SETA, origen incierto; quizá del gr. σƓπτά ‘cosas podridas’ (plural neutro de σƓπτóς), de donde ‘moho, verdín’ y luego ‘hongo de poca estimación’ y ‘hongo en general’, pero quizá más bien es prerromano.
1.ª doc.: 1423, E. de Villena: «las xetas se dan asadas en brasas» (Arte Cisoria, 10); el derivado setura ya en 1210.
La distinción sinonímica entre seta y hongo puede fijarse en el sentido de que la seta es menos apreciada. Sin embargo en Fraga me dicen que la s༱ta es «más fina y blanca» que los bol༱ts, y es el tipo de hongo que nace debajo del card panical.
Covarr.: «los hongos... la gula los haze preciosos, especialmente los que los antiguos llamaron boletos... A estos se oponen en calidad los que llaman getas, o hongos de puerco», y hongo, en el cast. de Aragón y Cataluña, es el vocablo que se da como equivalente del cat. rovelló ‘Lactarius deliciosus’, la variedad más estimada por los gastrónomos (V. MÍZCALO) 1, mientras que setas son las demás especies; Quiñones de B. (NBAE XVIII, 558) enumera las setas entre varias cosas insignificantes (camaleón que papa mosquistos, setas que os brota la tierra, jacaristas de poquito). De ahí el empleo gramaticalizado con valor de ‘nada’, en J. A. de Baena (Canc., p. 439, v. 18) «tus consonantes que non valen xeta». En el mismo orden de ideas vemos que seta puede significar actualmente ‘moco del pabilo’ [Aut.], y en el Glos. de Toledo xeta traduce el lat. uligo. Esta glosa, que no sin motivo causó extrañeza a Castro se explica, como es común en glosarios medievales, si tomamos en cuenta el texto de S. Isidoro (XVI, i, 5) «uligo sordes limi vel aquae sunt»; el uligo del glosario citado debe entenderse, pues, en el sentido de ‘moho’ o ‘verdín, plantas criptógamas que se crían en las aguas estancadas y lugares húmedos’ y no en el clásico de ‘humedad’.
Considero primitivas estas acs. más amplias y me inclino a derivar seta de σƓπτά ‘cosas podridas’. Fácilmente se pasaría de ‘podredumbre’ a ‘moho, verdín’ y de ahí a ‘hongo sin valor’, ‘hongo yesquero’, etc. El vocablo griego entraría en latín o romance como término de médicos y naturalistas. En apoyo de esta etimología griega quizá podría citarse el hecho de que el vocablo signifique ‘excremento de vaca’ en Cuéllar (Segovia), BRAE XXXI, 509.
No está claro, pero es posible que haya relación con el vco. ziza ‘seta, hongo de primavera’ cuya -z- podría ser secundaria. Vasco guip. xuxa «mousseron, le plus recherché des champignons», junto a xuxurla «chisme, susurración» (Leiçarraga), lab. xuxtur buisson» (Bera-Me. cita un xuxaka ‘leña menuda para hacer fuego’, pero si esto es auténtico será derivado de su ‘fuego’, sin relación con xuxa); zeta ‘seta’ guip., pero ‘mancha’, ‘broza’ guip., b. nav., ronc., sul.; vizc. zuza ‘seta de superior calidad’, bazt., vizc., guip., salac. ziza. Quizá también hay que hacer entrar en el problema etimológico del cast. seta el gasc. y cat. sép (también escritos cep), que designa una especie de seta de mediano aprecio: en gascón es palabra bastante general (Bearne, Landas, Gers, H-Pyr., Arán); para el catalán vid. Ag.: no es del cat. central, pero sí del NO.; en Senet (A. Ribag.) me dijeron los s༱ps como «champignons de Paris», cf. mi Vocab. Aran.; en varios puntos de Gascuña dicen set y aunque -ps > -ts es fenómeno muy corriente, que a menudo se propaga al singular, también se da alguna vez lo contrario por ultracorrección; sin embargo lo más extendido es la variante con -p y más bien parece que sea ésta la forma primitiva en gascón y catalán. Se ha creído que venga de CIPPUS ‘tronco, cepa’ (yo en VocAran., y en Els Marges 1979); pero quedan dudas semánticas, y además, ante la existencia de ziza, zuza, xuxa, zeta en vasco, nos preguntamos si en los tres vocablos no se trata de una misma raíz. Para el cat. y gascón también cabría pensar en otra forma de la raíz de σƲπω ‘me pudro’.
Pero sería preferible reflexionar mejor si este conjunto no invita más bien a pensar en algún común origen prerromano, aunque con variantes fonéticas en las bases antiguas. Nótese que los gr. σƲπω y σαπρóς, no tienen etimología indoeuropea (por lo menos nada sólido, de modo que Pok. lo ha excluido del IEW, pues la fonética normal exigiría base indoeuropea T?-); las posibilidades dentro de lo europeo o indoeuropeo serían muchas y vagas, cf. en particular las raíces SEIKW- y SEIP- del IEW 893 y 894, con acs. como ‘orines’, ‘excremento fluído’, ‘baba’, ‘sebo’, ‘gotear, manar’, y sobre todo el lit. šùpti ‘podrirse’, por más que el enlace de éste con la palabra griega (cf. Walde-P, I, 500; Walde-H. II, 640), choque también con serias objeciones fonéticas, y un radical SAP- difícilmente podría anexarse a la raíz KSA- (IEW 624) ni por el sentido ni por las normas formativas (en el scr. ksapáyati, la -p- es elemento morfológico y meramente índico, y por lo demás significa ‘quemar’).
En la explicación de la Acad., lat. SAETA, por lo sedoso de muchas especies de hongos, resulta inverosímil el tratamiento culto en vocablo de tan baja estofa y en noción de índole tan popular. Yo había pensado también en SAEPTA ‘setos, tabiques’, por alusión a las numerosas laminitas paralelas que se notan bajo el sombrero de ciertos hongos, pero esto no es característico de todos ni de la mayor parte, y justamente no se encuentra en los de tipo inferior (cuesco de lobo, moho, etc.).
De seta o xeta ‘hongo’, y no del ár. ȟaƫm ‘hocico’ (Acad.), imposible por la x- antigua, viene indudablemente jeta ‘boca saliente de labios abultados’, ‘cara bestial’ (también ast. xeta, R), que ya sale en Quevedo (Sueños, Cl. C. I, 53.7, y otro pasaje allí citado) y en Covarr., con aplicación especial al hocico prominente de los negros (s. v. geta). Es evidente la comparación con el aspecto abultado de la superficie superior del hongo, provista de un hoyito en medio, y he aquí por qué seta significa también ‘hocico’ en Salamanca (Espinosa, Arc. Dial., 25, n. 4) y ‘vulva’ en Murcia (Sevilla), acepción que D. Medardo Sánchez Tejero nos señala en Ávila; lo mismo que xeta en la Sierra de León y geta en Orizaba (VKR III, 116). Para el paso de ‘hongo’ a ‘labio grueso’ comp. la evolución igual en eslavo: paleosl. g྿ba ‘musgo’ ‘seta’, que en fechas más recientes toma además, en todas partes, la ac. ‘jeta’ o ‘labio’: esloveno gôbec ‘jeta’, junto a g࿀ba ‘musgo, seta’, checo ant. húba ‘musgo’ pero más tarde ‘jeta’ y ‘labio’, ruso gubá ‘musgo de los árboles’ frente a gúba ‘labio’ (Pok., IEW 396.32).
Xeta o jeta ‘hocico’ tiene que ser el punto de partida del arag. jeta ‘espita, grifo’ (Bo.), alto-arag. y arag. orient. ajeta (BDC XXIV, 159), murc. jeta (G. Soriano). Es conocida la costumbre de hacer salir el agua de las fuentes y pilas por la boca de un monstruo u otra figura bestial o humana: de ahí vienen el fr. robinet, el cast. grifo, el alem. wasser- o fass-hahn, el ingl. cock, etc. En cuanto al cat. aixeta ‘grifo’, pallarés xeta ‘grifo’, xetó ‘espita’, Urgel a(i)xetonar ‘agujerear un tonel’ (Ag.), ¿será supervivencia de un cat. *xeta ‘hongo, jeta’, hoy desaparecido, o habrá que mirarlo como préstamo castellano? Sin duda es voz ya antigua, pues es de uso absolutamente general en el dialecto oriental, y no pudo entrar después del cambio cast.-arag. de -š en ི. Lo mismo indicaría el hecho de emplearse Ƈ༱ta en este sentido en el catalán del Alguer (Guarnerio, AGI VII, listas del fin). Pero en realidad, desde la redacción del DCEC (cf. ya las adiciones a esta obra) se ha visto que el cat. eixeta ‘grifo’ es palabra independiente, sin relación con el cast. seta/jeta y en el DECat. se demuestra su origen verdadero.
DERIV.
Cardo setero. Setura (V. arriba). De jeta: jetazo, jetón, jetudo. Derivados cultos del gr. σƲπειν ‘pudrir’ (de donde viene σƓπτά): sepedón; séptico; asepsia, aséptico; antisepsia, antiséptico.
CPT.
Septicemia (con αƹμα ‘sangre’). Saprófito, compuesto de σαπρóς ‘podrido’ (de la misma raíz griega) y ưυτóν ‘planta’.
1 Según Terr. seta sería especialmente la morilla o cagarria. ↩