BATIR, del lat. BATTUERE íd.

1.ª doc.: Cid.

Verbo de vida poco vigorosa en cast. y port. (bater), mucho menos que en los demás romances (cat., oc., retorrom. batre, fr. battre, it. battere, campid. bàttiri, rum. bate)1, que manifestó tendencia desde el principio a emplearse sólo en acs. especiales, militares y técnicas, esp. ‘acuñar (moneda)’; la ac. ‘pelear, reñir’ del reflexivo batirse es galicismo que aparece a fines del S. XVIII: Terr. la califica de nuevamente introducida. En el S. XIII coexiste en el infinitivo la forma etimológica bater con batir: emplean aquélla el Alex. (combater O y P, 1833c; también Berceo, S. Lor. 71) y las Partidas, mientras que Berceo tiene ya varias veces batir (en rima en S. Dom. 560). Cuervo, Dicc., I, 858-62.

Como según todos los indicios, el lat. battuere era vocablo de alcurnia céltica (quizá propagado por los gladiadores) no es extraño que vuelva a mostrar más vigor en el extremo Oeste, donde bater, es frecuente en portugués clásico, ya figura en las Ctgs. (237.87) y hoy se presenta en gallego con igual amplitud fraseológica que en catalán y galorrománico: «bater o corazón», «cando bate o sol no lombo dun burro», «baten o cabezal do cadaleito contra o pé das cruces de pedra» Castelao 112.16, 142.25, 125.21.

DERIV.

Batidor [Nebr.], particularmente ‘explorador’ [1644]. Batiente [de puerta: Nebr.]. Batida ‘acción de batir el monte para que salga la caza’ [1644], antiguamente batuda ‘huella, rastro’ (Berceo); la ac. ‘serie de saltos en el trampolín’, ya Acad. 1884, parece de origen forastero. Abatir [Cid; Cuervo, Dicc. I, 39-43]; ast. ‘pasar la grada a la tierra, para sembrar’ (V); abatimiento [1460]. Combatir [Berceo]; combate [Nebr.]; combatiente [1601], antes se dijo también combatidor; combatividad [Acad. ya 1936], derivado de combativo, que todavía no admite la Acad., imitados del fr. combativité [1845], combatif [fin S. XIX]. Debatir [Berceo]; debate [1392, BHisp. LVIII, 87; 1490, Celestina]. Embatirse ant. ‘embestir’ [dicho del jabalí, APal. 424b]; embate [APal., 163b, 164d]. Esbatimento [1633, Carducho, vid. Terlingen, 109-110], del it. sbattimento ‘sombra que hace un cuerpo sobre otro al taparle la luz’, derivado de sbattere ‘golpear’, ‘dar (la luz)’; esbatimentar; probablemente del imperativo del mismo verbo italiano vendrá el germanesco esbate ‘está quedo’ (que la Acad. acentúa arbitrariamente ésbate), registrado por J. Hidalgo (1609): la idea fundamental sería ‘cierra la puerta’ > ‘cállate’. Esbatullar ‘batucar’ ast. (V). Rebatir (APal. 293d); rebatible; rebatimiento.

CPT.

Baticola [Acad. ya 1884; Terr. da baticol como voz de las Montañas; para la Arg., vid. Tiscornia, M. Fierro coment., Vocab.]. Baticor ‘pena’ [Berceo S. Or. 113, y en el ms. aragonés del Alex. 829, 1820; O emplea otras palabras], tomado del cat. baticor ‘aceleración de los latidos del corazón’, ‘desmayo’, compuesto con cor ‘corazón’. Baticulo ‘golpes en el culo’ [1517; la ac. náutica, 1831]; F. Delicado (1528), en La Lozana Andaluza, ed. 1871, p. 47, lo emplea como nombre de un vestido al que llama también batirrabo: Covarr. dice que es un velo blanco de que usan las matronas romanas y que tiene muchos pliegues de la cintura abajo (comp. it. batticulo, ‘pieza de la armadura que cubre las partes posteriores’ en Lippi, † 1644), y afirma erróneamente que es corrupción de βαȎύκολπος ‘de pliegues hondos’. Batihoja [Nebr.]; arag. batifulla [1625] tomado de la forma catalana de la misma palabra. Gall. bate-bate ‘instrumento de muchachos para meter ruido en las tinieblas [de Semana Santa]: tabla con un macito como un eje, que va batiendo en ella’, Sarm. CaG. 118r. Además vid. BATALLA, BATERÍA, BATIPORTE, BATO, BATOJAR , BATURRILLO, BATUTA.

1 Que el lat. vg. battuere, de cuya etimología se ha dudado largo tiempo, era préstamo del céltico, parece cada vez más claro, en vista del gálata κονβατιακóς y del latín de Roma anda-bata ‘gladiador’; y así lo admiten Pok. IEW, 111, y en general los celtistas, como Horst Schmidt (V. las citas de éste en IdgF. LXXXIV, 1969, 209). Y tal vez la débil popularidad del vocablo en iberorrománico frente al galorrománico esté en relación con ello. En latín debió entrar como término de gladiadores, que a menudo eran prisioneros celtas.