REACIO, origen incierto; como antiguamente era rehazio o refacio, es imposible que venga del b. lat. reactio ‘reacción’; teniendo en cuenta que en la Edad Media refazio significa ‘airado, díscolo’, quizá venga de *REFRACէDUS, derivado de FRACէDUS ‘rancio, podrido’ pasando por ‘rencoroso’.
1.ª doc.: refacio, Berceo.
Los testimonios de reacio escasean en el resto de la Edad Media y en el Siglo de Oro; sólo conozco los siguientes: «e las tales malas personas, rehazias, enteras [‘enterizas, tiesas’], porfiadas, yniquas, perversas, obstinadas, yertas, duras e de mala calydad, mal biviendo acaban mal» Corbacho (ed. Pz. Pastor, 275.4), «refactus... quiere dezir obstinado, porfioso, duro, rehazio, e que no recibe enseñança» APal. (413d). Falta en Nebr., PAlc., C. de las Casas y otras muchas fuentes antiguas. Covarr. se limita a decir «reazio, el terco y porfiado, quasi recio» (escribiéndolo sin h, sin duda por una enmienda de última hora en obsequio a su seudo-etimología, pues lo coloca entre rehazer y rehenes); Aut. se limita a repetir a Covarr., sin cita de ejs., aunque agregando tímidamente que también podría venir de rehacer «porque con su terquedad confirma y rehace muchas veces lo que una vez hizo u dixo»; la Acad. vaciló, escribiendo primero rehacio o reacio (hasta 1791), después sólo rehacio (1803-1884), finalmente sólo reacio [1899] proclamando la etimología reactum, supino de reagere ‘reaccionar’; con justificada protesta de Cuervo (Ap., § 725; Disq., 1950, p. 449). Lo que dice Malkiel en RLiR XXIV, 214 (y RPhCal. III 27-72), ni siquiera el dato de rehaziado en la Gral. Est. I 599a, II 151ab, 229b, tienen interés apreciable.
No ha tentado a los etimologistas: nada dijeron de él Diez, Körting, M-L. ni siquiera Monlau, ni ha habido artículos o estudios monográficos que lo incluyeran. Tampoco hay nada análogo en gall.-port. ni en otros romances. La etimología académica, ni siquiera olvidando la -f- antigua sería clara, pues ‘reacio’ no es tanto el que lucha abiertamente contra algo, sino el refractario o remolón que resiste pasivamente: «¿en qué diablos consiste que aquel mitrado esté tan reacio en no dar nada?» L. F. de Moratin, «el magistrado, nunca reacio ni detenido en manifestar su celo, le había ofrecido galeras y enviárselas dentro de cuatro meses» Jovellanos, «entre el alegre cascabeleo sonaba el ¡arre acá! animando a las bestias reacias» Blasco Ibáñez (citas de Pagés y Rz. Morcuende); de ahí que a veces se haya empleado reacio en el sentido de ‘holgazán, perezoso’ (así definen rehazio Oudin y Percivale). Hoy es palabra de uso bastante general, mucho más que en lo antiguo.
Contra el étimo reagere es terminante la unánime grafía antigua, pues rrehazio es como se lee también en G. de Segovia (p. 90). Pero hemos de reconocer que las demás etimologías también ofrecen cien leguas de mal camino. Si viene de hacer o de faz: ¿cómo se explica la terminación -io? Sería fácil postular un *REFACէDUS, derivado de FACERE, sea en el sentido que sugirió Aut. o en el de ‘rehacerse, volver a tomar fuerzas’ y por lo tanto ‘resistir’2; o bien de FACIES en el sentido de ‘dar la cara, volver la cara al enemigo’3. Pero este *REFACIDUS tiene mucho de latín de cocina: la posibilidad de tal formación está lejos de ser clara desde el punto de vista latino o el romance. Y si no, cítense casos paralelos de uso del sufijo -IDUS, que yo no conozco. No se diga que no hace falta una terminación -IDUS para explicar rehacio, puesto que FACIES ya tiene la I necesaria, pues haz (faz) aparece en cast. siempre sin esta ȳ, que no podía conservarse en una palabra popular4; Spitzer MLN LXXII, 1957, 589, insiste en partir de FACIES, suponiendo sea reacio adjetivo postverbal de un verbo *refazear: lo cual desde el punto de vista formal es imposible, tratándose de una palabra medieval (dicho adjetivo habría sido inevitablemente *refazéo). Ahora bien, reacio tampoco puede ser derivado culto, por falta de un modelo latino o bajo latino. Por otra parte, en lo semántico son también etimologías forzadas. Más razonable sería partir de *refactio5 ‘acción de rehacer’, en forma semiculta, y por lo tanto partiendo del nominativo (como p. ej. en el cat. desfici ‘ansia’, oc. desfèci < lat. defectio), y quizá no sería imposible encontrar una explicación plausible para el cambio de categoría gramatical (imagínese p. ej. la fácil desinteligencia en una disposición legal como «será castigado el refacio», primitivamente ‘la resistencia’, entendido por el vulgo como ‘el que hace resistencia’). Entonces debiéramos tener ç sorda en cast. ant., cuando el Corbacho, APal. y G. de Segovia coinciden en la -z- sonora6, pero podría recurrirse al influjo de fazer y refazer para salir del paso. Sin embargo, adviértase que todo esto es muy hipotético y complicado, y que ni siquiera está claro el paso semántico de ‘refacción’ a ‘contumacia’.
¿Será preferible una base refractio7, con eliminación disimilatoria de la segunda -r-? Alguna ventaja tendría esto, si nos acordamos de refractario, sinónimo de reacio (aunque es verdad que esta ac. de refractarius apenas es latina); de todos modos refringere (part. refractus) sólo es ‘quebrantar’, ‘despedazar’ en clásico, y el fr. ant. refraindre (ingl. refrain) ‘refrenar, moderar’. A pesar de todo no se podrían poner reparos semánticos decisivos, pues ahí tenemos también refragari ‘oponerse’, ‘repugnar’, del que podríamos echar mano como contaminador, tanto más cuanto que hay refragium ‘resistencia’, ‘impedimento, obstáculo’ (perpetuado en fr. ant.: REW 7158). La etimología a base de refractio o refragium parece hallar una inesperada confirmación en el extremeño ࿉ehádyo (cuya -h- y -d- coinciden perfectamente con el rehazio antiguo), que significa ‘parte pequeña de tierra de labor que se agrega a las suertes, después de hecha la partición de labores’ en 5 pueblos del Noroeste, Centro-Oeste y Sudeste de Cáceres, y ‘pedazo de terreno de poco valor’ en otro pueblo de la misma provincia: ahí tendríamos, pues, la ac. primitiva ‘fraccionamiento’8. Pero apresurémonos a reconocer que todo esto es complicado y bastante incierto. Quizá se trate de una palabra no latina9. O de algún cruce (aunque refractus o refractarius cruzado con rezio tampoco satisface)10. Si me viera obligado a decidirme provisionalmente por una de las etimologías anteriores, me inclinaría a suponer que en frases legales como «refactio morte punietur» el vulgo, siempre tardo en comprender las abstracciones, entendería ‘el reincidente’ en vez de ‘la reincidencia’ y de ahí nacería refacio ‘contumaz’.
Pero hasta aquí nada nos prueba que refacio fuese primordialmente un vocablo jurídico o moral-religioso (condición necesaria para esta hipótesis), o si perteneció más bien a la esfera militar o afectiva, lo que habría de orientarnos en otro sentido. Y justamente esto es lo que indican los ejs. más antiguos, arriba analizados, donde tiene claramente el sentido de ‘airado, amenazador, díscolo’. Ahora bien, esto me conduce a la etimología más satisfactoria no sólo desde este, sino desde todos los puntos de vista: lat. vg. *REFRACէDUS, derivado de FRACէDUS ‘podrido, rancio’, bien representado en it., rumano y retorromance (REW 3465); que una palabra con el sentido de ‘más que rancio’ podía tomar en el lenguaje afectivo el significado de ‘airado, díscolo’ lo prueba rencor de RANCOR ‘rancidez’, y es tan natural como el uso del alem. e ingl. bitter con esta ac. (comp. logud. rànzigu ‘amargo’); aun podía llegarse a lo mismo desde ‘repodrido’ (comp. pudrirse de impaciencia). La eliminación de la segunda R por disimilación está en regla.
1 O reemplaza por rezios, que no conviene nada para el verso y poco para el sentido. Quizá su modelo traía reazio.― ↩
2 Como testimonio de la aplicación de FACERE al terreno del carácter moral podríamos mencionar el antiguo afazerse ‘familiarizarse’, afazimiento ‘afabilidad’ (DHist.), cat. popular fa(i)ent ‘afable’. El refazio sería lo contrario del faient (= haciente). Pero este valor negativo del prefijo re-, corriente en latín arcaico, sería extraordinario en romance. Y no se citen sinónimos de refazio como el fr. rétif o el arag. repropio, pues ahí el sentido viene ya del radical y no del prefijo.― ↩
3 Quizá en esto pensaba Tallgren al relacionar con enaziado, que Gayangos quería derivar de un *INFACIATUS. De hecho un derivado de FACIES, a saber porfazado (posf-), a veces se acerca mucho al rehazio de los textos antiguos. En un pasaje del Alex., paralelo al que he citado para rehazio, leemos «Étor e Diomedes, entranbos porfazados, / estavan en el campo firmes e denodados» (535a); allí mismo (519d) «Eneas... / más yrado que nunca tornó al apellido / rrebolvié la fazienda como omne desfaçido», donde O trae porfazido. En el S. Mill. uno de los pobres protegidos por el santo con un pedazo de su manto «fue entre los otros uno muy porfazado, / quiso fuir con ello: façiélo desguisado» (241a). Luego quizá se pasara desde ‘insultado, injuriado’ a ‘vil’ para llegar a ‘contumaz, airado’; de todos modos parece ser ac. secundaria en el caso de porfazado. Y sabido es que el étimo *INFACIATUS es falso en el caso de ENACIADO (véase). En cuanto a aziago, con que lo relaciona también Tallgren, nada puede tener con esto en común.― ↩
4 Sabido es que hacia se explica por contracción en la etapa arcaica faze a > fazia, lo cual no tendría aplicación a nuestro caso.― ↩
5 Forma cuya existencia bien puede suponerse en bajo latín, en lugar del común refectio, puesto que refactus se encuentra en inscripciones latinas.― ↩
6 Los testimonios de Berceo no cuentan ahí, pues en los pasajes citados sólo disponemos de la copia del S. XVIII o de ediciones en ella fundadas. La rima de 257b más bien es favorable a una ç, pero adviértase que la otra rima ganançias prueba que ahí el poeta no andaba muy riguroso. Más sólido es el testimonio del Alex., pero tampoco puede contarse con él, pues se trata del ms. aragonés del S. XV, y en Aragón la confusión de -z- y -ç- empezó antes que en Castilla (comp. ribaço algunos versos más abajo).― ↩
7 Un testimonio de refractio, -onis, voz ajena al latín clásico, se encuentra en CGL II, 253.4; su sentido no es bien claro (comp. refringere allí mismo).― ↩
8 En cuanto a que la ac. extremeña venga de la de rehazio ‘refractario, remolón’, como supone Espinosa (Arc. Dial., 103-4), a base de la mala calidad del terreno, esto es lo que primero ocurre, y bien puede ser cierto; de todos modos no es claro: el paralelo del ast. bravo ‘terreno inculto’ está lejos de ser convincente, tanto menos cuanto que bravo no fué primeramente ‘malo en sentido moral’ (la etimología PRAVUS resulta ser falsa), sino ‘indómito, inculto’. No encuentro otros testimonios de este sustantivo rehazio en dialectos modernos (no en Lamano, Zamora V., Fig., Vall., Acovedo-F., G. Rey, Munthe, Canellada, Vigón, G. Lomas, ni en Krüger, Gegenst., Dial. S. Cipr.) ¿Tiene algo que ver el nombre de Trefacio en Sanabria?― ↩
9 En el Fuero Juzgo, o por mejor decir en uno de sus mss., se halla una vez rahaz en vez del común rafez, refez o rahez ‘vil, inferior’ («si ella se casa con hombre rahaz contra voluntad del señor» II, p. 84, var. 18, donde el texto latino trae inferiorem y los demás mss. refez o rafece). En rigor esto podría explicarse por el ár. raȟɊ «mou, tendre, doux, souple, flexible» (que en vulgar sería raȟáɊ), raȟâɊa «mollesse, flexibilité, soupplesse», en BoqȚor «cagnardise», lo cual nos recuerda el rehazio ‘holgazán’, ‘lazy fellow’ de Oudin y Percivale, y por otra parte puede conducir a la idea de ‘cobarde, vil’ (< ‘muelle’); por otra parte, desde ‘remolón’ se llegaría a ‘contumaz’. Rehaz se habría cambiado en rehazio por influjo de rezio. Pero el aislamiento del hápax rafaz (frente a las muchas docenas de testimonios de rafez) debilita demasiado el quicio o punto cardinal de toda la etimología. Al fin y al cabo bien puede no ser más que una mala lectura de la ed. académica del Fuero. No creo que el vocablo proceda de ninguna raíz arábiga, por lo menos ni Dozy ni los diccionarios clásicos nos ponen sobre pistas sugestivas. De todos modos llamo la atención de los arabistas para que me desmientan si pueden. La raíz rfs (y vulgarmente rfɊ) ‘cocear’ está bien comprobada en árabe clásico, egipcio, etc. (Dozy I, 540) y de ahí parece que derivan los nombres de persona Räfäs y RaffâɊ registrados en Argelia (aunque creo que no en Oriente). Un räffäs ‘asno coceador’ aparece en algún historiador y algún proverbio arábigo; si de ahí se hubiese derivado un adjetivo *rāffāsî (o -āɊî, variante cuya Ɋ impediría el cambio de a en e) no podríamos negarnos a estudiar si de ahí podría venir refazio (puesto que el acento se traslada vulgarmente en esta combinación) tanto más cuanto que hallo el nombre de lugar el Refassi o el Rafassi como nombre de dos acequias o partidas de cultivo en Benissoda y Atzeneta de Albaida. Pero el hecho es que no se documenta en árabe tal adjetivo, que la -z- del castellano antiguo se opone a la idea, que esta raíz, poco desarrollada en el árabe oriental, parece ser ajena al hispanoárabe (nada se encuentra en RMa., PAlc., ni hay datos de ello en Dozy) y que esos nombres de acequias apenas se explicarían con un sentido así, y es más probable que deriven del b. lat. refactio en el sentido de ‘rehacer, rellenar la provisión de agua’ (cf. para lo morfológico los val. desficaci, desfici, arag. maneficio [DECH III, 820a12], cast. cansa(n)cio, anda(n)cio, etc.).― ↩
10 Más bien parece que sea RECIO el que deba su -z- al influjo de reacio; V. aquel artículo. ↩