Arriaga (1896) menciona como aplicado al aldeano que visita Bilbao. También se emplea en Chile, Colombia y Honduras (Cuervo,
Ap., § 537; Toro,
BRAE VI, 299), así como en caló catalán y en Mallorca (Alcover), donde ha de ser de origen castellano. Parece ser derivado regresivo de
batueco ‘huero (aplicado al huevo)’, usado en el Alto y Bajo Aragón y en Navarra (Borao, a. 1859; Torres Fornés;
BDC XXIV, 161; Rohlfs,
RLiR VII, 157; Kuhn, ibíd. XI, 187, que cita además una variante
batilueco; catalán de Huesca
batoc), de donde pasó a ‘tonto’, ‘rústico’, y se aplicó por antonomasia a los habitantes de Las Batuecas y al valle de este nombre, uno de los más atrasados de España, en la provincia de Salamanca, ya mencionado con este nombre en la comedia de Lope,
Las Batuecas del Duque de Alba; además
batueco «grossier, rustique» está ya en Oudin (1607), quien localiza entre Burgos y Soria. Del mismo origen es también
baturro ‘campesino de Aragón’ [1859],
maturro en Bolea (prov. Huesca:
RLiR XI, 98). La ac. primitiva ‘huero’, como en el langued.
batoul,
batarèu,
batiè íd. (Spitzer,
Lexik.
a.
d.
Kat., 125), se explica por el ruido como de golpes que produce el huevo huero al sacudirlo dentro de la cáscara. Si esta familia de palabras fuese únicamente aragonesa, podria explicarse como derivado del cat. y oc.
badar ‘estar distraído’, lat. vg.
BATARE ‘abrir la boca’, de donde procede el cat. y oc.
bad྿c ‘bobo, distraído’, al que respondería fonéticamente en aragonés
batueco (según sugiere Rohlfs,
l.
c.), o se podría considerar
baturro como variante fonética aragonesa de
MODORRO (V. las variantes de éste que cita Sainéan,
Sources Indig., I, 132), pero hallándose
bato en América y
batueco en Salamanca es preciso partir de una base con -
TT-, cual
BATTUERE >
batir. La semejanza con
βάττος, nombre de un tartamudo célebre (V.
BATOLOGÍA), es meramente casual. El caló andaluz
bato ‘padre’,
bata ‘madre’ (Toro
RH, XLIX, 627; y s. v.
bato), es palabra independiente, tomada del gitano, y en éste seguramente de origen eslavo (Wagner,
Notes Ling.
sur l’Argot Barc. 37-38)
1.
También hay que separar el judeoesp.
bato o
bath ‘medida de líquidos, cántaro’,
bato en Rosas de Oquendo (h. 1598:
RFE IV, 352) como nombre de un recipiente, que vienen del hebreo
bat, según Gaspar Remiro,
BRAE IV, 109.