USAGRE, origen incierto; teniendo en cuenta la variante portuguesa anzázare, quizá sea deformación de un nombre bajo latino focus acer ‘fuego acre’: primero se diría *fogusagre o *fogusázere, y separando fog(o) quedarían las formas modernas.

1.ª doc.: 1591, Percivale1.

Quien define vságre como «a tetter or ringworme» (especie de eczema o empeine); Oudin: «espece de galle, dartre, feu volage ou sauvage»; Covarr.: «un género de sarna fastidioso, que a mi parecer es nombre Griego, de agria, species scabiei, quae cito serpit, revertiturque certo anni tempore asperior, omnibus aliis speciebus et curatu difficilior; y púdose dezir usagre, quasi pus agre»; Aut.: «especie de sarna mui acre, que va royendo y comiendo la carne», y cita unos versos de Polo de Medina: «tu estómago aventurero, / horro no más que en la panza, / usagre de todo plato, / roncha de toda piñata». Está también en los Sueños de Quevedo (Fcha.). Acad. dice que se presenta ordinariamente durante la primera dentición, y agrega como ac. segunda «sarna en el cuello del perro, el caballo y otros animales domésticos»2; en este sentido lo recogió Espinosa (Arc. Dial., 197) en dos localidades de Cáceres y sagri en una tercera, es de observar que en una de aquéllas se pronuncia con sibilante sonora, y en la otra, sorda (aunque aun en esta localidad se suelen distinguir los dos tipos de s, pero hay excepciones, y en este pueblo es palabra poco usada). En la Litera bisagre «enfermedad granulosa, propia de los solípedos». Fuera del castellano no conozco el vocablo más que en port., donde ya Bluteau (1718) registra ozagre, CortesƟo cita ej. de usagre en un texto medicinal de Fonseca Henriques (¿princ. S. XVIII?), y Moraes define «ozagre: bostelinhas que nascem na cabeça dos meninos, na molleira» y «usagre: especie de sarna muito acre, que vai roendo a carne»; trasm. asagre «certa moléstia de pelle nos cƟes: fica-lhes o corpo côr de cobre ou avinhado»3.

De interés es la variante que recogió Bluteau en el dialecto del Minho: «anzazare ou fogolobo: aquelas bostelas com que nascem os meninos, ou alguma fogagem que lhes sobrevenha depois». Leite de V. (Opúsc. II, 96) anota a esto que Monte Carmelo (1767) trae la variante anzazre. Como estas formas no pueden explicarse como meras deformaciones ni por contaminación de otras palabras, pueden ser valiosas para la etimología.

Ésta no la ha estudiado nadie, fuera de Covarr., que evidentemente estuvo desafortunado; la Acad. trata de hacer más verosímil la idea de éste cambiándola en ψǠρα ęƔρία, propiamente ‘sarna salvaje’, pero no se comprendería la desaparición; de la -r- intervocálica, y menos aún la -s- sonora del portugués y el extremeño; como tampoco sería fácil explicar la u- ni la -e, vale más renunciar a esta idea. Pero tampoco hay posibilidad de explicar por los nombres latinos de la sarna; y enfermedades análogas, como scabies, scabrities, scabredo, impetigo, serpigo, herpes, etc. En cuanto a la otra idea de Covarr., además de que sería imposible explicar la desaparición de la p-, es increíble que se diera el nombre de ‘pus’ a una variedad de sarna. Sin. embargo, puede haber algo de bueno en su propuesta de relacionar con acre, pues las explicaciones dadas arriba insisten repetidamente en el carácter acre o áspero de la enfermedad, y en lo mismo redundan calificativos como feu sauvage, cat. ant. foc salvatge (V. s. v. ALFERECÍA) y port. fogo lobo (por la voracidad del mal).

Inspirándome en los nombres que acabo de citar, pienso si se trata de un focus acer empleado por médicos y veterinarios medievales: el pueblo ignorante del latín reconocería foc-, pero no lo demás, e interpretaría focus acre, pronunciado vulgarmente fog’ usagre, como una especie de compuesto de sustantivo con adjetivo. La forma port. anzázare o anzazre, < (foc)us acer, apoyaría la idea, pues aquí tendríamos una evolución del nominativo acer4; no creo reparo de peso el de que acre o acris no concierta en buen latín con el nominativo focus, pues claro está que el vocablo sería empleado aún más por albéitares y curanderillos populares, que estropeaban el latín, que por médicos verdaderamente cultos5. No veo qué relación pueda haber entre el apelativo usagre, y el nombre del viejo pueblo de Usagre en la prov. de Badajoz, cuya etimología ignoro.

Sugiere Spitzer, MLN LXXIV, 136, que usagre venga de bisagre ‘especie de lima de zapatero’, idea rebuscadísima en todos los sentidos; sobre todo es increíble que un vocablo tan popular como usagre saliera de uno tan técnico y de tan escasa popularidad y antigüedad.

1 Usagre ya existía en castellano en el S. XV, pues de ahí debió de pasar a un texto catalán de 1466 (BABL VII, 426) que contiene algún castellanismo.―

2 No está en la lista de enfermedades del caballo que publicó Fernando Chacón en su Tratado de la Cavallería de la Gineta (1548).―

3 RL V, 28. La homonimia con azagres, metátesis de agrazes «uvas verdes» (p. 29), será casual.―

4 Sabido es que las palabras cuya primera sílaba termina y empieza en vocal diferente de a- tienen tendencia a reemplazarla por en-: vid. ENDRIAGO, ENMIENDA, ENDRINA, etc. De ahí *enzázere, pronunciado en estos dialectos como anzáz(a)re.―

5 Comp. el port. lobishomem, rioplat. lobisón ‘hombre lobo, werwulf’, adaptación comparable del lat. lupus homo al portugués, con análogo desconocimiento de la -s del nominativo.