ENACIADO, ant., ‘tránsfuga, el cristiano que se pasaba a los moros o el moro que pasaba a los cristianos’, ‘espía’, del antiguo verbo anaziar, enaziar o naziar ‘pasarse al enemigo’, ‘apartarse’, debido a una confusión de dos participios activos árabes, nâzi ‘tránsfuga’ y nâziɅ ‘alejado’, ‘el que abandona’ (o de los verbos correspondientes náza y názaɅ).

1.ª doc.: enaziado, h. 1295, 1.ª Crón. Gral., ed. M. P., 514.33.

Para documentación del vocablo en castellano, vid. M. P., Infantes de Lara, glos., s. v.; C. Michaëlis, RL XIII, 250-6; Cej. VI, § 79; Cuervo, Obr. Inéd., 386n. Por este último vemos que en todas las ediciones que respetan la ortografía medieval aparece enaziado con -z-1. También Nebr. «enaziado o tornadizo: perfuga; transfuga». Se halla principalmente en textos de los SS. XIII y XIV (agréguese Gr. Conq. de Ultr., 204, 216), y se aplica casi siempre al castellano que ha pasado a los moros y por su conocimiento del idioma y las costumbres cristianas les presta valiosos servicios guerreros o diplomáticos2, o hace de espía dentro del ejército cristiano; alguna vez, empero, se trata de un moro renegado de su fe que presta los mismos servicios al rey de Castilla (así en dos pasajes de la Crón. de Alfonso XI). Define M. P. «los enaziados eran hombres que hablaban la lengua de los moros, y que servían a éstos de espías en la tierra de los cristianos y también, como prácticos en ella, guiaban las huestes en sus incursiones; prestaban otras veces iguales servicios a nuestra gente, y hacían a menudo el oficio de intermediarios o mensajeros entre los dos pueblos».

Se nota, sin embargo, que los textos jurídicos miran a los enaciados ante todo como reos políticos, a quienes se castiga con la pérdida de los bienes o de la vida; así ya en los pasajes del Fuero de Teruel trascritos por M. P.3, y especialmente en las antiguas leyes portuguesas, que nos muestran además el uso del verbo anaziar, o de su derivado anaziador: «de illos qui anaziarent ad Mauros, prendat rex suam mediam partem» (año 1136), «de enaziador, aprehendent illum quantum abuerit» (año 1114), en textos de la Beira Alta; o anazado, aplicado a un moro que se hizo cristiano, en una poesía del Canc. de la Vaticana (1012), escrita entre 1241 y 1244 (cf. anaçado, R. Lapa, CEsc. 406.6). Por la construcción más antigua anaziar ad Mauros se ve que el vocablo ha de significar primordialmente algo como ‘emigrar’ o ‘huir, fugarse’, de donde vendrá el participio enaziado de la misma manera que el emigrado o el huído. El vocablo sobrevivió en el lenguaje villanesco de Juan del Encina, donde anaziar, aplicado a una cabra, significa ‘apartarse del rebaño’ o ‘quedarse atrás’ («desta cabra he gran pesar / que comiença de anaziar, / no me doy con ella a manos, / que parió / y dos mielgos me dexó / entre aquestos avellanos»)4, y estar anaziados es ‘quedarse apartados’, como entendió bien D.ª Carolina5.

En vista de todo esto, y de que en enaziado se trata de una voz esencialmente fronteriza, me inclino a creerlo de origen árabe, como su sinónimo elche, y como el paralelo cristiano del enaciado, a saber el EXEA; puede tratarse de la raíz názaɅ ‘estar alejado’, ‘estar ausente’ «longe remotus fuit, procul abfuit domo sua», en la 8.ª forma «abiit, aufugit a domo», Freytag IV, 265; «he became distant or remote», «became far removed from his dwelling», Lane, 2784a), que Dozy documenta en textos occidentales en las acs. ‘alejarse de, abandonar’ y especialmente (en 8.ª forma) en el español Abenharith Aljoxaní († 971). No veo gran dificultad en que de názaɅ saliera directamente un verbo naze(h)ar y luego anaziar o ennaziar6, con prefijo romance. La forma sin prefijo se halla en el Fuero de Teruel y en Villasandino7. El paso de la a ante Ʌ a e y luego i, no es obstáculo insuperable especialmente teniendo en cuenta la confusión que parece haber existido en árabe entre názaɅ y názah8 en el cual, hallándose la segunda a en tarqîq, debía pronunciarse vulgarmente e; sin embargo, es posible que no se trate de un descendiente directo del verbo, sino del participlo activo correspondiente nâziɅ o del adjetivo verbal nazîɅ, que significan ‘alejado, a gran distancia’, con lo cual se explicaría aún mejor el agregado de los prefijos a- y en-; en cuanto a la desaparición del Ʌ no es extraña en castenano, y si alguien pregunta por qué no hallamos jamás huellas de él en los textos arcaicos ni en portugués, no olvidemos que de esta desaparición hay muchos ejs. en ambos idiomas (vid Steiger, Contr.), y ya la 1.ª Crón. Gral. escribe varias veces annazea (y no annazeha), justamente en un derivado de la propia raíz citada názah (Neuvonen, p. 235).

Recientemente Steiger (VRom. X, 20) propone derivar del ár. nâzi ‘tránsfuga’, bien documentado en el español Abenhayán y en otros autores medievales, participio activo de náza ‘abrazar el partido de alguien’, ‘pasarse al enemigo’, ‘cambiar de religión’, ‘sublevarse’ (Dozy, Suppl. II, 656-8)9. No cabe dudar, en efecto, de que hay relación entre estas voces y enaciado en sus acs. corrientes, y como tampoco cabe dudar de que la hay entre enaziar ‘quedarse atrás’, o ‘fugarse’ y el ár. názaɅ podemos aceptar la conclusión de que en España, donde el y el Ʌ enmudecían más o menos completamente, los dos vocablos árabes se confundieron en uno solo al pasar al romance.

No son aceptables las demás etimologías propuestas. El P. Tailhan, Rom. VIII, 612-3, relacionó con el verbo de las Glosas de Reichenau anetsare ‘obligar, forzar’, conjeturando un sentido ‘hacer algara’, ‘algarero’, que carece de fundamento; Cuervo, Car. Michaëlis, Jeanroy (Rom. XXXVII, 296-9) y Gamillscheg (R. G. I, 221), recordando que esta palabra de las glosas procede del a. alem. ant. anazan ‘compeler, incitar, instigar’ (derivado de la palabra que hoy en alemán es hetzen), y que de ahí viene el fr. ant. anesser ‘exhortar’, su. fr. aniksi ‘azuzar al perro’, y quizá el it. annizzare10, insistieron en la misma idea, que Cuervo explicaba semánticamente porque el enaciado instigaba al enemigo contra los suyos, y la singular evolución de sentido que entonces presentaría el participio enaziado se explicaría porque a veces este cristiano era enviado adrede y requerido o compelido por los suyos para hacer el papel de espía en el campo enemigo. Pero todo esto es muy forzado y rebuscado: la etimología no convence semánticamente y lo más probable es que el parecido meramente formal, y aun en esto imperfecto, entre enaziado y anesser, sea casual y se trate de dos palabras sin relación. Spitzer, RFH VII, 160-1, propuso últimamente un derivado del nominativo lat. natio ‘nación’, en el sentido de ‘soldado extranjero’ que tenía la voz nación en el S. XVI, o en el de ‘paganos’ que asumió nationes en los Padres de la Iglesia; de *nacio vendría también el mall. nàscia, nèscia, ‘raza, descendencia’ (lo cual no es seguro)11, y de ahí también el derivado cast. ennaziado o anaziado en el sentido de ‘el que se ha hecho extranjero’. Esto no convencería de todos modos mientras no se hallasen testimonios directos de este *nazio castellano, pero sobre todo no es posible porque entonces deberíamos tener anaçiado con ç sorda12.

Es posible que del port. ant. anaziar, anazado, venga el añazar-se ‘apocarse, deprimir, menguar’, que CortesƟo señala en el norteño Castelo-Branco, comp. el cat. migrat ‘desmirriado’, si es que viene de MIGRARE. Según C. Michaëlis vendría también de ahí el port. anaçar ‘revolver’, ‘agitar profundamente’, que ya se halla en Mestre Giraldo (a. 1318), hablando de las tripas del caballo, y en Juan de Barros, hablando de las tempestades con respecto a las aguas del mar; no sería imposible llegar ahí desde la idea de ‘sublevar’, pero la ç sorda hace pensar en la posibilidad de un origen distinto13.

1 Hay enasiado en el Poema de Alf. XI y en la Crónica de 1344 (M. P., Inf. de L., 277; con variantes manuscritas anaziado, eneçiado, ençiado, éstas debidas seguramente a escribas tardíos que no conocen la palabra y piensan en necio), pero es natural, pues estos textos escriben fisiera, fortalesa, quinse, asás (pero con ç las palabras que tenían la africada sorda).―

2 «Fiso su carta para Ruy Vasques, ... en como le enbiava desafiar Alicante por el rrey Almançor, e ... era fecha por lenguaje castellano, ca la fisiera un enasiado que sabia muy bien escrevir», Crón. de 1344, en Inf. de Lara, 277.―

3 «Los adalides e los naziados que fueren presos, el concejo de Teruel los faga matar...».―

4 Canc., ed. 1496, fº XXIIIv°, a. Traduce amplificándolo el texto de Virgilio, Bucólica I: «hanc etiam vix, Tityre, duco: / hic inter densas corylos modo namque gemellos / ... reliquit.»-

5 Los pastores que visitan a Jesús recién nacido dicen: «De los primeros seremos: / vamos, vamos, vamos Juan / .―LUCAS. Benditos los que verán / lo que nosotros veremos / .―MARCO. Aballemos, aballemos, / y no estemos anaziados». Ibid., f° CV, , b. La traducción del editor Cañete ‘aneciados, atontados’ es, naturalmente, arbitraria, de sonsonete. Quizá no tanto, aunque se guía por el mismo principio engañoso, la que da a reñaziar («hacerse el rehacio»): «PIERNICURTO. Quiçás que peor será / si te estás ende posado / ... JOHAN. Calla ya, que no vernán ... PIERN. Yérguete ora ende, Joan, / no estés ende reñaziando / JOHAN. Anda, ño stes empuxando, / que nunca acá aportarán», Auto del Repelón, ed. Álvarez de la Villa, v. 270; puede tratarse de un derivado de anaziar en el sentido de ‘quedarse atrás, entretenerse’, con ñ sayaguesa. Pero este último puede ser otra cosa, vid. AÑACEA.―

6 La forma con e- es muy rara en portugués. Sólo Cabeza del Enaziado en un fuero de 1188-1230 (RL XXXV, 72).―

7 Hablando de uno a quien acusa de judío y descreído, ruega se le despoje de sus bienes, concluyendo con alusión a la conocida disposición foral: «esta ley es ordenada, / por derecho ordenado, / que padesca el nasçiado», Canc. de Baena, n.º 183, v. 55.―

8 Que en sus varias formas significa ‘alejar’, ‘alejarse, estar alejado’, ‘mantenerse lejos (de algo)’; «longius semovit abduxitque», «avertit, cohibuit», «remotus fuit ab ...», «longe semovit exemitque», Freytag, IV, 269.―

9 Enaciado no es un híbrido como dice Steiger; puede mirarse como derivado de un cast. *nazi < nâzi o considerar anaziar como adaptación cast. del ár. názaɅ (o náza), pero ni lo uno ni lo otro sería verdadera hibridación.―

10 Pero éste y quizá la voz suiza van con el it. ant. izza ‘cólera’ y su derivado adizzare, que según el REW, 4558, son de creación expresiva.―

11 Comp. nacsi, nàquis, ‘pequeño, falto, incompleto’, cuya etimología árabe demostré en BDC XXIV.―

12 Una de dos: o era vocablo hereditario o bien culto o semiculto. En este caso tendríamos sorda en castellano y portugués (comp. cansaçio, generaçio, etc.). Si fuese hereditario, podría haber -z- sonora en castellano, pero sorda en portugués (EXMINUTIARE > port. esmiuçar, cast. ant. desmenuzar), y sobre todo no sería posible entonces partir del nominativo, sino del acusativo NATIONEM > *nazón. Sólo para ser completo recuerdo que Morel-Fatio (Rom. XXVI, 319) había pensado en INITIATUS, por lo demás sin insistir en ello; y que Gayangos, en el glosario de la Gr. Conq. de Ultr., dijo que venía del b. lat. infaciatus, derivado de facies ‘cara’ (de donde ‘el que vuelve la cara’, comp. cat. caragirat ‘traidor’), pero este bajo latín, que falta en Du C., parece ser inventado para la etimología, y no explicaría la falta de -f- en las formas arcaicas y especialmente en las portugueses.―

13 ¿O habrá cruce con AÑASCAR, que tiene el sentido de ‘enredar, revolver’.