CAMARANCHÓN, ‘fortificación superpuesta a un edificio’, ‘construcción supletoria en la parte alta del mismo’, ant., ‘desván de la casa, en lo más alto de ella, para guardar trastos viejos’, mod., tuvo antiguamente la forma caramanchón, que sería del mismo origen incierto que ENCARAMAR, probablemente del lat. CAMĔRAcúpula’ en el sentido de ‘remate de un edificio’.

1.ª doc.: caramanchón, h. 1350, Crón. de Alfonso XI; camaranchón, 1604, Quijote I, cap. 16 (pero caramanchón, en el cap. 32 de la ed. príncipe, corregido en la de 1615), 1611 (Covarr.). La grafía camaranchon de un doc. de 1526 (BHisp. LVIII, 357) debe comprobarse.

A. Castro, Glos., p. 217, partiendo de la glosa «caramanchón: fala» (‘torre de madera’, ‘andamiaje’) del Glosario del Escorial, y de la ac. ‘fortificación superpuesta a un edificio’ que tiene el vocablo en la Crón. de Alfonso XI1, y refiriéndose al salm. encaramanchar ‘saltar a un lugar alto’ (Lamano), afirma que el vocablo debe separarse de CÁMARA y relacionarse con ENCARAMAR, caramillo y arag. caramullo. Carolina Michaëlis, RL III, 136-8, había estudiado el port. ant. caramanchão ‘pequeña obra avanzada de fortificación’, ‘mirador en forma de torreón minúsculo’ [S. XV], hoy ‘edificación hecha con listones o estacas y revestida de trepadoras, en un jardín’, variante caramachão2, port. caramanchel ‘construcción de listones o cañas en los emparrados, en forma de peonza o como el remate de una tienda de campaña’ [1664], variante caramachel. Según indiqué en AILC II, 183-84, del portugués o del leonés procede el cast. mar. caramanchel ‘cubierta fija o móvil a modo de tejadillo, con que se cierran las escotillas de algunos buques’, hisp.-am. y and. caramanchel ‘caramanchón, desván, buhardilla’ (Costa Rica, Norte de Colombia), ‘tugurio, choza, chiribitil’ (Colombia), ‘tienda portátil donde se venden baratijas’ (Ecuador), ‘galpón pequeño, ramada, rancho’ (Chile), carabanchel ‘figón’ (Bolivia), ‘cueva practicada en el campo, que sirve de refugio’ (Arg.); para la relación con caramillo y encaramar nótese especialmente la ac. venezolana ‘montón desordenado de cosas, balumba’; con caramachel y encaramar quizá se relacione el ibic. encaramasellá ‘trepar’ (Pz. Cabrero). Parece claro que caramanchón y caramanchel vienen de la forma caramachón (-ão), caramachel, documentada en portugués, por propagación de la nasal, como corpanchón sale de corpachón, con el mismo sufijo que bonachón, etc.3. En cuanto a la etimología, la sucesión cronológica de las variantes y de los significados parece dar razón a Castro. Pero claro está que el antiguo caram- podría salir de un más antiguo e hipotético *camar-, y relacionarse éste con CAMRA en su ac. etimológica ‘bóveda, cúpula’: todo dependerá en definitiva de la solución que se dé a la etimología de encaramar y caramillo, que Castro deja en lo hipotético, rechazando, sin embargo, el étimo CALMUScaña’ de G. de Diego; en efecto, aunque el étimo CALAMŬLUS es bueno en el caso de CARÁMBANO, los obstáculos fonéticos son insuperables en lo que afecta a encaramar. En cambio, es probable que éste (V. mi artículo) salga de CAMRA, y lo mismo creo se aplica en definitiva, a camaranchón, puesto que no hay otra solución razonable.

El sufijo de caramanchel indica origen mozárabe: será forma procedente del Sur de Portugal, quizá lisboeta. Los cat. *camaranxell, -xall, son invención de GdDD 1315. No puede rechazarse del todo la posibilidad de un origen prerromano, en vista de los Carabancheles madrileños, que M. P. (El substrato mediterráneo occidental, pp. 10-11) deriva de una palabra iliria o lígur, conservada en el nombre de los Karawanken austríacos, cuyo significado sería ‘piedra’, pues se pudo llegar a caramanchón por cambio de sufijo y, semánticamente, pasando por ‘solapo de roca’ y ‘cueva’ (así en la Arg.). Pero esta complicada posibilidad no es verosímil4.

1 También en el pasaje de Clavijo (1406-12) citado por el DHist., cf. «en el dicho castillo... estauan las casas en que moraua gente; e desta çerca adelante subía la cuesta más alta; e estaua luego otra çerca con sus torres e caramahanchones que salían faza la primera çerca», Clavijo, Embajada a Tamorlán, ed. Lz. Estrada, 101.15. En el pasaje de Fr. L. de San Nicolás aducido por el DHist., se trata también de construcciones en el tejado de un edificio. En el Vergonzoso en Palacio (I, 478) y en la Villana de Vallecas (II) de Tirso, puede ser esto mismo, o ya ‘desván junto al tejado’. En Lz. de Arenas (cap. 16, pp. 38, 174), es ‘desván que se forma debajo de la armadura sobre el techo del último piso’. Todos estos textos traen unánimemente la forma caramanchón, que sigue siendo predominante o corriente hasta princ. S. XIX (Jovellanos).―

2 No hay camaranchão en portugués, por lo menos en el idioma antiguo, pues el ej. del S. XV que cita Moraes, está trascrito inexactamente; en realidad el texto trae caramanchão.―

3 Baist, KJRPh. IV, i, 312, postulaba un *CAMARUNCULA, analógico de MANSIUNCULA, pero es innecesario.―

4 Otra idea posible indica Simonet, s. v. caraball, al relacionar con CARBUSembarcación de mimbres forrada de cuero’ (V. CARABELA).