MATAR, voz típica de los tres romances hispánicos, que en la Edad Media significó también ‘herir’, y en los romances de Francia e Italia ‘abatir, dominar, afligir’; probablemente de un verbo lat. vg. *MATTARE, derivado de MATTUS ‘estúpido, embrutecido’, que ya se documenta en la época imperial, pero a su vez es de origen incierto.

1.ª doc.: 2.ª mitad del S. X, Glosas de Silos (58, 81, 89, 93), matare traduciendo el lat. interficere o necare.

Matar en su sentido ordinario es ya frecuente desde los docs. más antiguos: matare en Ȟarğas mozárabes del S. XI (Al-And. XVII, 83), «vestro homine Guntino Dianeliz qui in meo peccato matavi», doc. le Celanova de 1022 (M. P., Oríg., 360), y análogamente en doc. de S. Juan de la Peña de 1062 (Gili, Homen, a M. P. II, 102), en el Cid (472), Berceo (Mil., 758c, d), 1.ª Crón. Gral. (M. P., Inf. de Lara, 232.14, 18), etc. (más ejs. en Oelschl.). No es menos antiguo ni de uso menos general en portugués (ej. del S. XIII en CortesƟo, y otros de matança en 1151)1, y en catalán, donde se documenta con gran frecuencia desde el S. XIII y aun el XII, y aunque en este idioma sufrió fuerte concurrencia de auciure (OCCIDERE) hasta el S. XIV (todavía algo en el XV), desde entonces es la expresión umversalmente usada2. Se citan también varios ejs. medievales en lengua de Oc, con la ac. hispánica, procedentes todos, según creo, del Bearne y Languedoc; hoy en general el límite entre matar y aucì coincide con la frontera lingüística catalano-occitana (así por lo menos en la zona gascona)3, pero los numerosos topónimos en Mato- recogidos por Sabarthès prueban que el vocablo se ha empleado y quizá se emplea todavía en el departamento del Aude (Mato-fagino, Mato-jousious, Mattepezouls, escrito Mactapedilli ya en 914).

El uso de matar como sinónimo de interficere u occidere no es, sin embargo, el único antiguo en la Península Ibérica. M. P. llama la atención en su glosario a los Infantes de Lara hacia la ac. ‘herir (a una persona, sin matarla)’, que hallamos en un fuero de 1131, en Alex., 2187, en el Cuento de Otas (ed. Ríos, 438), y en la Crón. de 1344 (pero el ms. M, escrito h. 1500, da muestras de no entenderlo ya e interpola); es posible que de ahí salga matarse ‘pelear’, conservado hasta la actualidad, y ya documentado en la 1.ª Crón. Gral. y en la de 1344, en Berceo, Juan Manuel, etc. Es probablemente una especialización de aquel sentido arcaico, conservada en el lenguaje hípico y veterinario, la ac. ‘herir o llagar la bestia (por ludirle el aparejo u otra cosa)’, bien viva hasta hoy en día y no menos en el Siglo de Oro (ejs. de Vélez de Guevara, en El Rey en su imaginación, T. A. E., p. 133), en Nebr., etc. (de ahí, en éste, «matar, como el çapato: uro»; además «matar, despedaçar: trucidare»)4. No estamos con estas acs. muy lejos del sentido del fr. mater, oc. matar, ‘abatir, dominar, afligir’ («se truis Rollant ne lerrai que nel mat», Rolland; «ieu ai ja vist albre fuilhat, / que·s cocha puis gel lo mat», Bertran de Born, etc.), y que a veces llega también a ‘herir’ («a terra lo van derrocar / e tant nafrar e tant matar / entro que semblec que fos mortz», Guilhem de la Barra); la ac. galorrománica fué también italiana, pues hallamos ammattare en 1330 en el abruzo Buccio de Ranallo («che questa persona ammacte / che tanto me combacte», Wiener Sitzungsber. CX, 414), napol. smattare «abbattere», y Petrocchi cita las acs. «premere, incalzare; punire; straziare; confondere» en Fr. da Barberino (h. 1300) y en la Vita di Sta. Margherita5; estas acs. reaparecen algunas veces en portugués antiguo, así en Joan Coelho: «non me soub’eu dos meus olhos melhor / per nulha ren vingar ca me vinguei; / e direi-vos que mal que os matei: / levei-os d’u veían sa senhor» (Canc. da Ajuda, n. 3831)6.

En cuanto a la etimología, es inaceptable la idea de M-L. (REW 5401) y C. Michaëlis (RL III, 183-4; XXIII, 53; KJRPh. IV, 344)7, de que matar y el adjetivo mate salgan del sustantivo mate ‘lance final del ajedrez’, de origen perso-arábigo8.

Que una palabra de uso universal desde el S. X para una noción tan elemental y básica como la de ‘matar’ pueda venir de un juego aristocrático como el ajedrez es ya inadmisible en sí9, y además choca con la coincidencia completa del romance mat(to) con el lat. vg. MATTUS, documentado desde fecha muy antigua para que tal origen sea siquiera concebible10. Es evidente, como ya se inclinaba a admitirlo Diez (Wb. 384), e indican más recientemente Rohlfs (Litbl. XLVII, 360-1), Spitzer11 y Wartburg (en el nuevo Bloch), que este MATTUS ha de ser de estirpe latina, y de él han de proceder el fr. mat ‘abatido, vencido, afligido’ [S. XII]12, oc. mat íd., it. mano ‘loco’ (ac. ya documentada en Boccaccio y al parecer en Fra Guittone), pero más bien ‘necio, estúpido’ en la Edad Media (así frecuentemente en Dante); en francés el vocablo pasó luego a ‘marchito’ y ‘sin brillo, mate’, ac. en la cual tomaron prestado el vocablo francés los idiomas iberorromances [1680, el cast. mate, vid. Aut.] V. además el art. *MATTUS del FEW, publicado antes en Rec. Brunel (1955), 674 ss.

En latín es raro; aparece una vez en Petronio, en boca de un personaje vulgar: «staminatas duxi [‘he bebido’] et plane matus sum: vinus mihi in cerebrum abiit» (XLI, 12), lo cual no parece significar ‘beodo’, sino ‘embrutecido, atontado’; otra vez en un epitafio versificado de la Antología Latina, donde se dice que una mujer erubuit totaque mata fuit ‘se ruborizó y quedó toda confusa’ (para la interpretación, vid. Sittl, ALLG II, 610; Heraeus, Kleine Schriften, 63; Specht, Z. f. vgl. Sprachfg. LV, 12): la primera sílaba de mata es larga en este verso, lo cual puede indicar una pronunciación matta, y la grafía con tt, confirmada por los romances, se halla efectivamente en glosas13; éstas son varias, documentadas en mss. que en parte se remontan hasta el S. VII, y dan las traducciones «fatuus, stultus, sine sensu, vacuus, follis» y también «tristis»; es posible que el vocablo se halle también en uno de los escritores de la Historia Augusta. El origen de MATTUS es oscuro: se ha pensado en un derivado de MADRE ‘estar húmedo, impregnado’, sea a base de MADէDUS o de *MADէTUS; ambas alternativas causan grave escrúpulo fonético, aun la primera, cuando se trata de una forma documentada ya en el S. I; por otra parte en el aspecto semántico es también idea muy flaca, pues el supuesto de que la ac. fundamental sea ‘mojado, empapado, beodo’ no tiene otra base que una glosa trasmitida por Escalígero, y de fuente y fecha desconocida14. Es posible que matus sea la forma primitiva, y mattus variante con reduplicación expresiva, a la manera del it. brutto, cat. brut, -ta, romance *PLATTUS < gr. πλατύς, y otros ejs. citados por Rohlfs, l. c. En definitiva, creo que debemos dejar en suspenso el origen del lat. vg, MAT(T)US, como hacen Ernout-M.15; pero que de éste vienen el it. matto, fr. mat, y el verbo romance matar ‘abatir’ > ‘matar’, parece indudable. Primitivamente matar sería, pues, una expresión eufemística, como hubieron de serlo el lat. interficere, el fr. tuer (propiamente ‘apagar’), etc.

Otras etimologías propuestas pueden eliminarse sin escrúpulos. MACTARE ‘sacrificar’ palabra no trasmitida al romance, es absolutamente imposible desde el punto de vista fonético (aunque todavía transijan con él Bourciez, Élem. de Ling. Rom., § 183, y Entwistle, Sp. Lang., p. 68)16. El gót. MAITAN ‘cortar’ (según la idea citada por M. P., Cid, s. v.), en rigor sería posible desde el punto de vista fonético, pero es inconciliable con las formas latinas, francesas e italianas.

DERIV.

Amatar ‘apagar’ [h. 1290, 1.ª Crón. Gral., en DHist.; Torres Naharro, vid. índice de la ed. Gillet; raramente ‘matar’, como en Gower, Confessión del Amante, 96, 342]; comp. matar ‘apagar (la luz)’ en el Conde Luc. (ed. Hz. Ureña, 165) y en muchos clásicos17; amatador ant. (DHist.), amatante. Mata ‘matarrata’. Matacía. Matación; matazón cub. ‘rastro, matadero, carnicería’ (Ca., 170), matazonero ‘carnicero’ (ibid. 268). Matadero [1587, Morgado]. Matador [1155, F. de Avilés]. Matadura [Nebr.]. Matalón [Aut.] o matalote [Quijote], por las mataduras de que suelen estar llenos; paralelamente se formaron matungo arg. y cub. ‘matalón, caballo malo’ [Pichardo; Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 84; Draghi, Canc. Cuyano, 157] y matucho arg. y boliv. [B. Hidalgo, princ. S. XIX; M. Fierro, vid. ed. Tiscornia, Vocab. s. v.]; este último se aplicó también como injuria a los españoles, por su poca destreza en cabalgar, y en el mismo sentido fué corriente en las guerras de la independencia maturrango [B. Hidalgo, l. c.], arg., chil.; maturranga [Acad. 1925], por otra parte, pasó a ‘ramera’ (< ‘caballería vieja’) y ‘amante, querida’, y en otro sentido pasó a ‘treta, argucia, picardía’ arg., colomb., centroamer., cub. (Pichardo), extrem. (BRAE IV, 95), Cespedosa (RFE XV, 261), León (RH XV, 6), Santander, ac. para la cual puede compararse dolama ‘engaño’ y ‘defecto oculto de una caballería’18. Matamiento. Matante. Matanza [1074, Oelschl.]. Matarife [Acad. 1843, no 1832], quizá voz de procedencia jergal, comp. para el sufijo artife y calcatrife; o bien terminación imitada de alarife, almojarife y otros arabismos. M. L. Wagner, ZRPh. LXIX, 372-3, teniendo en cuenta el port. popular magarefe «aquele que mata e esfola reses», cree que matarife sería arabismo de origen desconocido, alterado en castellano bajo el influjo de matar, y con -ife a causa de jifero. Idea que por ahora, y mientras no se identifique este supuesto étimo arábigo, quizá pueda aceptarse, pero a beneficio de inventario. Para el sufijo comp. mercachife, -chifle. Mate adj. y m. (V. arriba); matidez (por cruce con palidez). Matón [Aut.], gall. orensano ‘carnicero’ (Sarm. CaG. 156v, quien da como significado de la misma voz castellana el de ‘guapo asesino’); matonismo [1923, Ca., 225; Acad. 1936].

Rematar, propiamente ‘acabar de matar’ [Al. de Palencia 3b, «abolere es rematar, quitar o encender»], luego ‘terminar’ [Berceo; Vidal Mayor; doc. de Sevilla de 1284, M. P., D. L., 354.17; J. Ruiz; Pérez de Hita, ed. Blanchard II, 1; Tirso, Prudencia en la Mujer II, iii. ed. Losada, p. 214; en el Alfarache de Martí, Rivad. III, 374; 1633, Lz. de Arenas, p. 43; etc.; también portugués y gallego, ya en las Ctgs. 174.13; y Castelao, 147.22], ‘terminar la almoneda: adjudicarla’ [1480, N. Recopil. II, iv, 36]19; remate [‘fin’, Timoneda, Rivad. III, 164; Pérez de Hita, II, 325]; rematador ‘subastador’ arg.; rematamiento; rematante. Trasmatar.

CPT.

Matabuey. Matacabras. Matacallos. Matacán [J. Ruiz; Aut.]. Matacandelas. Matacandil; matacandiles. Matafuego. Matagallegos. Matagallina. Matagallos. Matahambre arg., chil., cub. (Ca., 102). Matahombres. Matahumos. Matajudío. Matalobos. Matamoros (> fr. matamore [S. XVII]). Matamoscas. Matapalo. Mataperros; mataperrada: Matapiojos. Matapolvo, Matapollo. Matapulgas. Matarrata [Aut.]. Matasanos [1615, Barbadillo]. Matasapo. Matasellos. Matasiete.

1 Du C. cita ej. lusitano de 734, y Raynouard agrega otro relativo a Coímbra de 772; ambos necesitan comprobación.―

2 «Si aytal hom farà covinença a altre que li donarà 100 o 200 sous... si li matarà un hom o femna... aytal covinença no val», Costumbres de Tortosa, ed. Oliver, 66 (S. XIII). Es frecuente en la Crónica de Jaime I (pp. 40, 115, 358, 493), en Eiximenis (N. Cl. VI, 29, 30, 35 y passim; Doctr. Compend., 313, 314), Bernat Metge (Valter e G., 29.1) y muchísimos clásicos, aunque Ag. no dé ejs. En Lulio, como en el idioma moderno, como en francés antiguo y como en castellano, mort funciona como participio pasivo de nuestro vocablo («el cors féu ésser pobre, venut, turmentat, trebayllat, meynspreat, mort en la creu», Meravelles III, 171). En Guillem de Berguedà, que es del S. XII, Mata-gelós figura como nombre propio de una lanza (ARom. XXIII, 44; Levy, s. v.).―

3 En ALF 1733 sólo se halla el galicismo tuà, fuera del Rosellón. Palay y Mistral dan muestras de conocer matà, pero debería comprobarse mejor.―

4 El Padre Simón, Conquista de Tierra Firme (1627), dice que el caimán cuando oye chillar a sus pequeñuelos dentro de los huevos, «con aquellas torpes uñas, con que entre la arena los mata, antecoge la manada de aquellos fieros pollos», es decir, ‘ajar, coger brutalmente y causando mataduras’ (cita de Sundheim, s. v. madre de caimán).―

5 Además ‘matar’ en Giovanni Villani y en Pucci (S. XIV). Amater con el valor de ‘tuer’ figura en el poema en ítalo-francés Karleto, v. 1600 (ZRPh. XXXVII, 662).―

6 No sé ver ahí ninguna alusión al juego de ajedrez, según quiere C. Michaëlis («ich setze sie matt»), visiblemente obsesionada por la supuesta etimología. Por lo demás la ac. ‘matar’ es mucho más frecuente en el mismo Cancionero (p. ej. vv. 340, 639); otros se citan en RL XXIII, 53.―

7 A pesar de la aprobación de Baist, KJRPh. IV, 312; Huber, Litbl. XXIX, 409; Gamillscheg, EWFS y Bloch. Nykl, Mod. Phil. Ch. XXVIII, 483, habla sólo del cast. a. amatar ‘apagar’ ‘dañar contundentemente’ como en J. Ruiz, y lo deriva del verbo ár. mât; aun con esta aplicación tan limitada me inclino a negarlo.―

8 En castellano mate y mat están documentados en el S. XIII (Acedrex, 10.25, 41.8, 51.12) y en el Canc. de Baena (Cej., Voc.); cat. mat, Jaume Roig, 9998; oc. ant. mat ya en trovadores del S. XII, y también medieval en francés. Dozy, Gloss., 352-3, partía del ár. mât ‘se murió’ en la frase del juego de ajedrez aš-šâh mât ‘el rey ha muerto’, pero más tarde en Suppl. I, 717a, admite (citando bibliografía) que esto es una frase persa, mal entendida por los árabes, donde mât es adjetivo de aquel otro idioma, con el sentido de ‘asombrado’, ‘fuera de tino, que no sabe qué hacer’.―

9 Lo sería ya por razones cronológicas, pues no hay noticias del ajedrez en Occidente antes del S. XI (vid. JAQUE) y matar era ya vulgarismo por lo menos en el X.―

10 Steiger, VRom. IV, 226, quiere volver al origen oriental por otro camino: el factitivo arábigo Ȑamât ‘hacer morir’, popular hoy en Argelia, etc.; más detalles en el libro de su alumna E. Salomonski, Funciones formativas del prefijo a- estudiadas en el cast. ant., Zurich, 1944. Contra lo cual valen las mismas objeciones, y además la propia existencia de mater, matto, etc., en Italia y Francia.―

11 Bulletin Linguistique de Rosetti VI (1938), 231-8, artículo que en lo semántico contiene abundante documentación y reflexiones de interés que aquí no es posible resumir.―

12 A los ejs. de God. V, 199, agregúese «furent si mates et si prises», ‘troublées’, en Le Conte de Poitiers, S. XIII, Rom. LXIV, 411-2.―

13 Es sabido que los mss. clásicos confunden a menudo las geminadas con las simples, sobre todo en voces poco usuales (MANZANA). Luego es posible que la geminada fuese siempre general en mattus.―

14 Behrens, ZRPh. XIV, 369-70, en apoyo de la misma idea aduce Mons mat «moite, humide», pain mat, pâte mate ‘compacto’ en Littré y Mistral, temps mat = temps sombre en un ej. francés del S. XV, todo lo cual es muy moderno y esporádico para tomarlo como punto de partida. A lo cual poco agrega Spitzer en su artículo; el rum. ameţì no es de etimología segura y por lo demás significa ‘atolondrar’.―

15 Recuérdese la atinada insistencia de Meillet en el carácter «popular» e inexplicable por el indoeuropeo de muchos adjetivos latinos de cualidades y defectos con vocalismo en a y geminación expresiva, como crassus, bassus, flaccus, etc.; nuestro mattus puede ser uno de tantos, aunque rechazado por el latín correcto (lo mismo que bassus y plattus). La clase de textos en que aparece mattus sería favorable a un origen griego, y ahí está la familia del gr. μάταιος ‘necio’, ‘vano’, etc., con μάτƓ ‘necedad’, ματĘν, ματεύειν, etc. Es verdad que haría falta un μάτος, que no puedo documentar; no sé si existe en griego tardío.―

16 Aunque mactari aparece traducido por el pasivo de un verbo griego que significa ‘hacer perecer’ en el glosario del seudo-Filóxeno (CGL II, 125.47), que parece procedente del Sur de Italia y no posterior al S. VI, esto sólo puede tomarse como una falsa latinización del romance mattare.―

17 Lope, El Marqués de las Navas, p. 106; Tirso, Burlador I, 13; Condenado por Desc., II, xiii, ed. Losada, p. 145; Quevedo, Buscón, Cl. C., pp. 68, 197. Del cast. sale el vco. vizcaíno amat(u) ‘apagar’.―

18 Para la extensión del vocablo, Toro G., BRAE VII, 443; Ca., 42. No hay motivo para derivar de matulo ‘envoltorio’ (la forma matulanga citada por Pichardo y Armas parece ser sólo supuesta). Con otro sufijo se dice cub. maturraca ‘ardid, marrullería’ (Ca., 266), que no es de origen africano, como quisiera Ortiz, Afronegr., 333.―

19 No hay por qué suponer que venga de remate y éste de un *ramate derivado de ramo, partiendo de la ac. ‘ramo muy grande de flores de mano que sirve para colocarlo en las puntas de los altares’ (Aut.), como quería M. P., Rom. XXIX, 364; por el contrario esta ac. (comp. la análoga que cita Cotarelo en Galicia, BRAE XIV, 100-1) se explica porque el remate se emplea para terminar o coronar los altares. Según observa Baist, KJRPh. VI, 395, los ejs. del sufijo -ate son mucho más tardíos y de función diferente (se trata de catalanismos como hordiate, avenate, orate). La forma con a es puramente hipotética y constituye una hipótesis innecesaria, pues la evolución semántica se comprende fácilmente.