CIRUELA, del lat. CRĔ֊LA, abreviación de CEREOLA PRUNAciruelas de color de cera’, diminutivo de CRĔUScéreo’.

1.ª doc.: Ƈirûla, h. 1106, Abenbuclárix; ceruela, 1438, Corbacho; ciruela. APal. 393d.

Además, un monje de San Millán de la Cogolla, en 954, nos trasmitió la noticia de que, en su tiempo, los «vándalos, godos, suebos y celtiberos», llamaban ceruleus al ciruelo; bajo esta forma, falsamente latinizada, debe entenderse el romance cerolo o ceruelo; por celtiberos debe quizá entenderse los aragoneses, que ya empleaban el vocablo en tiempo de Abenbuclárix; por suebos, quizá los gallegos (hoy gall. ciròla: Vall.), por godos y vándalos, acaso las clases altas de Castilla y León, de supuesto abolengo germánico, frente a los romani, que según el testimonio del mismo glosador, conservaban el lat. prunus. Para esta glosa y su interpretación, y para el ast. y leon. nisu ‘ciruela’ (nixus en este texto y en San Isidoro), vid. M. P., Oríg. 410-131. Ya Virgilio emplea cereum como epíteto de prunum ‘ciruela’, y en Columela (X, v. 404) se distingue a los pruna cereola como una clase especial de ciruelas, frente a los pruna armenia y a los pruna Damasci. El español (con parte del gallego) es el único romance que ha conservado la denominación CEREOLA, comp. port. ameixa DAMASCNA2 (también sanabr. meixena, zamor. meijana, toled. amacena), cat. pruna PRȢNA (Venasque prun o perún; Villena pruna; Albacete puma, con -m- por influjo de PĶMA). Cf. BRUNO I y POMO. Por otra parte, levemente alterado, un tipo adjetivo *PRUNEA ha dado descendientes en muchos romances, entre ellos oc. y cat. prunyó, y dialectalmente brunyó, oc. brunhon, nombre de una especie de ciruela pequeña muy dulce (cultivada y silvestre)3, cf. REW 6799; de ahí también el cast. sept. bruño, port. abrunho, gall. bruño, Sarm. CaG. 93r, A14r; éste cita la variante ambroiños y dice que en Orense oyó aplicar gruñeiros, y en otras partes bruñeiros a los almeces o lod(o)eiros (134r); los granitos o frutitas de las zarzas perrunas son también conocidos como gruños (134v) y una especie de endrina, negra y astringente, recibe el nombre de gruñolos (134v, 135v): en éstos hay contaminación de grano y grumo; en la b puede haberla del adj. bruno (que es también nombre del bruño, según la Acad.), o de lo demás que indica el REW.

Para la variante ciruella, cerollo, ceroja (quizá relacionada con el ceruleum del glosador), vid. ACEROLA. Muy extendida en los dialectos la variante fonética cirigüela (que pone Sarm. CaG. A14r entre los nombres de la ciruela, y sus clases, usuales en Pontevedra).

DERIV.

Ciruelo [h. 1400, Glos. del Escorial; comp. arriba ceruleum], comp. SANSIROLÉ; cirolero; ciruelillo; ciruelar f., ast., ‘ciruelo’ (V).

1 Hoy ár. š (ša) se emplea en todo el Norte de Marruecos en el sentido de ‘albaricoque’ (Marçais, Textes Arabes de Tanger, 484). Dozy, Suppl. II 742a cita nîsū en el Talibî, y afirma que viene del persa šū o ša ‘especie de ciruela’. Realmente, el Talibî, († 1038) era iranio, pero su obra léxica es una recopilación de fuentes diversas. ¿En cuál se fundaba en este caso?―

2 Acentuado vulgarmente DAMÁSCENA, por falsa latinización del gr. ƌαμασκƓνóς: de ahí fr. ant. davoisne; oc. ant. davaissa, avaissa; Rouergue abaisso (Thomas, Nouveaux Essais, 232).―

3 No de la endrina, como dice el DFa., aunque localmente se confunden. Pero como árbol es mucho más conocido y en muchas comarcas, no sólo el Pallars y Arán, donde me son familiares.