CAÑA, del lat. CANNA íd.

1.ª doc.: 1070, Oelschl.

Hay muchas acs. figuradas y secundarias, entre ellas and. caña ‘cierto canto flamenco’, que no hay por qué derivar de un ár. *ġánniya (sólo conozco ġínà y ġúnna ‘canción’), como quisiera Estébanez Calderón, Escenas Andaluzas (ed. 1926), p. 247. El ast. caña es ‘rama de un árbol o arbusto’ (V). Aunque la forma portuguesa y gallega es cana, en algunas acs. penetró la castellana en Galicia y aún en Portugal desde fecha no reciente y también allí alcanzó cierto arraigo: caña ‘corazón, médula de los vegetales, tuétano de los huesos’ (DAcG.). En las palabras gallego-portuguesas en cañ- no siempre se puede distinguir con facilidad lo que viene de ahí de lo derivado de un preliterario canha ‘perra’ lat. vg. *CANIA (vid. CAN), de donde deriva claramente el pg. canhol ‘cachorro’ y seguramente el port. canhoto ‘zurdo’. En gallego no sólo hay caño y cañón en ac. seguramente de procedencia castellana, sino que cañota y cañoto con acs. vegetales (derivadas también del viejo castellanismo) se difundieron pronto y se han vuelto castizos (citas de Sarm. y Curros en DAcG.), en particular cañotos «raíces o nabos viejos de las cañas para quemar», «tala del juego de niños» (Sarm. CaG. 196r); en cambio, en la frase P. ja vezou o pan da cañota: ‘ya se metió a truán, mendigo y vagamundo’ (CaG. 202v) vendrá del preliterario caña ‘perra’.

DERIV.

Cañada ‘valle poco marcado’ [h. 1460], así llamado porque se distingue principalmente por ‘el cañaveral que sigue su fondo’1, ‘vía para el ganado trashumante (porque en general sigue las cañadas)’ [doc.: 1295-1317: Mem. de Fernando IV; otro doc. de 1304, J. Klein, The Mesta, p. 374], ‘derecho que se pagaba para servirse de ella’ [doc. 1284-95, en Castro, Glos., p. 165]; en estas acs. el vocablo es también valenciano, canyada, maestr. canada: éste ya figura en la Crón. de Jaime I (fines del S. XIII); ‘tuétano del hueso’ [1325-6: J. Manuel; comp. A. Castro, RFE XII, 404], hoy empleado en Asturias (Rato); de esta última ac. vendrá cañadilla ‘múrice comestible de la púrpura’ [1877], que seguramente es también voz del Cantábrico. Cañal o cañar; y de ahí cañaliega ‘cerco de cañas que se hace en los ríos para pescar’ o cañariega ‘canal que se abre en las pesqueras de los molinos’ (salm.). Cañarí adj. ‘hueco como una caña, vano, insustancial’, and. (en el antequerano Pedro Espinosa, obras de 1605 a 1625; falta aún Acad. 1884), derivado mozárabe con el sufijo arábigo y el sufijo auxiliar -ar-; éste aparece también en cañariego ‘que muere en las cañadas o va por las cañadas’. Cañazo. Cañedo. Cañero ‘que trabaja en cañas’. Cañeta. Cañifla ‘brazo o pierna flacos’ costarr., hond., comp. cat. canyiula íd. Cañilla chil. Cañinque. Cañista. Cañocal, mar., ‘(madera) que se raja fácilmente’ [1831], quizá del cat. canoca (-ny-) ‘troncho’, ‘tallo de espadaña, de maíz, etc.’; cañocazo. Cañota. Cañucela [Salvá, ¿ed. 1830?], será forma del castellano de Galicia. Cañuela. Descañar. Encañar ‘poner cañas o palos’, ‘formar caña’; encañado ‘enrejado’, encañador, encañadura. Escañar arag. ‘ahogar’, prolongación del cat. escanyar, ‘estrangular, asfixiar, ahogar’, port. esganar ‘estrangular’, gall. esganar ‘ahogar apretando la garganta’, esgano ‘sanguina trimarcha gorgelata, insecto’, esganifar ‘rasgar’ (Vall.), escanifado ‘roto o descosido’ (Sarm. CaG. 182v) (lo cual en catalán se dice espellifat (de pell ‘piel’), de modo que quizá haya cruce y no derivación en escanifado), derivados de caña [1555: Cauliaco, Laguna] en el sentido de ‘tráquea’.

Cañizo; port. caniço, gall. canizo ‘cañizos que se ponen al carro’ (Sarm. CaG. 95r), ‘id. con que se allana la tierra’ (95v), ‘una como estera de cañas con la que se hacen apartamentos’ (157v); cañiza; cañizal, cañizar; cañiceras; encañizar, encañizada. Debió de existir ya un lat. vg. *CANNզCIUM, que aparece con los sentidos análogos en el cat. canyís y el port. caniço, pues el gall. caínzo (y aun algunas otras, como el cat. canó, canuda, etc.) supone necesariamente una variante vulgar *CANզCIUM, con una reducción fonética que aparece en otros vocablos con -NN- o -LL- en condiciones parecidas como ocurrió con CANALIS ~ CANNALIS (vid. aquí BALLESTA), reducción dependiente del sistema fonemático pre-clásico; caínzo es ‘tejido de varas para secar las castañas y para otros menesteres’ ‘especie de grada para alisar la tierra’ ‘adral de carro’ (DAcGall.; vid. también Sarm. CaG. 162r); también se emplea canizo en algunas acepciones, en Tebra con la de ‘hórreo’, pero esto también se dice caínzo en Lugo y quenzo en Láncara (El. Rdz.). Acañizar, encañizar ‘azuzar’ V. CAN.

Caño ‘tubo para un líquido’ [Alex.], ‘tubo de instrumento de viento’ [J. Ruiz], ‘pasaje subterráneo’ [Cid]2, ‘albañal, cloaca’ [Nebr.; hoy judeoespañol, con derivado encañar ‘enlodar’: Yahuda, RFE II, 363]. Caño es el vocablo más usual para ‘arroyo’ o ‘torrente’ en Colombia: lo he oído a gente de Bogotá y del Cauca; en los mapas a 1:250.000 y 1:500.000 se ven muchos en las partes lindantes entre el Sur y Centro de Cundinamarca, Boyacá y los Llanos. Esta formación masculina es exclusiva del español y el port. cano, sin embargo se halla también can del col ‘tráquea’, en el Prothesilaus, texto normando o picardo de fines del S. XII (ASNSL CLI, 275; ZRPh. XLIX, 610); gall. canos ‘troncos secos de los tojos viejos que crecen mucho y se llevan a la Coruña para quemar’ (Sarm. CaG., 214v). Cañero ‘el que hace cañerías’. Cañería [h. 1600: Fr. J. de los Ángeles, B. de Valbuena]. Cañete. Encañar ‘hacer pasar por caños’; encañado ‘conducto’, encañadura. Sobrecaña. Gall. canear: verbo de viñaderos ‘poner estaca a la vid’ (Sarm. CaG. 207r). Gall. caneira ‘el chorro de agua que entra en las heredades y el agujero por donde entra’ (Sarm. CaG 211r), caneiros ‘los canales o canizos de los ríos, para la pesca’ (ib. 211r).

Cañón [h. 1400: Glos. de Toledo, en la ac. ‘cañón de la pluma’, Canc. de Baena, p. 105, en la de ‘pelo recio de la barba’], la ac. ‘tubo para lanzar proyectiles’, ‘pieza de artillería’ [1535; Fz. de Oviedo] fué imitada quizá del it. cannone (de donde viene también el fr. canon, ya en 1339); para cañón ‘desfiladero’, vid. artículo aparte. Cañonazo. Cañonear, cañoneo. Cañonero, cañonera, cañonería. Encañonar (encañonarse las aves ‘echar pluma’ ya en Nebr.).

Canaula o cañabla ‘collar del ganado’ arag. (M. P., RFE VII, 25), del lat. tardío CANNABŬLA [S. V], derivado de CANNA en el sentido de ‘tráquea, cuello’; para otros representantes romances, vid. REW 1600; FEW II, 214-5; Rohlfs, Le Gascon2 § 327. Como no es cierto, pese a GdDD 1360, que canaula signifique ‘ronzal o cabestro’ (la cañabla o canaula no es de cuerda, sino de madera), no hay que pensar en derivarlo de CANNABIScáñamo’.

Cultismos: canáceo; cánula, del diminutivo cannŭla; canular. Comp. GAÑOTE.

CPT.

Cañacoro ‘canácea cultivada en España, pero oriunda del Hindostán, caracterizada por un fruto en forma de cuentas de rosario’ [1780: Palau, en Colmeiro, V, 53], del lat. moderno botánico cannacorus (Quer: 1762-4), más antiguamente acorus calamus (en el portugués García da Orta, S. XVI: C. Michaëlis, RL XIII, 283n. 8), compuesto con acŏrus ‘ácoro, especie de espadaña’, gr. ıκορος; para denominaciones de la misma planta en portugués y en la India, vid. Dalgado s. v. erva conteira. Cañaduz, and., colomb., compuesto con el ant. duz ‘dulce’; cañaduzal. Cañafístula [cañafístola: Nebr.; cannofistola, h. 1400, Glos. del Escorial], con el lat. fistŭla ‘tubo’, ‘flauta’, ‘caña para escribir’.

Cañaheja [ cuarto S. XIV: Libro de la Montería, citado por C. Michaëlis, RL XIII, 297n.3]3, compuesto con FĔRŬLAplanta de tallo largo’, ‘varita’, comp. cat. canyaferla; las varias formas dialectales se explican fácilmente por la base latina: de cañahierla salió *cañahielra por una trasposición de tipo corriente, de aquí cañalyerra (h. 1400: Glos. de Toledo), y cañijierra, -cierra, -sierra en Cespedosa de Tormes (RFE XV, 146) o *cañilra > cañilga (Colmeiro, en DHist.); por otra parte cañahierla pudo reducirse a *cañierla > cañirla (Calderón); una forma semiculta cañaherla [Ruizes de Fontecha, 1606, en Colmeiro, V, 629] dió cañerla [Moratín], de *cañahelra salieron cañaherra4 [Nebr.; Velasco, Ortogr. Cast.], b. arag. cañaferra (L. Puyoles-Valenzuela), soriano cañiguerra (G. de Diego, BRAE VII, 259), o bien cañajelga (Barnades, padre, 1771), cañelga (Moratín). Las más difíciles de explicar son la forma portuguesa canafrecha [1718: Vigier; Moraes; nombres de lugar Cannafichal, Cannafrexal, Cannaficheira], gall. canifrecha (1794: Sobreira), cast. dial. cañafleja (Gómez Ortega, último tercio del S. XVIII), y la castellana normal cañaheja, sobre todo teniendo en cuenta que Nebr. y PAlc. escriben cañahexa5 (salm. cañajeja, -aleja: Lamano)6; desde luego no es posible, y tampoco serviría fonéticamente, admitir un tipo *FERէCŬLA > *FERCŬLA, según quieren Diez y C. Michaëlis; para el portugués podríamos admitir como base FէSTŬLAflauta’, ‘tubo’, pero esto no nos explicaría el cast. cañahexa: habrá más bien influjo de otras palabras por etimología popular, flecha en la forma portuguesa y otra incierta en la castellana, comp. alteraciones como las cat. canyafera, canya-xiula (?), val. canyaferta. Acaso CANNA FէSCLA (< FISTULA) se convirtió en C. FէXA por etimología popular.

Cañahueca. Cañamiel, cañamelar. Cañarroya (comp. «cañarroja ierva: perdicium, helxine», Nebr.).

Cañavera ‘caña’, ‘carrizo’ [Berceo]7: el origen de la segunda parte es incierto, probablemente de AVNAtallo de paja de avena’, ‘flauta hecha con este tallo’, ‘flauta’, quizá agregado para evitar la confusión con *caña ‘perra’; comp. langued. ant. cañavera [Matfré Ermengaut de Beziers, † 1322], hoy conservado en el Languedoc, Gascuña y Lemosín (FEW II, 199b, 207a), cuya e prueba que se trata de la terminación lat. -RA o -NA y no de -ARIA, si bien en algunas hablas modernas (y ya en el Elucidari, de 1315-43) se introdujo la forma analógica canaviera, fácil de explicar por el influjo de este sufijo corriente8 (no conozco un cat. *canyavera que algunos citan y aunque hay un gall.-port. ant. canaveira, es forma rara: GralEst. 256.4); por otra parte port. cañavera [1318: Mestre Giraldo; también canavee, es decir, canavé, con el paso de -ea a , normal en portugués, comp. ralé, galé, etc.]9, con los derivados canaveal ‘cañaveral’ (canaval en Gil Vicente, Inés Pereira, ed. princ. f° CCXVI v°a), canavear ‘cañaverear’, y gall. canivela sería «caña pequeña» según Sarm. (CaG. 78r), canavèla ‘trozo de caña pequeñito abierto por los coheteros’ (Vall.) acaso sea realmente pequeño; pero lo seguro es que aquí tenemos vieja disimilación NN-N > n-l en CANNA AVENA. C. Michaëlis, RL XIII, 277-8, vacila entre VRA y AVNAavena’, ‘paja de avena’, ‘flauta, chirimía’, para la explicación de estas formas, que evidentemente son inseparables de la castellana y occitana; todas ellas deben explicarse, ora por AVNA, con disimilación en -r- o en -l- o caída regular de la -N-, ora por VRAverdadera’; como en este caso sería absolutamente inexplicable la forma portuguesa (no cabe hablar de un «cambio de sufijo», ya que -ea no es sufijo portugués) vale más adoptar la otra alternativa admitiendo que se agregó AVNA como sinónimo para evitar ambigüedades, pues caña significa en la Edad Media y hoy todavía en Asturias ‘tallo o rama de cualquier planta’ y significó también ‘hembra del perro’10; cañaveral, que hoy funciona como colectivo normal de caña [h. 1250: Alex., Calila], cañaverada; acañaverear [h. 1572: Hurtado de Mendoza], también cañaverar o cañaverear ‘someter al suplicio musulmán de clavar pedazos de caña’; cañaverero, cañaverería.

Cañihueco. Cañilavado. Cañivano.

1 La Acad. [falta aún 1884] registra también encañada en este sentido.―

2 Ejs. en DHist., 13, y en M. P., Cid, s. v. Además, Alex. P, 2149b; Berceo, Sacrif., 16b. Hoy es aragonés, aplicado especialmente a la madriguera de los conejos o a una cueva para refrescar la bebida. Comp. Pallars y Alto Urgel canya ‘madriguera de los animales salvajes’, vid. BDC XXIII, 281. Creo que viene del mozárabe el val. cano que designa un dispositivo importante de las viejas acequias del centro del País, cuyo significado preciso varía según los lugares: en la mayor parte es el paso de una acequia bajo un barranco o bajo otra acequia, o del barranco bajo ésta; en otros es un lugar donde se distribuye el agua de una gran acequia en varias acequias menores. En el pueblo más elevado de la Ribera Alta del Júcar, Sumacárcer, no se emplea la palabra cano, pero calipont es una especie de puente por donde un barranco cruza por debajo de una acequia. Este compuesto permite rechazar la idea de los que han creído que cano venga del cultismo helénico canon, pues calipont ha de ser alteración disimilatoria de un *canipont formado con el genitivo CANNI PONTEM ‘puente del caño’.―

3 Pero según el DHist. lo que trae este texto es cañahierla.―

4 Quizá de una variante *canajerra saldría *carraneja y carraleja, que registra Aut. Pero comp. el salm. cañaleja citado luego.―

5 Esta forma y la gall.-port. canafrecha, -nifrecha, -nafichal, parecen hacer pensar que sea lo mismo el gall. caneja o canexa, aunque es nombre de pez: ‘especie de mielga, distinta del cazacú y que se consume fresca mejor que curada’ Sarm. (CaG. 82r, 80v, A16r) sólo tiene noticia de ella indirecta. Seguramente de este nombre de pez, por cruce con boto ‘pez más pequeño, pero semejante al delfín’ (vid. BUDIÓN), saldría el gall. y cast. cañabota «pez muy feo», «del cuerpo de merluza» Sarm. a. 1745 (CaG. 85r y p. 121), nombre empleado también en Andalucía, Canarias y Cuba («hexanchus griseus» Lozano, Nomencl. Ictiol); no aseguro que no se trate del preliterario caña ‘perra’ + bota ‘roma, achatada’.―

6 Este detalle basta para descartar el cruce con REGŬLA que sugiere Max Steffen (Rev. de Historia de la Univ. de La Laguna, abril-junio 1944). Aunque cañaheja se halle realmente en el Libro de la Montería, no prueba nada esta edición de grafía modernizada.―

7 A los ejs. antiguos que cita el DHist., pueden agregarse Castigos de D. Sancho, p. 147; Lucidario (S. XIV), RFE XXIII, 32. La ac. ‘carrizo’ sólo puede documentarse con seguridad en textos modernos. Mientras que los glosarios de Toledo y del Escorial, APal. (118d) y Nebr., traducen cañavera por arundo ‘caña’.―

8 Del mismo modo canaviera en el asturiano de Villapedre (M. P., Dial. Leon., § 4.2) corresponde a -ARIA.―

9 Por lo tanto no debe pensarse en un genitivo CANNA AVENAE, según hace D.ª Carolina.―

10 Comp. el vasco kardabera ‘cardo’, que el FEW II, 371b, 373a., compara con Aveyron cordobel(o), pisano ant. cardavella.