SETO, del lat. SAEPTUM ‘barrera’, ‘recinto’, ‘seto’, propiamente participio pasivo de SAEPIRE ‘cercar’, que a su vez deriva de SAEPES ‘seto’.

1.ª doc.: APal. («obsitus... es cercado con vallado entorno con seto», «sepes son los setos que cercan las sembradas» 318b, 447b; y 66d, 179d).

Nebr.: «seto: seps, septum». Voz popular generalmente conocida; Aut. da ejs. de los SS. XVI y XVII; Cej. IX, § 199. SAEPTUM no se ha conservado en otros romances salvo el port. trasmontano, pero su primitivo SAEPES vive hasta hoy en el it. siepe, fr. ant. soif (vivo hasta hoy en Vendée, Normandía y en todo el Este); oc. ant. sp, «haie, cloture»; gall. sebe ‘seto vivo’, etc. (Sarm, CaG. 98v) íd. y ‘cañizo del carro, adral’, leon. siebu (NRFH IV, 403-4; Krüger, NRFH IV, 403-4), port. sebe; y varias formas sardas y retorrománicas; también ast. sebe ‘seto vivo de tierra y arbustos’ (R), mozár. xípar (Simonet), marroq. š(e)bâr ‘trinchera, defensa hecha de tierra’ (Lerchundi); pero cf. el gall. xebre ‘separado’ que se ha creído procedente de SEPAR, -RIS ‘separado’ DECH, IV, 395a49. Aunque en las sebes gallegas se tiene muy presente la idea de plantas que se agarran y entrelazan como las sebas marinas según muestra el nombre genérico de saltasebes que dan los gallegos a muchas plantas que saltan y se enredan en las sebes, como el cadrifollo o madreselva o como la seixebra (SAXIFRAGA) de Pontes d’Eume, que en otro lugar le calificaron de saltasebes (Sarm. o. c. 98v)1, no está nada claro que el gall. xebra, seba, en el sentido de ‘alga’, proceda de aquí, vid. CEIBA. Vid. además SIBIL.

SAEPES y SAEPTUM son voces en que el romance presenta formas correspondientes a más que al AE clásico; esta grafía es la más frecuente en los mss. e inscripciones, pero ambas se encuentran en un códice tan antiguo como el Mediceo de Virgilio y otros varios (vid. Forcellini-Perin); la etimología latina no decide la cuestión, pero hay el hecho de que el derivado praesēpe tenga ē y no ī, como debiera esperarse de ser el ae originario; los romances postulan en general, salvo el italiano. Pero en España misma hay una variante con ie: santand. sieto «sarzo de pequeñas dimensiones» (Alcalde del Río).

DERIV.

El ej. de setura en 1210 que doy como deriv. de SETA, y lo mismo otro de la trad. bíblica del S. XIII, parece sean, en realidad, deriv. de seto, vid. Morreale, RFE LVI, 108.

1 No descartemos la posibilidad de que más que del latín se trate de una voz sorotáptica emparentada; pero la parentela indoeuropea del grupo latino saepire, -saepe, praesepe, es muy escasa, reduciéndose a un enlace incierto con el gr. αƳμóς (postulando -p en saip-mo-) y αƳμασία, que además de ‘seto’ significan ‘bosquecillo, espesura, jaral’, pero queda vaga en exceso esa alternativa.