TORCA ‘hoyo’, ‘sima’, santand., burg., alav., jaen., de origen incierto, quizá del lat. T֊RQUES ‘collar’, por ser depresión de bordes circulares; pero como hay dificultades fonéticas no debemos perder de vista la posibilidad de un origen prerromano.
1.ª doc.: doc. santanderino de 1210; Terr.
Un vocablo así bien podría ser prerromano2. Sin embargo, como su sentido parece prestarse bien a ello, podemos pensar con la Acad. en T֊RQUES ‘collar de hombre’, ‘collar de buey’, que se conservó en varios romances (REW 8799) y, con su sentido etimológico, en catalán y aragonés antiguos: «en mon jovent / mullers prenguí, / ... / quant me fon cara / lur messió / ... / tantes hostilles, / torques, manilles, / collàs, vestits...» Jaume Roig (v. 7068), «una torca d’argent» en invent. arag. de 1444 (BRAE II, 557). La falta de diptongación, forzosa en catalán, es natural en Jaén por mozarabismo, no extraña demasiado en aragonés (entre otras razones porque puede ser forma de influjo cat. u oc.), pero ya es más sorprendente encontrarla en Burgos y Santander. El ser palabra alavesa sugiere que proceda de la zona primitivamente vasca, que abarcaba antes algún de trozo del NE. de Burgos, y que desde ahí se propagase a la Montaña santanderina; el encontrarlo ya en 1210 aumenta la duda, pero hay que tener en cuenta que Santoña está todavía bastante próximo al límite vizcaíno. De todos modos la presencia en Jaén y en el Norte sugiere la posibilidad de que torca tenga arraigo en otras partes de Castilla, y si es así habrá que renunciar del todo a la etimología latina y aceptar quizá un origen prerromano, como el que defiende Hubschmid en Sardische Studien, 42-43; también quiere tratar de él en un libro Expressive Wörter.
Otra palabra que viene probablemente de TORQUES (como ya indicó G. de Diego, RFE XI, 345) es torga, que encuentro por primera vez en Terreros: «unos palos en forma triangular que ponen a los cerdos en el pescuezo como la corma en los pies, para que no puedan romper los setos, y entrarse por enmedio de las estacas en las heredades y huertos», como voz propia de algunas partes. Lo admitía ya la Acad., y sin calificación de regional, en 1817; pero es sobre todo palabra del Norte: como asturiana la trae Rato, y en otra ac. Vigón «pieza de madera que sujeta la compuerta del tonel», junto con torgar «poner la torga a los cerdos» (variante (a)torgar, influjo de ATORAR, y torgáu «el buey o la vaca que tienen las astas abiertas hacia los lados» (porque les estorba el paso, comp. torgar «tornar» en Rato, o sea ‘estorbar el paso’). Para esta etimología estorba algo la -g- y la falta de diptongación, que ya le objeta M-L. (REW 8799); si es palabra asturiana quizá se explique la o por importación del Oeste asturiano, y además podría ser postverbal del verbo torgar; en cuanto a la -g-, acaso se explique de la misma manera, por influjo de los numerosos verbos en -gar -ICARE; el caso es que en gallego encontramos torgás por torcaz, cuya derivación de TORQUES es segura, y no lo es menos la del gall. torgallo ‘andrajo, pedazo de tela de ningún servicio’, pariente del cat. torcar, fr. torcher ‘enjugar, secar’, que vienen conocidamente de TORQUES en el sentido de ‘estropajo de forma redonda’.
También es posible que haya simbiosis con palabra de origen diferente, como sugiere el extremeño destorgar que Cabrera define «romper o tronchar las ramas de las encinas el que se pone sobre ellas para sacudir la bellota» (y que de Cabrera pasó a la Acad.): podría ser EX-TOR-ICARE, derivado de TORUS > TUERO; quizá de ahí, con sentido secundario, el cast. esturgar ‘alisar y perfeccionar el alfarero las piezas de barro por medio de la alaria’ [Terr., y luego Acad.]; de un verbo semejante se extraerían los port. dial. tórgo «raiz ou cepo da urzeira» (también gallego), tòrgueira «cepa», tòrgueiro «montezinho, bruto, rustico, silvestre (diz-se da gente)» (usuales en Braganza según Leite de V., RL II, 120). De todos modos en rigor se podría partir también de torga (‘collar de cerdo’ >) ‘corma, pedazo de madera para estorbar el paso’ y luego ‘cepa’, etc.
De TORQUES es derivado indudable el cast. paloma torcaz. La forma más antigua es palomo torcado, en Elena y María (S. XIII, RFE I, 90), correspondiente al PALUMBUS TORQUATUS de Marcial (XIII, 67): sabido es que la torcaz es de color gris o verdoso, pero con una especie de collar blanco en el cuello, de donde este derivado de TORQUES (comp. paloma collarada en Calila, etc.); esta forma se conserva hoy en Burgos (paloma torcada: G. de Diego, BRAE VI, 748), y existió en portugués (columbus turcatus, doc. de 1253, PMH Leges I, 195); no sé si es la misma ave el gallego SE. torcaz «pájaro pardo como estornino y del color de la laverca (o alondra)» Sarmiento CaG. 211r. Hubo luego otra variante torcaço que aparece documentada en Berceo, en Juan Ruiz, en el Marqués de Santillana (ed. Ríos, p. 522), turcazo en Vélez de Guevara (cita en la ed. de El Rey en su Imag., T. A. E. III, 136), y hoy en aragonés (Coll A.), torcaza en G. de Segovia (85), en Nebr. y hoy en Cuba y otras partes (Ca., 181, con datos antiguos); al cast. ant. y arag. torcazo corresponde, al parecer como forma mozárabe, el cat. dial. turcatxo, que he anotado en Fraga. Para esas variantes podemos postular sin vacilación un lat. *TORQUACĔUSl>, que corresponde bien al valor del comunísimo sufijo -ACEUS.
Finalmente, en fechas mucho más tardías, aparecen los modernos palomo y paloma torcaz, que ya están en Covarr.3 (junto a -aza), port. trocaz, para los cuales es excesivo postular un lat. *TORQUAX (según hace M-L., REW 8797), lo cual no estaría de acuerdo con el empleo de este sufijo en latín y su improductividad en romance: el modelo para este cambio han de haberlo dado montaraz y otras palabras análogas, entre ellas en particular el nombre de lugar (y apellido) Santorcaz (prov. de Madrid), procedente de VILLA SANCTI TORQUATI en genitivo, y con reducción consiguiente de -ATI a -ad > -az (comp. el apellido Reparaz < FILIUS REPARATI); junto a Santorcaz existe San Torcado como nombre de otros pueblos (prov. Oviedo, p. ej.). Además vid. ANTORCHA.
DERIV.
Entorcarse burg. ‘caerse el ganado en una sima de donde no puede salir’, alav. ‘atascarse un carruaje en un bache’. Torcal.
1 Con referencia a los Andes argentinos leo en Borcosque, A Través de la Cordillera: «más adelante, en un torcal granítico, se destacan, también, dantescas figuras de monjes que parecieran hincados» (p. 104). Pero nada de esto se encuentra en dicc. de argentinismos ni americanismos, y puede ser voz tomada de la Acad.― ↩
2 De hecho, es palabra inseparable del vasco troka ‘barranco, encañada, ravin’, que según Azkue es sólo vizcaíno y anotado en Arratia, Orozko, Otxandiano y Txorierri, y el cpto. trokarte (arte ‘entre’) ‘barranco más angosto que la troka’, en Arratia, Txorierri y Basauri, es decir localidades todas del SO. de Vizcaya, al SE. e inmediato E. de Bilbao. O sea, continuación inmediata del área santanderina y alavesa de torca; algo menos clara es la identidad con trokatze ‘cenagal’ propio de Arratia y con troko ‘tumor’ (en dos localidades del centro N. y SE. de Vizcaya). De todos modos tr- no es inicial propiamente vasca, de suerte que es más probable que sea torka la forma originaria, mudada por ultracorrección vasca en tr-; y como tampoco T- abunda en las palabras aborígenes del vasco, los indicios son de que aun si es prerromano no sea propiamente vasco. En fin, habrá que tener en cuenta que en la localidad vizcaína de Gorocica (centro de la provincia) se dice oka en lugar de troka (Suplemento a la 2.ª ed. de Azkue), lo cual quizá no debe tomarse como componente primitivo de un posible compuesto tr-oka (¿Cuál podría ser el primer componente?), pues una t- inicial ha desaparecido en muchas palabras vascas modernas. El vocablo parece tener viejo arraigo, al menos toponímico, entre los Serranos de Valencia. Hay por allí algún nombre terminado en -torcas, y probablemente constituyen instructivas variantes mozárabes del mismo vocablo, el nombre de la Peña del Turco de forma redondeada y erizada de cuevecitas, en el término de Chella (V. foto y descripción en Sarthou, Geogr. Gral. Prov. de Valencia II, 356-7) y la Laguna del Turche, de forma circular, en Buñol (ibid. 314).― ↩
3 Así está impreso ya en Juan Manuel, Libro del Cavallero (Rivad. LI, 251a20), pero Gräfenberg da torcazas en su edición correcta (RF VII, 504). ↩