REZONGAR, como dialectalmente significa ‘zumbar los insectos’ y hay variantes diversas del tipo de rezingar (port.), reguingar, refungar, jungar, etc., lo más probable es que sea voz onomatopéyica, derivada de una raíz TSONG (tsing, fung, etc.), imitativa de un ruido confuso.

1.ª doc.: rreçongar, 1475, G. de Segovia (p. 90); reçongo ya en el Corbacho (1438): «aquí son los llantos, aquí son los gemidos, los reçongos, los çaherios» (Cej., Voc.).

Alejo Venegas († 1543): «el mal criado, quando su señor le manda que vaya, va reçonglando y de mala gana» (Rz. Marín, 2500 Voces); reçonglear íd. está en Fr. Juan de la Cerda (1599) y rezongar aparece el mismo año en el Guzmán de Alfarache (Cl. C. II, 58; V, 96) y poco más tarde en Quiñones de B. (V. cita a propósito de mirlado). Es probable que nunca haya sido voz de uso general, pues falta en fuentes muy copiosas como APal., Nebr., PAlc., Percivale, no sale en el Quijote, etc.; por otra parte está en Covarr., Oudin y Aut. («gruñir, refunfuñar a lo que se manda, executándolo con repugnancia u de mala gana»); Cej. VIII, pp. 594-5. Hoy es voz de uso general y muy frecuente en la Arg. (p. ej. R. J. Payró, Pago Chico, 169), Chile, Costa Rica, Honduras (aquí ‘reprender, regañar’) y quizá en toda América. En el uso español normal se le prefieren refunfuñar y gruñir, y tampoco es usual en zonas orientales (Almería p. ej.), pero se lee en las obras de Pereda y de Concha Espina, santanderinos, de Pérez Galdós, hijo de Canarias (Pagés; BRAE III, 53, s. v. parajismo) y variantes del vocablo figuran en glos. dialectales de otras zonas leonesas: Colunga, Salamanca, Sanabria rezungar, Cáceres y Sierra de Gata rezongueal. Además port. rezingar «resmungar; altercar; recalcitrar» (ya en Moraes, pero aún no en Bluteau; no se citan autoridades).

Se han propuesto varias etimologías y se podrían sugerir otras. M-L. (Gramm. II, § 577) y Hanssen (Gram., § 367) creen es derivado de rezar; en efecto, ambas cosas consisten esencialmente en un murmujeo, y la terminación despectiva -ong- proporcionaría el matiz diferencial: de hecho puedo atestiguar que en Almería es común emplear rezar figuradamente en el sentido de ‘hablar entre dientes, refunfuñar’; el sufijo no sería desde luego -ĶNEM + -ICARE, como cree M-L., sino el sufijo despectivo -ongo, alternante con -ango, -ingo, -ungo, y como tal sudjo es más bien nominal que verbal sería preciso partir del sustantivo rezongo ―que en efecto, según hemos visto, es antiguo―, en calidad de derivado de rezo; pero hay un impedimento insuperable contra esta etimología y es la ç sorda con que escriben el vocablo el Corbacho, Segovia y Venegas, fonema corroborado por la actual pronunciación en Cáceres y Sierra de Gata (Espinosa, Arc. Dial., 49, 101n.2): rezar tenía en cambio -z- sonora. Podría pensarse que así como el cat. botzinar (BȢCէNARE) significa ‘rezongar’, además de ‘zumbar (los insectos)’ y ‘tocar la bocina’, también rezongar viniera de REBUCINARE (de donde rebuznar), pasando por *reboznar > *regoznar y metátesis (y o como en bocina): la evolución fonética estaría en regla; pero esto es muy hipotético y de nuevo tropezamos con la calidad sorda de la ç. Identificar con el antiguo regunçar ‘anunciar, comunicar’, empleado por Berceo muchas veces (y cuya etimología más razonable es RENUNTIARE, con disimilación *REDUNTIARE > re(g)unçar)1, no es aceptable por razones semánticas (aunque regunçerio en Mil., 110c, es ‘sermón, reconvención’, pero este matiz puede deberse al sufijo).

Lo más verosímil es en definitiva la etimología onomatopéyica ya sugerida por Covarr. y renovada acertadamente por Spitzer (RFE XI, 184-5). En San Ciprián de Sanabria (Krüger) rezungar significa precisamente ‘zumbar (las abejas y otros insectos)’ y este sentido será el primitivo, como en el caso enteramente paralelo del cat. botzinar íd. (que alude a la famosa ‘trompetilla’ o BUCINA del insecto), de suerte que estamos ante una onomatopeya enteramente comparable a ZÁNGANO. También contra esta etimología objeta Espinosa la cualidad sorda de la antigua ç, en contraste con la sonora de zángano, zumbar, zunzunear; pero en este caso la objeción tiene escasa fuerza, pues justamente las onomatopeyas se caracterizan por la frecuencia con que los varios idiomas y aun individuos las traducen discrepantemente en sonidos: si reçongar tenía sorda, el port. rezingar tiene sonora. La alternancia entre los vocalismos o, i y u (salm. rezungar) es también típica de las onomatopeyas; y más aún lo son las alternancias consonánticas: ahora bien, ‘rezongar’ se dice reguingar en el Minho portugués (Leite de V., Opúsc. II, 442), refungar en Astorga y el Bierzo (Garrote, G. Rey), gall. fungar, que también se dice en Masueco, y jungar en Villavieja, pueblos de Salamanca (M. P., Dial. Leon., § 8.1), resmungar en portugués. Comp. además voces onomatopéyicas como port. zingarear, zangarrear, zunir, zombar, cast. chunga (chongo y chinga en América), per. a la songa songa ‘disimuladamente’ (Enr. Teóf. Sánchez, Voces y Frases Viciosas); la onomatopeya zongue-zongue es muy vivaz en gallego: «o cego toca nas terras / e ó compas do zongue-zongue / de novo bailan as nenas» Rosalía; «arrulos da arboreda, / zongue-zongue dos ventos» Gonzz. Varela (Eladio Rdz.).

En cuanto al *RESONICARE de GdDD 5635 es inadmisible por la -z- y en todos los aspectos.

DERIV.

Rezongador [en la Celestina, Pagés]. Rezongo (V. arriba). Rezongón [S. XVI, J. de Mal Lara; Cáceres y Sotomayor: Pagés]. Rezonguero.

1 Para regunçar nada valen las etimologías de Spitzer REBUCINARE (por razones semánticas) ni *RECOGNITIARE, fonéticamente (síncopa imposible en cast., por más que insista en ello) y poco recomendable en el sentido morfológico y semántico. No hay comparación con EXCREPITIARE, pues la reducción de -PIT- a -PT- suele ser muy antigua (y grieta CREPITA prueba que en este caso lo fué), mientras que el grupo complejo -GN- había de defender la vocal durante largo tiempo, y sin embargo regunçar tiene ç sorda. Por otra parte CREPITUS, de donde deriva EXCREPITIARE, ha dejado descendencia vulgar e hispánica bien conocida y copiosa, mientras que COGNITUS es totalmente ajeno al iberorromance (cf. MLN LXXII, 1957, 590, 591). Tampoco hay que pensar en el *RECOMP(U)TIARE de Rice, ya propuesto antes por Meyer-Lübke (Gramm. I, § 432), que no es aceptable morfológicamente ni verosímil desde ningún punto de vista. Vid. RFE XIV, 254-5; XX, 171-2; Hisp. R. III, 341-2; VIII, 159-60; IX, 397-9. Nótese que el propio Berceo emplea renunçar (S. Dom., 257c, 289b) y renunciar (Duelo, 6) en sentido idéntico al que da a regunçar, y si causa escrúpulo la u < Ŭ piénsese que un tratamiento semiculto no sería nada extraño en voz de este tipo; para la disimilación comp. denguno < nenguno, cat. desdonar < desnonar, etc. En S. Dom., 257c y 289b recontar es variante ms. de renunçar, lo cual podría sugerir que un cruce entre renunçar y recontar dió *recunçar > regunçar (como regalar < RECALARE, cat. regonèixer ‘reconocer’, etc.), variante quizá preferible a la disimilación.