ALMIRANTE, del antiguo amirate, que viene del ár. Ȑamîr ‘jefe’ (derivado de Ȑámar ‘mandar’), probablemente por conducto del gr. bizant. amirás, -rádos, y el b. lat. amiratus.
1.ª doc.: 2.a mitad S. X, Glosas de Silos1; almirante, Partidas2.
Desde el punto de vista semántico, subrayaré que en los textos arcaicos, y de acuerdo con el significado árabe, almirante no es forzosamente el jefe de la marina, sino también ‘caudillo, general’ (así en la Gr. Conq. de Ultr., etc.), o un escalón de la escala feudal intermedio entre ‘conde’ y ‘caballero’ (así en los textos citados de los SS. X-XI). Del castellano se tomó el vasco almirante, que ahí significa ‘alguacil’ (vid. Tovar, DEVco., con cita de un trabajo de Michelena en Egan, 1962, 299ss.), alterado luego en albiente (cf. la evolución semántica paralela en alguacil < wazir), y almiente en Etxarri-Aranaz (Supl. a Azkue2). De origen parecido podría ser el guip. almameru, íd. Según Seybold la especialización marítima nació entre los normandos de Sicilia y de allí se propagó a los demás países de Europa. Nótese que en el S. XIII todavía es usual precisar diciendo Almirante de la Mar, Almirante do Mar (así en los documentos citados de 1255 y 1260, y en Gómez Chariño), si bien, en las Partidas, Almirante a secas se entiende ya en el sentido moderno.
DERIV.
Almirantazgo [Nebr.: -adgo], almirantazgo en 1405 (BHisp. LVIII, 356) necesita comprobación.
1 En el texto latino, como grado intermedio entre los condes y los simples caballeros (M. P., Oríg., 27).― ↩
2 Como gallego en Gómez Chariño, S. XIII: Cotarelo, BRAE XVII, 864.― ↩
3 M-L. (REW, 423) comete una confusión al citar este artículo, diciendo que las terminaciones -al, -ar, -an se explican por el artículo que precedía al «nombre propio» siguiente, a cuya inicial se asimilaba la l del artículo árabe. Pero si lo que siguiera a Ȑamîr fuese un nombre propio de persona éste no llevaría artículo en árabe, y además este nombre no podría ser nunca, con arreglo a la sintaxis árabe, el del emir, sino el de sus súbditos o del lugar donde mandaba. Se trata de la idea de Engelmann expuesta arriba, pero mal entendida. ↩