DENTRO, derivado del antiguo entro íd., procedente del lat. էNTRĶ ‘adentro, en el interior’.

1.ª doc.: Cid; doc. de 1074 en Oelschl.

Cuervo, Dicc. II, 896-900; Cej. VII § 11. Aunque dentro se halla también en Berceo (p. ej. Mil. 817b, 848c, 909b), lo más frecuente en este autor es entro, empleado como adverbio, o bien prepositivamente, seguido de la preposición en. Ast. dientro, adientro (V). La misma combinación de INTRO con DE se ha producido no sólo en portugués, sino en italiano (dentro), y en catalán y lengua de Oc (dintre); quizá proviene ya del latín vulgar; en Alex., sin embargo, dentro significa todavía ‘de dentro’ («a mí sacó dentro de las paredes», 583); comp. DELANTE, DONDE, DETRÁS, DEBAJO, etc. En la construcción prepositiva los textos medievales emplean de preferencia dentro en (Berceo, pasajes citados; Cid; Mont. de Alfonso XI; Canc. de Baena, etc.), construcción que todavía se halla en Lope (ejs. en T. A. E. VII, 240), en la 1.ª continuación del Lazarillo (p. 99) y en otros textos clásicos; la mera construcción prepositiva (dentro la casa), que en el caso de otros adverbios locativos es frecuente en la Edad Media (RPhCal. I, 29), aquí no parece hallarse más que en algunos textos del Siglo de Oro, en prosa (Mariana, Quevedo, el catalán Moncada) y sobre todo en verso (Cuervo, 898a); en la Arg. la misma construcción (p. ej. Leop. Lugonés, La Guerra Gaucha, 82, 203) se deberá más bien a caída fonética de la de que a conservación arcaica. Nótese que con esta función dentro de es átono en Puerto Rico (Navarro Tomás, RFE XII, 371n.) y en algunas otras partes de América, pero tónico en España, etc.

DERIV.

Adentro [Cid], Cuervo, Dicc. I, 188-190; Cej. VI, § 11. Adentrarse (falta todavía Acad. 1884 y DHist.).