POMO, tomado del lat. PĶMUM ‘fruto comestible de árbol’, de donde las demás acs., por comparación; esta voz y sus derivados son en parte cultismos, en parte provincialismos, y lo demás se tomó del catalán.
1.ª doc.: Santillana (C. C.: Smith, BHisp. LXI); APal.
Escribe APal. «
cana mala son linaje de
pomos que tienen vellosa blancura y parecen canos» (55
b), «de aquella cibdad Cidonia... toman nombre vnos
pomos o mançanas de las quales se saca como manera de vino...» (74
d),
amala... en griego
pomos» (260
d), «todos los linajes de
pomos que se entienden por arbores son del género femenino» (370
b). Según muestra claramente el sentido amplio en que el vocablo aparece en el último pasaje, Palencia simplemente castellaniza la voz latina, pues fuera del rumano ningún romance ha conservado el sentido genérico del latín (el it.
pomo parece ser cultismo); es probable, sin embargo, que el lexicógrafo se apoyase además en la reminiscencia de un vocablo anticuado o dialectal. De todos modos,
pomo y
poma son ajenos a Covarr., Nebr., glos. de h. 1400 y a los principales autores medievales de quienes tenemos glosario; Covarr. los recoge, pero sólo muestra conocer como vivas las acs. traslaticias, pues es meramente etimológica su declaración de que «
poma vale mançana». Los tres ejs. de
pomo ‘fruto’ que
Aut. cita de autores del S. XVII, muestran con toda evidencia su carácter de latinismo, por el contexto de los mismos. Es probable que las acs. traslaticias, de las que no hay ejs. hasta fines del S. XVI, se tomaran del it. o más bien del cat., donde el vocablo es vivaz en el sentido de ‘manzana’, y donde ya aparece
pom d’espasa en doc. del S. XVI (¿o XIII?:
Col.
Arch. VI, 37, en Ag.), y con mucha frecuencia desde princ. del XV
1; en particular
pomo de espada no sale hasta Minsheu (1623), Oudin (con referencia a
poma de espada) y Saavedra Fajardo (1640), y es ajeno aun a Covarr.: lo castizo parece ser
puño o
guarnición;
pomo de esencias, etc., aparece primeramente en Fonseca (1596) y M. Alemán (Fcha.). Por otra parte, no hay duda de que
PĶMUM y el plural singularizado
PĶMA perduraron con carácter popular en alguna parte del territorio lingüístico castellano, especialmente en el Este y el NO.; las formas presentan en gran parte un cruce con
PRȢNA ‘ciruela’, voz también regional, y la facilidad misma con que cedieron al cruce se debe a su ausencia en el idioma literario y común, comp. los artículos
BRUÑO y
CIRUELA.
Pomada ‘compota de manzanas’ (o ¿‘cosecha de la manzana’?) en el leonés
Alex. («ochubre vendimiando y faziendo
pomadas» 612
d); «
pumas e muchas milgranas lo cercan de todas partes: non sé omne que se farte de las sus frutas tempranas» (
Canc. de Baena, p. 536), «
pomas e endrinas» (ibid. 534; otros en
RFE X, 124), «dos
pumas de parayso / las sus tetas igualadas» (Santillana,
Serranilla de las Hijas, M. P.,
Poesía Ár. 92)
2; hoy Albacete
puma ‘ciruela’ (M. P.,
Oríg. 413), nav.
poma ‘fruto agridulce del serbal’ (Pamplona, Montaña: Iribarren) y Azkue lo emplea varias veces como castellano (p. ej. en el
Supl., traduciendo
txildun «cierta poma silvestre» en Ulzama); gall.
poma ‘panoja,
caròcha’ (Vall.; Lugrís, 174;
DAcG. s. v.
casulo). Ast.
pumarón ‘variedad de manzana de color amarilla y muy gustosa’,
pumar ‘manzano’,
pumarada ‘manzanar’ (Vigón); en cuanto a
Pomar, habiéndose petrificado en la toponimia, tuvo mayor extensión (ejs. leoneses y del Norte en Oelschl., aa. 904 y 1011;
Pumar en 972, 1086 y 1210); gall. NE.
pumarega «pomar» > (en Mondoñedo, Sarm.
CaG. 236
v). Quizá sea también popular
poma en APal. («
fraga son
pomas silvestres», «
mala... son las
pomas redondas del fruto de los árbores» 168
b, 272
b) y en el Cartujano (S. XV:
Aut.); además acs. figuradas: ‘pomo de esencias’ (Covarr. y ejs. clásicos en Fcha. y
Aut.);
las pomas de Marsella ‘escollos elevados y sin vegetación’ en Espinel (1616), Rivad. XVIII, 459
a (< oc. o cat.).
DERIV.
Pomáceo. Pomada [1680, Aut.], del fr. pommade [S. XVI; Oudin no lo registra como cast. y traduce la voz fr. por cerillas]. Pomar (V. arriba); pomarada.
Pomelo ‘grape-fruit (Citrus racemosa)’ argentino (E. Acevedo Díaz, en Instrucción Pública, Buenos Aires, mayo de 1940, p. 28), tomado del ingl. (anglo-indio) pommelo (esdrújulo) ‘Citrus decumana’, en las Indias occidentales inglesas ‘Citrus racemosa’, que parece ser deformación del neerl. pompelmoes, y éste contracción del neerl. pompel ‘grande’ y limoes, tomado del port. limões ‘limones’3.
Pómulo [Acad. 1884, no 1843; ejs. de fin S. XIX en Pagés], tomado del lat. pōmŭlum ‘fruto pequeño’ (comp. fr. pommette, port. maçã do rosto, y reciente pômulo, it. zìgomo, menorq. mel, ingl. cheek-bone).
CPT.
Pomífero.
1 La popularidad y antiguas raíces de pom ‘pomo de esencias’ en este idioma se revela por el significado secundario que allí ha tomado pom, expresión normal de la idea de ‘ramillete de flores’. De ahí se tomó el murc. pomo, ya señalado por Aut. Además pom de llit ‘bola que remata un montante de cama’ [1575, Ag., s. v. pomp].― ↩
2 Esta metáfora quedó estereotipada en it. (i pomi), engad. y port. poma.― ↩
3 A pesar de las apariencias no tiene que ver, por lo tanto, con POMUM. Si tuviera la terminación -elo, indicaría un vocablo de origen portugués (ya que it. no puede ser por razones de geografía botánica). Pero el hecho es que pomelo no es portugués ni brasileño (falta Fig., Lima-B., L. C. de Morais, Taunay, etc.; sólo está, pero como voz jergal, en Viotti: luego es importación reciente del ingl. o del español rioplatense). Pomelo (NED) o pommelo (Hobson-Jobson) se ha empleado algunas veces en Inglaterra, pero sobre todo es voz del inglés de la India en el sentido de ‘Citrus decumana’, y del inglés antillano en el de ‘Citrus racemosa’ (en los EE. UU. sólo grape-fruit). Se documenta primeramente en 1858, en Inglaterra, como voz empleada «algunas veces», en 1859 con referencia a la China, en 1860 con referencia a Makian (¿Indonesia?). Se le ha atribuído origen tamul, pero las formas dravídicas que se citan, poomlimas (Ainslie), pumpalimas (1885), etc., son deformaciones de la voz neerlandesa o de sus adaptaciones malayas (pumpulmas, 1877), fr. [pamplemousse, 1666], ingl. [pompelmoose, 1696] o it. [pompelmo]. Como neerlandés cita ya el vocablo un autor inglés en 1661. La asimilación mp > m pudo producirse fácilmente en la pronunciación vulgar inglesa (que dice twenny por twenty, etc.). Además del NED y Hobson-Jobson, vid. Friederici, Am. Wb., 519-20, y Wartburg (en Bloch2; rectificando el étimo erróneo de FEW I, 229b). ↩