RAMPLÓN, ‘pieza de hierro con las extremidades vueltas’, probablemente tomado del it. rampone ‘gancho’, aumentativo de rampa ‘zarpa, garra’ y de rampo ‘gancho’; voz de origen germánico, emparentada con el a. alem. med. rampf, b. alem. med. ramp, neerl. med. ramp ‘calambre’, ‘epilepsia’ (de donde ‘encogimiento’, ‘miembro encogido’, ‘zarpa’ y ‘gancho’), derivados del verbo hrimpfan, ags. hrimpan ‘encoger, arrugar’; como los ramplones sirven para herraduras, el vocablo se aplicó después a los zapatos toscos, y acabó por hacerse adjetivo, con el sentido de ‘burdo, grosero’.
1.ª doc.: rampones, 1591, Percivale.
En realidad al principio ramplón era sólo sustantivo masculino, como se ve por un pasaje de Góngora, a. 1614, donde herrar de ramplón equivale a ‘herrar con ramplones’: «a solicitar se fué / dos mulas de cordován, / que le hierran de ramplón / vecinos de Fregenal». Está también en Quevedo (Fcha.). Ya en Góngora parece aplicado jocosamente a unos zapatos toscos, comparados a unas herraduras. Al principio se diría sólo herraduras de ramplón hablando de las caracterizadas por dichas piezas de hierro, después zapatos de ramplón aplicado a los toscos y comparables a unas herraduras, más tarde la locución de ramplón se aplicaría a cualquier cosa tosca, como ya se ve por el pasaje de la Pícara Justina citado por Aut.: «despedida aquella phantasma tocinera, aquel galán de ramplón, aquel amante inserto en salvage, me acogí debaxo del pabellón de nuestra carreta». Finalmente se dijo adjetivamente herradura ramplona (Aut.), zapatos ramplones, y por último versos ramplones, escritor ramplón, uso todavía no reconocido por Aut., pero frecuente ya en el S. XIX (Pagés). Cej. V, § 47, Terr.: «ramplón: pieza de hierro que tiene las extremidades vueltas o corvas; en Alemania usan un modo de herrar con ramplones» y «ramplón a la pata llana: hombre que trae zapatos ramplones; basto, grosero, inculto». Según Acad. ramplón es hoy una especie de taconcillo que se coloca en las herraduras y también una piececita de hierro de forma piramidal que se pone a las mismas para que penetren el hielo; creo que así llaman en los Andes argentinos la especie de herraduras de clavos muy agudos que agregan los alpinistas a sus zapatos cuando han de practicar una escalada por hielo liso (fr. crampons); comp. el colomb. y mej. carramplón ‘clavo que se pone a las suelas y tacones de los zapatos’, ‘zapato viejo’ (Cuervo, Ap., § 950; Malaret), donde hay cruce con la voz francesa. Está claro que ramplón viene del más antiguo rampón por repercusión de la líquida.
La fecha tardía de aparición en la tradición lexicográfica no bastaría en un vocablo así para afirmar que es préstamo de otro romance. Pero sí basta el aislamiento del mismo dentro del léxico cast., en contraste con el it. rampone ‘gancho’, ya usual por lo menos desde primeros del S. XVI (Berni), y aplicado precisamente a clavos de herradura (V. la albeitería citada por Tommaseo), pues junto a rampone en italiano está el sinónimo hoy anticuado rampo, el diminutivo rampino, el femenino rampa también desusado en la ac. general ‘garra, zarpa’ (med. S. XVI, Caro), pero sobreviviente en sentido heráldico, el verbo derivado arrampicarsi o rampicare ‘trepar’, frecuentísimo en todas las épocas, y todavía más derivados. Esta gran vitalidad en la vecina Península demuestra que allí esta familia ha de tener arraigo antiguo, y difícilmente puede mirarse como tomada de otra lengua romance. Pero no es exclusivamente italiana, pues el fr. ramper ‘trepar’ antiguamente, y hoy ‘reptar, arrastrarse’, es corriente y frecuente desde el S. XII (God.). En lengua de Oc en la Edad Media sólo encontramos rampegolh ‘gancho, garabato’ y rampa ‘calambre’, y en cat. tenemos con gran arraigo y antigüedad rampa ‘calambre’, rampí ‘rastrillo’ y rampegoll ‘garabato, gancho’.
Del origen germánico no cabe duda, pues se trata de un grupo de palabras firmemente enraizado en esta familia ligüística1: el a. alem. ant. hrimpfan (rimfan) y el ags. hrimpan ‘encoger, arrugar’ son verbos fuertes de tipo morfológico muy antiguo, y hoy es usual en alemán una variante apofónica rümpfen, en ingles el derivado rimple, rumple ‘arruga’; con otro vocalismo hay el sustantivo a. alem. med. rampf, rampfe m. ‘calambre’, ‘desgracia’, b. alem. med. ramp m. ‘calambre’, ‘epilepsia’, ‘necesidad’, ‘desastre’, neerl. med. y mod. ramp ‘epilepsia’, ‘desastre, calamidad’. La relación entre la raíz germ. HRIMP-HRAMP y su sinónima KRAMP- (vid. CALAMBRE) quizá sea la de una alternancia indoeuropea entre KREMB- y GREMB-, como las que pueden observarse algunas veces. El sentido básico del germ. HRAMP- sería el de ‘calambre’, conservado por el oc.-cat. rampa (comp. CALAMBRE), propiamente ‘encogimiento’. De ‘encogimiento’, ‘miembro encogido, acalambrado’ fácilmente se podia pasar a ‘zarpa, garra’ y de ahí a ‘gancho’ y a ‘ramplón’.
Queda el problema de cuál fué el idioma germánico que proporcionó esta raíz al romance. Esto es dudoso, pues el arraigo en it. y cat. haría pensar en una base gótica, mientras que la presencia antigua en francés sugiere una procedencia fráncica, que es a lo que también inclina la repartición geográfica del vocablo germánico (así creen Gamillscheg, R. G. I, 266; y Wartburg en Bloch). Quizá coexistiera un sustantivo gótico femenino *HRAMPÔ (romanizado ora en rampa, ora en RAMPO, -ONIS, > it. rampone), con un verbo fráncico *HRAMPÔN, de donde el fr. ramper.
DERIV.
Rampa ‘plano inclinado’ [h. 1800, Jovellanos, en Pagés; Cej. V, § 47]2, del fr. rampe íd., derivado del fr. ant. ramper ‘trepar’ (hoy ‘arrastrarse’); de ahí fr. rampant ‘(animal) con las garras adelante, en actitud de trepar’, de donde el cast. rampante [h. 1580, Argote de Molina]; por etimología popular se relacionó éste con RAPAR y RAPIÑA, de donde león rapante (Pérez de Hita, ed. Blanchard II, 75), aves rapantes (Tirso, Condenado por Desconfiado, ed. Losada, II, i ix, p. 137). Rampete murc. ‘hierba empleada en ensaladas’, del val. rampet (Escrig, supl.), de origen no bien seguro, comp. alav. zarrampín ‘acedera’. Rampiñete. Almer. rampuja ‘sombrero de paja, de alas anchas, usado por los segadores’ no parece derivar de esta familia; quizá de rempujar, porque se encasqueta. Zarramplín [Acad. 1884, no 1817; ast. farramplín, V], parece cruce de un *ramplín (sacado de ramplón) con otro vocablo, quizá zarrapastroso (o zarracatín); zarramplinada.
1 No está a mi alcance el estudio que dedicó a este germanismo romance Th. Braune en el Programm des Luisengymnasiums de Berlín, a. 1894, n.° 40.― ↩
2 También se ha dicho rampla que cita Cuervo (Ap., § 483, n.), con ejs. andaluces y leoneses; lo mismo en la Arg., diario Los Andes, 29-VIII-1940. ↩