ALUD, ‘desprendimiento de nieve’, palabra de origen hispánico prerromano, hermana del vasco luta ‘desmoronamiento de tierras’ y también relacionada con el vasco lurte íd. y ‘alud’, que a su vez deriva de lur ‘tierra’ y de elur ‘nieve’; parece tratarse de un tipo pre-ibérico *LȢTE, contaminado en algunas partes por el vasco (e)lur.
G. de Diego,
Contr., § 204; Rohlfs,
ZRPh. XLVII, 402;
BhZRPh. LXXXV, § 62; Bähr,
ZRPh. L, 756; Corominas,
Vocab. Aran., 77; Bertoldi,
Festschrift Jud, 232-3; Cej. VII, § 93. En las denominaciones pirenaicas del alud se advierte una mescolanza de formas que de ninguna manera puede explicarse por una sola base prerromana: A,
a) vasco
luta (Azkue I, 560),
b) bearn.
glout o
aglout f
. (Ossau); Β,
a) vasco
lurte,
lurta;
b) vasco
lurta; arag.
lurte f
. (Ansó, Echo; ya en Borao); bearn.
lurt (Aspa); C,
b) bearn.
luro, f.,
lur m. (Aspa), cormp. bearn.
eslurrà ‘deslizarse’, gasc.
eslurà íd. (Luchon); D,
a) vasco roncalés
lirta; E,
a) gascón
lit(
s)
terrèra,
b) gasc.
lit f. (Arrens, Lavedan, Bigorra, Luchon),
litch f. (<
lit; en el bajo Arán y alto valle francés del Garona),
lits f
. (Aura y Arán); arag.
lit (Bielsa, Plan),
liz (Torla),
esliz1 (Pueyarruego),
llitarrada (Venasque:
RLiR VII, 128); Pallars
llido2 m. (en Llessui), cuyo carácter precatalán se nota por la
-o. En esta lista, y en cada uno de los cinco tipos fonéticos A, B, C, D, E, he distinguido entre las palabras que significan ‘desprendimiento de tierras’, agrupadas en el apartado
a y las que significan ‘alud, desprendimiento de nieve’ reunidas en el apartado
b. Es fácil notar que el doble significado se halla en los tres tipos fonéticos más importantes y fundamentales A, Β y Ε (D parace resultar de un cruce entre Β y E). En vista de ello, aunque no es improbable la opinión de Bähr de que en esta familia de palabras se han mezclado dos estirpes verbales prerromanas, representadas hoy, respectivamente, por el vasco
lur ‘tierra’ y el guipuz.
elur ‘nieve’ (vizc.
edur, lab., sul., b. nav.
elhur íd.), debemos reservar el juicio definitivo en esta cuestión. En todos los dialectos el vocablo es femenino, lo cual lleva a suponer que también lo fué en castellano; es posible que la
a- de
alud sea la
a del artículo femenino aglutinado, como lo es la del bearn.
aglout (y la del cat.
allau f
. ‘alud’, procedente del lat.
LABES). Bertoldi se inclina a relacionar la voz castellana con los ibéricos
ALUTIA y
TALUTIUM ‘terreno aurífero a flor de tierra’
3 (cuya primera sílaba sería protética en ambas formas, relacionada acaso con el artículo bereber
t[
a]) y con el nombre de lugar
Λουτια o
lutaqš en la zona de Numancia; y llama la atención, por otra parte, hacia el dolomítico y alpino-veneciano
luda ‘barranco empinado, pista para lanzar montaña abajo troncos cortados’, ‘camino del alud’ (Ampezzo, Belluno, Ágordo). Esta concordancia tan llamativa difícilmente puede ser efecto de un azar, de modo que no es inverosímil suponer un tipo pre-ibérico y pre-vasco *
LȢTE, *LȢTA, conservado en algunos puntos de los Pirineos Occidentales y en los Alpes, con una variante dialectal *
LզTE, propia de los Pirineos Centrales, mientras que en otros lugares más vasquizantes (Bearne, Navarra y los valles aragoneses contiguos a ésta) se produjo un cruce con el vasco
elur ‘nieve’,
lur ‘tierra’, cruce responsable del tipo
lur(
te)
.