MÉDANO, del mismo origen que el port. médão íd., quizá de un hispano-latino *MୱTŬLUM, sacado de MୱTŬLA ‘pequeño mojón’, diminutivo de MୱTA ‘mojón’, ‘piedra de forma cónica o piramidal’; pero más bien será derivado céltico de un célt. MୱT- de igual raíz que la voz latina y de acs. análogas.
1.ª doc.: 1624, B. de Balbuena; Terr.
Quizá con razón admite Ekblom (Mél. Melander, 1943) que el fr. meule ‘hacina de cereales’ viene de MୱTŬLAl>, puesto que MୱTAl> significaba ya lo mismo en latín, y el tratamiento fonético no ofrecería en realidad dificultades (comp. épaule < SPATULA, moule < MODULUM, etc.), pues las etimologías que admiten los manuales son muy poco satisfactorias; para otros descendientes romances más dudosos, vid. REW 5554 (comp. aquí s. v. MAJANO).
Otras palabras pertenecientes a la misma familia son el gall. medoña ‘montículo’ (citado por Simonet, falta Vall.), y en portugués existen medorro, modorro, modorra, madorra, parte con el sentido de ‘duna’ parte con el de ‘montón de piedras menudas o casquijo’ (vid. Gonç. Viana, l. c.); además se emplea meda ‘hacina’2, que según Nunes de LeƟo (1606) significa también ‘duna’, y evidentemente procede de MୱTAl> (medo parece ser reducción fonética de médão, o continuación regular de *METU(L)UM); vco. común meta ‘montón’ ‘fajina’. Mucho más dudoso es que tenga que ver con esto (según quiere Simonet) el mozár. midînī o mádanî que R. Martí traduce «cristatus» (¿‘provisto de penacho o cimera’? ¿‘provisto de cresta’?): el sentido no es claro, y la fisonomía del vocablo no parece romance3. El simple meda se ha conservado en Galicia [Aut.], el Bierzo (G. Rey) y León (Acad.) en el sentido de ‘hacina’; también gasc. méde, medìu (Palay), y el nombre de lugar La Meda, Les Medes, es frecuente en el Norte de Cataluña y en los Pirineos gascones (Les Medes islotes piramidales en la costa empordanesa)4.
Ni el tipo MԸTANO- supuesto por el port. médão y cast. médano, ni el tipo MÉTELO- postulado por el cat. médol, corresponden bien al lat. MୱTŬLA, por la forma ni por el significado, que así en catalán como en hispano-portugués es colectivo o aumentativo, pero de ninguna manera diminutivo. Ahora bien, la familia del lat. MୱTA está bien representada además en índico, báltico, escandinavo y céltico, en particular hay el irl. ant. methos ‘mojón fronterizo’ (< MITOSTO-: Stokes-B., 205, Walde-P. II, 240, Walde-H. s. v.). Por otra parte, los sufijos en -ହNO- o -ଵNO- (que puede ser átono) y -ĔLO- están bien representados en céltico, con valor de abstracto (irl. temel ‘oscuridad’ < TEMĔLO-) y otros varios valores: Pedersen, Vgl. Gr. §§ 399.2 y 397.2. En la Antigüedad céltica cita Holder los nombres METELA, METELAIOS, METISCUS, METIOSEDUM, etc.; por otra parte, VINDELO-, ANTELUS, y también TARANOS, RODହNOS, TAGANA, SEQUହNA, BORMANOS, etc.
En resolución, pues, me parece bastante más probable partir de lo céltico; tanto más cuanto que hay un gallego metouco ‘meda pequeña o montón de los que se hacen en las eras’, ‘piramidita que hacen de los pies de maíz segados como montoncito’ (Sarm. CaG. 66r, 108r), con variantes metouca y medouca (Lama), metoco (Lameiro), meduco (Samos) (Crespo Pozo, s. v. almiar). Todos ellos sufijos célticos. En cuanto a la -t-, más que ensordecimiento por influjo de la -k- siguiente, quizá sea METT-, pues parte de las formas balto-eslavas suponen MET-TO- > METsTO- (> MESTO-): esl. común město ‘lugar’, prus. mestan ‘ciudad’ (Elbing 796), lit. miẽstas ‘villa’, pol. miasto ‘ciudad’ (cf. Berneker, Slav. Et. Wb. II, 53; IEW 709.40).
Cultismo es meta ‘término señalado a una carrera, o mojón que lo marcaba’ [Garcilaso (C. C. Smith, BHisp. LXI): 1587, Sabuco]. Más derivados dialectales de META (no todos ciertos), en GdDD 4312.
DERIV.
Medanal ‘lugar pantanoso’ chil. (ej. chileno en Draghi, Canc. Cuyano, 349). Medanoso. Los siguientes son derivados de meda (V. arriba). Medera ‘pila de manojos’ zamor. (Fz. Duro). Medero gall. ‘hacina de gavillas de sarmientos’ (Acad.). Medar ‘hacinar’ gall. (íd).
1 Citado por Bluteau y Moraes, que escriben el vocablo sin acento. Moraes por lo visto cree que se acentúa en la a, puesto que dice que es «aumentativo de meda». Pero el caso es que el plural medãos, empleado por Castro, Barros y Godinho (1663), no corresponde a un aumentativo (que sería medões), sino a médão, o a lo sumo a un derivado en -ଵNUM. G. Rolin, ASNSL CXXV, 385n.4, afirma que debe acentuarse en la terminación, y que si bien existe también una acentuación médão, es «falsch». No sé cómo podría probarlo, y todo lleva a creer que lo único «falsch» es la afirmación de Rolin. Cierto que H. Michaëlis da medão acentuado en la a, con plural medões, y Gonç. Viana documenta esta forma en un texto moderno (Apostilas II, 126-7), pero todo esto tiene muy poco valor y puede tratarse de formas analógicas. CortesƟo acentúa también médão, pero cita dos pasajes de Azurara, donde el vocablo aparece en la forma medon, y en plural médoões: esto ya es más fuerte, pero así y todo creo que el primero es grafía imperfecta de médão y el segundo un plural analógico. También Lima-B. acentúa médão.― ↩
2 Es port. y gall. meda ‘montón grande de cereal, como el metouco pero mayor’ (Sarm. CaG. 66r, 108r).― ↩
3 Es verdad que tampoco se ve claro en qué forma podría explicarse como árabe. Dozy, Suppl. II, 575a, registra el vocablo sin explicaciones, y tampoco parece haber logrado explicárselo. Como la indicación del texdid, que debiera llevar el vocablo si fuese un gentilicio, no siempre se hace, quizá debamos entender madīnî en el sentido de ‘casco fabricado en Medina, capital de Arabia’. El doble vocalismo podría no estar bien indicado, y referirse únicamente a una forma vulgar midīnî, junto al normal madīnî; por lo demás la acentuación del árabe vulgar sería madîni, a lo cual se referirá la grafía sin texdid, y una pronunciación cultista mediní pudo disimilarse en España dando medení (representado gráficamente por madanī). Del nombre de Medina es probable que venga el cast. medina ‘filete que sirve para adornar los alfarjes’ [1633, Lz. de Arenas, pp. 43 y 179]; amedinar ‘adornar con medina’ (ibid., 43 y 172).― ↩
4 La variante mégano, registrada por la Acad., y empleada según creo en algún punto de América, es ultracorrección de la pronunciación vulgar méano. ↩