SALVO, del lat. SALVUS ‘sano’, ‘salvo’.

1.ª doc.: med. S. X, Glosas Emilianenses.

Donde sanos et salbos traduce el lat. incolumes (n.º 30). En el Cid, es salvo de mal, y también sustantivado, lo tienen en su salvo, etc. En Berceo, puede valer lo que hoy salvado, «qui a mí quisiere escuchar e creer, / viva en penitencia, puede salvo seer» Mil., 862d. Frecuente en todas las épocas, y representado en todos los romances de Occidente. En cast. el tratamiento de AL indica evolución semiculta, o predominio del habla de las clases superiores. Fraseología y acs. en Cej. IX, § 150. El empleo adverbial ya está en J. Ruiz («non querades comedir / salvo en la manera del trobar e del dezir» 45d); significando ‘excepto’ era equivalente de la conjunción sino, y así se explica que pudiera tomar además el valor adversativo propio de ésta, como vemos en textos de los SS. XV-XVI: «gente muy fermosa, los cabellos no crespos, salvo corredíos y gruesos como sedas de caballo... las piernas muy derechas, todos a una mano, y no barriga, salvo muy bien hecha» diario de Colón (M. P., La Lengua de C., p. 28); salvo que ‘sino que’: «jamás cesó agua del cielo, i no para dezir que llovía, salvo que resegundaba otro diluvio» íd. (p. 30), «que non dexe su amor, pues lo a començado tan fuertemente, salvo que lo mantenga lealmente y que lo non falle en días de su vida» Lanzarote (ms. S. XVI, copia de otro de 1414, RFE XI, 294).

DERIV.

Salvedad [‘seguridad en una transacción comercial’, doc. de 1175, Oelschl.; ‘salvación’ Berceo, Loores, 199; ‘seguridad’ S. XVII, antic., Aut.; ac. moderna, ya Acad. 1843, no 1817]. Salvar [‘librar de un peligro’ Cid; ‘proteger, defender’ en frases como «Sancto Domingo... / el que dizen de Silos, que salva la frontera» S. Dom., 3d, aplicado a poblaciones o fortalezas que hacen frente a los moros1, comp. Salvatierra, Salvaleón, lugares fronterizos; de la fórmula de saludo Dios vos salve, pasó este vocablo a significar ‘saludar’: «entonces llegó el gamo a él e salvólo e díxole el galápago: -¿dónde vienes?» Calila, Rivad. LI, 46; Apol., 328; Purg. de San Patricio, S. XIII, Homen. a M. P. II, 227; J. Ruiz 1479; Crón. Gral. de 1344, en M. P., Floresta I, 162; Lanzarote de 1414, RFE XI, 297]2, del lat. tardío SALVARE íd., derivado de SALVUS; salva [‘excusa, justificación’ J. Ruiz 104a; ‘reserva, salvedad, disculpa solemne’ Montemayor, Trabajos de los Reyes, a. 1558, RFE XII, 52, 53; Timoneda, Patrañuelo, Rivad., p. 163; ‘prueba que hacía de la comida y bebida la persona encargada de servirla a los reyes y grandes señores, para asegurar que no había en ellas ponzoña’, «degustatio, libamentum» Nebr.; Gracián, Criticón, ed. Romera I, 277; A. Castro, Mél. Ant. Thomas, 1927, 89-94; de ahí figuradamente ‘adelantarse a otros en comer algo’ Rinconete y C., Cl. C., p. 150; señor de salva ‘gran señor’, Timoneda, Sobremesa, Rivad., pp. 175, 178; Pz. de Hita, ed. Blanchard I, 308; ‘bandeja para servir copas, etc.’, Lope, Cuerdo Loco, p. 47, > fr. ant. salve, ya 1666, BhZRPh. LIV, 102-3; ‘disparo de armas de fuego en una solemnidad’, 1595, Aut.]; salvilla [G. de Alfarache, Cl. C. III, 191.15; Vz. de Guevara, El Rey en su Imag., p. 64; ‘bandeja de dulces’ cub., Ca., 69; mozár. xarviella ‘bandeja’ 1.ª Crón. Gral., 180a6, con variantes mss. xervilla y servi(e)lla; no viene del hispanoárabe šarbâla «urceus; parva alba cum qua bibitur aqua», como quiere Eguílaz, 490, sino que es éste el que viene del romance, aunque adaptado a la raíz arábiga šárab ‘beber’]; ¿salvita cub. ‘Monecphora bicincta, insecto chupador de la caña de azúcar’ (Ca., 195)? Salvable. Salvación [Berceo]. Salvachia [Acad. 1925, no 1884]: palabra de formación incierta y de forma sospechosa, de la cual no tengo comprobación (nada semejante en ingl., it. ni demás, romances).

Salvado [J. Ruiz: «Fizo’s de la Cruz privado: / él comió el pan más duz, / a mí dió rumiar salvado» 118c; «furfur», glos. del Escorial; hoy se emplea como colectivo ―comer salvado, etc.―, pero en APal. 56b, 154b, 394d, Nebr. («s-: salviatum, purgamenta farinae, furfures, apluda»), Covarr., y los clásicos citados por Aut., está en plural], parece ser derivado de salvar, quizá (como dice Covarr.) porque se salva o evita por medio del cedazo3; salvadera [1591, Percivale «a dust boxe»; Oudin «boiste à poudre, poudrier»; ejs. de Quevedo y de Quiñones de B., NBAE XVIII, 562], que deriva de salvado por el empleo de esta materia para enjugar lo escrito recientemente, está probado por las observaciones de R. Cabrera y los textos de los SS. XV-XVI que documentan este uso, citados por Cuervo, Ap., § 600; no puede tomarse en consideración la derivación directa de SABULUM ‘arena’, preconizada por Hartzenbusch (en Cuervo, Disq., 1950, p. 474; comp. El Averiguador Universal I, 61). Salvador [Berceo]. Salvamento [1212, M. P., D. L., 270.30; -miento, 1234, ibid. 318.6; J. Ruiz; Conde Luc.; Rim. de Palacio, 1309; -mento, 1570, C. de las Casas; necesitan comprobación las citas de Aut.]. Salvante prep. ‘excepto’ [«xalbán lo quel coxtó non quixo máx tomar» h. 1300, Yúçuf A, 69d, = salvante B58; M. P. lo mira como un caso de apócope de la -o del gerundio, de lo que cita otros casos en el Yúçuf, y puede tener razón aun en éste, comp. cat. salvant ‘excepto’, que se siente como gerundio; la apócope cast. se explicaría en este caso por el uso proclítico: Covarr. registra con este valor salvantes, y Aut. salvante, ambos como voces «del estilo baxo»; sería vocal restituída falsamente; este tipo ha proliferado en el habla vulgar, V. a propósito de dejante]. Resalvo. Salve (ejs. clásicos en Aut.), tomado del lat. salve, imperativo de salvēre ‘estar en buena salud’. Salvia [¿selvia?, 1399, Gower, Confesión del Amante, 392; sa-, Nebr.; Lope, Jerus. Conquistada XVII, v. 313; Cej. IX, § 150], de SALVէA íd., que parece ser derivado de SALVUS por las propiedades beneficiosas de esta hierba; gall. sarxa o xarxa, Bierzo sara (Sarm. CaG. 92v, 93v, A100v, 149v), V. SAJAR.

Salud [Cid; ‘salvación’ Mil., 860d; saludes ‘saludos’ Cid, Mil., 811c; «s.: salus» Nebr.; Cej. IX, § 150], del lat. SALUS, -ȢTIS, ‘salud, buen estado físico’, ‘salvación, conservación’, ‘saludo’, de la misma raíz que SALVUS; de ahí por vía culta salute ‘moneda con la salutación angélica’ [Nebr.]; saludable [Berceo; «salubris» Nebr.]; saludar [Cid], de SALȢTARE íd.; saludación ant. [S. XIV, J. Ruiz; Libro de Enxemplos, Rivad. LI, 483] o salutación [APal. 431b; Nebr.; Cervantes]; saludador [APal. 115b; «psyllus, marsus» Nebr.]; saludo [no Covarr. ni Oudin; Aut. sólo ‘salva para saludar’; ac. moderna Acad. 1884, no 1843]. Salubre [1587, Sabuco, Aut.; no Oudin, Covarr. ni Góngora], tomado de salūber, -bris, -bre, íd., derivado de salus; salubridad; salubérrimo.

CPT.

Salvoconducto [Nebr.] Salvohonor [Nebr., s. v. sieso], porque al nombrarlo se decía cortésmente «salvo vuestro honor». Salvaguardia [1728, Aut.; no Covarr], probablemente adaptado del fr. sauvegarde [1233]; más raramente salvaguarda (no Aut.); salvaguardar (no Acad.) es galicismo bastante usado. A salvamano (no Aut.), raro en lugar de a mansalva. Salvabarros. Salvamanteles. Salvavidas [Acad. 1884, no 1843]. Salutífero [1521, Juan de Padilla, Lida, Mena, 449; 1540, Aut.].

1 No es ‘rebasar, pasar adelante’, como supone Gonzalo Mz. Pidal en su ed. de Clásicos Ebro.―

2 Nótese la construcción de salvar intr. para ‘salvarse’, usual en la Arg.: Sarmiento, Facundo, ed. Losada, p. 169; M. Fierro I, 331, 481; II, 4551.―

3 Luego se trataría de la ac. de salvar en s. un inconveniente, un obstáculo, frase que Aut. ya documenta en Ercilla. La explicación de Jud (ASNSL CXXVI, 110), por ser las partes del grano que se han salvado de ser molidas o desmenuzadas por la muela, me parece menos convincente, porque desde el punto de vista del aldeano ―eminentemente práctico―, con ello no se «salva» nada, sino que se pierde. Reconozco que la otra explicación tampoco es evidente, y aun cabe dudar de que realmente sea derivado de salvar. Como el salvado propiamente dicho va mezclado con muchas partículas no vegetales, cabría sospechar un *SABŬLATUS ‘mezclado con arena’, de SABULUM, comp. bearn. sablat ‘arenal’, oc. sablà «ensabler», «saupoudrer dans le sable». Fonéticamente sería irreprochable, pero es dudoso por no estar representado SABULUM en la Península Ibérica, a no ser en el derivado cat. sauló ‘arenisca’ y el port. saibro, ambos también dudosos (el santand. sable con su -e se revela como galicismo). El tipo salvado es sólo cast., comp. port. farelos, leon. y amer. afrecho, cat. segó, oc. bren. Cabrera quiere partir del SALVIATUM que Nebr. emplea como traducción de salvados, pero no hay tal vocablo latino: parece tratarse de una latinización de la palabra cast.; Du C. lo registra con la trad. «leguminis species», pero sólo en un Ceremonial del Ardèche de 1360 («die Veneris cicera rubea, et die Sabbati salviatum comedebant»); no está claro si se trata de un préstamo del latín hispánico, pero más bien se tratará de unas gachas condimentadas con salvia (¿comp. POLEADAS?), comp. «salviatus: saugie, un bruvage; a salvia, sauge» citado por Du C. de textos franceses de 1352 y 1359; y Oudin: «salviata: oeufs brouillez avec du suc de sauge». Por más que la explicación semántica de salvado desde el verbo salvar no es evidente ni mucho menos, todavía está menos fundada en este aspecto la reciente etimología de G. Colón (RLiR. XXXVIII, 1974, 95-105, que nos llega cuando ya es tarde para estudiarla con la calma debida): lat. SALIVATUM, empleado para ciertas combinaciones de medicina popular en la curación de animales enfermos, en cuya preparación parece haber entrado como ingrediente la saliva; el vocablo figura en algunos manuscritos y ediciones de Columela y ya de Plinio, pero otras fuentes dan salviatum, y de éstas lo tomó Nebrija, aunque a nuestro humanista se le ocurrió (como ya se ha indicado arriba) identificarlo con el cast. salvado. Desde luego en Plinio no se trata del salvado, sino de una planta venenosa empleada para curar enfermedades del buey; en Columela parece haber mayor cercanía semántica con el salvado, pues se define como algo parecido al lat. simila; pero tampoco ahí queda claro de qué elemento vegetal se trata con precisión; y concluye Colón reservadamente con alusión a salvado: «libre a ceux qui le voudront d’y reconnaître la survivance d’un terme employé par l’espagnol Columella». Mi impresión provisional es que se trata de un nudo de parónimos formado por ciertos copistas (quizá hispanos) y ciertos editores. en que se ha enredado un derivado del lat. saluia con saliua y con el cast. salvado y sus antecedentes, por ser tan fácil paleográficamente que los dos palos o trazos verticales de saluatum se convirtieran en los tres de saliuatum o saluiatum; más forzada me parece la idea de que un derivado de saliva pudiese desligarse tanto de su primitivo que se produjese la síncopa salivado > salvado. Reconozco, sin embargo, que convendrá estudiar el asunto con más calma. Como siempre, se observa la fe excesiva de Colón en los meros ưιλολοƔικĮ ưαινóμενα, sin preocuparse demasiado de confirmar con hechos comparables en los dialectos vivos de la vida real del lenguaje, que haya o no haya, debajo de los datos de la documentación que anda impresa.