PICAZA, ‘urraca’, junto con sus variantes pica, pega y pegaza, está en relación con el lat. PզCA íd.; pero el tratamiento fonético de las voces romances prueba que no son descendientes de esta palabra latina, sino nuevas creaciones a base del radical expresivo PIC(C)-, que indicaba la idea de ‘golpe’ y de ahí la de ‘señal’ (dejada o no por un golpe), aludiendo en este caso a las manchas y colores varios de la urraca.

1.ª doc.: pegaza, h. 1330, Juan Manuel, Libro del Caballero, Rivad. LI, 250b31; picaça, J. Ruiz 504d.

Picaça leemos también en G. de Segovia (h. 1475; p. 81), en APal. (295d, 360a, 361b), en Nebr. (con ç siempre, s. v. picaça y pega) y en Hernán Núñez. Esta ç sorda es difícil de conciliar con la fonética castellana, que tiene normalmente la sonora z en el sufijo -ACEA; acaso sea esto indicio de una procedencia dialectal del Oeste, pues el gallegoportugués tiene ç en el mismo caso, y es verosímil que lo mismo ocurriera con el leonés, al menos en sus dialectos occidentales; urraca sería entonces la voz estrictamente castellana; sin embargo, picaza sigue hallándose en textos no dialectales del Siglo de Oro, quizá apoyado por la lengua literaria y por un resabio del latín: Cervantes, Coloquio de los Perros, Cl. C. 317, y vid. Aut. El primitivo pica se lee en refranes aragoneses del S. XIV («el cuervo a la pica, non sabe qual diga», léase qué·l dica; «está la pica en la percha, favla de todos e della», RFE XIV, 365, 371). Hay una variante pega, cuyo primer antecedente es el pegaza de D. Juan Manuel; pega aparece como variante en Nebr., lo emplea Sebastián de Horozco, y hoy se registra como voz asturiana (Rato; pega cornuda en Vigón), zamorana (Fz. Duro) y cespedosana (RFE XV, 275); sabido es que ésta es la forma portuguesa y que también existe en gallego, donde ya Sarm. conocía pega y pega marxa (CaG. 161v) y Valladares pega y pega marza, con otras variedades1. Para explicarla no hay por qué suponer un osco-umbro o lat. dialectal *PEICA > *PCA, según hizo G. de Diego (Contrib. 131), seguido por M-L.: nótese que la -c- de picaza tampoco se explica por el lat. PզCA, y a propósito de PECA y PICAR hemos visto numerosas pruebas de que estamos ante un radical expresivo u onomatopéyico renovado varias veces en latín y en romance y que vacila entre las variantes, igualmente expresivas, PզC-, PէC-, PէCC- y PզCC-; para el detalle, V. dichos artículos2.

El familiar pega ‘molestia’, ‘novedad enojosa’, ‘entorpecimiento’, propagado recientemente (h. 1930) desde Madrid, y también existente en portugués, parece derivar de nuestro vocablo más bien que de pegar (con el cual se le habrá relacionado a posteriori), pues el refrán port. «asno dessovado [‘escarmentado’] (también: burra velha) de longe aventa as pêgas», con el sentido de ‘presiente el mal, prevé inconvenientes o consecuencias’, se corresponde con el proverbio de Hernán Núñez «El asno matado de lexos avienta las picaças» (AdriƟo, RL XXXII, 35): el punto de partida semántico quizá se encuentre en el concepto popular de la urraca como ave parlera, inútil y holgazana, que expresa bien S. de Horozco en el S. XVI: «el hombre garrulador / que parla como picaza, / nunca fué buen hazedor, /... / dicen y dirán / que la pega no es gavilán, / que no caza y es parlera» (BRAE IV, 396).

En el sentido de ‘malacia’, pica es cultismo médico.

DERIV.

Picazo ‘pollo de la picaza’. Picacero. Picaraza ‘urraca’ (?; Acad.); sólo lo conozco en el sentido traslaticio de ‘mancha’ o ‘señal de viruela’ [a señales de picaraza vale ‘punteado’ en invent. aragonés de 1379, BRAE II, 710; -aça G. de Segovia; un Guillelmi Picaraça en doc. de Tudela de 1207, Michelena, FoLiVa I, 47]; picarazado ‘picado de viruelas’ domin., cub. (Ca., 70) Picazo ‘(equino) de color blanco y negro, mezclados en manchas grandes’ [-aço, sin definición en G de Segovia: quizá sea otra cosa; 3 ejs. del Siglo de Oro, en BRAE I, 357-8; VII, 447; Terr.], hoy es sólo rioplatense (Granada, BRAI VII, 629; VIII, 194; B. Hidalgo, Diál. II, v. 222; A. Alonso, Probl. de la L. en Am. 171; B. Lynch La Nación, 1-1-1940; E. Wernicke, La Prensa 4-VIII-1940)3. Análogamente se ha aplicado en francés pie ‘urraca’ al caballo remendado, de donde se tomó el cast. pío [Acad. ya 1817]. El germanesco piar ‘beber’ [1609, J. Hidalgo; Rinconeute y Cortadillo, Cl. C., p. 174] hubo de tomarse de antiguo fr. jergal pier íd. [S. XIII; comp. picorner ‘emborracharse’, atribuído a los auverneses en 1449 A. Thomas, Homen. a M. P. III, 91n.], que nada tiene que ver con el gr. πιεƗν ‘beber’; es derivado de pie ‘urraca’, por la vieja comparación del borracho hablador con una urraca parlera4; piador, piativo y piarzón gnía. ‘bebedor’ (J. Hidalgo; el piarcón de la Acad. parece ser errata); piorno ‘borracho’ (íd.) es el vegetal piorno empleado en este sentido por chiste; pío ‘vino’ (J. Hidalgo). Ast. pigazu ‘sueño que echa uno sentado y vestido’ (R, V), apigazar ‘caerse de sueño’ (V).

1 No hay que dudar de que pega fuese gallego y aun antiguo en la lengua; como nombre de variantes de la urraca lo recogen Vall., Lugrís ya Sarm. (CaG. 102r), observando éste que diferencia de pega ‘traba de las caballerías’ por tener vocal cerrada. Ya es menos seguro pega marza, -xa, pues Sarm. (161v) junta pega marxa con pego marxo, que sería nombre del pico en Padrón, pájaro harto diferente, y correspondería a lat. picus martius. Más datos en Pensado, p. 233, quien observa atinadamente que obliga a desconfiar de todo esto (y en particular de pego) la manía etimológica, y la conexión que a base de esto se establece entre las dos aves.―

2 Tampoco se trata por tanto de un cruce con pegar y con picar, según prefiere G. de Diego er BRAE VI, 747.―

3 Secundariamente montar el picazo ‘mostrar uno su enojo, guardando cierta compostura’ (por alusión a picarse), Inchauspe La Prensa, 11-III-1945. Como otros adjetivos de capas de caballo, se ha aplicado a lugares donde abunda este color: Las Picazas, cerca de 25 De Mayo, en Mendoza.―

4 Los griegos sacrificaban las urracas a Baco, significando que mucho habla quien mucho bebe (L. Chaves, RL XXVI 66, n. 3). Crocquer la pie «boire d’autant et a grandz traictz» en Rabelais, À la Pie qui Boit, muestra de una taberna en Du Fail, langued. agantà l’agasso ‘emborracharse’, piam. gazza ‘urraca’ y ‘borrachera’ (Sainéan, Sources Indig. I, 90-91). El port. pop. piovêz ‘vino’ se tomó del fr. jergal pihovais, pivois, derivado de pier, como dice M. L. Wagner, VKR X, 27-28, mientras: que el port. piela ‘borrachera’ deriva del intensivo gitano piyelar de piyar ‘beber’, de procedencia índica, mas esto no autoriza a derivar toda esta familia hispánica del gitano, como quiere Wagner; Tagliavini (ARom. XXII, 278-80) reconoce ya esta imposibilidad.