SARRO, voz peculiar al cast. y al port., seguramente de origen prerromano, emparentado con el vasco sarra ‘escoria’ y con la familia de vocablos estudiada en el artículo SARNA.

1.ª doc.: h. 1500, Juan del Encina; Laguna, ed. Dubler IV 332.

Escribió Enzina: «e dos ollas con un jarro, / e tres cántaros quebrados, / e cuatro platos mellados, / cubiertos todos de sarro»: tenemos ahí la ac, «betún duro y fuerte, que de las reliquias salitrosas [o calizas, etc.] de algunas cosas se va juntando y uniendo, como se ve en algunas vasijas» (Aut.). A veces, también, «se llama sarro, lo que queda pegado de la orina en el jarro de orinar» (Covarr.); pero la aplicación más común es a la sustancia calcárea que se pega a los dientes poco limpios, o a la lengua del febricitante (Covarr.), según muestran otros ejs. citados por Cej. (IX, 549): «la lengua se le pone tan gruesa y llena de sarro» Fonseca (V. de Cristo, fin S. XVI), «la boca llena de sarro, la lengua como una tabla» Lorenzo de Zamora (1601-8), y es lo que parece significar también en Fz. de Oviedo, Hist. Indias L, X, x (vol. IV 492a). Hay otras acs. más locales, pero que vienen a parar en la misma idea de ‘residuo, escoria’: en Segovia (Cej.) ‘la escoria en la fabricación de la pez’; Cabrera Alta sarro ‘hollín’ (Casado Lobato), santand., ast., leon., berc. sarrio ‘hollín de la chimenea’ (G. Lomas, 2.ª ed., 334, también sarro; R; V; A. Garrote; Fz. Morales), ast. occid. xarrio (V), segov. jarrios (Vergara); gall sárriu ‘hollín’, ‘orín’ en el Limia (VKR XI, s. v.); gall. sarrio ‘heces del vino adheridas a las duelas, costras de tártaro’, gall. charrizo ‘hollín’ que ―con la habitual alternancia vascoide― es en Lugo cherrizo (citados por GdDD 5803), sarrapio «sarro, relej, porquería que, a veces, hay en los labios, dientes, boca, orinales, etc.; amargor, gusto repugnante y áspero de algunas frutas y viandas» (Vall.; comp. A. Otero, Cuad. Est. Gall. VI, 106); Viana do Castelo sarranho «negro de fumo, pó muito negro na paranheira do forno» (RL XVII, 82); port. sarro ‘heces o tártaro del vino’, ‘sarro de los dientes’, ‘hollín de la pólvora quemada’: sarro da cuba aparece ya cuatro veces en Mestre Giraldo, a. 1318 (RL XIII, 411), que es el testimonio más antiguo que tengo del vocablo iberorromance.

Ya Diez (Wb., 486) sugirió un parentesco con SARNA y con su hermano vasco sarra ‘escoria’, a esta idea se adhirieron más decididamente Simonet (s. v. xarrín), R. Gutmann (cita en SARNA) y Steiger (Homen. a M. P. II, 43)1, y aunque Schuchardt (ZRPh. XXIX, 562-4) y M-L. (REW) se abstuvieron de opinar sobre la idea, no creo que quepa dudar de la misma; para detalles y para más parentela, remito a mi artículo SARNA. Es muy dudoso que haya relación con el adjetivo antiguo sarro, variante de JARO.

DERIV.

Sarroso [1513, G. A. de Herrera, en Cej.].

Sarrillo ‘estertor del moribundo’ [1581, Fragoso: «en esta parte del gargüero (casi en todos los que se mueren) se hace cierto ruido, que el vulgo llama sarrillo, que es un sonido como de agua», Aut.]2, port. sarrido «a dificuldade de respirar que tem o peito serrado por doença ou afliçƟo» [«stridor pectoris» 1606, Nunes de LeƟo, y Faria e Sousa, en Moraes]: puede ser derivado de sarro, concibiendo el sarrillo con su ruido líquido como unas heces que suben a la garganta del agonizante; pero teniendo en cuenta el vasco alto-nav. y vizc. zarra ‘onomatopeya del ruido de beber produciendo cierto ruido’, ‘estertor’ (zarrada ‘trago’, zarrata ‘cascada rápida’, zarran, zarralde ‘arrastrando, con los pies arrastrando’, comp. nota), Arán, Ariège sargalh ‘estertor de moribundo’, lemos. sarguelh, sorguel, «râle, son qui imite celui de l’eau bouillante» (Laborde, Béronie), Venasque sorgall, Pallars surgall íd., y aun el cat. soroll ‘ruido en general’, me inclino a creer más bien que se trata sencillamente de una onomatopeya (como ya dije en BDC XXIII, 310-1)3.

1 Éste sugiere partir de la idea de acarreo de materias por el agua, teniendo en cuenta que el vasco sarra también significa ‘arrastre’ en algunos dialectos (comp. guip. sarrapel ‘corriente del agua’); quizá sí, pero es preciso tener cuidado con los homónimos: la forma que tiene propiamente el sentido de ‘arrastre’ es zarra, cuya idea central parece ser la onomatopeya del beber y del ruido del agua (V. abajo acerca de sarrillo). El sentido fundamental de sarra-SARNA parece ser ‘desecho, escoria’.―

2 Parece ser voz poco extendida, de la que no traen datos independientes los demás dicc. Según Cej., la recoge también el cordobés Fr. del Rosal (1601).―

3 Aunque las formas del tipo sorgall podrían deberse a un cruce con el tipo soroll, y éste ser de otro origen, no creo que se trate de un derivado de CERRAR, vasco zarratu, lat. SERARE, entre otras razones porque entonces esperaríamos *cerrillo o a lo sumo *zarrillo en castellano. Será también onomatopeya Ansó arrollán ‘estertor de agonizante’ (BDC XXIV, 160).