POLVO, del antiguo singular polvos y éste del lat. vg. *PŬLVUS, neutro, que sustituyó el masculino clásico PŬLVIS, -ĔRIS, íd.
1.ª doc.: Berceo, S. Mill., 9, 120.
Al mismo tiempo se cambiaba el tipo flexivo PULVIS en *PULVUS (según el modelo de OPUS, -ERIS, ONUS, -ERIS, y análogos): de ahí el fr. ant. y dial. pous (de donde el derivado poussière), oc. y cat. pols y cast. polvo(s); ante la U pudo desaparecer la V, de timbre idéntico, y de esta forma *PŬLUS salió el port. pó2 (para representantes más o menos seguros de esta variante en España, vid. POLILLA), vid. Georges, Lexikon d. lat. Wortformen, y M-L., Introd., § 156; no conozco testimonio directo del neutro *PULVUS en latín, pero la variante PULVER está documentada como neutra y lo mismo demuestran el diminutivo PULVISCULUM y el plural *PŬLVĔRA. De éste proceden el cat. pólvora, oc. ant. polvera, poldra, porba, y sin duda el fr. poudre; pólvora se emplea en catalán desde los orígenes del idioma (Vidas de Santos Rosellonesas, fin del S. XIII, AILC III, 187, f° 3v°l; muchos ejs. desde princ. S. XV en Ag.), en el sentido de ‘polvo de tierra’ o ‘polvos’, y de ahí debió tomarse en préstamo el cast. pólvora, que no aparece hasta h. 1350 (Poema de Alf. XI, 2350d), y sólo tiene el sentido secundario de ‘mezcla explosiva de salitre, azufre y carbón’3.
DERIV.
Polvareda [1596, Fonseca; Quijote; ejs. S. XVII en Aut.; otro de Polo de Medina, en Cuervo, Ap., § 917], de *PŬLVୱRETA, colectivo de *PULVUS, PULVERIS (de ahí luego, por analogía, humareda); en América, por metátesis (orientada por los colectivos en -era), se dijo polvadera (arg., chil., colomb., y se diría en España a juzgar por eds. del S. XIX, como observa Cuervo), y de ahí en Cuba polvacera (Suárez; Ca., 185) (según el modelo de aguacero, lodazal, etc.); del gall.-port. pó, gall. poeira ‘polvareda’ («na ~ dunha batalla» Castelao 88.15). Otros derivados que han conservado el elemento etimológico -ĔR- de la flexión latina son los siguientes: polvoriento [Alex. «las barbas polvorientas» 671c; APal. «las caspas que sobre el cuero parecen, polvorientas e semejantes a salvados» 173b; Ercilla en Aut.]; polvorear [Quevedo, Aut.], antes polvorar o empolvorar, con su negativo desempolvorar [los tres en Nebr.]; espolvorar, -orear [1605, Lpz. de Úbeda (Nougué, BHisp. LXVI); ejs. de fin S. XIX en Pagés], -orizar [los tres ya Acad. 1843]; polvorón [Acad. 1925, no 1884; ej. del and. Juan Valera en Pagés; también popular en la Arg.: «pasa a los señores... mantecao, rosquillas y polvorones», Borcosque, Puque, 19]; polvoroso [S. XIV, Montería de Alf. XI, en Aut.; Nebr.; general en la frase poner pies en polvorosa]4. De pólvora derivan polvorín [Lope] y polvorista [1640, Mz. de Espinar]. Polvera. Empolvar; desempolvar. Culto: pulverulento. Además V. POLILLA. Ast. povín ‘cada uno de los cuatro maderos que atraviesan el pertegal del carro en la parte en que se coloca la carga’ (V), del lat. PULVINUS ‘cojín’, ‘almohada’ (porque en ellos descansa la carga, como indicó Jovellanos, Rivad. XLVI, 349), pero PULVINUS sólo en apariencia es derivado del lat. PULVIS; empovinar ast. ‘despedir a alguno obligándolo a largarse’, ‘irse con presteza’ (V).
CPT.
Polvificar. Polvoraduque [1605, Lpz. de Úbeda (Nougué, BHisp. LXVI)].
1 El cat. pols es hoy femenino (y ya lo era en el S. XIV), también lo es algunas veces el oc. ant. pols; pero la conservación de la -s muestra que este género ha de ser secundario, seguramente debido a influjo de pólvora, que antes se empleaba como sinónimo de ‘polvo’; el masculino, procedente del neutro del lat. vg., se conserva todavía en oc. ant. y hoy en el catalán del Pallars.― ↩
2 La forma antigua poo, Ctgs. 75.161, 225.52, 405.28, comprueba que se parte de *PU(L)US y no de una apócope. Del gall. po derivará poa ‘sustancia adherida al grano de la escanda fisga, que se separaba bañándola y aireándola, después de golpearla con mayales y aventarla’; de po(l)vo puede venir el ast. escanda povia o mayor (Triticum dicoccum): Caro, Pueblos de Esp., 309.― ↩
3 El primer empleo que se cita de la pólvora explosiva en Europa es en 1331, en el Norte de Italia y con atribución a alemanes (Jaberg, Festschrift Jud, 1943, 281-299). En tierras hispánicas la introducirían muy poco después los catalanes, como indica el nombre. Claro que el asunto deberá estudiarse más a fondo. En la Enciclopedia Espasa se asegura que los cañones se emplearon por primera vez en el sitio de Tarifa en 1340; el Poema de Yáñez sólo habla de «la pólvora para el trueno»; no mucho después, en la guerra catalano-castellana de 1352, se emplearon bombardas o lombardas (V. LOMBARDO). Desde el punto de vista lingüístico: sólo el cat. conoció normalmente el empleo general de pólvora para ‘polvo’ o ‘polvos’. Acad. afirma que pólvora tuvo en cast. el mismo sentido, y así será, pero hubo de ser bastante raro, pues falta totalmente en Aut., Covarr., Oudin, Nebr. (sólo «sulphureus pulvis») y desde luego en fuentes anteriores. El único testimonio que de ello encuentro está en APal. «abacus... es tabla en que sobre pólvora verde se pintan las formas» (2b). Véanse, en cambio, los abundantes ejs. cat. de Ag. También se pudo partir de oc. ant. polvera, registrado desde princ. S. XIII, pero es menos probable, pues en este idioma predominan desde antiguo las formas poldra, porba, proba, etc.; de acuerdo con la repugnancia occitana por el esdrújulo, muy pronto pólvera hubo de cambiarse ahí en polvéra o sufrir síncopa: Mistral ya sólo conoce formas bisílabas. El cat., en cambio, conserva los esdrújulos en el caso de grupos consonánticos, y los mantiene hasta la actualidad sin vacilación dialectal. Además es propia del cat. la dilación vocálica pólvera > pólvora, conforme a las tendencias generales de este idioma (V. mi nota BDC XIX, 37: tòfera > tòfona, escorpena > escórpena, esmorteir > esmortoir, succeir > sucçoir); la forma primitiva pólvera existió en el cat. medieval (Ordinaciones de Áneu, a. 1424, RFE IV), pero pronto fué asimilada. Nunca ha tenido realidad el presunto *PŬLV֊RA imaginado a priori por Nobiling, ASNSL CXXVII, 186.― ↩
4 En polvareda intervendría pronto la disimilación *polvereda > polvareda; el sanabrés palvoriño ‘torbellino’ (Homen. a M. P. II, 140) resultará también de *polvariño, y en ambos actuaría asimismo el influjo abriente de la r; en los demás hubo dilación polver- > polvor- ayudada por el primitivo polvo. En cuanto a polvorizar, raro en cast. («sopa de pan polvoriçada», APal. 5b; azúcar -zado, Rob. de Nola, p. 92; dos ejs. del S. XVI en Aut.), se tomaría del cat. polvoritzar, que es muy frecuente en el S. XV (Ag.; Jaume Roig, vv. 6081, 8367), y deriva regularmente de pólvora ‘polvos’; después se ha reformado en la forma culta pulverizar [1791, Juan de la Mata, según G. Leira; Acad. S. XIX]; pulverizable; pulverización; pulverizador. ↩