GASTAR, del lat. VASTARE ‘devastar, arruinar’, pronunciado *WASTARE en la baja época por influjo del germ. occid. WÔSTAN (a. alem. ant. wuostan) o WÔSTJAN (alem. wüsten) íd.
1.ª doc.: mozár. wašƫâƫo ‘desperdiciado, mal gastado’ en el cordobés Abencuzmán, 1.ª mitad del S. XII (ed. Nykl, X, p. 24); gastar ‘devastar’, primeros años del S. XIII, Lib. Reg. aragonés (BRAE VI, 207).
Ernst Gamillscheg, Romania Germanica I, 158, parece dar a entender que el cast. gastar sea galicismo, quizá fijándose en la inicial ga- (y no gua-), y en que el germ. WÔSTAN (o el adj. WÔSTI), que hubieron de influir en la inicial del vocablo, sólo están documentados en germánico occidental (incluso el ags. wêst), pero no en escandinavo, y por lo tanto no es nada seguro que el vocablo pudiera existir en gótico, de donde podría deducirse que la influencia partiría del fráncico. Pero como el italiano tiene también guastare, es probable que el influjo se ejerciera ya por el germánico occidental común sobre el latín vulgar; por otra parte la reducción anómala de gua- a ga- se halla también en el cat. gastar (hoy ‘gastar’, pero antiguamente ‘echar a perder’), que en la Edad Media tiene con gran frecuencia la forma indiscutiblemente autóctona guastar (eventualmente reducida a gostar, p. ej. en R. Lulio, Meravelles II, 131, y passim); y, sobre todo, Abencuzmán, que difícilmente pudo emplear un galicismo, con su forma en wa- nos prueba que el vocablo era autóctono en el Sur de España. Se tratará, pues, de una reducción de gua- a ga- en posición átona, que en castellano no es fenómeno inaudito, y que en este vocablo se generalizaría antes que en catalán; comp. GALARDÓN, de claro autoctonismo.
DERIV.
Gastable. Gastadero. Gastado. Gastador [Berceo]. Rabelais emplea vastadour en el sentido militar de ‘gastador’ («vastadours, pionniers et rempareurs» III, prólogo, p. 9); por más que Sainéan (La L. de Rab. II, 195), empeñado siempre en demostrar que Rabelais no sabía nada de España ni había recibido influjo de sus lenguas, afirme que es gasconismo, está claro que tal vocablo militar hubo de tomarlo del castellano el gran humanista (si bien asimilándolo a su lat. vastare), y no de un «gascón» gastadour, como ya prueba la -r; después dijeron gastadou B. des Périers y A. d’Aubigné, también hispanismo, aunque éste sí trasmitido por occitanos. Gastamiento. Gastizu ast. ‘el que gasta mucho’ (V). Gasto [Berceo]; gastoso; y quizá gall. gasto ‘bosta o estiércol de buey, etc.’ («vete a recoger el gasto»), Sarm. CaG. 122r, cuyo origen no está bien claro (acaso haya alguna relación con BOSTA y con el grupo germánico del cat. guaixar, V. mi nota en BDC XXIII). Desgastar [h. 1400, Glos. de Castro; APal., 3d; y ya en las Partidas, según Aut.], también degastar [‘malgastar’ Vidal Mayor 3.43.90]; desgastador, desgastamiento [degastamiento ‘devastación’ Vidal Mayor 3.35.8, 4.39.22], desgaste.
Devastar [med. S. XVII, Aut.; falta aún Oudin y Covarr.], tomado de devastare íd., derivado de vastare; devastación; devastador; ant. y raro vastar y vastación; vasto [Mena, Santillana (C. C. Smith BHisp. LXI); 1721, Silvestre, Aut.], de vastus ‘devastado’, ‘vacío, desierto’, ‘inmenso’; vastedad [Aut.].
Junto a vasto y devastar tenemos en portugués (apenas hay noticia de que persista en gallego)1 una palabra interesante e importantísima cuya etimología no sé que se haya estudiado nunca. Ya aparece en tres textos de med. del S. XIII, uno de ellos las Ctgs.: «a torre u eles eran tan passo / se leixou o?ir a terra sobre un gran chƟo devasso» ‘yermo, desierto, despoblado’ 205.63; «habet eciam ibi dominus Rex alios campos multos devassos» Inquisitiones p. 18, y un fuero de 1255 impone agravación de la pena al que mata en despoblado «homicidium de terra devassa est in centum marabitinos» PMH Leges, p. 662.
Está claro que el sentido se roza de cerca con el del lat. vastus y devastatus, pero un cambio fonético, en romance, de -ST- en ss es imposible; no hay que pensar en el cambio mozárabe esporádico de ST en ç, primero porque los tres textos tempranos pertenecen a Galicia o al Norte de Portugal, después porque entonces habría la africada ç, que por este tiempo y menos en estas regiones norteñas, nunca se confunde con ss. No hay duda de que estamos frente a un celtismo, pues es bien sabido que las lenguas célticas cambiaron desde el principio el grupo -ST-, primero en -TS- o en -θθ- (en parte escrito , todavía muy frecuente en las inscripciones galas), y más tarde, pronto en -SS-, que es lo que aparece ya en la mayor parte de los textos gálicos y britónicos y lo único que vemos en las lenguas gálicas; V. el estudio de Horst Schmitt ZCPh. XXVI, 101-103 con la bibliografía (de Pedersen, Pokorny, Weisgerber y demás), que cita, y los datos que reúno en MAYUETA y otros artículos de este diccionario.
Ahora bien, es cosa averiguada que el latino uāstus ‘devastado, desolado’ era palabra indoeuropea que permaneció bien representada en todas las lenguas indoeuropeas del Oeste, no sólo el germánico ―a. al. ant. wuosti ‘vacío, desierto’, al. wüst, sajón ant. wōsti ags. wēste (que en ingl. waste parece haberse cruzado con el latín)― sino también el irl. ant. fás ‘vacío’, fāsach ‘un desierto’, ‘una tierra yerma’ (Pok. IEW 346.2 ss.; Ernout-M. s. v.), en los que vemos efectivamente cumplido el paso de VଵSTO- a ?ASSO-. Entre los numerosísimos testimonios de VASSO- en céltico continental reunidos por Holder III, 119-123, y Horst Schmitt, o. c. 285, hay sin duda muchos que contienen el homónimo uassos ‘servidor, vasallo’ (que por cierto presenta un caso elocuente de la misma evolución fonética por cuanto equivale al scr. upo-sthā(na)- ‘servicio, acto de atender a un superior’ teniendo por base ieur. U(P)O-STO- ‘estar debajo’) y aun es posible que sean la mayoría, pero no creo que falten entre ellos casos de ?ASSO- = irl. fās ‘yermo’, especialmente aquellos que se refieren a nombres de lugar.
Por otra parte no cabe duda que el prefijo Dୱ- del latín es también indoeuropeo y siguió muy productivo en céltico, donde evolucionó normalmente en di- tan frecuente en irlandés antiguo, y demás lenguas hermanas, como preposición y también como partícula privativa (ky. ant. di-auc ‘negligente’) o intensiva (irl. ant. dī-mōr- ‘grandísimo’) o como proverbio: irl. ant. di-fichim ‘yo castigo, me vengo’ equivalente de los numerosos Di-vicatus, Di-vixtus, Touto-di-vicis, Diablentes2, etc., del céltico continental; por lo demás hay también casos del vocalismo de en céltico, que deben de representar una variante ieur. DÈ con vocal breve, y no sólo en irl. ant. de y en córnico the, sino también en galo, donde funciona en parte como posposición (βρατου-ƌε en inscripciones, etc.) pero también como prefijo: la variante DE-VICI-ACUS está p. ej. documentada en César; vid. H. Schmitt 194; Pok. IEW 182.30ss., Dottin, La langue gauloise, 251. Luego nada más legítimo que admitir que junto al lat. de-uastatus existió un sinónimo *DEUASSO- o *DզUASSO- en hispanocéltico.
Aun quedando hipotético, halla esto alguna confirmación más o menos segura en nuestros escasos materiales del céltico de época imperial. El topónimo flamenco Diest, que fué antes Diosta, me parece suponer un DIVଵSTଵ (más que *Diuo-uasto- como supone Holder). Aunque Schmitt busca otro sentido y etimología, me parece que el gálata ?αιξατοƌιαστος debe de contener una leve reducción fonética de DI?ASTO- pues significará ‘devastado (o devastador) con lanzas y venablos’ (galo-lat. gaesum, irl. ant. gae, gálata Ɣαιξατο-) y asimismo el nórico Diastulum (CIL III, 5250): esta misma forma aparece con la alternancia -SS- = -ST- que necesitamos, pues hay en Dacia varios ejs. de Diassu-marum, que interpreto ‘desierto grande’, junto a un Diastu-marum del Nóricum (CIL III, 5144a), y, frente al Diastulum de allí, encontramos Diasulos en monedas de los Eduos.
Subraya con razón Schmitt (a quien se debe la agrupación de esos datos) que la alternancia -SS- ~ -ST-, no menos que la procedencia galática y demás, es prueba clara de un origen céltico. Ahora bien que la caída de una -?- intervocálica es posible también en hablas célticas nos lo prueban bio- de gȮiȮo- ‘vivo’ (Biokno, Dago-bius y demás en -bius), Ioinco- junto a Iouinco, Noio-bito por Novio-bito-, Niort de ANDE-UORETO- (BNfg. VIII, 281) y de NOVIORITUM, ୃνƓρóεστος en Polibio (II, 22.2, etc.) junto a la variante Ariovisto, y los numerosos Deo- y Dio- por Deuo-, Diuo-, reunidos por el propio Schmitt (pp. 100, 191).
Nuestro devasso dejó copiosa prole con vario desarrollo semántico en el portugués clásico y moderno, como puede verse por los diccionarios de Moraes y Fig. Devasso adjetivo, pasando por ‘echado a perder’, se convirtió en ‘(hombre) libertino, licencioso’, devassa en ‘prostituta’, devassar ‘echar a perder terrenos los rebaños’, de donde ‘invadir terreno vedado’ (os pastores devassaram a serra), ‘anular un privilegio’ (ya en muchos docs., ordenanzas y crónicas medievales, vid. Moraes), ‘inquirir, tomar informes sobre un hecho incriminado’, de donde a su vez tirar devassa ‘practicar una inquisición’, etc., devassidão, devassidade (Camoens2, etc.), devassamento, como abstractos en el sentido de ‘libertinaje’. Por lo demás véase Moraes, aunque apenas hay que advertir que la etimología no es el fr. débauche como quisiera éste, pues es inconciliable el vocalismo y consonantismo de ambas palabras.
En fin, otra suposición probable es que sea derivado de la misma raíz céltica otro topónimo portugués: Travasso(s) es nombre de 4 feligresías o lugares mayores en las zonas interamnense, trasmontana y de la Beira Alta, y el diminutivo Travassô, -ssó, -ssós lo es de 4 ó 5 más, asimismo en el Norte de Portugal (Inquér. de Boleo 194, 435, 1116, 1298, 1319, etc.); en efecto los prefijos, preverbios, y preposiciones irl. ant. tar (< TARES-) ‘más allá de’, britón. común tre-, irl. ant. tre-, tri- ‘a través de’ (< TREI-), son hermanos del lat. trans- y todavía más vivos y productivos que éste (Pok. IEW 1075.4f, 1076.6). Acerca de Travasso convendría estudiar una nota de J. da Silveira en su trabajo sobre la top. del concejo de Nelas (O Istituto XCVII, 1940, Coimbra, p. 414, que no ha estado a mi alcance), donde ortografía Travaço(s), Travaçô y Travacinho con ç (como en la página siguiente habla de Taboaço y Taboaça, quizá quiera partir del lat. TABULACEUM, idea rechazable, pues presentaría un tratamiento -BUL- > -vr- chocante en portugués; de todos modos, convendría leer sus razones).
1 Por más que Debasa aldea agregada a Pastoriza, cerca de Mondoñedo, nos enseña que allí también existió. Y M. Sarmiento anotó que en su tiempo se decía en Pontevedra, hablando de una heredad inculta: «esta tierra ha quedado en debazo» (Catálogo de Voces y Frases, ed. Pensado 1973, p. 451), lo cual es evidentemente un caso de grafía errónea con -z- en zona de seseo.― ↩
2 Siendo De-aplentes en sorotáptico o en otras variedades célticas, como admiten Pokorny ZCPh. XXI, 146, y H. Schmitt ib. XXVI, 192, parece que se trata de և originaria, luego podemos admitir una variante no intensiva ―sin el prefijo―, y con el tratamiento britónico de և, *ABLANTES o *APLANTES, de donde port. Abrantes. ↩