ATARAZANA, ‘arsenal de navíos’, ‘recinto en que trabajan los cordeleros’, del hispanoár. dâr aɊ-Ɋána⺆ (ár. dâr aɊ-Ɋinâ⺆a) ‘casa de la fabricación, atarazana’.
Dozy,
Gloss., 205-6; Neuvonen, 250-1; Torres Balbás,
Atarazanas Hispano-Musulmanas,
Al-And. XI, 175-209. Del mismo origen: cat.
drassana [1245], it.
darsena,
arsenale (V.
DÁRSENA,
ARSENAL). La forma
Ɋána⺆ en lugar de la clásica
Ɋinâ⺆a (del verbo
Ɋ-n-⺆ ‘preparar, fabricar’) figura en PAlc., y hoy el vocablo se pronuncia también con
a en ciertas partes del Norte de África (Marcel);
Ɋinâ⺆a por sí solo ya significa ‘arsenal’ en varios autores africanos medievales (Dozy,
Suppl. I, 848
b). Como ya indicó Dozy, la forma
tarsâna tarsȟâna,
tersȟâne, empleada hoy en Túnez, Egipto y Turquía, viene del romance, con influjo parcial del ár.
ȟâna ‘casa’, de origen persa; la forma
tersana aparece en Pisa ya en 1286 (
tersanaia en 1322), Pellegrini,
Rendic.
Accad.
dei Lincei 1956, 155, lo que acaba de descartar la idea de un intermediario turco.
Alaraçana tenía
ç sorda en la Edad Media y todavía en Nebr. El cambio de
d en
t indica que en el vulgar de España, perdida la conciencia del carácter compuesto del vocablo y percibiéndose
daraɊɊána⺆ como palabra simple, se empleó precedida del artículo
ad-daraɊɊána⺆, contra las normas de la gramática árabe, y de la doble
dd resultó
t en castellano (comp.
ATAIRE, cat.
almugatèn =
ALMOCADÉN, etc.)
1.Variantes:
tarazana (en Tirso,
Burlador, I, v. 826);
atarazanal en Abarca,
Anales de Aragón, que resulta de una pronunciación
Ɋanâ⺆a, más cercana a la clásica (comp.
ALBAÑAL, de
ballâ⺆a). La antigua forma port. de nuestro vocablo es
taracena [S. XV, Moraes], más modernamente
tercena ‘almacén junto a un muelle’ (1541, doc. portugués de Ceuta: ‘astillero o atarazana’,
Al-And. XII, 46), de donde se tomó el cast.
tercena ‘almacén para vender, por mayor, efectos estancados’ [Acad. ya 1817; ej. de Larra en Pagés].