OJARANZO, ‘especie de rododendro’, probablemente alteración del lat. RHODODENDRON (gr. Ǧοƌóƌενƌρον) ‘adelfa’; este nombre sufrió muchas deformaciones en latín vulgar y en romance, entre las cuales son conocidas LORANDĔUM y OLEANDRUM: es posible que ojaranzo venga de una forma *OLEARANDĔUM, intermedia entre aquellas dos.
1.ª doc.: Terr.
Es preciso recurrir a los botánicos en busca de indicaciones más precisas y más seguras. Tampoco faltan contradicciones entre ellos, que nos explican las varias identificaciones de la Acad. La primera se basa en el dato de Máximo Laguna (h. 1870), que da el nombre de jaranzo u hojaranzo al Cistus populifolius2, variedad de jara llamada en otras partes jara macho o jara estepa (Colmeiro I, 293); la tercera procede de Gómez Ortega (h. 1775), seguido por su colaborador Palau (h. 1780), que identificaban el (h)ojaranzo con el carpe o Carpinus betulus (Colmeiro IV, 668); la cuarta, de Rojas Clemente (h. 1810), quien lo identificó con el Rhododendron ponticum (Colmeiro III, 540): este arbusto recibe en Portugal el nombre impropio de adelfa, aunque no es la adelfa, y esto al mismo tiempo nos explica la 2.ª identificación de la Academia, que así queda eliminada. De las otras identificaciones, Colmeiro en su Diccionario de nombres vulgares sólo admite las dos últimas, y la propia Academia en ediciones posteriores ha eliminado la equivalencia ‘carpe’3, de suerte que la única que admiten Colmeiro y la Acad. es ‘rododendro’.
Ésta parece ser, efectivamente, la única digna de crédito. Se trata de un arbusto diferente del laurel-rosa o Rhododendron ferrugineum, aunque perteneciente al mismo género; aquél se encuentra solamente en Andalucía, Portugal y Extremadura (no solamente esto, sino también detalles de la descripción coinciden con el informe de Terr.), y nuestro informante, Rojas Clemente, buen conocedor de las plantas andaluzas, localiza muy precisamente el ojaranzo en varios lugares de la provincia de Cádiz (Algeciras, Alcalá de los Gazules, etc.). Frente a lo concreto de este dato, en las demás identificaciones todo inspira desconfianza: hay motivo para sospechar que Laguna fuese víctima de una confusión meramente formal de nombres al decir que el (o)jaranzo es lo mismo que el Cistus, también llamado jara y jaguarzo, y en cuanto al carpe, este árbol es esencialmente extranjero en España, según nota Colmeiro, y no es probable que un árbol sólo cultivado en jardines y semilleros tenga un nombre estrictamente castellano como ojaranzo. Debemos partir, por lo tanto, de la premisa de que el ojaranzo es el Rhododendron ponticum, arbusto propio de Andalucía y algunos puntos de Extremadura.
En cuanto a la etimología, podemos rechazar desde luego la de Gili Gaya (RFE VI, 183), que lo derivaba de jara (con posterior contaminación de hoja), pues según queda dicho es muy dudoso que ojaranzo haya designado la jara, y no explicamos así la terminación -anzo. La Academia proponía partir de un ár. ȟarínǤ ‘brezo’, sólo documentado en PAlc., cuya variante más conocida es ȟalànǤ (Dozy, Suppl. I, 400a)4, voz de origen persa según Belot. Poco favorable a esta idea es el significado, pues el brezo es planta muy diferente de los rododendros, aunque todos pertenezcan a la amplia familia de las ericáceas; además el ȟ arábigo da normalmente f o h en castellano. Es verdad que la h aspirada se pronuncia igual que j en Andalucía, de suerte que esta etimología no se puede descartar del todo. Pero hay todavía otras dificultades fonéticas menores, y sobre todo la diferencia de sentido, que invitan más bien a ver en ojaranzo una de tantas alteraciones del nombre internacional RHODODENDRON.
Estas formas alteradas son muchas. Ya San Isidoro (Etym. XVII, vii, 54) trae algunas: «rhododendron, quod corrupte vulgo lorandrum vocatur, quod sit foliis lauro similibus, flore ut rosa». En lugar de rhododendron muchos y antiguos mss. traen rodandarum (V. la ed. de Lindsay), y en vez de lorandrum algunos mss. leen lorandeum5. En glosas hallamos lorandro (CGL III, 541.12), rorandrum (íd. íd. 428.28), rodandrum (264.45) y rudrandrum (191.67). Por otra parte tenemos oleander, nombre científico actual de la adelfa, que va con el it. oleandro6, y el port. eloendro, oloendro, aloendro, loendro7, en el Alentejo alandro, landro y alandroeiro8; Littré cita un medieval arodandrum, y en el artículo ARÁNDANO he mencionado otras. Algunas de estas variantes se deben a cruces de palabras: así Niedermann explica las terminadas en -andrum, por influjo del sinónimo rhododaphne9, y las iniciadas en olea- por influjo del verbo oler, a causa de las emanaciones venenosas que despediría la adelfa. En gran parte se trata de alteraciones fonéticas. Así podemos creer que RHODODENDRON, -DANDRUM, pasaría a rorodandru (comp. el documentado rorandrum) y luego lolo(d)andru por varias disimilaciones, y perdiéndose la l- inicial por confusión con el artículo se llegaría a oleandro u oloendro. La última r se perdería también por disimilación lorandru > lorandu, de donde luego el documentado lorandĕum, de la misma manera que tamaricum alterna con tamaricium, albucus con albucium, o fagus con fageus. Ahora bien, está claro que coexistiendo oleandrum con lorandĕum y muchas variantes análogas, fácilmente se podía llegar a una combinación como *OLEARANDĔUM, que explicaría directamente ojaranzo: comp. vergüenza de VERECUNDIA o Aldonza de ALDEGUNDIA. Es verdad que en un nombre localizado en Andalucía y Extremadura más bien esperaríamos un tratamiento fonético mozárabe, que el propio de Castilla L? > j, pero bien se ve que si al castellanizarse las tierras andaluzas se decía *ollaranzo, era muy natural que se castellanizara en ojaranzo por sentirse el vocablo como derivado de hoja (mozár. folla)10.
1 No hay otras noticias del nombre conquense belmez, pero no es de creer que sea una variante de ALMEZ, pues el ár. al-máȳs no podía dar esta forma. ¿Sería el arabismo belmez ‘vestido’, ‘protección’?― ↩
2 Según Piel, RF LXX, 135, una variedad del chopo cuyas hojas se emplean como forraje se llama folharranço en dialectos portugueses investigados por él, que no precisa, cf. la identificación cistus populifolius de Laguna. En vista de ello duda de la etimología rododendro. Pero el dato no tiene un gran valor, siendo denominación meramente local y moderna (falta Fig., Moraes, CortesƟo); quizás sea nombre fronterizo del castellano, y aunque esté más difundido siempre será lícito sospechar una ultracorrección de *olharanço en folh-.― ↩
3 En el artículo carpe este diccionario, por olvido, continúa remitiendo a ojaranzo, aunque desde luego nada tiene que ver el carpe, árbol grande, con el rododendro ni con la jara.― ↩
4 La variante ȟalánǤ no era desconocida en España, pues el Anónimo sevillano la emplea como voz árabe para traducir el mozárabe ǤárǤama (V. ÁRGOMA).― ↩
5 Según Sofer, 99-100. También Aldrete, Origen, 37v°l, leía así.― ↩
6 De aquí se tomaron el ingl. y el alem. oleander, documentados ambos desde el S. XVI.― ↩
7 Cornu, GGr. I, § 200.― ↩
8 Leite de V., RL II, 34; IV, 55. El nombre de la propia localidad de Alandroal donde fueron recogidas estas variantes me parece ser metátesis de Aloandral derivado de un aloandro.― ↩
9 Comp., sin embargo, la alternancia entre el cast. milmandro y el port. meimendro de MILIMINDRUM (S. Isid. XVII, ix, 41), y la existente entre el cast. culantro y el port. coentro de CORIANDRUM, que nos muestran la posibilidad de la colisión con otros nombres de plantas, o bien meros cambios de «sufijo».― ↩
10 No es imposible que el mirandés folharanco «olmo branco» (Leite de V., Philol. Mirand. II, 326) sea una dialectalización de ojaranzo (con f- por ultracorrección leonesa), teniendo en cuenta que al carpe se le llama olmedilla en castellano, según Colmeiro. Sin embargo, como la equivalencia carpe = ojaranzo es dudosa, me inclino más bien a creer que la semejanza, por lo demás vaga, entre folharanco y ojaranzo, sea casual. Trata también de ojaranzo Toro Gisbert, BRAE X, 541-2. ↩