MAJANO, ‘montoncillo de piedras que se pone en el campo para dividir las heredades o señalar los caminos’, del mismo origen desconocido que el port. ant. y dial. malhão ‘mojón’.

1.ª doc.: doc. sevillano, al parecer del S. XIII.

Desde luego aparece h. 1400 en el Glosario de Toledo: «congeries: majano de piedras». A. Castro señala el pasaje «los logares por o amojonastes estas torres son estos... fue fecho maiano allend Guadiamar», de un documento publicado por Ballesteros, Sevilla en el S. XIII, p. xlvii. En portugués dice Viterbo que «malhom ou malhão» es «marco, baliza, termo, limite», y se halla en el foral de Cernancelhe, de 1514, y otros, pero no precisa en cuál de las dos formas figura allí el vocablo; Fig. nos entera de que en Tras os Montes malhão es «feixe de giestas ou outras plantas, atado com um vincilho e servindo para vedar terras». En español el vocablo fué registrado por Oudin («monjoie») y Aut., cuya definición transcribo arriba. Sin entretenernos en la idea de Viterbo de derivar del b. lat. mallum ‘tribunal feudal’ ―que es palabra popular en Francia, pero no en la Península Ibérica, además de tener -LL- y no -lh- (-j-), y de que sólo forzadamente podría relacionarse con el sentido de majano―, hemos de reconocer que los étimos sugeridos por romanistas tampoco ofrecen base firme. Lo único claro es que la -j- castellana junto a la -lh- portuguesa supone un étimo con -L?- o -CL- (eventualmente -TL- O -GL-).

Castro relaciona alternativamente con el valón maie, del cual es transcripción muy tardía el b. lat. maia (del cual Du C. sólo da un ej., con el sentido de ‘montón de gavillas’) ―lo cual es imposible, pues se trata evidentemente del lat. MTA ‘columna’ (REW 5548)―, o con el cast. mazo, it. mazzo ‘manojo de flores’, que desde luego nada tiene que ver con el port. maio florido que él cita del Canc. da Ajuda: está claro que éste tendrá un sentido análogo al del cat. maig ‘árbol adornado con flores alrededor del cual bailan los aldeanos en el mes de mayo’, y no hay duda de que es idéntico al nombre del mes de mayo1.

Spitzer, MLN LIII, 131, llama la atención sobre el mirandés malhão ‘mojón’, que figura en el REW (5797) entre los descendientes de MUTULUS, junto con la palabra castellana del mismo significado; en primer lugar es sospechoso este mirandés malhão, pues en este dialecto leonés -ONEM da -oum, y el vocablo no figura en el glosario mirandés de Leite de V.; por otra parte, está claro que ni tal palabra mirandesa ni el port. malhão o cast. majano pueden ser variantes o cambios de sufijo de MOJÓN, puesto que así no se explica la vocal de la primera sílaba.

Segl, ZRPh. XLII, 105, sugiere que majano (por errata convertido en mojana en el REW, 5554, que se adhiere sin crítica a la idea) sea una mera variante de mejana y ambos deriven del lat. MTŬLA ‘pequeño montón de gavillas’, que ha dejado unos pocos descendientes en dialectos del Norte de Italia. La idea no es absolutamente imposible en cuanto a majano, aunque extraña entonces la falta de variantes con -e- conservada, pero su principal apoyo carece de consistencia: mejana no significa ni mucho menos lo mismo que majano, sino ‘isleta en medio de un río’; parece ser palabra aragonesa, que Peralta recogió como tal en 1836, y de él hubo de pasar a la Acad. [1884, no 1843], aunque ahí no lleve calificativo regional; en vista de la procedencia, la -j- no vendrá de -TL-, sino de -J-, y parece seguro que atinó Väisälä (Neuphil. Mitt. XVI, 8-14) al derivarlo de MEDIANA ‘intermedia’, quizá por conducto del catalán. En consecuencia la idea de Segl es muy problemática. Por lo demás tampoco puede mejana venir de MÉDIUS AMNIS ‘centro del río’ (GdDD 4234) puesto que AMNIS no pasó al romance.

En cuanto a la de Gröber, admitida por Körting y por M-L. en su primera edición, y últimamente desenterrada por Malkiel (Univ. of Calif. St. in Ling. I, 232), de que majano salga del lat. MACULA , es poco convincente: además de que este vocablo apenas está representado en castellano más que por voces de radical manch- o mall- (pues majada es derivado que pronto se hizo independiente de su tronco), desde el punto de vista semántico habría que imaginar un largo proceso hipotético ‘mancha’ > ‘manchón’ > ‘extensión de piedras esparcidas’ > ‘montón de piedras levantado en alto’ > ‘mojón’: es verdad que mancha en la costa atlántica colombiana y seguramente en otras partes es ‘grupo de plantas que pueblan un terreno diferenciándolo de los colindantes’ y luego, en el habla de los cazadores, se habla también de una mancha de patos o de codornices, pero todo esto está muy lejos de la idea de ‘mojón’2.

En definitiva, algo puede haber de cierto en las etimologías de Segl y Gröber, mas por ahora no tenemos nada que se parezca a una prueba. Y conviene tener muy en cuenta que los vocablos para ‘montón de piedras’ y ‘mojón’ son muchísimas veces prerromanos. No sería desencaminado relacionar con el vasco guip. y lab. maila, maia ‘montón largo de helecho o hierba’, maiatu ‘poner el heno en pequeños montones en las operaciones de la siega’, maiasto ‘carguilla de tallos de maíz’, pero de ninguna manera podemos estar seguros de que estos vocablos vascos locales no sean romanismos, procedentes sea de METULA O de MACULA, comp. vasco maila ‘malla de la red’, ‘grado de parentesco’, ‘decena de rosario’, ‘hilera de granos de la espiga’, ‘eslabón de la cadena’, ‘mancha de la retina’, que bien parece ser MACULA3>. acrítico>

1 La idea puede haber sido que majano venga del lat. MALLĔUM ‘mazo de herrero’. Pero aun suponiendo que de ahí se hubiera pasado a ‘mazo o ramo de flores’, quedamos cien leguas lejos de ‘montón de piedras’ o ‘mojón’.―

2 Malkiel dice que mancha es ‘montón’ en la costa de Colombia, citando un oscuro y reciente glosario de Revollo. Éste se fundará en la obra excelente y bien conocida de Sundheim, quien es verdad que define «montón, cáfila, bandada o manada», pero inmediatamente precisa que sólo se emplea en frases como las citadas.―

3 El salm. mellón ‘carga de leña repartida en dos haces grandes’, que Brüch (Neuphil. Mitt. XXII, 116) quiere traer de METULA, con anuencia del REW, será más bien lo que supone Lamano, derivado del león. ant. meyo ‘medio’, a no ser que venga de GEMELL-ONE (vid. MELLA). En cuanto al mellón que la Acad. define ‘manojo de paja encendida a manera de hachón’ tampoco es verosímil que venga de METULA. Por lo demás, la definición de la Acad. es sospechosa. La única fuente del vocablo parece ser Nebr.: «mellon de paja: stramenti merges», que Aut. traduce bien: ‘manojo de paja’; Oudin dice lo mismo y al igual que Aut. debe de fundarse sólo en Nebr.; mellón no figura en otros diccionarios, a no ser los que copian a Aut., ni tampoco en glosarios dialectales. Es probable que Nebr. quisiera decir lo mismo que Lamano explica más detenidamente. En cuanto al agregado de la Acad. «encendida a manera de hachón» [ya en la ed. de 1843] creo que se inspira sólo en la seudo-etimología académica malleolus (imposible por razones fonéticas). Que el famoso Rojo y Sojo empleara el vocablo en este sentido no quiere decir nada: es sabido que la obra de este curioso no es más que una taracea de voces tomadas artificialmente del diccionario académico. Claro está que no habrá relación entre nuestro majano y el que con el significado de ‘especie de buey’ registran Lafone Quevedo (Catamarqueñismos), como propio de Tucumán, y Carrizo, en el Cancionero de esta provincia. El tipo balcánico MAGÚLA ‘colina’, ‘ondulación del terreno’, representado sobre todo en rumano, albanés, griego moderno y lenguas eslavas vecinas, estudiado últimamente por Pop (RPhCal. III, 116-33), está bastante alejado semántica y geográficamente; las formas itálicas e hispánicas que a veces se relacionan con él, tienen una raíz MOG- y es probable que sean independientes. El gasc. pirenaico malh ‘pico rocoso’ no creo tenga nada que ver con este MAGÚLA ni con majano: no hay por qué dudar de que viene de MALLĔUS ‘mazo de herrero’ (comp. lo dicho s. v. MACHO II).