HÍSPIDO, tomado del lat. hispĭdus ‘erizado’, ‘áspero’.

1.ª doc.: Terr. (que cita a Castillo, Estromas Políticos); Acad. ya 1817.

Cultismo poco arraigado. Pero más lo está la variante ríspido ‘áspero’, ya registrada por la Acad. en 1817, empleada por J. de Pineda (1588; Cej. V, p. 231) y de uso frecuente en la Arg., no sólo en el lenguaje literario1 sino también en el habla popular: en Lavalle (prov. de Mendoza) he oído ríspero ‘áspero, mandón’ en boca de campesinos criollos. La coincidencia del merideño rúspero ‘áspero’ con el it. sept. ruspido se debe a una casualidad y no da derecho a postular un lat. vg. *RUSPIDUS (con Lausberg, ZRPh. LXX, 129): es cruce local de ríspero con rude.

Claro está que en el hispánico ríspido, ríspero, hubo cruce de híspido con rígido, y luego con la terminación de áspero, análogamente oc. mod. ispre (FEW s. v. ASPERUS § 2); en portugués ríspido es de arraigo más general, y se documenta desde med. S. XVI (Moraes), pero también en el Bajo Aragón hallamos rispo ‘hombre de mal genio’ (Puyoles-Val., comp. ARISCO), y la misma forma aparece con el sentido de ‘animal indómito’ en Alonso de Carranza (1606, Cej. V, p. 231; G. de Diego, RFE III, 308). En Santander existe un descendiente semipopular de hispidus, en la forma hispio, registrada por el vocabulario de Alcalde del Río; de ahí deriva el verbo hispirse o hispir ‘esponjarse’, que la Acad. registraba en sus ed. del S. XIX [1843] como provincialismo asturiano en la ac. de ‘esponjarse’, hablando de colchones, huevos batidos, etc. G. Lomas cita hespirse ‘engreírse’ en Pereda, y hespir transitivo, aplicado a vestiduras en el mismo y en Alcalde del Río2. No parece, dado el sentido, que haya relación de este (h)espir, ispir, con el port. y gall. despir ‘desnudar’ (EXPEDIRE), como quiere GdDD, 2569, aunque podrá estudiarse más detenidamente (comp. el n.° 2570, EXPELLERE). De un cruce del citado rispo con GUIZQUE o vizque ‘agrio del vino’, ‘lengua de culebra’, resultan los sinónimos respe (prov. de Burgos), rezpe (Villarcayo, Villadiego, ibíd.) y resque (Medinaceli) en este último sentido, mencionadas por GdD, RFE III, 308; respe figura ya en Acad. 1925 (no 1884), como de Burgos, Soria y Rioja, y hay además variante montañesa réspidi, rézpede, debida al influjo de císpid, de igual sentido, para cuyo origen vid. Spitzer, AILC III, 8; en la forma asturiana respiyón ‘aguijón de las abejas’, ‘padrastro’, cast. respigón ‘padrastro’ [Oudin], santand. rispión: ‘rastrojo’, reaparece la terminación etimológica -´io (a no ser que haya cruce con el leon. aguiyón = aguijón). Comp. respingar s. v. PIE. Es probable que además haya habido encuentro con réspice ‘reprensión áspera’ [Acad. ya 1817], tomado del imperativo latino de respicĕre ‘mirar, atender’, pues respe en Bilbao vale ‘reprensión’ (echar un respe), chacolín de respe ‘que tiene fuerza’ (Arriaga).

1 «Interrumpió la bulla la entrada del patrón, hombre de aspecto ríspido», Guiraldes, Don Segundo Sombra, ed. Espasa, p. 47; «la severidad ríspida de Groussac», J. M.ª Monner Sans, La Prensa de B. A., 13-X-1940; «tierras de berrocales / de aguas rugientes y de cumbres ríspidas», Bufano, La Prensa, 22-IX-1940.―

2 El argentino norteño Leopoldo Lugones escribe el terror le hespía la crin (BRAE IX, 713).