FRUNCIR, probablemente tomado del fr. ant. froncir ‘arrugar, fruncir’ (hoy froncer), de origen germánico; quizá se trate de un fráncico *WRUNKJAarruga’, emparentado con el a. alem. med. runke, ags. e ingl. wrincle íd.

1.ª doc.: fronzir, Cid (aplicado a una cofia y a la cara, 789, 1744, 2436, 2437).

Fronçir, con ç sorda («las camissas fronçidas, los paños de mellynas»), sale en J. Ruiz 1394d (S y G; sustituído por labradas en G), y frunzir en el Corbacho (mangas frunzidas, vid. Cej., Voc.) y en Guillén de Segovia (1475; p. 84)1; entre los sefardíes de Marruecos se pronuncia hoy frunzer con sonora (BRAE XIII, 232; XV, 191); frunza f. ‘pliegue’ en Fr. Pedro de Colunga, Canc. de Baena, n.° 82, v. 392. El hecho de que el vocablo no aparece en los glosarios de h. 1400, APal., Nebr. ni PAlc., podría interpretarse en el sentido de que era poco popular o de uso no general, pero está ya en Covarr., y fruncir o derivados aparecen en el Quijote y en muchos autores del Siglo de Oro (Sigüenza, Lope, Quevedo, etc.), vid. Aut. De notar es que en varias de estas fuentes se aplica a ropas, (Cid, J. Ruiz, Baena, Corbacho, Lope, Covarr.), aunque también se refiere a la boca (Quevedo, dos veces) o a la cara (Cid); de ahí ciprés frunddo ‘encogido’ > ‘triste, lúgubre’ (Góngora), dueña fruncida, absolutamente, ‘que afecta modestia y encogimiento’, en el Quijote3, y después fruncir ‘mentir u oscurecer la verdad’ (Sigüenza, dos veces); la aplicación al entrecejo parece ser moderna [Acad. 1884, no 1843], y quizá sea galicismo reciente4.

Descartado como étimo el supuesto *FRONTIRE de Diez (derivado de FRONSfrente’), que no podía dar otra cosa que *frontir o *fruntir en los varios romances, y teniendo en cuenta la existencia de fruncetura ‘arruga’ en las Glosas de Reichenau, el antiguo glosario galorrománico del S. IX, atestado de germanismos, es sumamente probable que fruncir sea uno de ellos, como sugirió Kluge (Vorgeschichte der altgermanischen Dialekte, en el Grundriss de Paul, § 13) y aceptaron Hetzer (BhZKPh. VII, 37), M-L. (REW 4219) y Gamillscheg (EWFS, s. v.; R. G. I, p. 265). Si, como opinan estos autores, se trata de un fráncico *HRUNKJAN, sería preciso admitir que el cast. fruncir y el port. franzir íd. (ya en Rodrigues Lobo, † 1622) son antiguos galicismos, lo cual nada tendría de sorprendente tratándose de términos referentes al vestido: a ello nos obligaría, no sólo el hecho de tratarse de una voz fráncica, sino también el paso de HR- a fr-, que es frecuente en los germanismos franceses, pero sin ejemplo en los hispánicos (vid. Gamillscheg, R. G., l. c.); desde el punto de vista francés no habría dificultad, pues froncir es frecuente en este idioma desde el S. XII y con los mismos usos que en cast., y la forma moderna froncer se explica como derivada del postverbal fronce ‘arruga’5.

Es verdad que quedan ahí varios puntos oscuros. La z sonora del portugués, también predominante en castellano antiguo, se halla igualmente en occitano6 y aun en catalán antiguo7, y del castellano pasó al campidanés8; ahora bien, esta sonora está en desacuerdo así con la forma francesa como con el étimo germánico en -NKJAN. Si sólo la halláramos en castellano y portugués, no vacilaría yo en interpretar esta z como una alteración natural en un extranjerismo, como en el caso de ARZÓN (< fr. arçon); el influjo de un verbo autóctono bastaría para explicarlo, y éste podría ser el antiguo franzir ‘romper, quebrantar’, de FRANGĔRE (vid. FRACCIÓN), lo cual además nos explicaría la a de la forma portuguesa; pero el reaparecer la z en lengua de Oc resulta sospechoso, pues aunque la forma occitana también podría ser extranjerismo de procedencia francesa, hay la agravante de que en este idioma no se ve cuál pudo ser la palabra inductora9. Teniendo esto en cuenta, y pensando especialmente en el port. franzir, ocurre plantear la cuestión de si es posible hallar otra etimología. En rigor cabría pensar en un derivado de fronça o froncia ‘hoja’, ‘follaje’, ‘ramujos’ (vid. FRONDA), suponiendo que fruncir fuese primitivamente ‘ajar como hojas secas’, lo cual tendría la ventaja de explicar mejor el port. franzir, pues aquel sustantivo reviste precisamente en Portugal la forma frança; pero hay graves objeciones: 1.ª frança ~ fronça tiene ç sorda en portugués y también en el dialecto extremeño de Eljas (vid. Espinosa, Arc. Dial., 34), aunque es verdad que ND? podía dar sonora en castellano; 2.ª esto nos obligaría a separar etimológicamente el vocablo hispano-portugués del galorrománico, pues en Francia son muy raros los representantes de FRONDIA, y fonéticamente esta base nunca podía dar en francés. No olvidemos, por otra parte, que froncir se halla junto a fronzir, tanto en lengua de Oc como en castellano, y nos refirmaremos en la conclusión de que estamos ante un germanismo propagado desde el Norte de Francia a los demás romances, que en España y Portugal sufrió el influjo de los autóctonos franzir y fronça ~ frança.

Queda, sin embargo, otra oscuridad desde el punto de vista germánico. Como apoyo del citado fráncico *HRUNKJAN no tenemos en rigor más que el escand. ant. hrukka, bastante aislado y alejado del germánico occidental, pues aun el a. alem. med. runke puede corresponder más bien a un tipo independiente *WRUNKJA, según admite Kluge (Etym. Wb., s. v. runzel), del cual proceden el neerl. med. wrinckel, ags. e ingl. wrincle, ‘arruga’, a su vez apoyados en la relación probable con el ags. wrenc, ingl. wrench ‘torcer’, por otra parte con el germ. occid. wring- ‘torcer’, y desde más lejos quizá con el lit. rùkti ‘arrugarse’, lit. raũkas, lat. rūga ‘arruga’ (raíz indoeur. WRENG- ~ WRENK- alternando con RUG- ~ RUK-). No es muy verosímil que en este punto el fráncico vaya con el escandinavo y se aparte del germánico occidental y, en particular, de su próximo pariente el neerlandés. También hay que reconocer que la raíz HRUNK-, tan poco representada, junto a su sinónimo WRUNK- de las demás lenguas germánicas, resulta sospechosa. Sería concebible en principio que el grupo inicial WR-, tan ajeno al romance, hubiese sido sustituido por FR- al romanizarse. Y que si la mayor parte de las lenguas escandinavas modernas reducen WR- a r- (comp. dan. rynke y sueco rynka ‘arruga’, equivalentes del isl. hrukka), hubiera algún caso de ultracorrección hr- por wr- ya en escandinavo antiguo. Sólo los germanistas podrán decidirlo. Reconozcamos que los dos únicos casos seguros de WR- en francés (garagnon WRANJO y garance WRATJA) presentan otro tratamiento, pero pudieron existir dos tratamientos concurrentes, quizá por razones cronológicas. Tampoco el oc. ronsar, cat. arronçar ‘encoger’, que Gamillscheg (R. G. I, p. 379), deriva convincentemente de un gót. *HRUNKJAN, hermano del vocablo fráncico10, apoyarían sólidamente la existencia de la raíz germánica HRUNK-, pues ahí no habría dificultad en admitir la reducción de *WRUNKJAN a *RUNCIARE11.

DERIV.

Frunce [Acad. 1899, no 1843; Pereda; Concha Espina, La Esfinge Maragata, vid. BRAE III, 43; para la Arg. vid. arriba]. Fruncidor. Fruncimiento.

CPT.

Carifruncido [Pérez de Montalbán, † 1638].

1 Cuervo, Obr. Inéd. 403, cita además Argensola y Casas.―

2 También sonora en Malpartida de Plasencia frundíl ‘recoger y unir el paño al remendar un agujero’. Los ejs. que Espinosa (Arc. Dial., 99-100) reúne para probar una sonorización general de la ç tras sonante, en castellano, no son pertinentes: brome tiene sonora siempre y en todas partes, también la tienen en otros idiomas zurcir (ant. surzir) y borzeguí, y en cuanto a arienço tiene sorda antigua según M. P., Oríg. 73-74 y 279; arzón tiene explicación aparte.―

3 En Mendoza oí varias veces fruncida en el sentido de ‘orgullosa’, aplicado a mujeres. Es vocablo muy vivo en América del Sur: frunce ‘arruga, fruncido o plisado (que se hace a un vestido)’, oído en Mendoza, y Baños del Frunce, nombre antiguo de unos baños en San Juan (Los Andes, 9-VII-1940); ir uno adonde se le frunza ‘adonde quiera o le dé la gana’, Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 251; fruncir ‘apretar, encogerse’ (hablando de uno que aguanta el deseo de evacuar), G. Maturana, Cuentos Tradicionales en Chile, AUCh. XCII, ii, p. 79. Más ejs. argentinos en Tiscornia, M. Fierro coment. I, v. 256.―

4 También en Portugal es reciente y quizá afrancesado el grupo fraseológico franzir as sobrancelhas (o a testa, o sobr’olho). C. Basto, RL XXXVI, 45-52, lo señala en Castelo Branco y en Eça de Queiroz, mientras que Camoens dice siempre carregar o rosto o carregar-se no vulto.―

5 Igualmente se podría suponer que éste viene de *HRUNKJA íd. (= a. alem. med. runke), y que de él derivan froncir y froncer, como prefiere M-L.―

6 Fronzir sale en el Donatz Proensals (ed. Stengel, 37.21), dos veces en la Cansó de la Crozada (1.ª mitad del S. XIII), vv. 4279 y 5180, y una vez en Flamenca y en el Libre de Sidrac. En el Girart de Rossilhon hay froncir o fruzir, según los mss. Por otra parte, froncir en Péire Vidal y en los Auzels Cassadors. Hoy Mistral da como básica la forma frouncí, que es también gascona (Palay), pero frounzí es languedociano (hay cita de A. Bigot, que era de Nimes) y rouergat (Vayssier) (comp. ZURCIR). Otra oscuridad está en la ac. ‘romper, quebrantar’, que aparece repetidamente en la Cansó, comp. fronir o frunir en el mismo sentido en la propia Cansó y en otro pasaje del Girart de Rossilhon, que no se sabe si es otra palabra.―

7 En catalán es palabra poco arraigada. Hoy se considera forastera y está en desuso. En la Edad Media hay un ej. rosellonés de fronsir en el S. XIII o XIV, 3 de fronzir en el XIV y en el Art de Coc escrito en Nápoles en el XV, que en rigor podría ser castellanismo, como lo será ciertamente en la Rondalla de Rondalles, texto valenciano del XVIII. Además mamelles fronsides en el Corbatxo (S. XIV), BDLC XVII, 105, y jaqueta froncida en inventario valenciano de 1459 (Bol. Soc. Castellon. de Cult. XVI, 136).―

8 La ausencia del vocablo en el Logudoro confirma su procedencia hispánica. M-L., Altlogud., 60, y M. L. Wagner, ARom. XIX, 23, llaman la atención hacia la z sonora.―

9 FRANGERE sólo aparece allí en la forma franher. Es verdad que hoy en una amplia zona central del territorio (Sur de Auvernia y Lemosín, y Norte del Rouergue y el Quercy, vid. Ronjat, Gramm. Ist., § 336) NGe da nge y no nh, y como tras R y L es normal que la Ge se convierta en z (sorzer, borzés, esparzer, folzer, molzer), puede suponerse que también existiera un *franzer o *franzir ‘romper’ en lengua de Oc, lo cual se relacionaría con el fronzir ‘romper’ de la Cansó de la Crozada (comp. perig. genziva GINGIVA). De todos modos, el hecho es que tal *franzir no está documentado.―

10 M-L., REW 4219, explicaba la palabra catalano-occitana por el a. alem. ant. runza (alem. runzel) ‘arruga’ (procedente de *WRUNKITA); pero como no parece existir un fr. ant. roncier, es imposible admitir una voz del alto alemán en catalán y occitano.―

11 La existencia del vocablo en gótico ¿autorizaría a revisar el extranjerismo del cast. fruncir? No lo creo, pues entonces nos privaríamos de toda explicación para la z sonora castellana y portuguesa.