QUÉ interrog. y admirativo, procede del lat. QUէD, pronombre interrogativo neutro.

1.ª doc.: orígenes (Cid, etc.).

M. P., Cid, 335.8. Además de pronombre sustantivo neutro, el qué interrogativo, por una innovación peculiar al cast., port. e it., ha tomado el valor de un adjetivo masculino y femenino (¿qué gente es ésta? ¡qué gozó tendrá!): así se encuentra desde el Cid1; no es evidente cuál fuese el punto de partida de este nuevo valor, ajeno no sólo al latín, sino al galorromance y al cat. (quin, -na, en éste; quel, -lle, en fr.; ambos en oc.). Acaso se cambiara con fines enfáticos el sustantivo interrogativo qué en qué cosa, y de ahí se extendiera luego a otros usos adjetivos: en efecto ché cosa es frecuentísimo en it. y no es inaudito en iberorromance, donde no faltan ejs. antiguos («le preguntó que le dixiesen qué cosa era Roma», Cuento de Otas, princ. S. XIV), y lo que podría apoyar este punto de vista es que se emplea también què cosa en el cat. de Mallorca (raro y quizá no castizo en el del Continente), mientras que tal construcción adjetiva es desconocida en este idioma con otros sustantivos; está también qué cosa en Juan de Valdés (venir a ver qué cosa era, 173.3) y en el Curial cat. del S. XV («vejats què cosa és l’home com pert la gràcia», N. Cl. II, 289): sin embargo, como estos textos contienen italianismos se hace sospechosa en ellos esta construcción y cabe dudar de su antigüedad en iberorromance. Quizá sea preferible partir del uso adverbial ante un adjetivo (qué grande es esta casa), pues en este uso no sólo es cast., sino también cat., y se comprende fácilmente partiendo de QUID adverbializado en el sentido de ‘en qué grado’ además esto podría comprenderse como alteración del QUAM clásico (comp. ca > que, en el artículo precedente); desde ahí pudo extenderlo el castellano al uso adjetivo ante un sustantivo; verdad es que el che adverbial no es normal en it. (sin embargo, puede decirse che imbecille!, che bon uomo!, che santa donna!). Esta cuestión no se había estudiado hasta ahora2.

Para el estudio del cambio de porqué en porque importa notar que en ciertas hablas modernas hay tendencia a hacer enclítico el qué interrogativo tras preposición: ¿por que?, ¿ que? en Cespedosa (RFE XV, 159), ¿ que?, ¿á que? en el habla vulgar argentina («enfermo estoy no que» O. di Lullo, Canc. de Santiago, p. 420; «Vamos pal ciminterio. ―¡Y á que!» Búfano, La Prensa, 22-XII-1940).

Bibliografía sobre algunos detalles. Basto, RL XXI, 209-10 (qué de... ‘¡cuántos!’). Gonçalves Viana, Palestras Filológicas, 138-42 (¿qué es de...?). Spitzer, Litbl. XXXV, 75-77 (¡qué X ni qué ocho cuartos!, etc.).

DERIV.

Otras palabras procedentes del relativo-interrogativo latino. Quien [orígenes: Glosas Emilianenses, Cid, etc.], del acusativo QUĔM del pronombre interrogativo lat. (QUIS, QUAE, QUID), tratado en este caso como palabra acentuada (a diferencia del relativo átono que, también procedente de QUEM); sabido es que en la E. Media era invariable para singular y plural, de suerte que los primeros ejs. del plural analógico quienes no aparecen hasta la 1.ª mitad del S. XVI, y aun tropezaba con gran resistencia en el XVII: un crítico de 1614 lo da por uso excepcional de algunos, otro en 1622 lo tacha de inelegante, y quienes es ajeno a la ed. original de Pérez de Hita (1600): Cuervo, Disq., 1950, 326 y 436; J. E. Gillet, Tres Pasos de la Pasión, p. 974; en el Quijote sólo aparece quiénes un par de veces, con carácter de interrogativo (I, xxx, 146; II, xxii, 87), mientras en función de relativo el plural quien parece ser constante en esta obra. La locución militar ¿quién vive? ―de la cual el primer ej. que me es conocido tiene la forma quién viva3― debió de imitarse del fr. qui vive, documentado ya en 1419, y después en 1545: su explicación última es discutida (‘¿viva quién?’ o ‘[¿hay ahí alma] viviente?’), y según Wallensköld, Neuphil. Mitteil., XX, 127n., sería préstamo temprano del it. chi vi va ‘¿quién va ahí?’4.

Qui ant., del nominativo masculino QUզ de dicho pronombre; fué de uso general hasta el S. XIII (Cid, Berceo, Apol., Alex., passim; Gr. Conq. de Ultr., 61) y todavía aparece en el Conde Luc, pero ya no en J. Ruiz5.

Cuyo [Berceo, etc.], del lat. CUJUS, -A, -UM, íd., sólo conservado en cast., port. y sardo; hasta el S. XVII fué muy vivo el uso de cúyo como interrogativo, sea en la interrogación directa (¿cúyo eres?) o en la indirecta6, después quedó confinado a algunas hablas locales arcaizantes, como la de Cespedosa (RFE XV, 246) y la del Interior argentino («¿cúya es esta casa grande?» O. di Lullo, Canc. de Santiago, p. 415; Draghi, Canc. Cuyano, p. cxxix); con el valor de relativo pudo emplearse sin antecedente, pero en esta forma está anticuado y aun antiguamente es raro7; el barbarismo actual consistente en reemplazar por cuyo el relativo adjetivo el cual, empieza ya a aparecer en el S. XVII8; el cuyo sustantivado con valor de ‘amante’ y también de marido está ya en Gil Vicente, HispR. XXVI 274, y en Cervantes («La Argüello, que vió atraillado a su nuevo cuyo, acudió luego a la cárcel», La Ilustre Fregona, Cl. C., 261); además vid. Cuervo, Dicc. II, 707-16.

Quid, cultismo filosófico, del neutro lat. quid ‘¿qué?’ [Acad. S. XIX; quid pro quo, S. XVII, Aut.].

Quórum, tomado del lat. quorum ‘de quienes’, empleado en Inglaterra desde el S. XVII por lo menos, como inicio de la fórmula latina legal que indicaba el número necesario para que una asamblea fuese válida.

CPT.

Ast. y santand. daqué ‘algo’ (V), ast. daquién ‘alguien’ (V). Quinao [Covarr.], parece tratarse de una abreviación de la frase latina quin autem ‘mas por el contrario...’, cuyo primer elemento pertenece a la familia del relativo latino, comp. ALJEMIFAO. Quequier y quequiera [Berceo]. Quienquier [J. Ruiz 1629c; APal. 233b] o quienquiera [Nebr.]; ant. quiensequier (Alex., 2186).

Quisque [Berceo, S. Mill., 78; Sacrif., 8, 67; Duelo, 42] ‘cada uno’ ―y, combinado con otras palabras, quiscadauno en el Cid y en textos aragoneses, quiscataqui en las Glosas Emilianenses: M. P., Oríg., 366; hoy cada quisque, vulgar en ast. (V) y en otras partes; comp. port. ant. quis ‘cada uno’ según Nunes, Chrest. Arch. cxviii― a pesar de su identidad semántica con el lat. quĭsque (que habría dado *quesque), es probable, como admite Hanssen9, que sólo casualmente coincida con este vocablo latino y resulte de un cruce de qui s’ quier10 con qui que, o más bien es abreviación de qui s’ (quier) que: en efecto el cat. ant. quisque significa ‘cualquiera que’, quesque ‘cualquier cosa que’11, hoy quis que, ques que en el habla languedociana de Lezignan (RLR LXVI, 3 38); comp. cat. qualque, etc. ‘cualquiera que’ > ‘alguno’.

Son cultismos: Quídam ‘sujeto determinado’ del lat. quidam ‘cierto, uno determinado’. Cuodlibeto, de quodlĭbet ‘lo que se quiera’; cuodlibético; cuodlibetal. Cumquibus, de cum quibus ‘con los cuales’.

1 «Qué ganancia nos dará» v. 130 y passim; «¿qué vestido levaremos?» Apol., 655c; etc. Obsérvase, sin embargo, que en la Edad Media es muy común quál con este valor, como en fr.: «quál ventura serié esta», «ved quál ondra» (Cid, 3722, etc.), «en quál guisa» (Cuento de Otas, y frecuente en todas partes), «por quál causa, por quál razón o en quál parte» (APal. 401b).―

2 No trata M-L. del adjetivo ni del adverbio interrogativo-admirativo en su Introd. ni en sus Gramáticas Romance ni Italiana.―

3 «Llegados a mí me preguntan quién viva. Señor, dije yo, viva el pece», 2.ª parte anónima del Lazarillo, a. 1555,: Rivad. III, 93.―

4 Vid. Clédat, Rev. de Phil. Fr. XVIII, 69; Jeanroy, Rom. XXXVII, 294-6; A. Thomas, Rom. XLIV, 100-101; H. A. Todd, RRQ XI, 370-80.―

5 Con valor de relativo en Berceo puede tener como antecedente lo mismo un masculino (el qui..., Mil., 906d) que un fem. (783d) o un neutro (esti prado en qui... Mil., 14b). Acerca de la extinción de qui hay que ver el trabajo de A. Par, Qui y Que en la Península Ibérica, RFE XIII, 337-49. En Aragón se mantuvo más tiempo que en Castilla: hay refrán del S. XIV «can qui lobos mata / lobos lo matan» (RFE XIII, 366), refrán que Jaume Roig reproduce en esta misma forma aragonesa en su Spill del S. XV. A. Alonso, RFE XII, 144, cree que la sustitución cast. de qui por que se debería exclusivamente a las leyes fonéticas, lo cual no puede admitirse ya desde el punto de vista cast., y menos teniendo en cuenta que el cat. y el it. (donde abundan las palabras en -i) hicieron la misma sustitución.―

6 «Le preguntó don Rafael que cúyo hijo era», Las dos doncellas, ed. Hz. Ureña, p. 129; Coloquio de los Perros, Cl. C., p. 222; «Y ¿cúyo fue? ―No quiere decirte cúyo» Calderón, Mágico Prodigioso III, xviii, ed. Losada, p. 240; «para que veas no sólo / que esclavo eres pero cúyo» íd. p. 242. Ejs. curiosos en Villegas, citados BRAE XVI, 439. Para el port., RL XXIX, 289-90; XXXIII, 212-3.―

7 «Non será más honrado / por ello cuyo fuere» Sem Tob, 599; «por respeto de cuyo hijo era le puso en compañía de su hijo Federico» Timoneda, Rivad. III, 164; otro de Villegas l. c.―

8 «Al fin el rey me ha mandado / que te eche de la ciudad, / porque está de una maldad / con justa causa indignado; / que, aunque me lo has encubierto, / ya en Sevilla el rey lo sabe, / cuyo delito es tan grave, / que a decírtelo no acierto», Tirso, Burlador II, 392; otro en Vélez de Guevara, Serrana de la Vera, v. 1387.―

9 Notas a la Vida de S. Domingo, tir. aparte de AUCh. 1907, p. 40.―

10 Quesquier ‘cualquier cosa’ APal. 182b, quesquiera íd. íd. 341b.―

11 «Donava del punyal o de l’espasa a quisque li fes negun enuig e desplaer», Eiximenis, N. Cl. VI, 29; muy frecuente: Muntaner, N. Cl. VII, 34.19; Costumbres de Tortosa, p. 247; Jaume Roig, n. 9815, etc. Quesque: «Dona, quesque dia lo bander, la paor guarda la vinya» Eiximenis, N. Cl. VI, 35 (mal impreso què és que).