NIDO, del lat. NզDUS íd.

1.ª doc.: 1251, Calila, ed. Allen, 31.460.

De uso general en todas las épocas; Cej. VI, § 81; común a todos los romances de Occidente. La conservación de la -D- postónica es regular en castellano; el supuesto del REW (5913) de que nido sea cultismo no tiene ni apariencias de fundamento. Los dialectos modernos, sobre todo en el Sur, emplean nío, pero se trata de la pérdida moderna de toda d castellana intervocálica; sólo en leonés puede ser antigua esta forma1, y a esta zona corresponde al parecer el ejemplo de la Bibl. Med., Núm. XXIV, 21 (jud. S. XIII); lo mismo acontece con el gall.-port., donde nasalizándose nio pasa a ninho: Sarm. lo halló ya así en doc. medieval pontevedrés (niño dos gabians ‘de los azores’, CaG. 88v).

DERIV.

Nidada. Nidaln. o nido de aves: nidus; n., uevo del nido: ovum nidale», Nebr.], derivado representado en todos los romances de Occidente2. Anidar [«a., hazer nido», Nebr.; vid. Cuervo, Dicc. I, 471-2]; comp. port. (a)ninhar, cat. niar, it. nidiare. Nía burg., pal. ‘manojo de mies cortada para formar gavillas’; cub. ‘nidal, lugar adonde acude la gallina a poner sus huevos’ (Ca., 18). Nial o niazo salm. ‘almiar donde se conserva el heno’. Niara ‘pajar que se forma en el campo para conservar el grano, cubriéndolo con paja, y encima retama u otra hierba que despida el agua’ [Aut.], quizá de un colectivo leonés *la niar, con feminización posterior de la terminación (la nial = la niar > la niara), comp. PIARA; se explica el sentido de ‘pajar’ que tiene niara porque bajo el heno se oculta el grano, como explica Aut.; y que no es una alteración (difícil de comprender) de henar, -nal (pese a GdDD 2729), lo prueba la forma nía de Burgos y Palencia que cita él mismo; derivados paralelos a niari(a) son salm. aniazo y santand. anial, añial, con la a- del artículo femenino aglutinado. Niego, halcón ~ [fin S. XIV, López de Ayala, Aves de Caza, glos.; 1629, Huerta], parece derivado con el sufijo castellano -iego, comp. port. ninhego3. Nieru ast. ‘nidal’; nierada íd. ‘nidada’; nierador íd. ‘huevo que se deja en el nido’ (M. P., l. c.) ast. añerar ‘anidar’ (V), comp. cat. niarada ‘nidada’ Nicho [1570, Mal Lara y autores algo posteriores escriben nichio, en 1581 niguia; nicho, 1600; vid. Terlingen, 136-7; 1607, Oudin: «nicho o nichay»; Covarr.4], del it. antic. nicchio (hoy más bien nicchia) íd., que deriva de nicchiare ‘mostrarse indeciso’, ‘lloriquear’, ‘heder’, annichiare o rannicchiarsi ‘agacharse, hacerse un ovillo’, probablemente procedentes de un verbo *NID(I)C(U)LARE ‘anidar’5; de nicchio en la ac. ‘concha’ es latinización el b. lat. nichilus ‘especie de ágata’ [1295, Du C.], de donde se tomó el cast. Nicle [eds. tardías de Oudin; Terr.; Acad. ya 1817], quizá por conducto de otro romance.

1 El a. arag. Orient. niedo (Plan, Gistáin), ñiedo Guseu, Aguinaliu), ñedo (Fonz), niet (Venasque, Castejón) ―BDC XXIV, 176; VIII, 39―, gasc. niet ‘nido’ (ASNSL CLXXII, 141) parece ser un antiguo colectivo *NIDETUM.―

2 Para la forma leonesa nial y sus variantes, vid. M. P., RFE VII, 35. En la Arg. nidal significa ‘nido de aves mayores’, M. Fierro I, 129; BDHA III, 99.―

3 Sin embargo, derivar del lat. NզDէCUS íd., como hace la Acad., no sería inadmisible, suponiendo que se perdiese la -D- antes de la síncopa; la diferencia con -ATICUM > -azgo se explicaría por la mayor debilidad de la -D-; la diferencia con nido, por la pronunciación rápida y debilitada de los esdrújulos; juzgar puede presentar tratamiento pretónico, Fuero Juzgo es semiculto. Comp. juéz < júeze < JUDէCEM, y por otra parte la pérdida constante de la -D- en los esdrújulos en -էDUS.―

4 Éste dice que es palabra italiana usada en castellano; Aut. cita ejs. desde h. 1620. C. de las Casas (1570) todavía traduce nicchio solamente por «tabernáculo para poner figuras» y «concha».―

5 Nicchiare es palabra muy antigua en italiano, documentada desde Dante. Nicchio en la ac. traslaticia «natura della femmina» está ya en Boccaccio; en el sentido de ‘concha’ ya en Giov. Villani. El fr. niche f. [1395] es también italianismo arquitectónico, del cual no puede proceder el masculino castellano, mientras que el it. nicchio fué muy usual en la misma ac. hasta el S. XVII por lo menos. Nicchio, -cchia, se hace niccio, -ccia, en muchos dialectos italianos del Norte y también en algunos del Sur (Velletri, SE. de Sicilia), y es natural que así el francés como el castellano prefirieran esta forma dialectal por lo inusitado del grupo -ky- en estos idiomas; preferencia apoyada además, en el caso del francés, por el influjo del autóctono nicher *NIDICARE. Los varios sentidos actuales del it. (ran)nicchiare son secundarios del de ‘anidar’, y se explican porque estas cosas son las que hacen los pajarillos en el nido. Me atengo, pues, a la etimología de M-L. (REW 5910) y otros, rechazando el étimo MȷTէLUS ‘marisco’ (de Diez, Bloch, etc.) por inadmisible fonéticamente; además ahora sabemos que este vocablo griego no ha dejado descendencia romance, pues el origen de ALMEJA y MEJILLÓN es otro. En cuanto a separar etimológicamente nicchio ‘concha’ de nicchio ‘nicha’, como hace M-L., salta a la vista que es inverosímil. También es superfluo postular un *NITULARE ‘esforzarse’ para explicar nicchiare ‘lloriquear’ como hace M-L. (5930a), siguiendo malos ejemplos.