TUERCA, origen incierto, probablemente alteración del más antiguo puerca, port. porca íd., por influjo de la t- del contrapuesto tornillo; el nombre antiguo puerca se explica por una comparación fálica del tornillo y la tuerca con el puerco y su hembra.
1.ª doc.: Covarr.
En cuanto al origen, afirmó la Acad. (ya 1884) que tuerca viene del lat. T֊RQUES «vuelta, círculo», y esta etimología fué consagrada por M-L. (REW, 8799), pero es inadmisible, pues esta definición está falsificada: T֊RQUES sólo significaba ‘collar’, sea el que se pone en el cuello de las personas o en el pescuezo del buey y otros animales (alguna vez llega a tomar el sentido de ‘guirnalda’), y es idea muy forzada comparar la tuerca con un collar o guirnalda: téngase en cuenta que en la mecánica primitiva de los lagares, piezas de carpintería, etc. (que es la única que cuenta para la etimología, y no la moderna maquinaria metálica), la tuerca no es una pieza de metal separable, sino un hueco provisto de espiral y abierto dentro de un madero o un hierro voluminoso; poco hay en esto de comparable a un collar. Por lo demás, en romance TORQUES no ha conservado el sentido de ‘collar’, sino el de ‘estropajo’ y otros análogos (REW, 8799), mucho más alejados todavía1. Semánticamente más defendible era el punto de vista de Diez (Wb., 322), quien consideraba tuerca como un mero postverbal del verbo TORQUୱRE ‘torcer’ (aunque a lo que se da vueltas es más bien al tornillo que a la tuerca), pero no es posible en el aspecto fonético, pues TORQUERE ya se había reducido a TORCୱRE en latín vulgar, y por lo tanto habría que esperar *tuerza.
Por encima de todo es inverosímil en grado sumo dar a tuerca una etimología diferente de la de su antecedente puerca y del port. porca; ahora bien, la de éstos es bien conocida desde los trabajos de Baist (RF XXII, 629) y Rohlfs (ASNSL CXLVI, 127): se trata de una metáfora fálica, que parte de P֊RCA ‘hembra del cerdo’, lo mismo que en el it. ant, y dial. porchetta, fr. écrou, fr. ant. escroue < lat. SCROFA ‘hembra del cerdo’ > alem. schraube, ingl. screw, vco. b. nav. aardi ‘tuerca del lagar’ o ‘tornillo’, propiamente ‘marrana’; en la Sierra de Guara, Alto Aragón, la tuerca o rosca de la prensa de vino se llama troyeta (que naturalmente no es TORCULUM, según quisiera Kuhn, RLiR XI, 179, imposible ya por razones fonéticas), diminutivo de trueya = cat. truja, oc. troja, fr. truie ‘hembra del cerdo’. El punto de partida ideológico está en todas partes en el lat. PORCUS ‘vulva’.
En esto se plantea una cuestión interesante: si el port. porca es el femenino del lat. PORCUS, ¿por qué no suponer que tuerca venga del femenino de su sinónimo céltico T֊RCOS ‘cerdo’ y ‘jabalí’? Se trata de una palabra antiquísima y común a todas las lenguas célticas: irl. ant. torc, galés twrch «porcus, verres majalis», córn. torch, bret. ant. turch, bret. med. tourch ‘verraco’2. Ahora bien, este T֊RCA ‘puerca’ presentaría un étimo irreprochable para el cast. tuerca, lo mismo en el aspecto fonético que en el semántico y en todos los demás, en vista de los numerosos celtismos castellanos comprobados en este diccionario; más arriba hemos visto que ROSCA es probablemente otra voz prerromana. Sin embargo, no creo en esta etimología, pues es difícil admitir que el nombre latino triunfara en la lengua más celtizada (port. porca) y en cambio se mantuviera el nombre céltico en cast., donde este influjo lingüístico fué algo menos fuerte. Además, los datos cronológicos dan a entender que tuerca es una alteración posterior de puerca.
Bien mirado, el porqué de esta alteración salta a la vista: tal como sol cambió su opuesto ombra en sombra o solombra, como SINISTER pasó a siniestro ‘izquierdo’ por influjo de diestro, o GRAVIS a GREVIS bajo la acción de LEVIS, REDDERE a RENDERE por la de PRENDERE: tornillo y puerca eran cosas y voces correlativas y opuestas, como las anteriores, que en cierto modo forman pareja; de ahí que a muchos se les trabara la lengua (o si se quiere la memoria) y empezaran a decir tuerca pensando en tornillo, innovación que fácilmente se impuso, por dar una palabra de sentido inequívoco, y que además borraba la asociación obscena implicada por el origen de puerca.
DERIV.
Torquezuela (Covarr.).
1 Es verdad que alguna huella del sentido primitivo quedó en España, pues «una torca d’argent», al parecer ‘collar’, se encuentra en invent. arag. de 1444 (BRAE II, 557). En el gallego de Lugo, torga es la comba alargada de madera que forma el yugo de pescuezo (VKR V, 101), luego también ‘travesaño clavado a través del timón delantero’ (VKR V, 64), ast. torga ‘aparato que se coloca en el pescuezo de los animales para que no puedan cruzar los setos y penetrar en los sembrados’, donde tenemos una leve alteración fonética provocada por la g del parónimo CANGA. Como préstamo del latín pasó torques al celta insular: británico torch, irl. torc, ya en irlandés antiguo, donde hay cptos. como muin-torc ‘cadena que se lleva en el cuello’ (muin ‘cuello’, Ernout-M. s. v. torqueo, IEW 741.1f.); V. además TORCA. A pesar de todo, no hay que pensar en el étimo TORQUES para tuerca, en vista de las demás razones que doy arriba.― ↩
2 Stokes-Bezz., p. 134. Según Hubschmied, en el galo tardío el vocablo se convirtió fonéticamente en *TURCOS, de donde el gentilicio galorromano Turcius, al cual se agregaba como traducción su equivalente latino Apronianus, pero agrega el mismo erudito que esta u volvía a o ante una -a, que es la posición que nos interesa (VRom. III, 143 y nota). Sabido es que TORCOS es alteración de la formación de la forma *ORCOS que debería esperarse como correspondencia del lat. PORCUS, alem. ferkel, etc.; que esta alteración se deba al influjo de TUCCA, TUCCETUM ‘carne gorda de cerdo’, o al del romance TROJA ‘hembra del cerdo’, que siempre me ha parecido de origen galo y ahora lo tengo por seguro. Así lo ha admitido también Pokorny, IEW 1032.9; además, V. allí para la etimología indoeuropeo del célt. TORKOS ‘cerdo’ que él matiza en forma diferente, lo cual, por lo demás, no tiene importancia para la cuestión de tuerca. Por las razones semánticas indicadas, no hay que pensar en el célt. TORCO-, TORCA, ‘corona’, ‘collar’ (Stokes-Bezz., p. 134), como étimo del cast. tuerca. ↩