GALARDÓN, del antiguo gualardón, de origen germánico, probablemente del gót. *WէTHRALAUN (comp. neerl. ant. witherlôn, ags. witherleân ‘pago que se da a cambio de algo’), compuesto de WէTHRA‘contra’, ‘frente a’, y LAUN ‘pago’, ‘agradecimiento’; en el romance antiguo, *gwedarlaun se cambió por metátesis en *gwelardaun, de donde se toma la forma castellana.
1.ª doc.: Cid.
Existe también galardão en portugués, que ya se halla en Don Denís (galardom, n. 969), en las Ordenaç?es Afonsinas (1446) y en el Leal Conselheiro (h. 1430), pero gualhardom está en los Inéditos de Alcobaça (SS. XIV-XV). La reducción de gua- a ga- será de razón fonética, puesto que tal reducción suele producirse en posición átona, pero cuando predominó esta forma (a fines del S. XV: APal. 19b, 48d, 121d, 277b, 291d; Nebr.) lo haría favorecida por el influjo de GALA, galán y su familia. La trasposición de la R (gwedralaun > gwedarlaun) es fenómeno frecuentísimo en estas condiciones en castellano antiguo (vid. ALREDEDOR, el port. apertar, perguntar, etc.); en cuanto a la metátesis gwedarlaun > gwelardoun > gualardón, claro está que fué favorecida por la etimología popular egualar + don, según muestra el texto de las Partidas: «gualardones, que quiere tanto dezir com don egual de su merecimiento», fenómeno en virtud del cual este vocablo germánico quedó incorporado al sistema lingüístico romance; en las demás lenguas neolatinas, el fráncico *WIDARLÔN se cambió en gwedardon debido a la misma influencia de don, y de ahí salieron el fr. ant. guerredon (después guerdon), oc. gazardon, cat. antiguo guaardó1, y el cultismo italiano guiderdone (que está tomado del bajo latín galicano).
Hasta el presente los filólogos romanistas que han estudiado nuestro vocablo se han empeñado extrañamente en creer que la forma hispanoportuguesa es también galicismo (Diez, Wb., 180; Gamillscheg, R. G. I, p. 166), para lo cual no hay razón alguna, pues WITHRA formaba también derivados en gótico (withrawaírths ‘el que está enfrente’, p. ej.), y la -l- demuestra que debe partirse del germánico directamente y no del francés o de la lengua de Oc, conclusión confirmada irrefutablemente por la constante forma antigua en gua-. Cabría también admitir que del germánico occidental común *WէDARLÔN hubiese pasado al latín vulgar y de ahí al castellano y portugués. En este idioma no hay tampoco dificultad fonética: la metátesis se produciría cuando ya la -L- intervocálica era diferente de la postconsonántica, y por lo tanto en su nueva posición este fonema no cayó, y la terminación -oȮn era demasiado parecida a -ĶNEM para que pudiera conservar huellas de su diptongo.
DERIV.
Galardonar [Cid; para detalles de forma, vid. arriba]; galardonador, ant. galardoneador.
1 No hay tal forma como el cat. *gallardó que cita M-L., a no ser en algún diccionario moderno sin valor filológico. ↩