LAMPARÓN, ‘escrófula’, origen incierto, quizá derivado de lámpara por lo lucio y blanquecino del cutis inflamado.

1.ª doc.: S. XIII, Libro de los Cavallos, 46.9 (comp. G. Sachs, HispR. VI, 302).

En ese texto se trata de una «enfermedad de los solípedos, acompañada de la erupción de tumores linfáticos en varios sitios» (Acad. ya 1884); Colunga llamparón ‘tumor purulento que se forma en las patas del ganado vacuno’ (Vigón). Más conocido es en el sentido de ‘tumefacción fría de los ganglios linfáticos que ataca el cuello, principalmente de los niños, y suele ir acompañado de un estado de debilidad general’. En este sentido se halla ya en las Ctgs. (321.12), en Nebr. y es frecuente en autores del Siglo de Oro, desde Laguna y Fragoso (Aut.) hasta Quevedo1, Juan Rufo y Vélez de Guevara (Fcha.). El vocablo no figura en los diccionarios etimológicos. Opina Sachs que deriva del gall. láp(a)ra, ast. llapará ‘llamarada’ (Rato) (vid. LLAPARADA), seguramente en el sentido de ‘inflamación’, fundándose al parecer en el port. laparão, -ões, ‘lamparón, -ones’, pero este fundamento es sospechoso dada la fecha muy reciente de la voz portuguesa (sólo desde Vieira, 1873), que más bien sugiere una disimilación de nasalidad vocálica de lamparão (la forma que Nascentes da como básica); otro fundamento de Sachs parece ser el fr. lampas «tumeur inflammatoire du palais du cheval en arrière des pinces» [S. XIII, Rendus de Moliens; Dit du Cheval a Vendre: Rom. XXIV, 451], ‘úvula’ en Valonia y Picardía, «gosier» (La Fontaine, y en el Berry y Morvan), que Gamillscheg (EWFS) y M-L. (REW 4905) derivan de lamperLAMPAR’, voz que M-L. supone idéntica a lapar; pero el origen del vocablo francés a su vez es dudoso, y dado el sentido de los testimonios más antiguos parece que el significado más primitivo sería ‘tumor del paladar del caballo’: éste bien puede estar emparentado con nuestro lamparón, pero no nos aclara en definitiva el origen del vocablo. Lo más probable es que sea simplemente derivado de lámpara, en el sentido de ‘lucio, brillante como una lámpara’, «por la especie de resplandor blanquecino que tiene el cutis de los lamparones, a causa de lo estirado que está con su misma inflamación» (Covarr., Aut.), por una comparación semejante a la que envuelven LAMPIÑO y el lampero ‘lucio’ empleado por Sánchez de Badajoz, junto con colomb. lámparo ‘pelón, sin blanca’, lamparoso, que parece significar ‘grasiento’ en Lucas Fernández («qué ojos tien tan nublosos... / lamparosos, / lagañosos», Cej., Voc), «sucio, asqueroso» en el Cibao dominicano (Brito), «tinoso, herpético o escrofuloso» en las biblias judías de Ferrara (1553) y Constantinopla (BRAE V, 351), lámpara ‘mancha de aceite’ [Acad. ya 1843], lamparón cub., mej., colomb., ecuat., per., bol., and.; cat. llàntia íd.; cast. lampazo ‘mancha que sale en el rostro’ (Aut.)2.

DERIV.

Llampurdiar ‘causar lamparones’, ‘causar ronchas’ en Libardón (Asturias: V), donde parece haber un cruce con oc. lampourdoLAMPAZO’ y «petite masse de graisse dans les toisons» (FEW V, 172 a y b).

1 «Disculpábase conmigo diciendo que la venía de casta, como al rey de Francia curar lamparones», Buscón, Cl. C., p. 79. A la misma creencia aluden Rufo y otros.―

2 El doble significado del salm. lagará f. ‘lamparón’ y ‘mancha de la ropa’ (quizá por la suciedad del que anda por lagares: recuérdese la desventura de los Infantes de Carrión) parece confirmar esta derivación en su aspecto semántico.