CHIRIVÍA, ‘Sium sisarum, hortaliza parecida al nabo’, de origen incierto, probablemente formado en hispanoárabe por un cruce entre una forma mozár. *chísera íd. (port. alchísera), procedente del lat. SISER, -ĔRIS, íd., y el árabe karāwîya ‘alcaravea, comino de los prados’, planta análoga a la chirivía.

1.ª doc.: cherevía, Berceo, S. Dom., 70d («no lo preciava todo quanto tres cherevías»); comp. Cej. VIII, § 30.

Está también nuestro vocablo en el Libro de Buen Amor, 1272a1, en Nebr. («chirivía, rayz conocida: daucus»), Laguna (1555), Covarr., etc. Se halla también en port. cherivia o cherovia, que Fig. da como palabra de la Beira y de Tras os Montes2; en cat. xirivia [«naps, xerevies, pastanagues», 1385, Eiximenis, Regiment, 26.13]; y en fr. chervis [eschervi(z), 1411; chervis, 1538]. Como en hispanoárabe Ǥiriwía no aparece hasta PAlc., es probable que en esta forma venga del castellano, como admite Dozy, Gloss., 254. Este autor fué el primero en hacer notar que el ár. karāwîya ‘alcaravea, comino de los prados’ (Carum Carvi), procedente del gr. κάρον íd., ha tomado además, en árabe, el significado de ‘chirivía’: así, p. ej., en Egipto (Bocthor) y en Siria (Mohit al-Mohit: Dozy, Suppl. II, 462b); las dos plantas son umbelíferas, se cultivan y tienen aspecto parecido. En tiempo de Dozy la fonética histórica romance estaba en sus comienzos y es disculpable el que este autor no viera dificultad en derivar el cast. chirivía del ár. karāwîya, cuando en realidad esta alteración de la k- arábiga no podría explicarse en castellano.

Sin embargo, los sucesores de Dozy han seguido aceptando su etimología sin objeciones: así Diez, Wb. 440; M-L., REW 4678a; Wartburg, FEW II, 3773. Este autor admite que el vocablo pasó directamente del árabe al Norte de Francia, donde cambió regularmente ka en che, y de allí se extendió a los demás romances. Sería difícil señalar en francés otros casos de voces arábigas que hubiesen participado en el cambio tan antiguo de CA en che, pero sobre todo no es posible admitir que el cast. chirivía, documentado desde princ. S. XIII, y el cat. xirivia, conocido desde 1385, y ambos mucho más próximos al árabe geográficamente, vengan del fr. (es)chervis, que no aparece hasta el S. XV. Es evidente que la verdad ha de ser la contraria.

Como por otra parte no me es conocida otra etimología posible para chirivía, y el parecido considerable entre esta palabra y el ár. karāwîya es demasiado grande para que una casualidad sea verosímil, la ch- castellana y la x- catalana se han de deber a un cruce, ya que no pueden explicarse fonéticamente. Ahora bien, Brotero (1804)4 cita alchisera como nombre portugués del Sium sisarum, junto con dos representantes del lat. SISER (o de su étimo el gr. σίσαρον), éstos de forma culta: sisaro y sisarão5. Alchisera, que deberá acentuarse seguramente en la i, es mozarabismo evidente por su artículo al- aglutinado, pero en cuanto al cuerpo del vocablo parece claro que ha de tratarse de la misma voz grecolatina: sabido es que el cambio de S en š mozárabe es normal y el paso de š- inicial a Ƈ- es fenómeno fácil y frecuente6. Luego es probable que karāwîya en su ac. ‘chirivía’ se encontrara en la Península Ibérica con un sinónimo mozárabe šísera o Ƈísera procedente de SISER, y que del cruce de ambas palabras resultara un hispanoárabe *šarawîya (Ƈ-), que explicaría nuestro vocablo.

En cuanto al primitivo karāwîya en su ac. ‘chirivía’, ¿llegaría a entrar en romance? Es posible que sí, aunque las pruebas son menos seguras por mucho más recientes: Mistral cita prov. escaravì y gasc. escarabì m., Colmeiro saca un cat. escaravies de las obras de Salvador (1712) y Pourret (1781-3)7, y Wartburg agrega, como nombre del Sium Sisarum, tolosano escarabido o escarabilo8. Estas formas, junto con las port. quirúvia y alquirivia, ya citadas, así como el port. chirivia ‘Carum carvi’ (Vieira), comprueban que hubo realmente una confusión mutua en la nomenclatura de las dos plantas, y por otra parte el marroq., argelino y tunecí zurūdîya ‘chirivía’ (Simonet, 249; Dozy, Suppl. II, 585) supone que además existieron cruces con otros vocablos.

Para terminar observemos que en la ac. ‘aguzanieves, pezpita, motacila’ chirivía9 [Nebr.] debe de ser debido al canto de este pájaro, que Aut. interpreta como chiriví. Según Correas (en Gili) el Comendador Griego la llama churuvía. Acad. cita además un extremeño chirivín ‘pájaro pequeño’. Para otro cherubía, que no sé si puede identificarse con el nuestro, vid. Gillet, Propal. III, 589.

1 «El primero [es decir: Enero] comia las primeras cherevías, / comiença a dar çanahorias a bestias de estabrías, / da primero faryna a bueys de erías, / ffaze días pequeños e madrugadas frías.».―

2 Moraes recoge cherívia (¿acentuación correcta?), con variante alquirivia. Vieira cherívia ‘Sium sisarum’, con variantes alcherêvia y alquerevia; y en el artículo chirivia distingue entre la chirivia propia, como «término de Botánica», nombre de la alcaravea, y chirivia aquatica ‘Sium sisarum’, chirivia hortense ‘Pastinaca sativa’. No se cita documentación antigua en portugués. Sarmiento († 1771) recoge chirivía, chereuvía, charouvía como nombres gallegos de la Pastinaca edulis, y ya en 1745 anotaba chiribías y charouveas (de aspecto antiguo y más original) como nombre gallego de las ‘chirivías’ (CaG. 92r, 94r); y Vigier (1718) da un port. chervi ‘Sium sisarum’, que debe de ser galicismo. Fig. registra además quirúvia ‘biznaga’ como voz antigua.―

3 La afirmación de este autor de que en árabe se distingue entre karāwîya ‘Carum carvi’ y karīwîya ‘Sium sisarum’ carece de base y parece debida a una mala inteligencia de las palabras de Dozy y de Baist, RF IV, 393, que justamente puso fuertemente en duda la etimología de Dozy. La 2.ª ac. sólo me consta para karāwîya, forma que significa también ‘Carum carvi’; hay, por lo demás, otras variantes fonéticas, además de estas dos: véase ALCARAVEA.―

4 Cita de Colmeiro II, 537. Saco otros datos de esta fuente (pp. 582, 520).―

5 Para otros representantes romances de SISER, vid. JARAMAGO.―

6 En cuanto a la -S- interna de SISER, en esta posición la palatalización mozárabe era menos frecuente, por las dificultades que ofrecía la sonora (comp. mi nota en RPhCal. I, 92). En efecto, los descendientes árabes de PISUM ‘guisante’ son de la forma bisalto, basil(l)a. Como el cambio de š- inicial en Ƈ- (ambos escritos x-) tiene carácter sistemático en valenciano y en otros dialectos catalanes, mientras es raro o inusitado en castellano, a no ser en voces muy tardías (CHIQUERO, CHARRÁN), deberá tomarse en consideración la posibilidad de que nuestro vocablo entrara en romance por el catalán. Nótese que entre los autores citados por Colmeiro acerca del cultivo de la chirivía en la Península Ibérica, tres se refieren a Cataluña, uno a Valencia, otro a Portugal, solamente uno a Andalucía, y ninguno habla del cultivo en el resto del territorio lingüístico castellano.―

7 Es verdad que Sallent (BDC XVII, 19) identifica esta planta con el Cachrys libanotis o cola de caballo, perteneciente a la familia de las esmirnias, pero esta obra no siempre es de fiar, y quizá se trate solamente de una interpretación fundada en el parecido casual con el port. erva isqueira ‘Cachrys pterochlaena’ (Colmeiro II, 622-3).―

8 Es cierto que también cita en esta ac. la forma bearnesa escarbielho (Lescun), pero Rohlfs, en quien se funda, dice que es el comino de los prados o alcaravea. Confusiones semejantes pueden haber ocurrido en otras de estas formas romances en ca; de todos modos, el nombre inglés de la chirivia skirret, que es ya skyrwyt en inglés medio (Skeat), parece indicar que dialectalmente existió un *eskerwiz en francés medio. El fr. girouille, prov. girouio, Delfinado chiroulo, ‘Sium sisarum’, ‘zanahoria’, recogido también por Wartburg, me parece resultar de un cruce entre chervis y citrouille.―

9 Según Castro, se refería al mismo la glosa «cherevía: filium» del Glosario del Escorial (h. 1400), que él interpreta como errata por frigilium.