CAPUCHO, del it. cappuccio íd., derivado de cappa ‘capa’, que en latín designaba un capucho o una capa provista de capucho.

1.ª doc.: 1403, invent. arag. (BRAE IV, 524); 1514, Lucas Fernández; hay algún otro ejemplo del S. XVI, pero todavía en 1570 Cristóbal de las Casas no emplea capucho para traducir la voz italiana ni lo registra Covarr. en 1611.

El it. cappuccio es usual desde los orígenes del idioma (Dante, Boccaccio, etc.). Baist, RF XXXIV, 468, estudió la historia del vocablo. De sus informes resulta que en bajo latín capucium o caputium aparece por primera vez en Sicilia h. 1100, y se hace palabra muy frecuente en todas partes desde la fundación de la Orden Franciscana en 1210. Este acontecimiento fué causa de la difusión internacional del vocablo: cat. caputxo [1433; -uxo, h. 1415, S. Vicente Ferrer, RABM VIII, 125; en el Tirante, 1460-90: ejs. dudosos, que podrían ser de caputxó; pero el pl. caputxos en doc. de 1481, publ. por Moliné, ed. del Consulado de Mar, p. 232, es inequívoco], fr. capuchon [1542; capuzze f., 1606], port. capucho [varios ejs. de med. S. XVI]. Por lo demás aparecen testimonios tempranos de capucium, -tium, en textos del Norte de Francia, Poitou y Auvernia, independientes todavía de la fundación de San Francisco, lo cual indica que el vocablo se creó en otras partes del mundo romance, si bien en estas zonas no parece haber sobrevivido en los dialectos modernos. Así lo confirma el mozár. kabbûs, qapûƇ, kanbûš, ‘capucho’, ‘gorro’, ‘toca’, ‘antifaz’, ya documentado en España en los SS. XII y XIII y en Marruecos desde fines del S. XII (V. CAMBUJ) 1, que por lo tanto ha de ser anterior a la difusión de la Orden franciscana, y de formación indígena. De este vocablo mozárabe procede seguramente el cast. antic. capuz [Ordenam. Real de med. S. XIV; invent. de 1378: BRAE IV, 349; muy corriente hasta el S. XVII], que además de las mismas acs. que capucho y otras análogas, aparece en portugués y en el doc. castellano más antiguo en el sentido de ‘CAPELLAR morisco’, y luego (SS. XV-XVII) en el de ‘vestidura de luto en forma de capa con capucha’, sentido procedente del anterior2.

En cuanto al origen de cappuccio y su familia romance, suele admitirse generalmente que es derivado de CAPPA, solución muy satisfactoria en lo semántico teniendo en cuenta el significado latino de esta palabra. Pero Du C. creyó que el romance y bajo lat. capucium, -utium, y el lat. capitium, tenían ambos el mismo sentido, que podía ser ‘abertura de la túnica, o capa, para pasar el cuello’ o bien ‘capucho’, y Baist dedujo de ahí que cappuccio no viene de CAPPA, sino de CAPITIUM, derivado de CAPUT, cambiado en *CAPUTIUM por influjo de su primitivo, y luego con -pp- por influjo de CAPPA. Sólo un estudio monográfico de la cosa y de la palabra, que podría ser buen tema para una tesis doctoral, permitirá resolver inapelablemente el problema, pues no es inconcebible que de esta abertura se pasara a designar el capucho contiguo. En realidad la gran mayoría de los ejs. de capitium ‘capucho’ pertenecen a autores medievales muy recientes, y probablemente son latinizaciones arbitrarias del romance cappuccio; en cuanto al latín clásico, capitium significaba ‘abertura para pasar la cabeza’ y también una ‘túnica de mujer caracterizada por su abertura ancha’; quedan un par de ejs. tardíos, en Nonio (S. IV), en los metrólogos (SS. VI y ss.) y en glosas, que por lo demás no son enteramente claros, donde parece tratarse de algo que cubre la cabeza, pero quizá sea, a pesar de todo, la 2.ª ac. (vid. ThLL.). El ej. del fr. ant. chabutz (1469) ‘abertura para la cabeza’ está muy aislado, aunque puede agregársele uno de caputium en un texto parisiense de 1134 y otro en griego medieval, citados por Du C. (ed. Niort, II, 155c), donde es clara esta misma ac.

En definitiva resulta probable la etimología CAPA (para la terminación masculina, comp. capote), con algún encuentro semántico con CAPITIUM. Comp. CAMBUJ.

DERIV.

Capucha [med. S. XVII: Moreto], probablemente formado en España (el cat. caputxa es más frecuente que en castellano), pues el it. antic. cappuccia es raro; habiéndose sentido capucha (por no ser antiguo en el Norte peninsular el sufijo -ucho, engrosado por mozarabismo al terminar la Reconquista) como una especie de compuesto haplológico cap(a)-pucha ‘pucha de una capa’, se extrajo de ahí un gall. pucha ‘monterita o el casquete de ella’ y pucho ‘bonete o casquete’, Sarm., CaG. 184v. Capuchino [1604: Quijote], del it. cappuccino, formado cuando la creación de la Orden, en 1526, por M. Baschi. Capuchina. Capuchón [S. XIX]. Encapuchar.

Derivados de capuz (V. arriba): capucete, capuceta, encapuzar.

1 A la documentación allí citada puede agregarse Capocho, nombre de persona en documento mozárabe toledano de 1216 citado por Oelschläger.―

2 Nótese además el significado ‘muñón’: «el cuerpo sin cabeza corriendo sangre, y el tronco con capuz y la cabeza de por sí», Vélez de Guevara, El Catalán Serrallonga, Rivad. LIV, 584c. Procede de la idea de ‘persona encapuchada, sin cabeza visible’. De oc. capùs ‘tronco, pie de yunque’, ‘parte inferior de un tronco de árbol’, que quizá coincide con la voz castellana casualmente, traté en mi Vocabulario Aranés, y pienso tratar más detenidamente en la edición ampliada de esta obra.