FRONDA, tomado del lat. frons, frondis, ‘follaje, fronda’.

1.ª doc.: Terr.1

Latinismo poético o perteneciente al lenguaje de tono elevado. Raramente fronde. El francés [S. XV] contribuiría a su reintroducción en el S. XVIII. En latín vulgar se formó un colectivo FRONDէA, del cual proceden por vía popular el salm. y extremeño froncia ‘rama o fronda de la retama’, ‘ramujos’, port. ant. y gall. fronça (‘hojarasca y ramaja, especialmente de las escobas de retama’, ‘sus puntas’, Sarm. CaG. 76v), algunas formas galorrománicas y varias itálicas y rumanas, para las cuales vid. G. de Diego, RFE VII, 142-3;

Espinosa, Arc. Dial. 34; FEW III, 818b; REW, 3530; en la Sierra de Gata se halla la forma francia, y en portugués franças ‘ramas pequeñas de los árboles’, debida seguramente a un cruce con frasca (de ahí el nombre de la Sierra de Fronda en Salamanca).

DERIV.

Frondoso [1611, Covarr.; Góngora; ejs. de fin S. XVII en Aut.], tomado del lat. frondōsus íd.; está más arraigado que fronda, pero no es hereditario, como cree M-L.; frondosidad.

1 Lo emplea ya esporádicamente Juan de Mena, Coronación, copla 34, v. 8, en rima con ondas, para la hojarasca que ensucia el agua de una fuente; el propio poeta explica ‘hojas de árboles’ en su comentario.