PUERRO, del lat. P֊RRUM íd.

1.ª doc.: Berceo.

También está en el Libro de los Cavallos del S. XIII (93.15), en J. Ruiz, en APal. («puerro... es ortaliza provechosa a los del campo, purgan la boz; los mayores son cabeçudos» 373a; 98d; 407b), Nebr., etc. En algunos puntes de España se dice porro [Acad. 1884, no 1843], pero no parece ser forma castiza (falta del todo en Aut., Covarr.); Colmeiro V, 130-1, sólo la registra en la combinación ajo porro, recogida como nombre del puerro o Allium Porrum por los aragoneses Pardo-Loscos (1863), para el Allium Polyanthum o puerro agreste por Willkomm (h. 1850), quien herborizó sobre todo en el Sur de España, y es en particular el nombre del Allium Ampeloprasum (asi según Pérez Lara, que estudió la flora gaditana en 1882)1; parece, pues, tratarse de una forma tomada en parte del cat., parte del port. y quizá también del mozárabe. Este detalle tiene importancia para la cuestión del origen de porra (V. abajo); el nombre del porro se pronuncia porro en cat. con o cerrada, creo que en todas partes2, lo cual podría sugerir la existencia de una variante con o originaria, pero el hecho es que el it. dice pòrro (Petrocchi, Fanfani), oc. ant. por rima dos veces en o abierta, y el oc. mod. porre, pòrri, pouorre, pouerre supone lo mismo (sólo calabr. purru, pero junto a puorru); desde el punto de vista latino no parece posible una cantidad PĶRRUM, y la hermandad con el gr. πράσον supone un étimo P?SO- que sólo podía dar O breve. En resumen, no debe esperarse en cast. otro resultado que puerro, y la forma porro tiene todas las probabilidades de ser advenediza.

DERIV.

Porráceo. Porrada ast. antic. ‘gazpacho’ (R). Porral. Porreta ‘hojas verdes del puerro’ [Nebr.], ‘las de ajos y cebollas’ [1513, G. A. de Herrera, Aut.], ‘las primeras que brotan de los cereales antes de formarse la caña’ [«Volutina era deesa... que dizian ser prefirida a las enbulturas de las porretas de la mies», APal. 536d], de ahí la locución en porreta ‘desnudo’ [Quevedo, Cuento de Cuentos, Cl. C. IV, 185] (que no puede venir; de in puris [carnibus], GdDD 3469), y ast. en puerru ‘en ayunas’ (V)3; ast. aporretar ‘echar porretas el trigo’ (V). Porrina. Porrino [1513, Herrera, Aut.]. Porra [Alex. 1205a4], voz común al cast. con el port. pôrra [ej. de 1209, y otros medievales, en CortesƟo; del S. XVI en Moraes; de porrin(h)a desde 1136] y el cat. prra5 íd., de origen incierto; desde el punto de vista semántico, no hay inconveniente alguno en derivarlo de puerro, lat. PORRUM, como se hace desde Covarr., Diez (Wb. 478) y M-L. (REW 6670), por la forma de bastón con un cabo grueso, comparada con la figura del puerro, de tallo largo y bulbo a un extremo6; son, en efecto, numerosos los derivados de PORRUM que expresan un objeto abultado (además del bearn. pourrou «gros bâton» y el and. porro ‘bastón de pastor’ (AV), inmediatamente relacionados con porra): it. porro, calabr. puorru ‘verruga’, fr. poireau íd., val. porró de raïm ‘racimo de uva’, Fraga porro ‘porra de la cebolla’7; pero el obstáculo fonético, que ya causaba grave escrúpulo a Cornu (GGr. I, § 25), es real y difícil de eliminar, pues los tres romances ibéricos postulan de consuno una base con ֖ cerrada8; no es posible admitir con M-L. que en cast. es portuguesismo, tratándose de una voz tan antigua y general, de uso tan popular y tan fecunda en derivados; sin embargo, como no se ve otra etimología posible9, sigo admitiendo ésta provisionalmente ante la posibilidad de algún influjo perturbador de carácter fonético10 o por cruce con otro vocablo; también puede ser debida la o a una procedencia mozárabe, dialecto donde realmente existió porra11.

Pero realmente el escrúpulo fonético que inspira esta etimología es tan grave, que el lingüista se siente dispuesto a acoger favorablemente otras explicaciones etimológicas. Y Hubschmid ha propuesto recientemente una (ZRPh. LVI, 1950, 60-62) que desde luego es muy digna de tomarse en consideración. Se trataría de una forma hispanocéltica *PŬRRA, alteración del célt. B֊RR-: irl.; med. borr ‘orgulloso’, ‘hinchado’, galés med. bwrr íd., córn. bor ‘gordo’. Según Hubschmid, el vocablo irlandés tendría también la ac. sustantiva ‘hinchazón’, ‘bulto’ (lo cual logro comprobar sólo en derivados modernos); se trata de una familia de vocablos bien representada en germánico (con el sentido de ‘rigidez, orgullo, grosería’), al parecer procedente de una raíz indoeuropea *BHORS-, probablemente derivada de BHAR- (que es bien conocida en muchas lenguas, con significados análogos: Pokorny, Idg. Wb. 108-9). Es verdad que a primera vista las dificultades fonéticas son aún más graves que con el lat. PORRUM, pues también aquí las únicas formas célticas comprobadas tienen ֊, y además B- y no P-12>; se alega que OR + consonante se había cambiado en UR + cons. en muchas hablas galas, y aunque no todos los ejs. que se citan (VRom. III, 142-3) son bien seguros, parece esto ser cierto. Quedaría, pues, una sola dificultad fonética, la de la B-; y aunque ésta es grave, Hubschmid logra tranquilizarnos un tanto al recordarnos la familia galorrománica de oc. borra «masse de fer dont se servent les carriers», del cual ya parece haber un ej. a fines de la Edad Media (falta en Raynouard, Levy y Pansier, pero está en el Levy pequeño), y que hoy, en la forma bourro «mailloche, massue, masse de carrier», tiene bastante extensión por el Languedoc, Provenza, Ardéche, Aveyron, Quercy, Perigord y hasta el Tarn-et-Garonne y el franco-provenzal (además parece haber un ej. en francés del S. XVI): vid. FEW I, 63813, donde se atribuye este grupo al lat. BURRA ‘borra de lana’, lo cual es bien poco convincente, y realmente resulta más atractiva la etimología céltica de Hubschmid en lo tocante a esta palabra occitana.

Pero la P- iberorromance es grave obstáculo, por más cierto que sea que es difícil separar nuestro porra del oc. borra, casi enteramente sinónimo (suponer que en lengua de Oc sea préstamo del vasco no es convincente tratándose de una palabra extendida hasta el Hérault y el Franco Condado). Admite Hubschmid que en las hablas hispanocélticas habría casos de cambio de B- en P-, como los hay indudablemente en vasco, precisamente como ultracorrección de la carencia de P- inicial en vasco y en ibérico; y de hecho cita una serie de casos, pero se trata en general de formas aisladas, parga = barga, Belendi ~ Pelendones14, y sólo parra (V. mi artículo correspondiente) es palabra bien extendida y arraigada. Pero el derivar parra de barro (por tratarse de una vasija de tierra), aunque sugestivo, no deja de ser otra etimología discutible y aun arriesgada, y no es de buen método apoyar lo incierto con lo discutible. Es útil en todo caso la aportación que hace de datos antiguos y dialectales: el cast. porra y derivados aparecen ya en fueros de los SS. XIII y XII (éste más inseguro) y el port. porra desde h. 1200. El bearn. porre «bosse, tumeur, masse de chair en pelotte; excroissance de l’écorce», teniendo en cuenta su o, deberá mirarse como un préstamo del castellano. En conclusión, la etimología de Hubschmid está bien apoyada, y no se ve mucha esperanza de hallar nuevos datos que la aseguren (aunque no quiero descartar la posibilidad de que el célt. BURRA se alterara en España por influjo de PORRUM, porrón, etc.).

Sin apartarnos de lo prerromano indoeuropeo existe todavía otra posibilidad también algo problemática. Aunque indudablemente tiene dos ventajas sobre aquélla: el tratarse de una raíz más difundida que la otra en las lenguas de la familia ―céltico, báltico, eslavo, armenio y sánscrito―, y algo tan evidente como es eliminar nuestro máximo escrúpulo fonético, pues ésta empieza por P- (y más fácil sería admitir que la b- del oc. y fr. resulte de contaminación de los casi-sinónimos rom. BŬLLA, BŬRRŬLA); en cambio sólo una parte de sus formas tienen -R- y ninguna -RR-, tropiezo algo menos grave que el de la B-. Por el sentido nos acercamos tanto o más, pues si aquélla es ‘orgulloso’ y también ‘hinchado, gordo’, puramente adjetivo, aquí además de verla repetidamente como adjetivo de sentidos análogos, ‘hinchado, inflado, abombado, holgado’, aparece también como sustantivo, con acepciones como ‘borla’, ‘bola’, ‘montón’ y aun ‘nudo o protuberancia’. Aquí no podríamos partir del céltico, donde esta raíz ha perdido, claro está, la P- etimológica; y como donde más abunda es en el báltico, habría que pensar en los sorotaptos: lit. pūr ‘borla’, let. pũrs y púras ‘medida de capacidad’, aunque las acepciones más inmediatas a la de ‘porra’ se alejan ya bastante en lo fonético, al presentar otra consonante como ampliación radical: lit. punis, pune ‘tuberosidad, bulto o nudo en un árbol’, prus. ant. pounian ‘nalga’, ruso y ucr. púla ‘bola’; o bien quedan más condicionales en su evolución semántica: si el letón paûre se supone que empezó significando ‘comba, convexidad’ es porque de hecho tiene el sentido de ‘nuca, cráneo’ y ‘cumbre’ y si se cree algo análogo del scr. pupphula ‘hinchazón, ventosidad’ y pu(p)phusa ‘bofes’, ‘cápsula’, es preciso, con todo, partir del supuesto de que hay una reduplicación secundaria; vid. Pok., Idg. Wb., 847. En fin, aquí podemos conceder la posibilidad de que el sorotáptico, de léxico bastante afín muchas veces al báltico, y aun al eslavo y al céltico, era, de todos modos, una lengua bien distinta de todas éstas, para la cual es razonable esperar discrepancias como -rr- en vez de -r-, o de -l- y aun -n- en sus amplificaciones radicales. Pero si esto nos da ciertas ventajas de laxitud frente a lo céltico, también disminuye nuestra certeza. Y así, en definitiva, los méritos y deméritos de las dos etimologías indoeuropeas se equilibran, en ésta seguramente con mayores, aunque inciertas, esperanzas de que el futuro nos depare nuevos datos que complementen la probabilidad de lo mucho que queda incierto o vago.

Deriv. de porra: porrada ‘golpe de porra’ [Berceo; Fn. Gonz. 326d; «herida de porra», Nebr.]; porrazo ‘golpe de porra, golpe fuerte’ [princ. S. XVII, Aut.; ¡porrazu!, interjección que expresa admiración, sorpresa o enojo, ast. V]; porracear ‘golpear’ and., murc. venez., mej. (BRAE VIII, 481); porrear; porretada ‘montón de cosas de una misma especie’ [Acad.; ej. arg. Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 170], y con sentido análogo porrada (propiamente ‘gran golpe de una cosa’) y el famil. a porrillo ‘en abundancia’ [Acad. ya 1843]; porrilla; porrón ‘mazo grande de fragua’ ast. (V); porrudo murc. ‘cayado’, con variante porruga de porrúa (Lemus); porro ‘torpe, necio’ [1615, Quijote], comp. MAJO y majadero; análogamente: porrón ‘pelmazo, pachorrudo’ (Acad.), ast. porreteru nombre con que se increpa a una persona que ha hecho algún daño (V); y el derivado porrada ‘necedad’ («a dos palabras que digan, / han dicho ya tres porradas», med. S. XVI, Horozco, Refranes Glos., BRAE III, 99); aporrear [G. Segovia (Nougué, BHisp. LXVII); Nebr.], aporreadura [íd.]; por cruce con pegar o (a)palear: paporrear ‘vapulear’ [Acad. 1925, no 1843].

Porrón [«vaisseau de terre», Oudin; no Covarr.; «vasija de tierra de que ordinariamente se usa para traher y tener agua», Aut. sin ejs.; ‘redoma de vino para beber vino a chorro por el largo pitón que tiene en la panza’: Terr., Acad. 1884, no 1843; éste es el porró cat., empleado también en Aragón, VKR X, 221, 239, y Navarra15], cat. porró [Jaume Roig, n. 950]16, mozár. burrûn (pi. barârin) «urceus» (R. Martí17), port. dial. porrão «vaso de barro para guardar manteiga de porco» (en el Norte: RL XIX, 291), Ariège, Tarn, Hérault poùrrou18 ‘porrón catalán’ (Fahrholz, Mâzuc), «espèce de calebasse pour tenir le vin» (Couzinié): parece seguro que son derivados de PORRUM (paralelos a porra) por el bulto del vientre del porrón (cf. lo dicho en MATRAZ. La forma debió de cambiar con las épocas: el porrón argentino es más semejante a un puerro que el cat.), y así será de origen romance el vasco b. nav. porro «panse d’une bouteille, d’un tonneau», y no será éste el étimo de la voz romance (como sugirió con vacilaciones Schuchardt, ZRPh. VI, 490; XXXVI, 37; BhZRPh. VI, 31, 60); el vasco koporro ‘cuerno empleado para beber’ (RIEV 1930, 408, 430), guip., a.-nav., ronc., sul. k(h)opor, lab., b.-nav., gop(h)or, lab. op(h)or ‘fuente’, ‘vaso’, derivado del lat. CUPPA ‘copa’, ha dado el cast. vascongado oporro, pero no porrón, voz que designa una vasija muy diferente y extendida por regiones muy distantes del país vasco19.

Derivados del gr. πράσον ‘puerro’ (afín al lat. PORRUM), πράσιος ‘de color verde’: prasio; prasma o plasma; presado [Covarr.; Aut.].

CPT.

Porrusalda ‘ensalada compuesta de puerros y patatas’ bilb. (Arriaga), tomado del vasco, donde se formaría con los dos latinismos porru y sal; pero el sentido ‘ensalada de puerros y patatas’ que da Arriaga al bilb. porrusalda, será seguramente secundario en lugar del vasco porrusalda ‘caldo de puerros’. Siendo así, está claro que no hay que pensar en un compuesto formado con un equivalente del fr. salade o port. salada, sino con el vasco salda ‘caldo’, como observa Michelena, BSVAP XII, 370 (pero ¿es seguro el carácter eusquérico de salda?; ¿no podría venir en definitiva de un SALզTA o *SAL(է)TA ‘[agua] sazonada con sal’, como el abr., it. merid. salìtu, sardo salìdu ‘salado’? Claro que esto para el caso tiene importancia secundaria).

1 Esta especie la llama ajo porrino Laguna (1555) y ajo puerro Lucas Fernández h. 1500 (DHist., s. v. ajo). De esta manera se dice también en Almería.―

2 Desde luego en Barcelona y otros puntos del cat. orient.; en Fraga recogió Barnils prro ‘porra de la cebolla’ (BDC IV, 42), en Móra de Ebro oí prros como nombre de los asfodelos, y la grafía porro (sin acento) del valenciano Escrig indica también o cerrada. Quizá se deba al influjo de porra.―

3 También parece haber significado por extensión ‘hierba o pasto que cubre un prado’: «pabulum es porreta de yerva y flores y prado», APal. 3346. Así puede explicarse el cespedosano porrín ‘forraje’ (RFE XV, 165), para el que en el REW 6667a se propone una etimología difícil de justificar semánticamente.―

4 «Traye una porra de cobre enclavada / avié muerto con ella mucha barva ondrada». Es frecuente desde el período arcaico: «para ferir a manteniente deben haber cuchiellos, puñales et serraniles, et espadas et hachas et porras et lanzas et hastas con garabatos de fierro para trabar a los homes et derriballos», Partidas II, xxiv, ed. Acad. II, 265; Gr. Conq. de Ultr., ed. Cooper, II, 177rb8; Vidal Mayor; «porra para aporrear: clava», Nebr.; ejemplos clásicos en Aut. General en todas las épocas (Pícara Justina, RFE XII, 176).―

5 También parece ser castizo, por lo menos es de uso general. Ag. trae un ej. del S. XVI y otro que quizá sea medieval. Probablemente deberá identificársele el adjetivo porra, aplicado a viejas perversas, que emplea dos veces Jaume Roig, h. 1460, vv. 4542, 8734, y recuerda el calificativo de porra aplicado a la Trotaconventos por J. Ruiz.―

6 No parece tan probable que haya relación con el empleo del tallo del puerro como azote en las escuelas: «porri et persica: flagellum et cultrum accepit», Petronio 56, «porri cauda videntur usi fuisse pro ferulis ludimagistri in scholis» (Fore).―

7 Son repetidas las alusiones a la figura cabezuda del puerro. En latín se le daba el nombre de capitatum (Simonet), APal. dice que «los mayores son cabeçudos» (375d), el Moretum clásico (74) les busca por este camino una relación etimológica con porro ‘lejos’: «et nomen capiti debentia porra»; «e fai bossa coma pors» en el Romans dels Auzels Cassadors (Levy).―

8 Para la vocal de puerro ~ porro, V. arriba. En port., pôrra tiene la misma vocal cerrada que pôrro ‘puerro’, pero en este último el cambio se explica por metafonía ante la -U, lo cual no es posible ante -A; tampoco convence decir que la ô de pôrra puede ser debida al influjo de pôrro, pues éste hace el plural pórros con la o abierta etimológica, y si el singular no logró imponerse sobre el plural, ¿cómo iba a poder influir sobre pôrra?―

9 La P- inicial casi elimina del todo la posibilidad de una etimología no latina, sea iberovasca o árabe (idiomas donde no existe la P, al menos en posición inicial) o sea céltica o germánica (lenguas donde la P- inicial es rara). Aunque Schuchardt, Litbl. XIV, 335-6, vacila entre mirar el vasco borra ‘almadana de cantero’ como tomado del romance o por el contrario derivar el romance del vasco ―prefiriendo sin embargo lo primero―, los estudios posteriores de Schuchardt probaron que el vasco no tiene voces genuinas con P- inicial ―precisamente por esto alteró porra en borra―, de suerte que el carácter advenedizo del vasco borra es seguro. El mozár. pórra «maça de portero, porra para aporrear» (PAlc.), ár. afric. pórra íd., es hispanismo evidente. El prerromano alpino *PURRA ~ *PORRA ‘pastizal’ (Hubschmied, VRom. I, 89n., y III, 126; contra el origen céltico, vid. Pokorny, VRom. X, 252) queda completamente alejado por el sentido.―

10 Un derivado *P֊RRĔA, de carácter adjetivo, ‘(maza) semejante a un puerro’, ciertamente habría conservado la O sin diptongar en cast. (comp. novia N֊VէA), y podría explicar sin dificultad el port. pôrra; PORRIUM y PORRIO, -ONIS, se documenta en latín tardío (Walde-H.). Quedaría entonces la o cerrada del cat. porra, que no podría explicarse así; sin embargo, sería menos inverosímil admitir que es advenediza la palabra cat. que la cast. Pero ya es un obstáculo, y en castellano mismo todo hace creer que deberíamos esperar *porria y no porra como resultado de tal base.―

11 Sentidos figurados y secundarios: ‘cabeza del miembro viril’ [Oudin]; de ahí la interjección ¡porra! ast. de extrañeza o enfado, según V, y admitida por la Acad., y la frase enviar a la porra, irse a la porra, tan usual en cast. y cat. (V. la explicación de Ortiz, Ca. 230); ‘cabeza desgreñada’ arg. (porque la porra antigua solía ser claveteada o erizada de puntas), Chaca, Hist. de Tupungato, 303. De ahí el adj. porrudo, insultante en la Arg. (M. Fierro coment., s. v.).―

12 La forma más antigua en céltico sería BORS-, pero parece seguro que -RS- se había asimilado ya en -RR- en la Antigüedad, o por lo menos sería ésta pronunciación predominante o muy extendida (Pedersen, Vgl. Gramm. I, 83). Y en verdad no podemos por menos de reconocer que tampoco el lado semántico de esta etimología es claro y que la existencia de esta amplificación radical BHORS- (> borr-) en la familia indoeuropea no está probada con seguridad; los datos semánticos son algo escasos, sólo reaparece en germánico, y ahí los sentidos son muy diversos y en gran parte bastante lejanos: lo que más se acerca es a. al. ant. parrunga ‘orgullo’ y nor. dial. borren (o byrren) ‘orgulloso’. Lo demás germánico es vago y hasta discutible, y nada más en las demás familias indoeuropeas. No quiero disimular que hay materia para duda muy seria.―

13 Éste a su vez nos conduce al fr. ant. bourle ‘maza’, del cual es absolutamente inseparable, sea que el uno resulte de una asimilación o diferenciación de la -RR- del otro, sea que en francés provenga de un antiguo diminutivo *B֖RRŬLA.―

14 Porga se explicará por influjo del sinónimo palhouça. El santand. porona, completamente excepcional junto a borona, es todavía menos probatorio: se tratará sencillamente de una asimilación en la combinación casi fija pan de borona.―

15 En otras partes de España designa una vasija diferente, una especie de jarro en Granada (VKR VII, 36) y Guadix (ZRPh. LIV, 514), comp. Bierhenke, Sierra de Gata, p. 141. En la Arg. gran botella algo ventruda en que se expende cerveza, ginebra, etc. (M. Fierro I, 1186, 1496; Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 34).―

16 De ahí el genov. perón, pues el hecho de beber a chorro con él se dice beive â catalauna, Salvioni, KJRPh. IV, 182. En el Pallars y en el Rosellón se dice pórro.―

17 Obsérvese que R. Martí escribe burûn, así en la p. 37 como en la 638, con r sencilla, lo cual revela que el vocablo, por ser ya antiguo en hispano-árabe había sufrido fuerte arabización, reduciéndose al tipo morfológico qutúl (mientras que quttûl es bastante insólito). De ahí viene Borrunes, nombre de un manantial de Buñol (zona castellana de Valencia, Sarthou, Geogr. Gral., II, 314) y Porrones, partida del término de Agullent, que interesa especialmente por su flagrante fonética mozárabe, con la P- y la -E conservadas, y está en contradicción con la fonética del catalán que hoy se habla allí.―

18 Esta forma con acento inicial (sea regresiva o primitiva) se oye también en partes del catalán occidental pirenaico, donde la tengo oída de varios pueblos de Isàvena (el prro).―

19 La vasija de tierra para traer agua definida por Aut. recuerda PARRA (véase), como también el arag. parrón ‘vasija grande para ordeñar la leche en las cabrerías’ (Borao), pero será coincidencia. Terreros dice que el porrón catalán se llama piporro (derivado de PIPA), pero ahí debe de haber una confusión de este lexicógrafo, pues el dato no se confirma en parte alguna.