RATA, voz común a todos los romances de Occidente con las lenguas germánicas y célticas, de origen incierto, quizá onomatopeya del ruido de la rata al roer o al arrastrar objetos a su agujero.

1.ª doc.: 1251, Calila («pasó por y un milano e levava una rata», ed. Allen, 112.456).

ƫa, como nombre español, ya está en Abenbuclárix, h. 1106 (Simonet). También aparece rata en el ms. bíblico E4, S. XIV, traduciendo una palabra hebrea que las demás versiones en cast. ant. traducen comadreja. Más tarde Nebr. da «rata o ratón, animal terrestre: mus», lo cual no indica que rata y ratón fuesen equivalentes para Nebr., pero se explica porque mus designa en latín ambos roedores. Rata y ratón son voces generales en todas las épocas, aunque la última sea más conocida de todos. Sin embargo, es posible que el uso de aquélla se generalizara primero, pues mur ‘ratón’ fué muy vivo en la Edad Media y aun hasta el S. XVI; por otra parte, el tipo rata tiene mayor extensión geográfica, siendo común al cast. con el port., cat., oc. y dialectos fr. orientales, mientras que ratón es formación específicamente castellana: el oc. raton es raro y funciona como diminutivo normal de rat, el port. ratão es aumentativo de rato, y designa la ‘rata’ más bien que el ‘ratón’.

Por lo demás, no todos los romances distinguen los dos animales con nombres diferentes1. El gallego diferencia entre rato2 ‘ratón’ y rata con el sentido castellano (Valladares), y es probable que lo mismo ocurriera primeramente en port. y en ast., donde aquél es ratu (R, V, Acevedo-F., Canellada) y a ésta se le llama igual o bien con el aumentativo ratón (Acevedo-F., Canellada), mientras que rata queda hoy reservado para el compuesto rata liria (liya, llira) (V, R) o rata del siestu (V), nombre local de la ‘comadreja’, creo que también en cast. se diría originariamente rato ‘ratón’ como opuesto a rata, de lo cual quedan huellas en refranes y frases proverbiales («lo que has de dar al rato, dáselo al gato»), como en el Quijote: «el gato al rato, el rato a la cuerda» (I, xvi, 59), «vos soys el gato y el rato y el vellaco» (I, xxii, 93). Lo que nos fuerza a este supuesto es que -ón es sufijo aumentativo y no diminutivo en cast., de suerte que sería la homonimia incómoda con RATO ‘espacio de tiempo’ la que conduciría a sustituir su homónimo por ratón, con carácter despectivo y no aumentativo. Ratón se encuentra ya en mss. bíblicos de los SS. XIV-XVI (Mod. Philol. XXVIII, 94), y en APal. («murex por ratón o mur» 292d; en forma parecida 293b).

El origen de nuestro tipo etimológico es completamente oscuro. El lat. MUSrata’ y ‘ratón’ ha perecido casi en todas partes, salvo algunas huellas en rético y en cast.-port.; SOREX ‘ratón’ y derivados han logrado mantenerse en gran parte del it., sardo, rético, así como en rum., fr. y algunas hablas occitanas, pero apenas ha dejado memoria en cast. arcaico, y en algún derivado en la zona pirenaica. Por lo demás encontramos el tipo *RATTU, *RATTA, en todas las tierras romances salvo Rumanía. El mismo reaparece en todas las lenguas germánicas occidentales, desde su etapa más antigua, y también en las escandinavas meridionales; es seguro que ya estaría generalizado en germánico occidental h. el S. VIII, pero no mucho antes, puesto que el alem. ratte no participó en la segunda mutación consonántica (la variante más rara ratze, parece ser primitivamente un diminutivo *ratizo). Luego no hay razón alguna para creer que en germánico sea más antiguo que en romance (a pesar de que Körting, Migliorini y otros crean en un germanismo, lo cual sólo se apoyaría en el área del vocablo en Italia, pero ésta puede explicarse de otras maneras). También está raz en bretón (rac’h en el dialecto de Vannes), y es de notar que el tratamiento de la -TT- indica considerable antigüedad en este idioma, pero el irl. med. ratta y el gaél. radán se denuncian fonéticamente como anglicismos (Thurneysen, Keltorom., 75-76); en estas condiciones es inverosímil la posibilidad, que Thurneysen dejó abierta, de un origen galo3, pues además de que es discutible la consideración de que GATO y RATA deban venir de una misma fuente lingüística, hoy se cree que gato no es tampoco céltico.

Sólo M-L. en su dicc. (1.ª ed.) se atrevió a defender la etimología que identifica a nuestro vocablo con el it. ratto ‘rápido’, lo cual obligaría a creer que en los demás romances fuese italianismo antiguo. Esto es inaceptable: 1.° porque el it. ratto ‘rata’ es voz poco castiza en la Italia central y Toscana, adonde corresponde aquel adjetivo: el área de aquél es esencialmente la mayor parte de Lombardía, el Piamonte y la Liguria, en el resto del país topo y sorcia son los tipos populares, como recalca atinadamente Schürr, ZRPh. XLVII, 511; 2.° aun en Toscana ratto ‘rápido’ es voz literaria, poética, que difícilmente podía concretarse en esta forma (por lo demás ni siquiera es seguro que venga de RAPIDUS). Con razón rechazó este origen Spitzer (ARom. X, 293-4), logrando el asentimiento del propio M-L. (REW, 3.ª ed., 7089a). Con carácter positivo poco podemos decir, y son raros los trabajos que han abordado problema tan oscuro4; la sugestión de Spitzer de que sea una creación onomatopéyica (comp. ingl. rattle ‘zurrir, crujir’ y su familia germánica, que por lo demás no es seguro sea onomatopeya) bien debe tomarse en consideración, aunque no es de las que se imponen.

Puesto que es de necesidad derivar ratero de rata, tampoco se puede desechar del todo la idea de GdDD 5453 de que éste tenga que ver con RAPTARE ‘arrebatar’, aunque el ratero no es el ladrón en general ni el ladrón violento, sino el que se lleva cosas de escaso valor, y un derivado de RAPTARE habría convenido más a animales de rapacidad más típica que la del miserable roedor, contento con mendrugos o trocitos de queso. Sobre todo esta etimología, lo mismo que la isidoriana de gato por CAPTARE, peca en el aspecto morfológico: RAPTUS es ‘el arrebatado’ o ‘lo rapiñado’, pero no es ‘el robador’.

DERIV.

Ratero ‘rastrero, que se arrastra’ [h. 1590, J. de Acosta], ‘bajo, despreciable’ [1613, Cervantes], ‘ladrón que hurta cosas de poco valor, ladrón de faltriquera’ [1605, Pícara Justina; 1609, Juan Hidalgo]; la comparación con las varias propiedades de la rata es visible, y apenas hay que recordar locuciones como rata de iglesia o de sacristía, más pobre que una rata y análogas, para mostrar que esta etimología es indudable; comp port. sorratear ‘hurtar’, sorrateiro ‘subrepticio’, rato y ratoneiro «gatuno, larápio», ratonice «ladroíce, furto»; no debe tomarse en consideración la idea de Cabrera, prohijada por Jeanroy (Rev. des Univ. du Midi I, 101), de que venga de un *RAPTARIUS derivado de RAPTUM ‘robo’ (análogamente el fr. ratier y rater se miran actualmente como derivados de rat); tampoco hay que pensar en que la 1.ª ac. venga de REPTARE como cree la Acad.; rata ‘faltriquera’ [1609, J. Hidalgo, y en los romances publicados por este autor] es voz germanesca sacada de ratero, por ser éste el campo de acción de este «especialista», comp. gnía. ratón ‘ladrón cobarde’ (J. Hidalgo)5; ratería; ratear; rateruelo. Ratino santand. Ratiño ‘habitante del Bierzo’ < port. ratinho, apodo aplicado a los habitantes del Norte de Portugal, por su carácter ahorrativo (C. Michaëlis, RL XI, 27-38; otra explicación menos verosímil en el REW). Rato y ratón, V. arriba; ratón ‘fruta de la familia del melocotón, de piel tersa y brillante’ zamor. (FD); mesa ratona arg. ‘la situada en el centro de la habitación’ (O. Gil, La Vida Privada en San Juan hace 90 años, en Bol. de la Junta de Hist. de esta provincia, III, n.° 4, pp. 6, 7); ratona ‘cierto pájaro’ arg. (Chaca, Hist. de Tupungato, 320); ratonar ‘morder o roer como los ratones’ [1490, Celestina, Cl. C. II, 174.9; Quevedo, Buscón, p. 36]; ratonero (perro ratonero ‘que caza ratones’ cub., Ca., 229); ratonera ‘trampa para ratones’ [h. 1400, glos.; APal. 105d, 293b; Nebr.]; ratonesco; ratonil. Arratonado. Enratonarse. Desratizar cub. y otras partes (Ca., 243), tomado del fr. dératiser; desratizador; desratización [íd. 244].

CPT.

Ratimago and. [Acad. 1936]: lo mismo significa allí ratonería (AV), de suerte que aquél puede ser compuesto o cruce de este vocablo con amago (que en and. significa además ‘acto de agacharse’); alguna intervención pudo además tener artimaña.

1 El cat. rata y el rum. ?oarece se aplican igualmente a los dos, distinguiéndose a veces la ‘rata’ como rata de claveguera (‘de cloaca’) y ?oarece mare (‘grande’). Lo mismo se aplica a la mayor parte de las hablas occitanas y a muchos dialectos franceses del Este. En port. rato y rata se aplican a ambos, aunque en algunos puntos se distingue el roedor grande como rata o ratão o ratazana, y al otro se le puede llamar ratinho. El it tòpo se aplica a los dos, aunque también se distingue entre ratto y sorcio.―

2 Rato de almizcle ‘ratón pequeño que anda en los muros viejos y cuyo excremento huele mucho’ (Sarm. CaG. 211r).―

3 Jud, ARom. VI, 210, reprocha a Dottin el haberlo admitido como cierto.―

4 La bibliografía citada por M-L. se refiere exclusivamente a denominaciones del murciélago, y no toca este problema.―

5 Los demás hampones tienen al ratero o ratón por ladrón tan cobarde y despreciable como la rata. En cuanto a Ratero o Val de Ratero, que Vignau y Oelschl. documentan como nombre propio en docs. leoneses de los SS. X y XI, ha de ser otra cosa, quizá nombre de ave (comp. cat. soriguer ‘especie de gavilán’).