ZÁNGANO, ‘macho de la abeja’, port. zângão ‘abejorro’, probablemente de ZANG, onomatopeya del zumbido del abejorro y el zángano, compárese el macedorrumano zîngînar y albanès dzungar ‘abejorro melolonta’.
1.ª doc.: Nebr. («zángano de colmena: phucus»).
La z- sonora de Nebr. y de PAlc. (traducido ahí por el mozarabismo pocqón, comp. cat. abegot, o acaso del lat. fucus) está confirmada por la pronunciación dánganu de varias localidades del Oeste de Cáceres y Sierra de Gata (Espinosa, Arc. Dial. 102) y por la z- portuguesa. Zángano es palabra muy general en los dialectos, aunque quizá haya algunas variantes locales, como el zágano de Percivale, que encuentra hoy su correspondencia en la forma zagaño empleada en Panamá según Lewis (Malaret, Supl.).
Port. zângão «espécie de abelha que come o mel que as outras fazem; o atravessador de mercadurias» (Moraes), «he h?a bespa, ou espécie de abelha, porèm mayor, armada de h? ferrƟo muito agudo, que picando causa grande dor; tem hum zumbido estrondoso, e nƟo serve mais que de comer o mel às abelhas sem fazer nenhum» según Bluteau, quien cita ejs. en Fr. JoƟo dos Santos (1609) y en Fr. Antônio das Chagas (h. 1680); Fig. da la equivalencia Vespa Crabro, mientras que H. Michaëlis traduce en primer lugar hummel (aunque también drohne). De ahí resulta que los diccionarios vacilan y quizá también el idioma, aunque de la descripción de Bluteau (zumbido, picadura dolorosa) se deduce que no es el zángano, sino más bien abejón o hummel; pudo haber una vacilación o ambivalencia semejante en cast. si prestamos crédito a Oudin; para confusiones populares entre estos varios insectos, V. lo dicho s. v. TÁBANO (nota referente al franco-provenzal). Variantes portuguesas: Serra da Estrela zang?u (VKR IV, 251), trasm. zangarrão «besouro» y zanzino «moscardo» (RL XIII, 126).
La etimología de Diez (Wb., 499), it. zìngano (o zìngaro; con z- sorda) ‘gitano’, no conviene en ningún aspecto, pues a ella se oponen la z- sonora, la á y la fecha tardía de la llegada de los gitanos al Occidente de Europa2, sin contar con que es forzada en el aspecto semántico. Ya M. P. (Festgabe Mussafia, p. 396) se mostraba muy escéptico ante la idea (nada trae el REW), e insistía en que -ano es sufijo átono sustituíble, según lo muestra la familia, integrada por zangón, zangarullón, zangolotear y los demás abajo citados.
García de Diego (BRAE VI, 754) advierte que es «adjetivo impuesto al insecto por su cualidad de holgazán», y se adhiere a la etimología de Covarr., fijándose en «la gandulería del hombre zanquilargo» [?]. Es disculpable que Covarr. no reparara en los dos obstáculos fonéticos que impiden identificar con zanca la raíz de zángano, pero nosotros no podemos olvidar que la -c- sorda de zanca es tan constante en cast. (y en romance, y aun en latín) como su antigua ç- sorda inicial, en contraste con las dos sonoras generales de zángano.
Ya Spitzer (RFE XI, 183-6) advirtió que García de Diego invertía la natural dirección de los cambios semánticos, recordando que es internacional y de todos los tiempos la metáfora er ist eine drohne, tamque fucus, com un vagarro, etc., para decir ‘es un holgazán’, y así se decidía por una etimología onomatopéyica, recordando zangarrear, de carácter inequívocamente imitativo.
Creo que esto se puede dar por seguro. Es probable que zángano designara primero el abejorro, como en port.; comp. bourdon, derivado de bourdonner; estamos ante el mismo radical onomatopéyico de REZONGAR, que en Sanabria vale ‘zumbar (las abejas)’, y, con otro vocalismo, sus variantes dialectal y portuguesa rezungar y rezingar. El argumento decisivo lo proporciona el macedorrum. zîngînar, zîngrînă, giungiunar, alb. dzungar «hanneton», junto al macedorrum. zîngînire «bourdonner» (Pascu, ARom. IX, 320); aunque aquí se trate de un coleóptero, y no de un himenóptero como el zángano, el nombre del melolonta o hanneton es muy frecuentemente idéntico al del bourdon, port. zângão, pues a ambos se les llama en cast. abejorro.
DERIV.
En los derivados, además de la noción de holgazanería e inepcia, se nota la visión de las piernas largas y bamboleantes del zángano3. Zángana ‘mujer desmañada y torpe’; zanganada; zanganear; zanganería. Zanguango ‘indolente, embrutecido por la pereza’ [Acad. ya 1817]4 y zanguanga «ficción de alguna enfermedad o impedimento para trabajar, y assí se dice hacer la zanguanga» [Aut.]: tomados del gall. zanguango «perezoso, maula, que busca pretextos para no trabajar» (Vall.), derivado de zangon-ango con pérdida de la -n- intervocálica, según es regular en gallego5; zanguangada; vendrá también del gallegoportugués el cast. zanguayo (con sufijo portugués) «el hombre alto, desvaído, ocioso, y que se hace simple» [Aut.]; no sé si también el cespedosano zangual «tollero, trampal» (< ¿‘lugar flojo’?), RFE XV, 262.
Hay, por otra parte, formas más simples de la raíz ZANG-, O bien con otros sufijos: zangandongo6 «el que se hace simple para estar ocioso», «en Andalucía, hombre inexperto o de poca habilidad» [Aut.; ej. de Torres Villarroel, en Cej., Voc.], con variantes zangandullo [Aut.] y zangandungo: ‘hombre inútil y perezoso’ («a llenar la bartola / con esos dos zangandungos» Bretón de los Herreros, Medidas Extraordinarias, esc. 23 ed. 1883, 61b). Changallo ‘perezoso’ canar. (BRAE VII, 33). Zangarilla extr. «especie de molino de trigo que se hace por el verano en los ríos, de madera y zéspedes» [Aut.], por lo flojo de la construcción; zangarilleja «la muchacha puerca y mal vestida que anda vagando» [Aut., con cita de una copla vulgar]; zangarullón «el muchacho alto y desvaído que anda ocioso» [Aut.], comp. Évora zangarilho «homem alto e delgado» (RL XXXI, 127), Azores zangarilhão «figura cômica de velho em comédias populares» (RL II, 55). Zangarro cespedos. «parte inferior colgante del cuello» (RFE XV, 279); zangarriana, en Cuenca y Navarra ‘galbana, dejadez’ [Acad.], «tristeza, melancolía y disgusto u otro qualquier accidente periódico», «enfermedad que da a las ovejas, y nace de dolor grande de cabeza» [Aut.]. Niño zangolotino ‘muchacho que quiere pasar por niño’ [Acad.]. Que zangolotino venga del cat. sanglotar, lat. SINGULTARE ‘sollozar’, como dice GdDD 6151, es imposible por razones geográficas, fonéticas y semánticas. Para zangandungo, V. sandunga. Zangolotear [Aut.] ‘moverse una persona de una parte a otra sin concierto ni propósito’, ‘moverse ciertas cosas por estar flojas o mal encajadas’7, ‘mover continua y violentamente una cosa’8; zangoloteo; zangotear ‘zangolotear’ [Quevedo, Aut.], zangoteo.
Directamente onomatopéyico es zangarrear ‘tocar o rasguear sin arte la guitarra’ [Aut.]; también los salm. zangaño y (compuesto) zangaburra ‘cigüeñal de noria’ (por su chirrido); comp. zangamulo (s. v. TRANCA).
CPT.
Zangomango ‘treta, ardid’ [Cervantes, Fcha.], propiamente ardid para no trabajar; zangamanga [Acad.].
1 En el Rosellón bubot, xicalori. También escarabat volador, escarabat d’or, ¿escarabat de l’Ave Maria?― </N1>
2 Poco anterior a Nebr., por lo que hace a Francia; todavía más tardía en lo referente a España.― ↩
3 Sarm. CaG. 70v declara no entender la frase «un sargano de dous celemins de trigo» en un doc. medieval de Pontevedra. ¿Acaso se aplicó a un saco o costadillo de forma alargada e irregular?― ↩
4 Muy vivo en América, p. ej. en las Antillas. De ahí por cruce con pazguato, en el Oriente de Cuba: «panguango: pazguato, sanguango» (Ca., 235).― ↩
5 Comp. gall. zangonear «vagar ocioso de una parte a otra», zangoneo «hecho de zangonear» (Vall.). La o en lugar de la a de zángano quizá se deba a un fenómeno fonético-morfológico gallegoportugués (barregões, tabões, en lugar de barregães, tabãos); comp. la acentuación zang?o en la Sierra de la Estrella. El cast. zangón «muchacho alto y desvaído y que anda ocioso», que falta todavía en Aut., puede ser también galleguismo o portuguesismo.― ↩
6 Más bien que un doble sufijo habrá ahí un derivado de zángano paralelo al gallego zango(n)ango. De *zanganongo > *zangadongo por disimilación, y zangandongo con propagación de nasal.― ↩
7 En este sentido se emplea un cat. sangolejar, aunque es ajeno al Principado y sólo lo he oído en algún lugar de Valencia: en Carcajente, hablando de líquidos dentro de su vasija.― ↩
8 «El caballo que montaba mi compañero... obligaba al mío a un trote áspero y sangoloteado que me sacudía hasta las tripas» en el chileno G. Maturana, D. P. Garuya, p. 55. Hay variante changolotear en Costa Rica (Gagini). La base semántica de zangolotino está en las piernas ya largas del grandullón; la de zangolotear, en el movimiento desconcertado y desmañado de las piernas del zángano o del zangolotino. ↩