DOS, del lat. DŬĶS, acusativo de DUOdos’.

1.ª doc.: orígenes del idioma (doc. de 1055 en Oelschl., etc.).

El romance, como siempre, generaliza el uso del acusativo latino. La Ŭ se pronunciaba ֖ en latín vulgar tardío y por lo tanto se confundió con la Ķ siguiente, comp. cast. ant. to, tos TŬUM, TŬĶS, so, sos SŬUM, SŬĶS (frente a tu[e] TUAM, su[e] SUAM, después generalizados al masculino). El idioma antiguo había poseído un femenino dúes (Cid, Berceo) o dúas (Fuero de Guadalajara, 1219; Sánchez de Vercial, h. 1400, Rivad. LI, 503), hermano del port. duas, cat. dues, y procedente del lat. DŬAS, con la U cerrada ante A, según es regular; después se perdió; no existe la forma dúos, que algunos (seguidos por la Acad.) deducen falsamente de dúas.

DERIV.

Dosillo. Dual (Acad. ya 1843), tomado de dualis íd.; dualidad [Monlau, † 1871, Pagés]; dualismo, dualista [fin S. XIX, Menéndez y Pelayo], dualístico. Duenario, formado según el modelo de novenario (en latín es binarius). Düerno [Aut.], formado según el modelo de cuaderno (en latín es binus). Dúo [1565, Fr. T. de Sta. María; 1596, Fr. H. de Santiago], tomado del lat. duo ‘dos’, empleado modernamente en este sentido, sea por préstamo o por conducto del italiano, como quiere Terlingen, 150; düeto [Acad. ya 1843], del it. duetto, dimin. del anterior. Dídimo, tomado del gr. ƌίƌυμος ‘doble, gemelo’, deriv. de ƌύο ‘dos’, del mismo origen que la voz lat.; didimio.

CPT.

Entredós [Terr.], imitado del fr. entre-deux [S. XII].

Doble [orígenes del idioma: Cid, Fuero de Avilés, Berceo, etcétera; ast. duble, V], es dudoso si la voz castellana y el port. dobre proceden de DŬPLUS íd., o de su sinónimo DŬPLEX, -էCIS (ambos compuestos en latín con la raíz de PLICAREplegar, doblar’), aunque es más probable lo primero: aquél es el único que ha dejado descendientes en los demás romances (it. doppio, frprov. doblo, doublo, droblo), pero no explica bien la -e hispánica, pues no es muy verosímil un mero cambio de clase flexiva como el ocurrido en libre (según admite M. P., Man., § 78) y menos puede admitirse un provenzalismo o catalanismo (como sugieren Poston, Richardson y otros)1, en palabra de esta clase; en cuanto a DŬPLEX, sería concebible teóricamente una pronunciación vulgar reducida DUPLES, que diera lugar a la formación de un acusativo analógico *DUPLEM (comp. los casos de FORNIX > furnia o forna, CIMEX > cima, PULEX > pülo, RUMEX > roma, romaza, que indiqué en RFH VI, 152; y agréguese oribe sacado de oríbez AURէFէCEM, falsamente tomado por un plural), pero el predominio del nominativo singular sobre todos los demás casos del singular y del plural es mucho menos verosímil en una palabra como ésta que en los sustantivos citados; como hay varios casos de -e procedente de -U en palabras con ó tónica ―cobre, golpe, molde, rolde, don(e), goldre, quizá boj(e) y cuitre (antes *coltro)―, y como de una manera u otra deberán explicarse los postverbales castellanos en -e o cero (que pudieron partir de casos frecuentes como coste, toque, son[e]), y como los casos contradictorios (ej. lodo) no son numerosos, me inclinaría a creer en uns ley disimilatoria especial que cambiaría doblo en doble (de donde analógicamente triple o treble, y simple); doblo está documentado solamente como término jurídico [ley de 1640, N. Recop. III, xiv, 1, en Aut.; sustantivado pena del doblo o doblo, ya Nebr.] o como nombre de moneda, lo que viene a ser lo mismo [dobro en Sta. M. Egipc., 314], y por lo tanto será adaptación parcial al cultismo duplo; se han empleado también tresdoblo, ciendoblo y otros semejantes, como adaptación de triplus, centuplus, etc.2; de ahí también el femenino dobla [canción: Apol., 189b; moneda: J. Ruiz, 826d; Conde Lucanor, 77.17], y su aumentativo doblón [1550, N. Recop. VI, xviii, 6], con doblonada, y diminutivo doblilla. Doblez [APal. 73b: «escudo... guarnido de tres doblezes de cuero»; «doblez: duplicitas», Nebr.; aun en el sentido concreto fué primero femenino, como en Argensola, 1609, aunque Babia, 1572-91, ya lo hace masculino, según Aut.], significó primitivamente ‘cualidad de doble’ y sólo después llegó a hacerse concreto3. Doblero, doblería; dobladura ant.; doblete [1406, arag., VRom. X, 143]. Doblar [Cid], del lat. tardío DŬPLARE ‘hacer (algo) doble’; para construcciones y usos especiales, vid. Cuervo, Dicc. II, 1299-1305; la ac. ‘plegar’ [Alex., 1815], propia y exclusiva del castellano y del port. dobrar, y ajena al cat., oc., fr., it., constituye una importante innovación semántica (comp. doblegar) que hallamos asimismo en el calabr. dubbrare y aun en el griego de Calabria diplònnu (Rohlfs. Sitzungsber. München, 1944-6, V, 45); doblado [1100, BHisp. LVIII, 359], doblada, dobladillo, dobladilla, dobladillar, doblador, dobladura [S. XV, Biblia med. rom., Gén. 23.9; Nebr.], doblamiento; desdoblar, desdoblamiento; endoblar, endoblado, endoble; redoblar [Nebr.], redobladura [íd.], redoblado, redoblamiento, redoblante, redoble, redoblón. Doblegar [APal. 54b; Celestina, ed. 1902, 51.3; Nebr.; 2.ª parte del Amadís, vid. Cuervo, Dicc. II, 1306-7], del lat. DŬPLէCARE ‘doblar, hacer doble’, que ya en Virgilio significa ‘curvar’, palabra también representada en catalán doblegar, bearnés doubblegà, retorrománico dubalger y rumano înduplecà; teniendo en cuenta lo tardío de la aparición en castellano, lo exclusivamente figurado del significado en este idioma (un solo ej. concreto, de Fr. L. de Granada) y la ausencia total en portugués, es verosímil que el cast. doblegar sea catalanismo del S. XV, pues el cat. doblegar es la palabra normal para ‘doblar’ (y ‘doblegar’), y sus derivados doblec y doblegable se documentan desde princ. S. XIV (Alcover); doblegable, doblegadizo, doblegadura, doblegamiento, redoblegar. Cultismos: duplo, dupla, dúplice [h. 1520, Padilla (C. C. Smith, BHisp. LXI)], duplicidad [M. de Ágreda, † 1665], duplicar [1584, Rufo (C. C. Smith); Oudin, 1607; Argensola], duplicado, duplicador [Canc. de Baena, W. Schmid], dúplica, duplicación, duplicativo, duplicatura; conduplicación; reduplicar, reduplicación.

Doce [orígenes del idioma: Berceo, etc.; en lo antiguo tiene siempre z sonora]4, del lat. DŬĶDĔCIM íd., compuesto con DĔCEM ‘diez’; doceno [Berceo], docén, docena5, docenal, docenario; dozavo, dozavado; y sus compuestos doceañista, docemesino, doceñal ant. (< doceañal); formas cultas: duodécimo, duodecimal, duodécuplo; duodeno, tomado de duodēni ‘de doce en doce’ (por tener doce dedos de largo); duodenal, duodenitis, duodenario; helenismos: dodecaedro, dodecágono, dodecasílabo, formados con el gr. ƌǠƌεκα ‘doce’, de formación paralela a la del lat. duodecim.

Doscientos, antiguamente dozientos [Cid; Conde Luc., 262.15; todavía ducientos en La Ilustre Fregona, Cl. C., 304, y en Lope, Marqués de las Navas, v. 1989), prolongación fonética del lat. DUCĔNTI (acus. -TOS); ducentésimo.

Dosalbo, vid. tresalbo, cuatralbo. Dosañal. Duomesino. Compuesto de doble: doblescudo.

Duunviro o duunvir, tomado del lat. duumvir, compuesto con vir ‘varón’; duunviral, duunvirato.

Diedro, compuesto de ƌι-, forma griega prefijada del número ƌύο ‘dos’ y ƅƌρα ‘asiento, base’.

1 El cultismo en que cree M-L., REW, s. v., claro está que no aclara nada.―

2 Para cuatrodoble y análogos, vid. Ebeling, Litbl. XXIII, 132-4.―

3 Del romance procede el vco. vizc. tolez o toles ‘pliegue, dobladura’, ‘doblez, insinceridad’ del cual existió una variante antigua tobez (con simplificación diferente del grupo consonántico bl, ajeno a la fonética vasca) empleada en un ms. del vizcaíno Añíbarro, según el Supl. de Azkue. De ahí los derivados vascos tolestu ‘doblar’, tolestura y tolostura ‘dobladura’ ‘falta de sinceridad’ ‘entrañas’, etc.―

4 Más antiguamente dodze, como se halla todavía en Berceo, doble consonante que explica la conservación de la -e sin necesidad de acudir a la analogía de onze, catorze y quinze, como alguien ha supuesto (Hanssen, Gramm. § 57.1). Todavía en judeoespañol se pronuncian dodze y tredze o dodɁe, tredɁe, doldze, treldze, con consonantismo complejo, vid. M. L. Wagner, Homen. a M. P. II, 195; dozze, trezze, en Marruecos (BRAE XIII, 218); dolze, trelze, en leonés antiguo (M. P., Dial. Leon. § 12.5), cat. ant. y mod. dotze, tretze.―

5 Gall., ast. y montañ. ducina ‘doce pares o cobradas de pescados, más una de corretaje: 26’, Sarm. CaG. 105r; probablemente compromiso entre el cast. docena y su correspondencia fonética en gall.-port. duzía < dozea.