JAQUE, tomado del ár. šâh ‘rey en el juego de ajedrez’, tomado a su vez del persa šâh ‘xah, rey de los persas’.

1.ª doc.: 1283, Libro del Ajedrez de Alfonso el Sabio (dar xaque ‘amenazar al rey, darle jaque’).

Cej. IX, § 197. Aparece también en Juan del Encina y es frecuente en los clásicos y de uso general; del mismo origen el port. xaque, ya frecuente en el S. XVI. Como el juego del ajedrez fué trasmitido desde la India por los persas y los árabes, es natural que el vocablo venga del persa. En árabe šâh es frecuente como nombre del rey del ajedrez en muchos autores medievales desde h. 1100 por lo menos (a los citados en el Gloss. de Dozy, 352-3, agréguese Abenabdelmélic, en el Suppl. del mismo autor, I, 441a); además la locución Ȑawâd aš-šâh, con que Almacarí (S. XVII) llama los trebejos o piezas, indica que el vocablo también se empleó allí como nombre del propio juego del ajedrez. La conservación de la â clásica, que en esta posición habría debido convertirse vulgarmente en e1, indica trasmisión culta del vocablo (o acaso pronunciación persianizante). Tampoco es regular, según observa Neuvonen (235-6), la transcripción del h por una -k romance: puede tratarse también de una pronunciación culta romance, que tratara de imitar el sonido extranjero exagerándolo, tal como se pronunció nichil (de ahí aniquilar) en vez de nihil; sin embargo, lo normal en un arabismo hubiera sido más bien la transcripción por f, de suerte que es probable que hubiera influjo del sinónimo escaque, ya con este sentido en el Canc. de Baena [juego de escaque, p. 465; harpas e escaques, p. 209) y que se cita ya del Poema de F. González2; éste es vocablo común con el cat. escac ‘jaque’, escacs ‘ajedrez’ [S. XIII]3, oc. ant. escac, fr. échec [eschax, eschiec, desde el S. XII], it. scacco [S. XIII: Dante, G. Villani, D. Compagni], que en bajo latín ya se halla frecuentemente en la forma scacci o scaccum, desde el S. XI por lo menos (Petrus Damianus, cardenal de Ostia). No es probable que éste deba separarse de la denominación persoarábiga y castellana, pero como la inicial sc- sería inexplicable si partiéramos sólo de ésta, debemos admitir que una grafía culta ocasional scachum o sciachum en que se tratara de representar el fonema š, ajeno al latín, a base de la pronunciación romance de sce y sci como š, sufriría luego el influjo del fr. ant. eschiec, lat. longobardo y galicano scachus, alto-it. scac ‘robo, botín’ (procedente del fráncico y longobardo skâk: Gamillscheg, R. G. I, 222; II, 154), con tanta mayor facilidad cuanto que en latín un juego análogo al del ajedrez se denominaba ludus latrunculorum, propiamente ‘juego de los bandidos o mercenarios’; esta contaminación se comprueba por el neerl. med. scaec ‘jaque’ (neerl. mod. schaak, pron. sâk), que ha sido tomado del romance primitivo, como alto alemán medio schâhc, alemán schach4.

Posteriormente jaque toma otras acs. Es frecuente su empleo en locuciones como tener a uno en jaque o ponerle en jaque ‘bajo el peso de una amenaza’; o en jaque de aquí, frase con que se invita a alguno a irse de un lugar [Lope, en Aut.]; ya en la segunda parte anónima del Lazarillo (a. 1555) se lee «parecióme que a poco de aquellos jaques podría ser mate» (II, iv). De ahí, como han observado varios, y en particular Cotarelo (NBAE XVII, p. cclxxiv), viene el germanesco jaque [J. Hidalgo, 1609] como nombre del rufián o matón, que adopta continuamente esta actitud de reto y amenaza5 (para un derivado de esta ac. vid. JÁCARA).

En la ac. aragonesa ‘cada una de las dos bolsas de las alforjas’ [1734, Aut.], jaque tiene una variante jeque [íd.], que viene evidentemente del ár. šiqq ‘mitad de una cosa, parte de un todo’, derivado del verbo šaqq ‘hender, rajar, dividir’, como indicó Dozy; y la variante jaque supone que el sustantivo šaqq, derivado de la misma raíz, tuvo también este sentido, lo cual es fácil, puesto que šaqq se documenta en textos vulgares con las acs. ‘entrepiernas, separación de los muslos’, ‘hornacina, hueco’ y otras que derivan de la misma idea fundamental de ‘división en dos partes’, que por lo demás es la que tiene en el idioma clásico. De ahí también jaque [Aut.] en el sentido de ‘peinado de mujer con raya en medio y cubriendo de pelo la mitad de la frente’.

DERIV.

Jaquear [Aut.]. Jaquel [h. 1600, Pérez de Hita, ed. Blanchard I, 149]; jaquelado. Es préstamo del fr. ant. eschaquier (hoy échiquier = cat.-oc. escaqu(i)er) ‘tablero de ajedrez’ (de donde varios objetos de su forma, y en particular paños o telas a cuadros de varios colores) el gallego ant. eschaquel (froyas d’eschaquel 1478, mantees d’eschaquel en otro doc. Sarm. CaG. 119r y p. 550a18). Jaquero. Jaquetón. De la variante escaque: escaqueado [íd.] o escacado.

1 Es muy dudoso que así se explique el port. xeque, variante moderna que más bien me parece de origen francés; falta todavía en Moraes.―

2 De ahí escaque ‘trebejo del ajedrez’ [1283, L. del Acedrex, 370.29; Nebr.], ‘casilla en dicho juego’ [1605, Pícara Justina], escaques ‘labor en forma de tablero de ajedrez’ [h. 1580, Argote de Molina]. Al partir para escaque del ár. sikâk «las filas de casas alineadas, las calles», Asín (Al-And. IX, 29) sólo tiene en cuenta la ac. castellana, secundaria, y prescinde completamente de la historia del vocablo en las demás lenguas romances, que excluye del todo semejante étimo.―

3 Jugar als scachs, Lulio, Meravelles I, 128; tauler dels escachs, íd., Doctrina Pueril, p. 287; scac mat, y scaq et mat, R. Martí, pp. 127 y 570; escach pel roch, J. Roig, n. 9996.―

4 La primera idea que ocurre es que una grafía medieval schachum, en la cual sch representara š, fuese leída como scacum. Sabido es que en la actualidad, en latín moderno, es corriente representar el fonema š por el símbolo triple sch (así por ejemplo en las transcripciones del hebreo). Pero dudo que esta convención ortográfica sea lo bastante antigua para explicar la forma scaccum, que ya se documenta a med. S. XI por lo menos. No hay duda de que esta grafía sch (= š) es imitación de la grafía del alemán moderno o, a lo sumo, de la grafía igual del inglés medio; ahora bien, en estos idiomas el cambio del grupo germánico SK en š quizá no sea muy anterior al S. XII, y por lo tanto hasta entonces no pudo nacer la grafía sch = š en alemán ni en inglés; en latín debió ser aún más tardía.―

5 Covarr. quiere sacarlo de un xaque ‘anciano’, ‘alcaide, señor’, pensando evidentemente en el ár. šáȳȟ, que tiene este sentido; pero vulgarmente se pronunciaba šéȳȟ, y lo único que de hecho se conoce en español es en realidad xeque [Zurita, h. 1570]. El xaque de Covarr. es, pues, una forma supuesta que seguramente no ha existido nunca. Pichardo registra como vulgar en Cuba cheche ‘valentón’, que sería de formación onomatopéyica, pero creo que jaque es otra cosa. Carece de apoyo la opinión de Baist (RF IV, 411), que identifica nuestro jaque con el vocablo que significa ‘chaqueta’ o ‘jubón’.