, A la Muerte de D. Enrique de Villena.

No abundan los testimonios del vocablo en castellano, donde en todo caso ha de haber sido menos vivo que en portugués. Sólo se citan dos ejs. en el Marqués de Santillana1, y Aut. agrega dos de la Coronación de Juan de Mena (1438), que pertenecen al comentario escrito por el poeta, c. 34, v. 10 (Anvers, 1552, 303 v°); Covarr. y Aut. le dedican un artículo, pero falta a la mayor parte de los lexicógrafos antiguos (glos. de Castro, APal., Nebr., C. de las Casas, Percivale, etc.). En gallegoportugués, coldre fué palabra más viva, que ya aparece en las Cantigas de Santa Maria2, y en Moraes y CortesƟo pueden verse cinco ejs. del S. XVI; además de ‘aljaba’ significa allí «peça de sola, em que se levƟo as pistolas pendentes do arçƟo da sella» (Moraes, Fig.). Covarr., Diez, C. Michaëlis (Ebert’s Jahrbuch XIII, 213-7), Cornu, M. P. (Man. de Gram. Hist., § 6.4, 54.2, 69.3; Oríg., p. 533), M-L. (REW, 2273), Brüch (ZRPh. LV, 309-13), G. de Diego (Contr., § 143), están de acuerdo en derivar del lat. CORYTUS, procedente de la palabra griega Ɣωρυτóς íd., que aunque es rara en este idioma, se halla desde Homero hasta Hesiquio, y en latín es clásica y conocida.

Es verdad que el último de dichos filólogos manifiesta ciertos escrúpulos fonéticos. En efecto, CORYTUS tenía la Y larga según los poetas clásicos (así en los hexámetros de Virgilio y de Ovidio), y ni la -e final, ni la l ni la r adventicia corresponden al desarrollo fonético normal. Es verdad también que ninguno de estos obstáculos es decisivo. Sidonio Apolinar mide CORȷTUS con Y breve, y hay otros casos de oxítonos griegos que pasan a proparoxítonos en latín vulgar (p. ej. ƌαμασκƓνóς > DAMÁSCENA > leon. méixena, vid. DAMASCO). En los artículos COBRE y DOBLE he reunido algunos ejs. de voces castellanas que han cambiado -o en -e tras una o tónica, al parecer por disimilación. En cuanto al paso de *gorde a *gordre, por repercusión de la líquida, y el de éste a goldre por disimilación, son fenómenos fonéticos muy frecuentes, aunque no se produzcan regularmente. A pesar de todo, no puede negarse que, al producirse juntas, estas cuatro singularidades restan mucha verosimilitud a la etimología, sobre todo mientras no aparezcan variantes como *gorde o *corde; en una palabra, es extraña la unanimidad de la forma coldre o goldre, ya desde el S. XIII (la sonorización de la C- inicial sí que es bien conocida, y en nuestro caso tenemos varios testimonios latinos de la forma gorutus en glosas [CGL VI, 499] y en San Isidoro, Etym. XVIII, ix, 2).

Luego no se puede regatear a Spitzer el derecho que le asiste (ZRPh. LIII, 296; RFE X, 378n.) al buscar una etimología diferente: observando este filólogo que el coldre portugués es de cuero endurecido («sola»), se inclina a relacionarlo con el cordován goldrado que menciona Villasandino («ya todo grant capitán / viste cordován goldrado», Canc. de Baena, n.° 156, v. 8), y a derivarlo por lo tanto de un verbo *coldrar o goldrar ‘teñir el cuero’, en francés coudrer, lat. COLORARE3>; en el dialecto de la Beira (Fig.), y también en el de Tras os Montes (RL XIII, 118), coldre significa precisamente ‘ramera’, es decir, lo mismo que en portugués se dice coiro ‘cuero’, en castellano pelleja, en catalán pell, etc.4 Desde luego esta etimología es perfectamente concebible, pero para sentarla sólidamente debería probarse que era corriente emplear cueros teñidos para hacer goldres o carcajes; el texto citado de Santillana puede entenderse en este sentido: hablando del duelo general por la muerte de Enrique de Villena, escribe «Quebravan los arcos de huesso, encorvados / con la humana cuerda, d’aquella manera / que hazen la seña o noble bandera / del magno defunto los buenos criados; / rompían las flechas y goldres manchados / del peloso cuero con tanta fiereza, / que dubdo si Ecuba sintió más graveza / en sus infortunios que Homero ha contados» (Canc. de Castillo I, 85)5; luego parece que los goldres eran realmente de cuero, y manchado podría entenderse como ‘teñido’. Pero claro está que hará falta más documentación. Por otra parte, hay una importante dificultad fonética: en portugués esperaríamos còrar y no *coldrar como resultado de COLORARE: la síncopa de la vocal y la epéntesis de la d me parecen ser ajenas a la fonética portuguesa en este caso; al cast. moldrá, doldrá, soldrá, saldrá, responde el portugués con formas como moerá, doerá, soerá, sairá6. Tendríamos que suponer, por lo tanto, que coldre deriva de un port. ant. *coldrar tomado del fr. ant. coldrer (hoy coudrer).

Rohlfs (ASNSL CLXXV, 272), aunque en apariencia se adhiere a la etimología de Spitzer, en realidad propone algo distinto, el fráncico *GORDIL ‘cinturón’ (alem. gürtel), de donde procede el fr. ant. gorle, guerle, gueille, ‘bolsa que cuelga del cinto’ (Gamillscheg, R. G. I, p. 257), pero esto debe rechazarse de plano, pues una palabra fráncica no pudo llegar al castellano directamente, y en francés no hay forma que pueda dar fonéticamente la castellana y portuguesa7. Documentación del pic. ant. gourle «saccum de corio» en doc. de 1344 (Rom. LXVIII, 199) y en God. IV, 313b. Contra la etimología κóλυȎρος de Alessio (RFE XXXVIII, 230) valen igual aquí las razones dadas s. v. COLODRA.

1 «Los pajes muy arreados / vestían de asetunín / cotas bastardas bien fechas /... / las medias partes derechas / de vivos fuegos brosladas, / et las siniestras sembradas / de goldres llenos de flechas». El ms. del Canc. de Stúñiga (p. 231) atribuye esta composición a Juan de Mena, pero según los editores se trata del Triunfete de Amor de Santillana. Para el otro ej., V. abajo.―

2 «Foi travar mui correndo / log’en h?a baesta / que andava y vendendo / un corredor, con seu cinto / et con coldre, com’aprendo, / todo ch?o de saetas». Cantiga 154, estrofa 3.―

3 De ahí luego el gall. gòldra ‘suciedad, porquería’, goldrear ‘verter suciedad por todas partes’, goldracha ‘persona sucia’ (Vall.), goldrento ‘mugriento de humedad’ («as casas ~ dos suburbios de París» Castelao, 222.18). En el apéndice a Eladio Rdz. tenemos goldreiro ‘obrero en curtido’, goldros de cueros (Allariz), y todo el grupo de goldrallo, goldrar, goldría, goldrán, -ón.―

4 La explicación semántica de Brüch, a base de ‘vagina’, es quizá menos verosímil. De cualquier manera, no tenemos ahí una comprobación inequívoca: sabemos que en portugués se pasó de ‘aljaba’ a ‘estuche de pistolas’, por una comparación muy natural, y como nos consta que este estuche se hacía de cuero, de ahí pudo venir el llamar coldre a la ramera.―

5 No puede utilizarse en este sentido la glosa que han puesto los editores del Canc. de Stúñiga al pasaje citado arriba «goldres: se decía del cuero preparado de cierta manera». Nada de ello se desprende del texto, que ya he transcrito, y más parece tratarse de ignorancia del significado de goldre por parte de los anotadores que de reminiscencia del pasaje que estudio aquí o de otros análogos.―

6 Es verdad que el gallego vacila entre saldrá y sairá.―

7 Aun si postuláramos la existencia del vocablo en gótico, fundándonos en que existe en escandinavo, siempre tropezaríamos con la imposibilidad de explicar la c- portuguesa.