PRIMO, ‘primoroso, sutil’, del lat. PRզMUS ‘primero’, de donde, figuradamente, ‘de primera calidad’; como sustantivo en la ac. ‘hijo del tío o de la tía’, es abreviación del lat. CONSOBRզNUS PRIMUS ‘primo hermano’ (propiamente primo primero), por oposición al primo segundo, tercero, etc., a los cuales se extendió posteriormente el vocablo.
1.ª doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.).
Desde el principio aparece sustituído el latino PRIMUS en su sentido propio por el derivado primero y aquél sólo conserva acs. secundarias. En especial ‘primoroso, excelente’: Cid, 3090; Apol., 211b; otras veces el matiz es más bien ‘escrupuloso, sutil’ («al mandar somos largos, e al dar escasos, primos» J. Ruiz 816c), ‘sutil’ (opuesto a modorro, con juego de palabras concomitante, en J. de Valdés, Diál. de la L., 128.9; «en España : se había llegado a lo más primo del arte», Alfarache de Martí, Rivad. III, 386), ‘refinado’ («hechos por mano de artífice primo», íd. íd. 425), ‘esmerado’ («pongo yo siempre i no e porque... veo que los más primos en el escrivir hazen lo mesmo», Valdés, o. c., 55.19; otro ejemplo parecido en 127.20), y aun ‘fino, opuesto a grueso’: «sus cabellos, / rubios, largos, primos, bellos» (Santillana, Serranilla de las Hijas, M. P., Poesía Ár., p. 91), «los zapateros... se sirven... de la pita o hilo primo» (Pichardo, Dicc. Cub., s. v. hilaza), ac especialmente frecuente en aragonés: «un peynador de tela prima», invent. de 1497, en otro de 1373 (BRAE II, 87, 86, 89; IV, 347), y en el fuero de 1350 (RFE XXII, 142, con antonímia explícita de groso); con lo cual llegamos al sentido del cat. prim ‘delgado, flaco’, que quizá ya puede ser el de alguno de estos ejs. aragoneses (así en Venasque, Ferraz, p. 89), y que se extiende por el Sur de Francia hasta Lión (ZRPh. LV, 512).
Por otra parte tenemos primo sustantivado en varios usos («prima en la viuela: nete», «prima en la vela: vigilia prima», Nebr., comp. prima noche, en APal., citado en nota), y sobre todo primo ‘sobrino’, innovación léxica propia del port. y el cast. (V aquí s. v. SOBRINO), y en estos idiomas arraigada desde los albores de su literatura (Cid; doc. de 1194, Oelschl.; general en todas las épocas); es ya ajeno al cat. y gasc., pero algo de esto debió vivir en el Mediodía de Italia, pues el abruzo conzuprime (AIS, puntos 715, 716, 718, 728) resulta de un cruce del napol. cunzubrine, Lecce cussuprinu, CONSOBRINUS, con PRIMUS (Jud, Rom. LI, 293; mal interpretado por Griera, BDC XVI, 64). Aunque no es éste el lugar de entrar a fondo en el problema del origen del it. cugino [autóctono: ya S. XIII, Tristán ricardiano], fr. cousin, oc. y cat. cosí ‘primo’, llamaré la atención hacia la importancia que para resolverlo tienen estas formas dialectales italianas (también Basilicata kəsprünə, napol. y calabr. kuntsuprinu). Es lícito sospechar, en efecto, que fundiéndose CONSOBRINUS PRIMUS en *CONSOPRIMUS, como en los Abruzos y otros lugares del Sur de Italia, siguiera alterándose éste en cosimprimo (con asimilación vocálica y propagación de la nasal) analizado luego en cosin primo.
Desde luego no satisface la explicación habitual como forma abreviada, por la falta de casos análogos. Que el tipo cugino-cousin sea debido a una abreviación «del lenguaje infantil», como afirmó Bloch (seguido por el FEW, Prati, etc.) o que se trate de un caso de «abreviación de palabra muy usada», como lo entendía M-L. (Rom. Gramm. I, § 634), es evidentemente inadmisible: se abrevian así los tratamientos, como usted o sire, o las palabras casi gramaticales, como ca por casa o hi por hijo, o tirte allá, o bien los nombres de parentesco que el niño aprende a pronunciar primero (ma, pa = madre, padre, cat. iaia = àvia ‘abuela’), pero la idea de ‘primo’ no aprende el niño a distinguirla, ni a nombrar a sus primos con este nombre, hasta que ya es crecido (antes, si tiene trato con algún primo, sólo sabrá su nombre de pila).
Nótese que no hay otras formas abreviadas de nombres de parentesco, para la idea de ‘sobrino’ p. ej., y ni siquiera para la de ‘hermano’ o ‘hermana’: cuando el niño aprende a decir «éste es mi primo» ya no estropea el lenguaje. Yerra Wartburg ciertamente al decir que el engad. cusdrin presenta otra forma abreviada de este tipo: ahí tenemos una evolución fonética aproximadamente normal, con reducción temprana de -BR- a -R-, que a nadie puede llamar la atención estando la -B- tras vocal labial, comp. el bearn. coussourì, el macedorrum. cusurin y el alban. kušཙrí.
Desde luego he de tener razón al afirmar que la formas italianas meridionales del tipo de conzuprime o cunzuprinu nos indican la buena vía el porqué de la mutilación sufrida por el tipo cousin ha de hallarse en el empleo estereotipado de la combinación CONSOBRINUS PRIMUS, combinación indispensable puesto que, según Festo, Cayo y demás juristas, CONSOBRINUS por sí solo significaba más bien el primo segundo u otros parientes colaterales más alejados que el primo (vid. SOBRINO). Ahora bien, combinación tan complicada había de tender a contraerse o desgastarse por su misma longitud insólita, dando lugar a abreviaciones como la cast. primo o como la haplología suditaliana *CONSOPRIMUS Como prueba de la existencia de primo ‘primero’ en el idioma preliterario puede citarse la locución adverbial primas ‘por primera vez’ (comp. el opuesto postremas): «agora primas la e veída, / poco tiempo á que es nacida» (Auto de los R. Magos, v. 3; Berceo, S. Dom., 216).
DERIV.
Primero [Cid; general en todas las épocas]3, del lat. PRզMARIUS ‘de primera fila, de primer orden’: ha sustituído a PRIMUS en los romances hispanos y gálicos y en parte del rético; primer, forma apocopada de primero, sólo empleada al principio para el masculino4; primera; el duplicado primario [h. 1640, Sz. de Figueroa, Aut.] es cultismo; primería ant. (Berceo, S. Or., 3); primeridad [1541, Alvar Gómez (Nougué, BHisp. LXVIII)]; primerear arg. ¿‘ser el primero, ir a la cabeza’? («pasa otro automóvil y por largo rato le vemos dar tremendas coleadas y primerear trabajosamente en el arenal» Justo P. Sáenz, La Prensa, 12-X-1941); primeriza ‘mujer que pare por primera vez’ [Berceo; Apol.; Nebr.], -izo ‘que se anticipa’ [Cervantes, Aut.].
Prima ‘hora primera de la noche [Nebr.] o del día [S. XVII, Aut.]’, ‘primera de las cuerdas de un instrumento’ [Nebr.], ‘halcón hembra’ [Aut.], ‘camisa’ gnía. [1609, J. Hidalgo; tomado del cat.. donde vale propiamente ‘la delgada’, V. arriba]; para prima ‘cantidad...’, V. PREMIO. Primada. Primado [APal. 383b; Nebr. «primor»; primat de Spania, Toledo, 1206, M. P., D. L., 266.7; también gall. ant. (Ctgs. 2.9), pero port. primaz (ya clás.), quizá forma de los cluniacenses occitanos, primatz (nom. oc. ant. ‘ser primero’)], del lat. PRIMଵTUS, -ȢS, ‘primacía’; primado, -a, adjetivo [Aut.]; ‘patrón’ (Berceo, S. Mill., 422). Primal [1680, Aut.]; de ahí un f. primala [Acad. ya 1843], del cual a su vez se ha extraído dialectalmente un masc. primalo (Cespedosa, RFE XV, 279). Primar ‘predominar, gozar privanza’, ‘anteponerse’, galicismo de bulto que tiende a imponerse en América (en la Arg. lo emplean aun escritores cuidados; para Chile, vid. Amunátegui, Enmiendas y Observaciones a un Dicc. II, 264-8; «¿en qué código...; había aprendido yo que los prejuicios priman sobre las realidades?», en el colombiano E. Rivera, La Vorágine, ed. Losada, p. 23; la receta común de sustituirlo por privar no siempre es practicable, y sin embargo es siempre voz perfectamente sustituíble por otras). Primate [Acad. 1925, no 1843], tomado de primas, -ātis; primacía [h. 1295, 1.ª Crón. Gral., 649b27; 1595, Fuenmayor]; primacial. Primazgo. Primearse. Primicia [h. 1200, Disputa del Alma y el Cuerpo]5, tomado del lat. prīmĭtĭa íd.; primicial; primiciero ‘el que va por las chacras recogiendo las primicias’ arg. (en doc. del S. XVIII, comunicación del Sr. Draghi Lucero). Primichón [1627, Aut.]. Primilla ‘perdón de la primera falta’ [h. 1540, D. Gracián]; íd. o primita ‘cernícalo’ and., nombre totémico o conciliador, derivado de primo ‘hijo del tío o tía’ (según Riegler, ASNSL CXLIV, 226, que cita paralelos). Primitivo [gram. h. 1440, A. Torre (C. C. Smith, BHisp. LXI); APal. 1166, 3836; ejs. clásicos en Aut.], tomado de prīmĭtīvus íd.; de un cruce con primeiro, gall. primiteiro ‘primitivo’: «os espritos primarios ou primiteiros dunha nova época» Castelao 73.9. Primor [1590, J. de Acosta, Aut.], tomado del lat. primōres ‘(cosas) de primer orden’; al principio se emplearía sólo el pl. primores ‘sutilezas, cosas delicadas’ (así en el Quijote y en P. Silvestre, pero el sing. primor está ya en Acosta y en el Quijote); primoroso [1632, calificado de neologismo en Lope, La Dorotea I, viii; med. S. XVII, Aut.]; primorear. Prímula; primuláceo. Aprimar. Emprimar ‘anteponer’ (Berceo, Loores, 125), ‘ensayar, estrenar’ (Alex., 780, 960, 963); emprima.
Prior [1174, BHisp. LVIII, 363; Berceo], tomado de prior, -us, ‘primero entre dos’, ‘anterior’, ‘superior’, comparativo correspondiente al superlativo primus; priora [1227, M. P., D. L., 177.23; Apol.], prioresa [Berceo]; prioral; priorato [-ado, Berceo]; priorazgo [-dgo 1249, M. P., D. L., 98. 10]; prioría (Berceo, S. Dom., 168); prioridad [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith); S. XVI, Dic. de Autoridades]; suprior, supriora; sozprior (< cat. sots-prior).
Prístino [1483, Boll. Ist. di Ling. Estere V, 16; 60 Quijote II, xxxii, 126; falta Covarr.; sin ejs. en Aut.], tomado de pristĭnus ‘primitivo’, ‘de otros tiempos’, voz afín a primus.
Protón, tomado del gr. πρNjτον ‘primero’, de la misma raíz que primus. Proteico ‘albuminoideo’ [Lázaro Ibiza, † 1921, Pagés; Acad. 1925, no 1884], derivado de esta palabra griega, por ser materia primaria de los seres vivos; proteína [Acad. 1936].
CPT.
Primasaguas cub. ‘las primeras aguas que caen al empezar la estación de las lluvias’ (Ca., 114). Primevo, de primaevus, compuesto con aevum ‘tiempo, edad’. Primicerio [«p., en algún colegio: primicerius», Nebr.], tomado de prīmĭcērĭus ‘primero en una corporación’, compuesto con cēra, porque el nombre de este personaje se encontraba en primer lugar en las tablillas de cera donde se registraban los colegas (de ahí el mozár. primichério en el códice Escurialense de 1049, mozár. mallorquín primatxer ‘primer chantre’, cat. primicer ‘primero en rango’, Jaume Roig, v. 10245); como solía aplicarse al clero, se dijo primiclerio (códice Escurialense de 1049; Aut.; Simonet, s. v.) por etimología popular. Primigenio. Primípara, de prīmĭpăra íd., compuesto con parĕre ‘parir’.
Príncipe [príncep, Berceo, S. Dom., 199c, 393b, forma que parece ser general en Berceo, aunque algún ms. moderniza, sin confirmarlo el metro; pl. príncipes, Mil., 735d; príncep, Apol., 404; préncepe, Alex., 65; príncipe, 1.ª Crón. Gral., 188b37; Conde Luc., 229.3; APal. 383b; Nebr.], tomado de princeps, -cĭpis, ‘el primero’, ‘jefe’, ‘principal’, ‘soberano’, compuesto de primus y caput ‘cabeza’; principado [APal. 17b, 28d, 369b; Nebr.]; principal [Berceo, Mil., 43c, ‘notable’; «principal cosa: adprimus», Nebr. l, 2, r°; k, 7, v°; muy extendido el vulgarismo prencipal, p. ej. ast. V], principalía, principalidad [h. 1457, A. Palencia (Nougué, Bhisp. LXVI)]; principela, tela importada de Inglaterra [así Aut.]: ¿del ingl. antic. principal ‘el original de una copia’?; principante [1454, Arévalo (Nougué, BHisp. LXVI)]; principar [1454, Arévalo (Nougué, BHisp. LXVI)]; principatorio [íd.]; principesco [Acad. 1925, no 1843], del it. principesco íd.; principote; princesa [Nebr., ahí y en PAlc. con -s- sencilla, igual que hoy en cat. y port.], tomado del fr. princesse, derivado de prince ‘príncipe’6. Principio [h. 1335, Conde Luc., ed. Knust, 130.19; glos. del Escorial; APal. 147b, 383b; Nebr.; abundante en los clásicos desde Sta. Teresa, Aut.; para la pronunciación vulgar prencipio, Cuervo, Obr. Inéd., 189], tomado de princĭpĭum ‘comienzo’, ‘origen’, derivado de princeps; principiar [h. 1580, Fr. L. de León, Aut.; ast. emprencipiar, V]; principiador; principiante, -anta.
1 En doc. de 1213: «esta tierra á afrontaciones, de prima part... de segunda part...» (Staaff, 7.6) es latinismo del formulario notarial. Lo mismo supongo del primo que aparece alguna vez en el Fuero de Avilés. Sí es cast. prima noche ‘a primeras horas de la noche’ (p. ej. en APal. 192b, 255d), pero es expresión estereotipada que forma una unidad fraseológica inseparable.― ↩
2 El vco. primu es ‘heredero’ (guip., b. nav., bazt., sul.), Schuchardt BhZRPh. VI, 9 cita entre las palabras vascas de origen románico, al final de una enumeración: «kusu, primu ‘Vetter’». ¿Se ha usado, pues, en vasco un kusuprimu (hoy se dice lengusu < len-kusu, Azkue), o quiere decir que primu haya significado ‘primo’ igual que kusu (lo que es verosímil)? De todas formas no es nada fantástico pensar que el vco. kusu se extrajera de un kusuprimu.― ↩
3 Nótese la locución adverbial de primero (hoy cat. de primer) ‘anteriormente, la primera vez’: «cuando le vierdes que es cerca de vosotros, levántese el gamo e aléjese un poco dél, et tórnese a echar como de primero», Calila, Rivad. LI, 46; «habiendo miedo de tornar al caso como de primero», Leyenda de José (RABM 1902, 310); Pérez de Hita, ed. Blanchard II, 170. Comp. lo primero ‘en primer lugar’, «decir a vuesa merced... las virtudes de Costancica. Ella, lo primero y principal, es devotísima de Nuestra Señora», La Ilustre Fregona, Cl. C., p. 307.― ↩
4 Así en Cid, 184; Berceo, Loores, 88a; J. Ruiz, 997b. Por otra parte no estaba limitado, como hoy, al uso de primero ante el sustantivo correspondiente, sino que podía emplearse siempre que tenía uso proclítico, aun delante de una oración de relativo, p. ej. («Sant Martín primer que viene», Cortes de 1317, p. 315). La extensión al femenino se produjo por analogía: ya es frecuente en Juan del Encina (1496) y hay un ejemplo aproximadamente coetáneo, si no algo anterior, en el Canc. del Mus. Británico (también uno de postrer + fem., en J. del Encina); «la primer manzana», Balbuena, El Siglo de Oro en las Selvas de Erífile, égloga IV; «la primer muger», Lope, La Corona Merecida, v. 1817; «la primer buelta», Vz. de Guevara, Serrana de la Vera, v. 1287; «la primer dama», Ruiz de Alarcón, La Verdad Sospechosa, Cl. C., p. 17; «primer mancha», Calderón, El Mágico Prodigioso I, x, ed. Losada, p. 189; «la primer desdicha», La Vida es Sueño II, xvi, ed. íd., p. 57. Pero ni hoy (por lo menos en España) ni en el Siglo de Oro es general este uso, pues si Cervantes escribe «la primer postura» en el Coloquio de los Perros, Cl. C., p. 275, también es de él «nuestra primera madre» en el Quijote I, xi, 33. Comp. Bello, Gram., § 157. La analogía que creó estas formas es la del masculino (primer m. y f. como par m. y f.), pero tiene razón Zeitlin (al señalar algunos de estos datos en HispR. VII, 244-5) cuando sugiere que hubo influjo (aunque auxiliar y no único) de cualquier = cualquiera. El uso paralelo que se observa en algunos valencianos cuando escriben su idioma materno, es castellanismo bien evidente.― ↩
5 En forma semipopular *primecia (comp. prome(i)a, primia, en cat., donde cae -T?- intervocálico) y por cambio de sufijo primencia (Elena y Maria, Fn. Gonz., Fuero de Salamanca), alguna vez premencia (compromiso con premicia); no veo la necesidad del cruce con PREMERE admitido por Malkiel, RRQ XXXV, 316-9. También premicia (Lope de Rueda I, 224), y luego; labializado promicia (Fueros de Aragón de h. 1300, § 5, comp. Tilander, p. 531), forma también usual en cat.― ↩
6 La forma Principesa de Salerno empleada por J. de Valdés en una carta privada (Terlingen, 168) no puede tomarse como prueba de que tal forma se haya empleado en cast., pues Valdés escribe desde Italia y acerca de una italiana. Principesa en el Laberinto de Juan de Mena, 24, es formación autóctona cast., que no cuajó. ↩