TACO, pertenece a una familia de voces común a las principales lenguas romances y germánicas de Occidente, de origen incierto: no hay razones firmes para asegurar si pasó del germánico al romance o viceversa, o si se creó paralelamente en ambos grupos lingüísticos.

1.ª doc.: 1607, Oudin.

Con la definición: «la baguette de quoy on charge les arquebuses et pistoles: c’est ce qui se met entre la balle et la poudre»1. Covarr.: «el tarugo con que apretamos alguna cosa, del verbo fr. attacher... Taco, la baqueta con que se aprieta el arcabuz después de cargado. Taco, el martillejo con que se juega a los trucos, quando se hiere con el extremo dêl, porque procura atacar su bola por la puentecilla, o la del contrario por una de las ventanillas». Aut. además de confirmar estas acs., y de agregar algunas menos importantes, precisa todavía que es también «el bodoquillo de esparto, cáñamo u papel, que se echa sobre la carga de las escopetas, para ajustarla con la baqueta y que el tiro salga con fuerza». En este sentido lo cita en Saavedra Fajardo (h. 1640) y está ya, en 1624, en una poesía de Góngora: «Doctor barbado... / si el breve mortal papel / en que venenos receta / no es taco de su escopeta, / póliça es homicida» (ed. Foulché II, 387). Hay además bastantes acs. figuradas: «regüeldo» en Juan Hidalgo (1609); «voto, juramento, porvida» [1646, Estebanillo; muy usual en la actualidad]; ‘trago de vino’ [Aut.]2; ‘especie de represa de ripio y ramaje para obturar el cauce de un río’ chil. (G. Maturana, D. P. Garuya, 254-5); aire de taco ‘desenfado’ (Acad.), de donde en Cuba lucir el taco ‘fanfarronear, guapear, mostrarse elegante’ y luego adjetivamente taco ‘desvergonzado, elegante, provocador, guapo, valiente’ (Ca., 54). En el sentido de ‘tacón’, aunque es general en la Arg. y en judeoespañol (Cherezli), no parece ser italianismo, pues también es corriente en Chile (Román), en otros países de América del Sur y en Puerto Rico (Malaret).

Port. taco y tacão tienen igual sentido que en España las voces correspondientes (no conozco datos antiguos, pero deben de serlo). El it. tacco es sobre todo ‘tacón del calzado’; también es término de tipógrafos «pezzo di carta che si pone sul timpano per rialzarlo», y voz náutica «certi legni sopra i quali si alzano le crocere e sifutti», ya documentada en esta ac. desde primeros del S. XVII3; taccone funciona hoy como aumentativo de tacco, y antes fué ‘trozo de suela para remendar los zapatos rotos’, en este sentido ya documentado en el S. XV. En catalán actualmente es palabra poco popular, pues aunque existe tac ‘tarugo que encaja en un hueco de pared’ y ‘taco de billar’, lo que se emplea comúnmente es la forma acastellanada taco; tacó no es corriente (se dice taló, como fr. talon), pero debió serlo en el sentido italiano de ‘remiendo’, pues es muy popular ataconador por ‘zapatero remendón’; antiguamente fué bien usual como término náutico, quizá en el sentido de ‘rodillo para botar o sacar del mar una embarcación’, según parece indicar el ej. de 1467 citado por Ag.; además «dos timons caixa de galera... divuyt puntals de pi e una sort de tachs e una pedra singlar» invent. barcelonés de 1489 (Moliné, Consolat, p. 369), y en el Poema de la Vida Marina de fines del S. XIV se habla ya de un tac empleado por un pasajero a modo de almohada (RH IX, 244): el vocablo tuvo, pues, arraigo antiguo en Cataluña. De este primitivo masculino no hay, que yo sepa, noticias en lengua de Oc, pero sí las hay, y ya en la Edad Media, del derivado tacon, en el sentido de ‘remiendo de la suela de un zapato’, varias veces en textos provenzales y gascones citados por Levy, todos ellos, salvo error, del S. XV. En el Norte de Francia, hoy ha desaparecido literariamente este vocablo, pero tacot «souche, chicot» se encuentra en hablas del Berry, Maine y Poitou, y en el sentido de «pièce» en el Hainaut (Sainéan, Sources Indig. II, 115); además tacon ‘remiendo de zapato’ es bastante frecuente desde el S. XII hasta principio del XVI, y hoy vive todavía, ampliado en parte hasta designar remiendos de vestido, en Bretaña, Picardía, Lorena y Suiza (God. VII, 621-2): los numerosos derivados prueban que era palabra autóctona en el Norte de Francia, y no es inverosímil relacionar con esta palabra la familia de TACHA ‘clavo’, del cual no falta algún testimonio francés y aun debería ser oriundo de allá a juzgar por la ch. Resumiendo la difusión del vocablo en romance: hallamos testimonios del mismo en todas las lenguas principales, y aunque sólo en Francia y en Cataluña los hay medievales, y por lo que hace al cast. la fecha de aparición en 1607 es bastante tardía4, la naturaleza del significado y la poca atención que en general se ha prestado al vocabulario antiguo de la cultura material en cast., nos impide sacar deducciones de esta ausencia. Es posible que sea castizo en todas partes, y también cabría dentro de lo posible que en cast. y port. fuese importado.

En cuanto al origen, M-L. (REW 8534) quiere identificar con el grupo del it. tacca, cat. y oc. taca, fr. tache ‘mancha’ (V. TACHA), lo cual es poco convincente desde el punto de vista semántico: cierto es que el alem. flecken ‘mancha’ tomó también el sentido de ‘remiendo, especialmente en un traje’ (de donde flicken ‘remendar’), evolución comprensible por el color diferente que suele tener el remiendo de la ropa, pero tacón y taco sólo significan ‘remiendo de la suela o del tacón’, y aun más comúnmente ‘tacón’ o ‘tarugo de madero’: esta etimología, adoptada por Gamillscheg (R. G. I, p. 374) es, pues, inverosímil.

Más convincente resultaría derivar, con Kluge y Brüch (VKR VII, 262), de la familia del alem. zacke f. ‘púa de una horca o rastrillo’, ‘punta’, ‘almena’ (también zacken m.), a. alem. med. zacke f. y m., b. alem. med. tacke, neerl. med. y mod. tac(ke) ‘rama’, ‘púa’, fris. sept. tâk ‘púa’, ingl. tack ‘clavo’, ‘clavija’, ‘fíbula, hebilla’: de lo cual deduce Brüch la existencia de un gót. *TAKKÔ f. (nótese, sin embargo, que la mayoría de las formas germ., y casi todas las romances, suponen un masculino). Esto es muy aventurado: 1.º porque la antigüedad del vocablo en francés es desfavorable a un origen gótico; 2.º porque en germánico el vocablo pertenece solamente al grupo occidental y no se le conoce etimología indoeuropea (se cita un noruego tagg ‘púa’, pero es moderno, aislado y presenta consonante final discrepante). De querer partir del germánico sería, pues, más razonable suponer una base fráncica5, y admitir que es advenedizo en cast. y port. Pero además obsérvese que los sentidos de esta familia germánica, exceptuando el inglés, son bastante alejados de los romances, hasta el punto de suscitar dudas sobre la posibilidad de la etimología; y por otra parte, aun admitiendo que el sentido de ‘púa’ y ‘rama’ viniera de ‘clavija’, ‘clavo’, subsiste una duda considerable de que esta familia sea antigua en germánico. En alto alemán nos advierte Kluge que es palabra procedente del bajo alemán; el ingl. tack sólo aparece una vez en el S. XIV, y es frecuente desde el XV, y como en inglés su sentido se acerca al francés y se aleja del de las demás lenguas germánicas, Skeat admite, no sin derecho, que se tomó del francés (aunque ahí la forma dialectal taque sólo aparece en el sentido de ‘placa’). Nada de esto está claro, pues un vocablo de este sentido pudo existir en anglosajón sin haber dejado huellas escritas, pero en definitiva hay que aceptar la conclusión de que la antigüedad de esta familia germánica es problemática, y no puede descartarse del todo la posibilidad de que aun en neerlandés y bajo alerlán se tomara del francés en fecha más o menos antigua.

Sin embargo, todavía es más defendible la idea de que así en romance como en germánico se trate de una creación onomatopéyica TAK! expresiva del ruido del tarugo o de la tacha que se clava o del golpeteo del tacón en el suelo. Ésta provisionalmente me parece la conclusión más razonable.

DERIV.

Tacada. Taquera. Taquín; taquinero. Retaco ‘escopeta corta’6, ‘taco de billar corto’, ‘hombre rechoncho’7 [Aut., las 3 acs.]; retaca arg. ‘bola de excremento empujada por un escarabajo’ (E. Wernicke, La Prensa, 28-IV-1940); retacón ‘bajo y rechoncho’ en el Norte argentino (así en los cordobeses Garzón y L. Lugones, La Guerra Gaucha, 12); retacar ‘herir dos veces la bola con el taco’ (Acad.), ast. ‘tapar con piedra y argamasa una grieta o agujero’ (V); arretacarse chil. ‘empacarse, echarse para atrás’ (G. Maturana, glos. de D. P. Garuya). Tacón [1604, Pícara Justina, Aut.]; taconazo; taconear, taconeo. Gall.-port. de sotaque, de sutaque8, ast. id., son explicados por D. Alonso, RFE XXVII, 36-47, si le entendemos bien, partiendo de una forma SUBITO + *AKKWE (= ECCUM + ATQUE) [?]. Además, vid. ATACAR y ATAQUIZAR.

1 En 1616 cambiado así: «la baguette avec quoy on charge les arquebuses et pistoles; c’est aussi le gros bout de l’instrument duquel on jouë au billard, le mesme billard».―

2 Muy corriente en la Arg.: M. Fierro I, v, 1494; y V. el vocabulario de Tiscornia; e Inchauspe, La Prensa de B. A., 23-IV-1944. También en Bilbao, donde además vale ‘golpe seco dado a cualquiera’ (Arriaga).―

3 Del it. pasó al gr. mod. τάκος y de éste al turco takoz (Kahane, Journ. Amer. Or. Soc. LXII, 260).―

4 Oelschl. cita un «Johannes Galindo de los Tacones» en doc. madrileño de 1216, pero es dudoso que este dato aislado corresponda realmente a nuestro vocablo. Sin embargo, atacar ‘abrochar’ deriva probablemente de taco y ya se encuentra en el S. XV.―

5 Que es lo que indicaría también el duplicado masculino taco ~ tacón. M-L. falsea completamente los hechos al decir que esta doble forma indica un origen gótico: los masculinos góticos en nasal terminan en -A, -AN.―

6 Así en el argentino Fausto Burgos, La Prensa, 5-XI-1944.―

7 Contra lo que afirma Garzón, en este sentido es muy usual en la Arg., donde lo he leído y oído muchas veces. No veo en qué sentido está empleado en un romance sanjuanino del Romancero de I. Moya I, p. 458 (¿‘caballo pequeño, jaca’?).―

8 Nunca en Castelao, ni figuran en Sarm. (CaG.) ni en el dicc. de Eladio Rdz.; el apéndice a éste los da como voz del «Páramo» con definición «de improviso, por sorpresa, de repente».